ISASAWEIS — Mother Piñones

La libertad de opinión y de información no debe ser usada como un subterfugio para amparar ningún tipo de ultraje ya que en nuestro ordenamiento jurídico ( e imagino que a pesar de much@s) no existe el pretendido derecho al insulto.

La libertad de expresión reconocida en nuestro ordenamiento jurídico ampara y reconoce el derecho a opinar, criticar comportamientos y a parodiar. Otra cosa es el ingenio y buen gusto con que se ejerza esa libertad de expresión.

Hace años que conocía los vídeos de la youtubera Isasaweis aunque nunca le he comprado nada ni he sido piñona militante ni arrepentida.

Encontré este foro cuando tras indignarme (o entristecerme) bastante con el video del secador piñonero, empecé a "documentarme" sobre el personaje.

Me divierte mucho leeros, en general vuestras intervenciones son ingeniosas y con respeto ponéis de manifiesto las deficiencias, incoherencias y contradicciones de que adolecen las actuaciones de Isasaweis, esas que ella misma publica y con las que se lucra.

Buen fin de semana
 
A partir un piñón

Como ya habréis podido comprobar los que me seguís, que sois muchísimos, hace unos días me empecé a aficionar a ir en bici. Piñones, estaba entre seguir con el running o pasarme a la bici, pero aprovechando la amabilidad del personat del Gran Hotel Imperial Petit Palace, que me proporcionaba bici gratis con cestita y todo, ni lo dudé. Sobra decir que para inspirarme necesito retirarme a algún lugar lo suficientemente piñonil y bucólico, así que con la bici mataba tres pájaros de un tiro. Medio de transporte gratis, ejercicio para endurecer el culete y estar a la última en tendencia lifestyle. Si no encuentro un lugar adecuado noto que el nivel de mis columnas baja un poco. No mucho, porque yo llevo la literatura en la sangre, pero un poco sí. Y tampoco es lo mismo llegar corriendo y sudada al lugar, aunque me encante esa imagen de bloguera sudorosa sexy, que llegar sobre ruedas y tan pichi.

Las ventajas de ir en bici son muchas y variadas. Algunas ya las he expuesto más arriba y otras os las iré desarrollando a medida que vaya avanzando. Recordé con dolor aquel finde en el que se suspendió el evento de la marca de guisantes, que al final me tuve que quedar en la tierruca porque el billete de tren no lo regalan y tuve que descartar la arriesgada opción del Bla bla car y me dije “Isa, esto no te va a volver a ocurrir. Ahora dispones de una bici”. Piñones, vi la luz. Mi grandísimo amigo Borja me dijo hace poco que ir en bici cansa, que era una locura hacer tantos kms., y se lo agradecí porque nunca había oído tal cosa, pero una que es apañada y luchadora y no quiere más “y sis” en su vida decidió intentarlo. Al llevar la cestita tenia espacio suficiente para poner mis cosinas, que al ser yo tan sencilla con cuatro cosas me apaño bien. El pañuelo de estrellitas que tanto os gusta y los pendientes de aro que me hacen tan arrebatadora los llevaría puestos y el abrigo negro al que le cosí un botón también. Tenia espacio suficiente pera mi neceser y una muda. Tema arreglao. Otra ventaja de ir en bici es que no se te mete el humo en los poros. Bueno, se te mete todo el del resto de vehículos, pero el de la bici no porque no tiene tubo de escape. Por no decir lo bien que quedan las fotos hechas desde arriba, con esa perspectiva tan sensual del sillín entre las piernas. Si es que piñones, empiezo y no acabo.

Y nada, que después de casi una semana, le dejé a él una vez más con lágrimas en los ojos de tanto como le iba a añorar, pero sabiendo que siempre me esperaba con los brazos abiertos y partí hacia Gijón, no sin antes subir a IG un selfie de hace dos semanas para que todo el mundo creyera o creyese (ainssss, esto me recuerda al chiste de fuera o fuese) que ya estaba en casa. Pero piñones, sucedió un imprevisto muy desafortunado. Nada más volver la esquina se me partió un piñón. No podía creer mi racha de mala suerte. Me acordé de todas las tristes que me insultaban y humillaban y sentí un gran deseo de partir más piñones y no precisamente los de la bici. Pero también recordé que soy taaaaan afortunada de tener a mis piñones que nada, que como la vida es un 10% lo que te pasa y un 90% como te lo tomas, pues abajo los tristes y arriba mis piñones. Que es con ellos con quien quiero estar a partir un piñón y los tristes que.se partan los piños. Chimpún.
 
A partir un piñón

Como ya habréis podido comprobar los que me seguís, que sois muchísimos, hace unos días me empecé a aficionar a ir en bici. Piñones, estaba entre seguir con el running o pasarme a la bici, pero aprovechando la amabilidad del personat del Gran Hotel Imperial Petit Palace, que me proporcionaba bici gratis con cestita y todo, ni lo dudé. Sobra decir que para inspirarme necesito retirarme a algún lugar lo suficientemente piñonil y bucólico, así que con la bici mataba tres pájaros de un tiro. Medio de transporte gratis, ejercicio para endurecer el culete y estar a la última en tendencia lifestyle. Si no encuentro un lugar adecuado noto que el nivel de mis columnas baja un poco. No mucho, porque yo llevo la literatura en la sangre, pero un poco sí. Y tampoco es lo mismo llegar corriendo y sudada al lugar, aunque me encante esa imagen de bloguera sudorosa sexy, que llegar sobre ruedas y tan pichi.

Las ventajas de ir en bici son muchas y variadas. Algunas ya las he expuesto más arriba y otras os las iré desarrollando a medida que vaya avanzando. Recordé con dolor aquel finde en el que se suspendió el evento de la marca de guisantes, que al final me tuve que quedar en la tierruca porque el billete de tren no lo regalan y tuve que descartar la arriesgada opción del Bla bla car y me dije “Isa, esto no te va a volver a ocurrir. Ahora dispones de una bici”. Piñones, vi la luz. Mi grandísimo amigo Borja me dijo hace poco que ir en bici cansa, que era una locura hacer tantos kms., y se lo agradecí porque nunca había oído tal cosa, pero una que es apañada y luchadora y no quiere más “y sis” en su vida decidió intentarlo. Al llevar la cestita tenia espacio suficiente para poner mis cosinas, que al ser yo tan sencilla con cuatro cosas me apaño bien. El pañuelo de estrellitas que tanto os gusta y los pendientes de aro que me hacen tan arrebatadora los llevaría puestos y el abrigo negro al que le cosí un botón también. Tenia espacio suficiente pera mi neceser y una muda. Tema arreglao. Otra ventaja de ir en bici es que no se te mete el humo en los poros. Bueno, se te mete todo el del resto de vehículos, pero el de la bici no porque no tiene tubo de escape. Por no decir lo bien que quedan las fotos hechas desde arriba, con esa perspectiva tan sensual del sillín entre las piernas. Si es que piñones, empiezo y no acabo.

Y nada, que después de casi una semana, le dejé a él una vez más con lágrimas en los ojos de tanto como le iba a añorar, pero sabiendo que siempre me esperaba con los brazos abiertos y partí hacia Gijón, no sin antes subir a IG un selfie de hace dos semanas para que todo el mundo creyera o creyese (ainssss, esto me recuerda al chiste de fuera o fuese) que ya estaba en casa. Pero piñones, sucedió un imprevisto muy desafortunado. Nada más volver la esquina se me partió un piñón. No podía creer mi racha de mala suerte. Me acordé de todas las tristes que me insultaban y humillaban y sentí un gran deseo de partir más piñones y no precisamente los de la bici. Pero también recordé que soy taaaaan afortunada de tener a mis piñones que nada, que como la vida es un 10% lo que te pasa y un 90% como te lo tomas, pues abajo los tristes y arriba mis piñones. Que es con ellos con quien quiero estar a partir un piñón y los tristes que.se partan los piños. Chimpún.
 
El día que descubra que en la cesta de la bici se pueden meter cosas preparaos para un boom de recetas de ensaladas en botes de cristal con tapa a cuadros Vichy rojos y blancos, cubiertos cuquis de madera y smoothies con pajita, una maceta de alguna planta que tenga en el balcón de la habitación del Petit Palas, un periódico (que ella es mu leída) y el portátil, que la inspiración viene en cualquier momento, piñonas tristes

Y de regalo un selfie sentada encima de un hule con todos los frascos con comida por ahí y el templo de Debod de fondo y mucho #healthypiñones y #hepreparaocomidapadosyelhombrecagaonosapresentao :LOL:
 
Lo que resta, a tomar viento

La semana pasada se murió un pobre chico de cáncer. Yo hasta que no leí la noticia no tenía ni pajolera idea de quién era, pero oyes, todo el mundo hablaba de él y claro, yo tengo que dar mi opinión como la que más. Además, este pobre chico va y se muere y toda mi horda de tristes sigue ahí, ya se podrían ir ellos a donde yo me sé, porque ellos lo único que suman son desgracias y en mi mundo eso no se lleva. Hay que ser todos alegres y como una piña y a los que me critican, que intenten superarme.

Luego, cogí mi bicicleta, esa con cestita todo mona que me deja el hotel Petit Palace , que es un gran hotel y con mi Mac y mi iPhone después de hacerme unos cuantos selfies de ascensor y subirlo a mis redes fui recorriendo las calles de Madrid, porque Madrid es una ciudad MA RA VI LLO SA y si Madrid es maravillosa, el Templo de Debod, más todavía, ais qué lugar tan mágico, tan inspirador, tan de todo. Con mi iPhone fui grabándome mientras iba en bici, pero la gente cree que así me voy a caer al suelo, pero qué va, yo puedo hacerlo todo todo y todo, como el padre de la niña de Catalana Occidente, la gente es que no entiende de la vida.

Luego, dejé la bici en el hotel y fui al cine con mis A MI GOS y luego me dio tiempo a coger el tren a mi tierrina a jugar con mis hijos y hacer bizcochitos y más tarde hice mi rutina de mañana, media mañana, mediodía, tarde, media tarde, noche y media noche: revisar mis redes sociales en busca de tristes a los que eliminar de mi alegre vida y lloriquear a los de 20 minutos para que fueran eliminando los comentarios de estas personas que sólo hacen que restar. De verdad, al final hacéis que me enfade, no se puede ir así por la vida. Luego, hago una selecta selección de frases de internet para ir colgándolas en mis redes, así motivo a mis piñoncines, que como me tienen en un referente, igual ni se dan cuenta de que no son mías, total todo el mundo las usa.

Luego ya por la noche, empiezo a rememorar viejos recuerdos: besos robados, cortes conejos y viajes con mis amigos y de verdad que me pongo muy triste, pero luego recuerdo en el gran referente que sigo siendo (las nuevas youtubers son unas tarántulas, yo fui pionera en esto y ahora todas me copian descaradamente) y se me pasa, porque la vida da muchas vueltas, pero luego te paras en el lado bueno y ya sabéis que yo me quedo con eso y todo lo malo, lo que resta, a tomar viento.


Aquí tenéis mi "columna". He intentado estar a la altura, pero es que ponéis el listón muy alto y cuesta.
 
Lo que resta, a tomar viento

La semana pasada se murió un pobre chico de cáncer. Yo hasta que no leí la noticia no tenía ni pajolera idea de quién era, pero oyes, todo el mundo hablaba de él y claro, yo tengo que dar mi opinión como la que más. Además, este pobre chico va y se muere y toda mi horda de tristes sigue ahí, ya se podrían ir ellos a donde yo me sé, porque ellos lo único que suman son desgracias y en mi mundo eso no se lleva. Hay que ser todos alegres y como una piña y a los que me critican, que intenten superarme.

Luego, cogí mi bicicleta, esa con cestita todo mona que me deja el hotel Petit Palace , que es un gran hotel y con mi Mac y mi iPhone después de hacerme unos cuantos selfies de ascensor y subirlo a mis redes fui recorriendo las calles de Madrid, porque Madrid es una ciudad MA RA VI LLO SA y si Madrid es maravillosa, el Templo de Debod, más todavía, ais qué lugar tan mágico, tan inspirador, tan de todo. Con mi iPhone fui grabándome mientras iba en bici, pero la gente cree que así me voy a caer al suelo, pero qué va, yo puedo hacerlo todo todo y todo, como el padre de la niña de Catalana Occidente, la gente es que no entiende de la vida.

Luego, dejé la bici en el hotel y fui al cine con mis A MI GOS y luego me dio tiempo a coger el tren a mi tierrina a jugar con mis hijos y hacer bizcochitos y más tarde hice mi rutina de mañana, media mañana, mediodía, tarde, media tarde, noche y media noche: revisar mis redes sociales en busca de tristes a los que eliminar de mi alegre vida y lloriquear a los de 20 minutos para que fueran eliminando los comentarios de estas personas que sólo hacen que restar. De verdad, al final hacéis que me enfade, no se puede ir así por la vida. Luego, hago una selecta selección de frases de internet para ir colgándolas en mis redes, así motivo a mis piñoncines, que como me tienen en un referente, igual ni se dan cuenta de que no son mías, total todo el mundo las usa.

Luego ya por la noche, empiezo a rememorar viejos recuerdos: besos robados, cortes conejos y viajes con mis amigos y de verdad que me pongo muy triste, pero luego recuerdo en el gran referente que sigo siendo (las nuevas youtubers son unas tarántulas, yo fui pionera en esto y ahora todas me copian descaradamente) y se me pasa, porque la vida da muchas vueltas, pero luego te paras en el lado bueno y ya sabéis que yo me quedo con eso y todo lo malo, lo que resta, a tomar viento.


Aquí tenéis mi "columna". He intentado estar a la altura, pero es que ponéis el listón muy alto y cuesta.
Jajaja. Estás más que a la altura, linda.
 
Lo que resta, a tomar viento

La semana pasada se murió un pobre chico de cáncer. Yo hasta que no leí la noticia no tenía ni pajolera idea de quién era, pero oyes, todo el mundo hablaba de él y claro, yo tengo que dar mi opinión como la que más. Además, este pobre chico va y se muere y toda mi horda de tristes sigue ahí, ya se podrían ir ellos a donde yo me sé, porque ellos lo único que suman son desgracias y en mi mundo eso no se lleva. Hay que ser todos alegres y como una piña y a los que me critican, que intenten superarme.

Luego, cogí mi bicicleta, esa con cestita todo mona que me deja el hotel Petit Palace , que es un gran hotel y con mi Mac y mi iPhone después de hacerme unos cuantos selfies de ascensor y subirlo a mis redes fui recorriendo las calles de Madrid, porque Madrid es una ciudad MA RA VI LLO SA y si Madrid es maravillosa, el Templo de Debod, más todavía, ais qué lugar tan mágico, tan inspirador, tan de todo. Con mi iPhone fui grabándome mientras iba en bici, pero la gente cree que así me voy a caer al suelo, pero qué va, yo puedo hacerlo todo todo y todo, como el padre de la niña de Catalana Occidente, la gente es que no entiende de la vida.

Luego, dejé la bici en el hotel y fui al cine con mis A MI GOS y luego me dio tiempo a coger el tren a mi tierrina a jugar con mis hijos y hacer bizcochitos y más tarde hice mi rutina de mañana, media mañana, mediodía, tarde, media tarde, noche y media noche: revisar mis redes sociales en busca de tristes a los que eliminar de mi alegre vida y lloriquear a los de 20 minutos para que fueran eliminando los comentarios de estas personas que sólo hacen que restar. De verdad, al final hacéis que me enfade, no se puede ir así por la vida. Luego, hago una selecta selección de frases de internet para ir colgándolas en mis redes, así motivo a mis piñoncines, que como me tienen en un referente, igual ni se dan cuenta de que no son mías, total todo el mundo las usa.

Luego ya por la noche, empiezo a rememorar viejos recuerdos: besos robados, cortes conejos y viajes con mis amigos y de verdad que me pongo muy triste, pero luego recuerdo en el gran referente que sigo siendo (las nuevas youtubers son unas tarántulas, yo fui pionera en esto y ahora todas me copian descaradamente) y se me pasa, porque la vida da muchas vueltas, pero luego te paras en el lado bueno y ya sabéis que yo me quedo con eso y todo lo malo, lo que resta, a tomar viento.


Aquí tenéis mi "columna". He intentado estar a la altura, pero es que ponéis el listón muy alto y cuesta.
Angry Bego, Genial!!!! Gracias.
 
A partir un piñón

Como ya habréis podido comprobar los que me seguís, que sois muchísimos, hace unos días me empecé a aficionar a ir en bici. Piñones, estaba entre seguir con el running o pasarme a la bici, pero aprovechando la amabilidad del personat del Gran Hotel Imperial Petit Palace, que me proporcionaba bici gratis con cestita y todo, ni lo dudé. Sobra decir que para inspirarme necesito retirarme a algún lugar lo suficientemente piñonil y bucólico, así que con la bici mataba tres pájaros de un tiro. Medio de transporte gratis, ejercicio para endurecer el culete y estar a la última en tendencia lifestyle. Si no encuentro un lugar adecuado noto que el nivel de mis columnas baja un poco. No mucho, porque yo llevo la literatura en la sangre, pero un poco sí. Y tampoco es lo mismo llegar corriendo y sudada al lugar, aunque me encante esa imagen de bloguera sudorosa sexy, que llegar sobre ruedas y tan pichi.

Las ventajas de ir en bici son muchas y variadas. Algunas ya las he expuesto más arriba y otras os las iré desarrollando a medida que vaya avanzando. Recordé con dolor aquel finde en el que se suspendió el evento de la marca de guisantes, que al final me tuve que quedar en la tierruca porque el billete de tren no lo regalan y tuve que descartar la arriesgada opción del Bla bla car y me dije “Isa, esto no te va a volver a ocurrir. Ahora dispones de una bici”. Piñones, vi la luz. Mi grandísimo amigo Borja me dijo hace poco que ir en bici cansa, que era una locura hacer tantos kms., y se lo agradecí porque nunca había oído tal cosa, pero una que es apañada y luchadora y no quiere más “y sis” en su vida decidió intentarlo. Al llevar la cestita tenia espacio suficiente para poner mis cosinas, que al ser yo tan sencilla con cuatro cosas me apaño bien. El pañuelo de estrellitas que tanto os gusta y los pendientes de aro que me hacen tan arrebatadora los llevaría puestos y el abrigo negro al que le cosí un botón también. Tenia espacio suficiente pera mi neceser y una muda. Tema arreglao. Otra ventaja de ir en bici es que no se te mete el humo en los poros. Bueno, se te mete todo el del resto de vehículos, pero el de la bici no porque no tiene tubo de escape. Por no decir lo bien que quedan las fotos hechas desde arriba, con esa perspectiva tan sensual del sillín entre las piernas. Si es que piñones, empiezo y no acabo.

Y nada, que después de casi una semana, le dejé a él una vez más con lágrimas en los ojos de tanto como le iba a añorar, pero sabiendo que siempre me esperaba con los brazos abiertos y partí hacia Gijón, no sin antes subir a IG un selfie de hace dos semanas para que todo el mundo creyera o creyese (ainssss, esto me recuerda al chiste de fuera o fuese) que ya estaba en casa. Pero piñones, sucedió un imprevisto muy desafortunado. Nada más volver la esquina se me partió un piñón. No podía creer mi racha de mala suerte. Me acordé de todas las tristes que me insultaban y humillaban y sentí un gran deseo de partir más piñones y no precisamente los de la bici. Pero también recordé que soy taaaaan afortunada de tener a mis piñones que nada, que como la vida es un 10% lo que te pasa y un 90% como te lo tomas, pues abajo los tristes y arriba mis piñones. Que es con ellos con quien quiero estar a partir un piñón y los tristes que.se partan los piños. Chimpún.
"yo llevo la literatura en la sangre" xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
 
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