Hilo de cotilleos sobre el mundillo taurino

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Manzanares y Sharon Stone, juntos en Madrid
El diestro, uno de los únicos rostros masculinos en protagonizar una portada en Harper's Bazaar, fue el encargado de entregar el premio a la actriz estadounidense

Por tercer año consecutivo la edición española de la revista Harper's Bazaar entregó los premios Actitud 43 en una gala que tuvo lugar en el madrileño Palacio de Santoña. José María Manzanares entregó el galardón más importante de la noche a Sharon Stone, que se hizo con el Premio Actitud Icono Internacional por su dilatada carrera profesional.

Fueron muchos los rostros conocidos del mundo de la cultura y la moda los que se dieron cita en la entrega de premios. Además de Sharon Stone, se encontraban David Gandy, Jon Kortajarena o el director de cine Paco Arango.



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Manzanares junto a su esposa, Rocío Escalona

Alguien me explica porque la mujer de manzanares tiene cara de mosqueada yendo acompañada por semejante macizo ?......................
 
Alguien me explica porque la mujer de manzanares tiene cara de mosqueada yendo acompañada por semejante macizo ?......................

¿Quizás porque Manzanares miraba con cierto entusiasmo a "Doña Sol"...?

Es veterana, pero ahí queda su película torera donde hacía de mujer fatal de la aristocracia que se encaprichaba y perdía a un torero guapo y famoso de origen humilde. La película -Blood and Sand- era una versión mala e infiel de la novela "Sangre y arena" de Blasco Ibáñez. Pero Sharon Stone era joven y el papel de lagarta perversa le iba como anillo al dedo...

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Pues yo controlo el tema toreros, pero de las adjuntas de los toreros voy regular.

La única historia de lujosos internados suizos que yo conocía es la de Cayetano Rivera Ordóñez, que estuvo interno tres años (de los 14 a los 17) en el Colegio Beau Soleil. De entonces viene su estrecha amistad con uno de los Bragation, la ex-familia real de Georgia.
Aquí el colegio.

Googleando veo que la prensa del colorín le atribuye a la Berrocala una estancia de 4 años en un internado suizo, pero en ningún sitio se da el nombre del colegio ni se desciende a detalles. La situación familiar de Martín Berrocal, su padre (ganadero y empresario taurino), era "complicada", porque tenía esposa legítima y 3 hijos y querida con piso y 2 hijas. Vicky pertenecía a la "familia B".

a pesar de la mente desordenada de carmen Ordoñez siempre quiso que sus hijos tuvieran buena educación, que estudiaran y tuviesen una profesión.
Lastima que julianin con atendiese lo único bueno que podía haberle enseñado su madre.
 
Hombres que tienen una mujer principal y/o oficial y concubinas, una familia A y otra (u otras) familias secundarias, no es que fuera común en esa época, es que ha sido común en toda la historia de la humanidad y en todos los sitios entre los hombres con dinero (e incluso sin él). Y hoy lo sigue siendo en la mayor parte del planeta. También sigue ocurriendo en Occidente. El divorcio lo que hace es que esa poligamia sea sucesiva y los matrimonios (y las familias) se rompan cada poco tiempo y se vayan encadenando mujeres, hombres y críos. Mi abuela decía que aquello podía ser más hipócrita, pero era más estable para todos y que además entonces los hombres tenían asumido que las mujeres (esposas, queridas o mercenarias de paso, cada una en su estatus) no eran gratis. Mi abuela, que era muy sabia, decía que el mayor error que las mujeres pueden cometer es "salirle gratis y fáciles" a los hombres :rolleyes:.

La madre de Vicky (Victoria Martín Serrano, se llama) tiene cuenta en Instagram.

Marisa, la hija de la familia A, se casó también con un torero, el extremeño Juan Mora.

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el caso más popular es el del cordobés..
Manuel Diaz hijo su carrera profesional y televisiva gracias a ser el hijo no reconocido del torero.
Una historia donde solo se vendieron los matices morbosos como único contenido vendible en programas de crónica social desdeñando otros aspectos de la realidad que alteran y modifican la versión de los hechos dada por manuelito junior.
 
El padre de Vicky ahora mismo tendría 86 años. La gente de esa generación no entendía de divorcios. Las mujeres aguantaban y a callar. Era lo que había.
Tu planteamiento solo valdría en la gente generaciones posteriores pero no en esa.
Su padre, que nunca se llegó a casar, mantuvo durante años una relación paralela con su madre y con otra mujer con la que tuvo otros tres hijos: Marisa, José Luis y David.
Claro que todos eran conocedores de aquello, incluida Vicky, Te puedo asegurar que les daba lo mismo o por lo menos era la imagen que proyectaban,

porque los hijos A son discretos y nunca han querido soluciones mediáticas, pero la herencia fue contenciosa y conflictiva, y eso que el padre lo dejaría todo bien atado.
la gorda viky siempre se creyó hija única y la favorita de su padre.

me recuerda a charo palacios, toda la vida vendiendo que era condesa de montarco… cuando falleció el conde titular, la "legitima" dijo que estaban hartos que la charito se adjudicase títulos que no le correspondían...
 
Soho Caixabank Theatre Opening In Malaga : Fotografía de noticias
 
Palomi demostrando q 30 años buscando trepar y sigue estancada siendo referencia de la insustancialidad y ridiculez.....menudo disfraz lleva

Ponce como se siga operando y poniendo pelo va muy mal....ya tiene un ojo mas grande q otro el ojo pipa clasico de los operados
 
Palomi demostrando q 30 años buscando trepar y sigue estancada siendo referencia de la insustancialidad y ridiculez.....menudo disfraz lleva

Ponce como se siga operando y poniendo pelo va muy mal....ya tiene un ojo mas grande q otro el ojo pipa clasico de los operados

Es que en estos tiempos parece imposible ser alguien con vida pública y envejecer con naturalidad, sin hacerse nada. La propia Palomis también está super-retocada.
 
Líos en este caso ganaderos. El veteranísmo Joaquín Núñez del Cuvillo eligió a uno de sus nietos, Álvaro de la Campa, como su sucesor al frente de la popular ganadería, una de las habituales de los toreros de la parte alta del escalafón desde hace dos décadas. Dos años ha durado la cosa y han acabado tarifando.

 
Líos en este caso ganaderos. El veteranísmo Joaquín Núñez del Cuvillo eligió a uno de sus nietos, Álvaro de la Campa, como su sucesor al frente de la popular ganadería, una de las habituales de los toreros de la parte alta del escalafón desde hace dos décadas. Dos años ha durado la cosa y han acabado tarifando.



Un reportaje sobre la fincaza gaditana de los Núñez del Cuvillo-Benjumea. Se cita muy elegantemente, y de pasada, el escándalo de cuando los sancionaron por mandar toros con la cornamenta afeitada a la Maestranza de Sevilla. El cotilleo taurino siempre ha sido que las figuras más mediáticas han favorecido tanto a esta ganadería porque echa reses más "toreables" y menos peligrosas que otras.

Tengo curiosidad por saber qué ha pasado con Alvarito de la Campa. El año pasado participó en las tertulias taurinas del Club Cocherito de Bilbao y el muy bocas la lió.

 
¿Os habéis enterado de la que ha liado el comisariado político estabulado en el Museo del Prado? Montan una gran exposición de dibujos de Goya y le pegan una reescritura alucinante a la biografía del genio aragonés en clave "corrección política". De taurino empedernido lo convierten en antitaurino, de mujeriego incorregible en homosexual oculto. Un criado del pintor dijo esto de él: "En dos cosas era mi amo incorregible: en su afición a los toros y en su afición a las hijas de Eva". Pues no importa. Se juntan cuatro comisarios políticos y le pegan una vuelta de calcetín a la realidad con toda la jeta. Acojonante.

El próximo viraje biográfico está a punto de caer:



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El Prado y la falacia de Goya antitaurino

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GLORIA SÁNCHEZ-GRANDE
Jefa de Actividades Culturales de la Plaza de Toros de Las Ventas (Madrid)


Cuentan en las audioguías del Museo del Prado que Francisco de Goya fue un pionero del movimiento antitaurino. La gran exposición de dibujos Solo la voluntad me sobra, inaugurada este 20 de noviembre con motivo del 200º aniversario de la pinacoteca madrileña, ha servido como excusa para difundir de nuevo esta falacia que ya inició hace un tiempo la Real Academia de las Artes de San Fernando. Parece que a varios expertos en la vida y obra de Goya, con Manuela Mena a la cabeza, les salen úlceras al recordar que su pintor de cabecera, el genio de Fuendetodos, era aficionado a los toros. Porque, pese a quien le pese, lo fue y mucho.

Además de su conocida serie de grabados titulada La Tauromaquia, a lo largo de su fructífera vida profesional, Goya dedicó a este mundo pinturas, dibujos, tapices, litografías y estampas, una rica producción para un supuesto antitaurino y, lo que sí es seguro, para un pintor de cámara cuando la Tauromaquia no era considerada por aquellos años, ni mucho menos, un tema académico. Goya realizó muchas de estas obras para sí mismo, incluso siendo un octogenario, al final de su vida en Burdeos. ¿Qué necesidad tenía el aragonés de autofustigarse plasmando a toreros cuando, según los mentecatos comisarios de El Prado, el propio artista los aborrecía?

Casi recién llegado a Madrid, en 1780, el de Fuendetodos realizó un encargo para la Real Fábrica de Tapices que llevaba por título La novillada. En esta obra, aparece autorretratado un joven Goya mientras juega con un toro y mira divertido hacia el espectador. Más allá de la anécdota pictórica, son múltiples los indicios que señalan que el artista hizo sus pinitos como maletilla y novillero antes de instalarse en la capital.

Desde entonces, fueron abundantes las referencias a cuestiones taurinas en el epistolario de Goya, principalmente en las cartas enviadas a su íntimo amigo Martín Zapater. A menudo, él, Zapater y Francisco Bayeu -cuñado de Goya-, discutían sobre quién era el torero del momento, si Pedro Romero o Costillares, precursores ambos de la Tauromaquia moderna. Parece un sinsentido que un supuesto antitaurino entrase en debates sobre qué matador ostentaba el cetro del toreo, como si a día de hoy un animalista discutiera sobre si prefiere ver en la plaza a Roca Rey o a Pablo Aguado. Pero estas son evidencias que los comisarios de El Prado también pasan por alto.

Por aquellas cartas, sabemos además que Goya acudía con frecuencia a distintas plazas, entre ellas la de Madrid donde, en 1801, fue testigo directo de la muerte de su amigo Pepe-Hillo cuando éste entraba a matar a toro parado. La cogida impresionó tanto al artista que decidió cerrar con esa trágica estampa su serie de grabados sobre Tauromaquia, realizando tres versiones distintas antes de elegir la definitiva.

Precisamente, sobre la descarnada puesta en escena de La Tauromaquia (1814-1816), dicen los actuales expertos de El Prado que resulta "ambigua" hasta "provocar la duda sobre la posición de Goya acerca de las corridas de toros", como si el aragonés hubiera tenido que seguir los pasos de Antonio Carnicero pintando una Fiesta descargada de crudeza en caso de haber querido defenderla. Según Manuela Mena, su admirado Francisco de Goya, hipotético animalista furibundo, se manifestaba así contra la violencia de los hombres y a favor de la nobleza de los animales, pasando por alto que el aragonés siempre fue un "fotógrafo" fiel de las luces y sombras de su tiempo.

Aunque Manuela Mena y sus colegas estrechos de mente no hayan querido ahondar en el asunto, la Fiesta de toros fue un espectáculo profundamente "ilustrado" y revolucionario en el que el hombre se situaba, por primera vez, en el centro mismo del escenario; un hombre cualquiera, nacido del pueblo, sin necesidad de arraigo aristocrático o religioso, un héroe anónimo como los luchadores "cuerpo a cuerpo" del 2 de mayo de 1808. La arquitectura de las plazas de toros ya era, de por sí, más "ilustrada" que cualquier teatro o iglesia, al repartir al público alrededor del punto equidistante del ruedo y el torero. Goya, gracias a su profundo conocimiento de la Tauromaquia, también supo plasmar esta racionalidad que ovillaba el aparente caos de la Fiesta de comienzos del siglo XIX.

Las cuatro litografías taurinas que realizó en Burdeos en el ocaso de su vida (1824-1825) son un prodigio artístico y técnico
. En ellas, muy influido probablemente por los horrores de la Guerra de la Independencia, el artista se centró en la brutalización de la masa, como si los toros fueran un reflejo del sentir popular de España tras la abolición de las Cortes de Cádiz y el final de la esperanza liberal. Goya, desde el exilio, podría haber elegido cualquier otro tema para plasmar su sentir político, sin embargo, regresó al mundo que le había fascinado de por vida: la Tauromaquia. Su criado llegó a afirmar: "En dos cosas era mi amo incorregible: en su afición a los toros y en su afición a las hijas de Eva".

Este último punto también escama, por cierto, a la comisaria Manuela Mena quien opina que, además de antitaurino, Goya era homosexual a causa de la correspondencia que mantenía con su fiel amigo de la infancia, el anteriormente citado, Martín Zapater; y que si el artista contrajo matrimonio con Josefa Bayeu fue por puro interés. Posiblemente, al cabo de esta exposición en El Prado, el pobre "Francho", como le conocían en las capeas de su juventud, terminará siendo el motivo de alguna carroza del Orgullo Gay 2020, convirtiéndose en emblema del actual "buenismo" imperante y de lo políticamente correcto.

Ya desearían, por cierto, muchos empresarios taurinos del siglo XXI tener detractores como Francisco de Goya, quien pasó media vida plasmando al detalle y con genialidad todas las suertes del toreo en vez de saltar al ruedo, como hacen los "antis" de ahora, "de gratis" y con el pecho pintado una vez que las mulillas han arrastrado al toro. Porque, para ser antitaurino, parece evidente que Goya gastó demasiado talento, tiempo y dinero sobre los tendidos. Algo no cuadra, señores comisarios de El Prado.

 
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