Pues como que veo feliz a Masako. Estoy de acuerdo en que le ha sentado muy bien ser emperatriz. El kimono de ella y el de las demás princesas presentes... un sueño. Lástima que cotilleando todavía no nos pueda traer un trocito de esas telas, que sin duda serán sedas, para disfrutar de su tacto.
Es que ya le tocaba estar bien a Masako, yo no sé cómo se sienta interiormente pero lo que proyecta es tranquilidad y serenidad; me imagino que debió pensar que su hija nunca será emperatriz, ella nunca tendrá el hijo varón y además su marido ya es el emperador así que la raíz de sus problemas se extingue. Ahora que procure siempre pensar positivo y pa´lante siempre.
Gracias a las cotis por las fotos. Impecables como siempre las damas de la corte imperial japonesa. Una observación: por lo que veo, parece que el protocolo prevé solo perlas y diamantes para joyas. Sin piedras de colores. Para mí, que me encantan las joyas, este aspecto es decepcionante.