Famosos positivos al COVID-19 o Coronavirus

En Francia no contabilizan los que se mueren en sus casas o en las residencias....así siempre tendrán menos casos de los reales..Igual que aquí que la gente llama y les eque si estan leves se quedan en casa y no les hacen la prueba.
 
En Francia no contabilizan los que se mueren en sus casas o en las residencias....así siempre tendrán menos casos de los reales..Igual que aquí que la gente llama y les eque si estan leves se quedan en casa y no les hacen la prueba.
También leí que en Francia los que tienen otras patologías no los contabilizan como coronavirus, aunque sea ésa la causa lo apuntan en otra lista. Muerte por neumonía, cáncer, diabetes, etc.
Por éso tiene tan pocos muertos. Pero cuando se pongan a contabilizar los fallecidos por otras causas, verán el gran aumento con respecto a años anteriores.
 
Prácticamente en 24 horas se han muerto un Mosso d´esquadra, un jefe de la Guardia Civil y el primer Policía nacional, que estaba en Barajas...
 
Alfonso Cortina,muy amigo de Carlos falcó, estando aislado en su finca de 1500 hectáreas, se puso malo y lo ingresaron, pero afortudamente, está leve..Por muy aislado que esté uno, si tiene varios miembros de servicio que tienen que salir a comprar, y atenderlo, está visto que se puede enfermar igual.Lo mismo que le ha pasado a Peñafiel....
 
28/03/2020
LA REALEZA MUNDIAL, AFECTADA
POR LA PANDEMIA DEL CORONAVIRUS

Varios ‘royals’, como Alberto de Mónaco, el príncipe de Gales o Carlos de Habsburgo, se han contagiado ya por el Covid-19. Otros, como los reyes de Holanda o de Noruega, se han visto obligados a pasar cuarentenas por precaución. El maldito virus afecta a la agenda de todas las Cortes del mundo, cuyos miembros se multiplican en gestos solidarios, volcados en combatir al enemigo invisible que azota al mundo entero. POR EDUARDO ÁLVAREZ

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LA PANDEMIA del coronavirus se extiende de forma dramática por el globo. Y, como es lógico, está teniendo ya una gran incidencia en la agenda de las familias reales de todo el mundo. 2020 será un año de cancelaciones de los más importantes eventos y los diferentes Palacios sustituyen viajes de Estado, celebraciones, aniversarios, bodas y actos solemnes muy esperados para estos próximos meses por confinamientos, gestos solidarios y alocuciones a la nación que, salvando las distancias, recuerdan a la actuación de las distintas dinastías reinantes en las últimas grandes guerras.
El Covid-19 no distingue por sexos, razas o clases. Y ya son varios los royals que se han infectado. Lanoticia más trágica llegaba ayer, con la muerte de la princesa María Teresa de Borbón Parma (86 años), a causa de complicaciones derivadas del coronavirus. Carlos de Inglaterra, el eterno heredero del trono británico (71 años), pasa su cuarentena en Balmoral (Escocia). Y la prensa se pregunta si pudo contagiarse durante una reunión en la que coincidió con Alberto de Mónaco, el primer jefe de Estado que, el pasado día 19, anunció que había contraído la enfermedad. De inmediato, se aplicó el protocolo de seguridad en el Palacio de los Grimaldi en el principado de la Costa Azul, donde se han cancelado citas tan glamourosas de cada primavera como la prueba local del campeonato de Fórmula Uno o el Baile de la Rosa, en el que este año debutaba como director artístico Christian Louboutin tomando el relevo del fallecido Karl Lagerfeld. El mandatario monegasco permanece en cuarentena en sus aposentos. Aunque ya ha retomado sus tareas a través de videoconferencias y ha concedido entrevistas en las que asegura sentirse bien. “No tuve pérdida de sabor u olor. Al principio fue como un resfriado, la tos no vino de inmediato. Luego, sentí algo de fiebre, pero los síntomas han sido muy leves”, explicó a Nice-Matin.
Antes que ellos, el primer representante del Götha que había dado positivo por coronavirus fue el archiduque Carlos de Habsburgo-Lorena. El jefe de la Casa Imperial de Austria y Real de Hungría y Bohemia se vio obligado a mantener un confinamiento estricto en sus dominios de Salzburgo en fechas en las que en Europa aún nos tomábamos muy poco en serio la pandemia. A uno de sus hijos, fruto de su ex Francesca Thyssen, el archiduque Fernando de Austria, que realiza el servicio militar, se le puede ver movilizado estos días junto a sus compañeros de regimiento repartiendo comida y enseres básicos para hacer frente a la crisis en sus país.
En la cercana Bélgica, su familia real está muy volcada en actividades solidarias. Primero vimos a la reina Matilde repartir flores y dulces en algunos centros de mayores. Y, después, la imitaron sus cuatro hijos, incluida la princesa heredera Isabel, que ha tenido que regresar a su país a consecuencia del Covid-19 desde Gales, donde estudia. Isabel y sus tres hermanos han distribuido gofres elaborados en Palacio en residencias de Bruselas y forman parte del ejército de voluntarios que atienden líneas telefónicas a disposición de personas que necesitan algo de aliento en este aislamiento. La última iniciativa de la consorte belga, mientras su marido ejerce sus tareas como Jefe de Estado, ha sido grabar lecturas en Facebook en las tres lenguas cooficiales del reino, a disposición de cualquiera que quiera matar así un poco el rato.
Las medidas gubernamentales son muy distintas en cada país. En los Países Bajos, por ejemplo, no se ha decretado un confinamiento tan severo como el de España, en estado de alarma, sino que el Ejecutivo de Mark Rutte confía en que sus conciudadanos se encierren por voluntad propia en sus casas, como gesto de responsabilidad, que ya es mucho confiar. Quizá les valga, eso sí, el ejemplo de su familia real. Guillermo Alejandro y Máxima y sus tres hijas tuvieron que someterse a una cuarentena en Palacio a principios de mes, como medida de prevención al regreso de una semana de esquí en Lech (Austria), donde se registraron varios infectados. Durante el encierro, se vio a los reyes y a sus hijas participar en el aplauso que también allí brindan los ciudadanos a sus sanitarios.
Acabada la cuarentena, el rey holandés, como casi todos los monarcas europeos, dirigió un mensaje a la nación que fue seguido por 6,7 millones de personas, un espectacular dato de audiencia. Y estos últimos días está volcado en labores de información y coordinación sobre la crisis del coronavirus, que ha incluido una visita a la clínica de Tilburg donde se registró el primer caso de Covid-19 en el país.
Como los monarcas holandeses, o desde hace un par de días los de Malasia, los reyes de Noruega también se han visto obligados a pasar una cuarentena. Harald V (83 años), con una salud muy precaria que le ha llevado a ser hospitalizado en fechas recientes, y su mujer Sonia, tuvieron que recluirse varias semanas por precaución a su regreso de la visita oficial que realizaron la primera semana de marzo a Jordania. Ha sido éste uno de los últimos viajes de Estado de la realeza europea; como no puede ser de otro modo, varios de los anunciados para las próximas semanas, incluido el de los Reyes de España a EEUU, han quedado en suspenso. Desde su confinamiento, el monarca noruego, que goza de la popularidad más alta de todas las monarquías del continente, dirigió un solemne mensaje a su pueblo. Por su parte, los herederos Haakon y Mette-Marit pasan el mayor tiempo recluidos en su finca de Skaugum. La princesa ha difundido instantáneas muy de andar por casa y aprovecha para leer, practicar deporte o tejer, una de sus aficiones más singulares.
SUSTO EN DINAMARCA
El sobresalto se ha producido esta semana en Dinamarca. El príncipe Enrique (10 años), uno de los dos hijos que el príncipe Joaquín –segundo de los vástagos de la reina Margarita– tiene con su actual mujer, Marie Cavallier, fue hospitalizado al regreso de toda la familia de Francia por problemas respiratorios relacionados con una bronquitis asmática. Se temió que el chaval hubiera sido infectado por el coronavirus, aunque el test dio negativo, un alivio para la familia real.
Esta primavera se presentaba muy especial en Copenhague. El 16 de abril la soberana danesa cumple 80º años y, con este motivo, la Corte había preparado un programa de actos impresionante –no se olvide que estamos hablando de la dinastía que mantiene el mayor boato de toda Europa–, que incluía una cena de gala para mandatarios extranjeros a la que iban a asistir miembros de todas las familias reales europeas, incluidos Don Felipe y Doña Letizia. Iba a ser el primer encuentro entre ésta y la princesa Marie-Chantal –sobrina política de la reina Margarita– desde que la mujer de Pablo de Grecia publicará los tuits contra ella a raíz del rifi rafe de Doña Letizia y Doña Sofía en Palma. Veremos si las dos primas mal avenidas pueden coincidir en verano en la boda de Teodora de Grecia, ahora en el aire.
Aunque todas las celebraciones han sido canceladas, cientos de miles de daneses están promoviendo una iniciativa en las redes para cantar el cumpleaños feliz a su soberana en su día desde los balcones, como toca hacerlo casi todo ahora. La reina Margarita fue una de las primeras soberanas que se dirigió a su pueblo para alertarles del peligro del Covid-19 y reprendió duramente a quienes seguían haciendo fiestas y reuniones. Tras el aplaudido mensaje, el Gobierno endureció las medidas.
También se han suspendido todos los fastos en Japón. El aplazamiento de los Juegos Olímpicos a 2021 impedirá a los emperadores Naruhito y Masako ser anfitriones este julio, como estaba previsto, de una interminable lista de mandatarios de todo el mundo. Y el próximo abril no tendrán ya lugar las ceremonias con motivo de la investidura del hermano del soberano, el príncipe Fumihito, como heredero del Trono del Crisantemo.
Las autoridades niponas están muy preocupadas por proteger al máximo la salud de los miembros de su familia imperial. Y, por ello, al acto de graduación de Aiko, la única hija de Naruhito y Masako, que no podrá reinar por ser mujer, no pudieron asistir sus padres. La princesa recogió, con mascarilla, su diploma en la escuela secundaria para niñas Gakushuin, donde ha finalizado sus estudios básicos. A partir de ahora, Aiko (18 años) estudiará en la Facultad de Letras de la Universidad de Gakushuin, igual que hizo su padre.
Todas las familias reales, como vemos, están volcadas estos días en la lucha contra el coronavirus. En Serbia, Alejandro y su mujer Katherine se afanan en recopilar material para hospitales, como los ocho desfibriladores que Palacio ha adquirido con los fondos recaudados en una cena benéfica el pasado abril.
Por su parte, Margarita, custodia de la Corona rumana, ha puesto a disposición de las autoridades sanitarias varias dependencias de la familia real, como partes del imponente Castillo de Peles, para que puedan albergar a ciudadanos que tengan que hacer cuarentena por la pandemia. Los royals saben que en este combate no existen clases sociales y que solo se puede ganar entre todos.
 
CARLOS DE INGLATERRA


28/03/2020

¿FUE ALBERTO DE MÓNACO EL TRANSMISOR DEL VIRUS?
DESPEDIDA EN LA ABADÍA DE WESTMINSTER

Tras coincidir con el ‘royal’ monegasco en una cumbre en Londres, el príncipe de Gales dio positivo. Afronta el virus en su mansión de Birkhall con ayuno y medicina integrativa.
POR CARLOS FRESNEDA Londres

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ESTUVIERON SENTADOS FRENTE A frente en una larga mesa, a menos de dos metros de distancia. El príncipe Carlos y el príncipe Alberto cruzaron sus caminos en la Cumbre del Agua y el Clima en Londres, el 10 de marzo. Carlos estaba ya concienciado del riesgo de contagio del coronavirus: en vez de dar la mano, hacía el tradicional saludo hindú de namasté en los actos públicos. Pero pudo no ser suficiente.
Alberto de Mónaco (62), fue el primer miembro de la realeza europea en dar positivo en la prueba del coronavirus el 19 de marzo. Carlos de Inglaterra (71), confirmó que había contraído la enfermedad seis días después. Un portavoz de Clarence House aseguró que no puede saberse con exactitud dónde y cómo fue contagiado, dada su intensa actividad hasta el mismo 12 de marzo, cuando puso condecoraciones en el palacio de Buckingham y aprovechó para visitar por última vez a su madre, la reina Isabel II.
Aun así, los médicos consideran que no fue realmente “contagioso” hasta un día después, el 13 de marzo, cuando partió con Camilla rumbo a la mansión de Highgrove, en la campiña inglesa, para despachar los asuntos de la granja ecológica del Ducado de Cornualles. Allí decidió aislarse también por lo que pudiera pasar, mientras Isabel II y Felipe de Edimburgo se parapetaron en el castillo de Windsor y cedieron temporalmente el testigo de la representación oficial al príncipe Guillermo y a Kate Middleton, trasladados también a su mansión en Norfolk.
El 22 de marzo, un día antes de que Boris Johnson lanzara la proclama de “Quedaos en casa”, Carlos y Camilla decidieron viajar repentinamente a su tercer hogar: la mansión de Birkhall, junto al palacio de Balmoral, el retiro predilecto de la reina madre. En vez de emprender el camino en coche, volaron en un avión de la RAF desde Brize Norton hasta Aberdeen.
Al parecer, Carlos ya sintió los primeros síntomas ese mismo domingo por la mañana, probablemente un dolor en la garanta y problemas para respirar. Al figurar dentro del grupo de alto riesgo como mayor de 71 años, Carlos pidió expresamente hacerse las pruebas del conoravirus. El personal sanitario del Servicio Nacional de Salud (NHS) en Aberdeenshire acudió a Birkhall el lunes y el martes conoció el resultado: “positivo”.
Se armó cierto revuelo político por su decisión de moverse pese a los consejos del Gobierno, por el hecho de elegir Escocia, por saltarse supuestamente la cola en el momento de acudir a la sanidad pública… El positivo de Carlos, cuando el Reino Unido no había rebasado aún los mil infectados, sirvió en cualquier caso para demostrar que el peligro del coronavirus está muy presente y es muy real, pese al desdén demostrado días antes por los británicos cuando acudieron en masa a los parques.
CUARENTENA
El príncipe Carlos guardará cuarentena durante 14 dias en Birkhall si la situación no se complica. Los médicos aseguran que sus síntomas son “leves” y que todo apunta a que no reviste gravedad. Mientras dura su encierro, Carlos no podrá mantener contacto con Camilla (que dio negativo), instalada en otra ala de la mansión. Tampoco estará en contacto directo con su séquito, ni con los seis empleados del palacio de Balmoral que tiene a su disposición.
Carlos no ha guardado siquiera cama y sigue trabajando a tiempo parcial, “de buen humor y mirando al lado positivo”, según comentan fuentes cercanas de la familia real al corresponsal de The Daily Mail Robert Hardman, que asegura que el príncipe de Gales no se arredrará ante el virus y que en ningún momento ha pensado en la posibilidad de ceder a su hijo Guillermo el puesto de primero en la línea de sucesión del trono.
Carlos no es precisamente un fanático de la tecnología, pero se ha resignado a mantener estos días encuentros virtuales con Guillermo y con Enrique, aislado junto a Meghan y Archie en la isla de Vancouver. El príncipe de Gales es muy dado a ayunar a los primeros síntomas de una enfermedad y es de suponer que esté haciendo lo mismo en Birkhall, saltándose regularmente el almuerzo.
También es un defensor a ultranza de los remedios homeopáticos, lo que le ha hecho enfentarse más de una vez a la clase médica. Su gurú alternativo es Mosaraf Ali, adalid de la medicia integrativa, que mezcla soluciones convencionales con remedios de ayurveda.
Como su madre y su abuela, Carlos ha exhibido hasta la fecha una salud de hierro y no tiene ninguna precondición que incremente su riesgo, más allá del hecho de haber superado ya los 70. Isabel II, que el 21 de abril cumplirá 94, se encuentra aparentemente en pefecto estado y sigue despachando regularmente por teléfono con el premier Boris Johnson. La reina baraja la posibilidad de dirigirse en los próximos días a la nación, entre otras cosas para agradecer las muestras de solidaridad como la de los más de 500.000 voluntarios que han ofrecido ayuda al NHS en labores de retaguardia contra la epidemia.

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El coronavirus estaba ya causando estragos en Italia, y sin embargo, el protocolo real siguió como si nada hasta el 9 de marzo, cuando los royals al completo acudieron a la Abadía de Westminster a un acto de la Commonwealth con cientos de invitados. Carlos estuvo allí, codeándose con la reina, en el que fue también el acto de despedida de Harry y Meghan, que el 1 de abril celebrarán su día de la independencia.
 
Alfonso Cortina,muy amigo de Carlos falcó, estando aislado en su finca de 1500 hectáreas, se puso malo y lo ingresaron, pero afortudamente, está leve..Por muy aislado que esté uno, si tiene varios miembros de servicio que tienen que salir a comprar, y atenderlo, está visto que se puede enfermar igual.Lo mismo que le ha pasado a Peñafiel....

O lo mismo se lo pegó Falcó antes de tener síntomas (no sé si los tiempos cuadran).

El problema es que nadie sabe quién lleva el bicho, desde cuando, ni si te lo 'deja' como regalo. O incluso si eres tú el que lo va dejando. Esto puede convertirse en un foco de paranoia muy grande. Me gustaría pensar que lo vamos a gestionar bien, pero tengo poca fe en la Humanidad.
 

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