Es que Jakob Dylan es amor.
Esos buenrollistas- chupiguachis que nos producen grima absoluta /desconfianza
- AutorSuperbitch
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Es que Jakob Dylan es amor.
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Como se me acerque una sola persona más para contarme con quién se va a reunir en estas entrañables fechas y me enumere uno a uno con todo lujo de detalles su menú de Nochebuena consistente en 25 entrantes, diez aperitivos, marisco de toda procedencia, carnes, pescados, postres de lujo, maridaciones con vino de tropecientasmil denominaciones de origen, licores y orujos, champagne y cava extremeño, turrones, mazapanes y polvorones, tartas, pasteles y bombones. Y todo casero, y cocinado por sus propias manos para no menos de 30 personas, y como es muy previsora lo tiene todo comprado y preparado para sólo tener que dar un golpe de calor minutos antes de empezar la cena mientras se toma un aperol; saco la recortada.
A mí me toca cenar con la suegra y preparo yo la cena. A estas alturas no he preparado/planeado/previsto nada
Me pongo el chaleco antibalas: estaré con mis padres y cenaremos sencillo. Como bien todo el año, no es necesario pegarme banquetes por ser esta fecha. Ánimo con la Nochebuena.
Mi propuesta es a los pesados de las comidas y cenas navideñas. El trabajo, yoga, el grupo de no sé qué... En el trabajo me lo han preguntado veinte mil veces si voy a ir a la cena. Primero, no voy nunca. Segundo, hay más de cicno personas. Tercero y más importante, a muchos no les aguanto y paso de ellos el resto del año, no entiendo por qué compartir mesa con ellos. Me gusta el olor a napalm por la mañana
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Napalm
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Yo creo que mucha gente cuando cuenta todo lo que se come, y qué se come es que tiene hambre atrasada.
A mi me gusta comer bien por muchas razones, por salud y por placer principalmente, pero no soy Carpanta ni tengo sueños húmedos con los langostinos, ni tengo porqué cenar un día al año marisco y mil cosas más porque toca, así no.
El tema de las fotos de los platos en los restaurantes me produce mucho sonrojo y ya la vergüenza ajena que no puedo ni mirar es esa gente que se hace una foto con una mariscada, llena de patas de nécora y mil bichos marinos más con cara de satisfacción, a esos lo meto en mi lista de paletus máximus. Catetísmo mayúsculo. De película de la postguerra. Le llamo onanismo alimenticio.
Y los que dicen que fueron a una boda y les pusieron tan poca comida que se tuvieron que ir a un Mac Donalds, a huelga de hambre los ponía, por paletos. A las fiestas no se va a comer, y si eres un tragaldabas, además de tener un problema, te comes algo antes de ir y no haces el ridículo persiguiendo al camarero.
A mi me gusta comer bien por muchas razones, por salud y por placer principalmente, pero no soy Carpanta ni tengo sueños húmedos con los langostinos, ni tengo porqué cenar un día al año marisco y mil cosas más porque toca, así no.
El tema de las fotos de los platos en los restaurantes me produce mucho sonrojo y ya la vergüenza ajena que no puedo ni mirar es esa gente que se hace una foto con una mariscada, llena de patas de nécora y mil bichos marinos más con cara de satisfacción, a esos lo meto en mi lista de paletus máximus. Catetísmo mayúsculo. De película de la postguerra. Le llamo onanismo alimenticio.
Y los que dicen que fueron a una boda y les pusieron tan poca comida que se tuvieron que ir a un Mac Donalds, a huelga de hambre los ponía, por paletos. A las fiestas no se va a comer, y si eres un tragaldabas, además de tener un problema, te comes algo antes de ir y no haces el ridículo persiguiendo al camarero.
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Cuánta razón !!
Mi familia paterna , paletos a más no poder , se mueren por los percebes , en Navidad . Y entre ellos hablan de comer gambas, compitiendo por ver quién va a los mejores sitios de tapeo de la ciudad , como si no hubiera un mañana . No sé si el hecho de vivir en el centro de la meseta hace que tengan esa especial querencia por los frutos Marinos. En todo caso parecen de la posguerra , totalmente de enroscarse la boina .
En lo primero totalmente de acuerdo. En lo segundo: yo soy esa que va a las bodas a ponerse fina.
Como se me acerque una sola persona más para contarme con quién se va a reunir en estas entrañables fechas y me enumere uno a uno con todo lujo de detalles su menú de Nochebuena consistente en 25 entrantes, diez aperitivos, marisco de toda procedencia, carnes, pescados, postres de lujo, maridaciones con vino de tropecientasmil denominaciones de origen, licores y orujos, champagne y cava extremeño, turrones, mazapanes y polvorones, tartas, pasteles y bombones. Y todo casero, y cocinado por sus propias manos para no menos de 30 personas, y como es muy previsora lo tiene todo comprado y preparado para sólo tener que dar un golpe de calor minutos antes de empezar la cena mientras se toma un aperol; saco la recortada.
A mí me toca cenar con la suegra y preparo yo la cena. A estas alturas no he preparado/planeado/previsto nada
El año pasado con una compañera rompimos la barrera del silencio. La revista Time nos pondrá en portada el año que viene a personas del año: nos desahogamos pero bien de manera sincera hablando de lo que NO ÍBAMOS A COCINAR, porque yo par example, en Nochevieja, no cocino, lo compro todo hecho ya. En Nochebuena no hay más porque se celebra en casa de mis padres y mi madre siempre cocina, pero en Nochevieja lo único que hago así de esfuerzo es limpiar las uvas. Mi compañera sonrió como si fuera la Julia Roberts, con una bocota enorme diciendo "¡¡¡YO TAMPOCO COCINO EN NAVIDAD!!!" y nos abrazamos en hermandad y comadreo: cada vez somos más, nos comprendimos, nos apoyamos, nos queremos mutuamente. Su marido se va a no se qué grandes superficies y compra todo hecho, como yo jajajaja.
No puedo con esos que fardan del comer, de lo que cocinan y la cantidad de comensales que vienen a su casa. Yo vengo de una familia numerosa con chorrocientos primos y jamás, salvo un par de años que fue rarísimo, no comemos juntos por Navidad, nunca, en mi familia siempre se come con los que están en la casa: padres, hijos y los abuelos si están por aquí. Nunca nos hemos juntado primos, tíos, ni nada de eso. Además yo Nochevieja la llevo pasando fuera desde hace años y desde que me mudé a mi piso nuevo la paso en mi casa a mi aire total, más festivo con amigos que con familia.
Creo que tengo la alarma activada, mi warning personal: como me cruce por la calle con alguien de estos flipados de las cenas de Navidad los evito cambiándome de acera. Porque como lleves encima un tiempo sin hablar con ellos, el tema de lo mucho que cocinan va a salir, sí o sí.
Además, superé un reto personal: comprarlo todo en noviembre y no entrar en una gran superficie en todo el mes de diciembre. Se necesita estar muy pero que muy loco para disfrutar con esto.
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Las cenas de Nochebuena comidas de Navidad etcétera son reuniones totalmente antinaturales. No me extraña que se haya inventado el termino cuñadismo, porque al final se convierte en una competición a ver quién encuentra el vino mejor y más barato, en un yo conozco a...yo he comido en... nosotros nos hemos puesto finos a...
Yo me pongo a observar y según beben vino más tonterías por hora, una competición a ver quién echa la meada más larga.
Nadie escucha a nadie, es el momento mejor para meditar, poner la mente en blanco y aguantar hasta que toque la campana.
Ellos creen que yo no voy a ningún sitio que no como nada especial, en definitiva que no disfruto de la vida, pero lo que no saben es que yo cuando encuentro un sitio o algo que me gusta no se lo digo a nadie.
No me gusta recomendar sitios a nadie y menos encontrarme en un sitio bueno para mí a alguien conocido.
Nunca tengo pruebas de haber estado comiendo o alojada en ciertos sitios porque para mí lo importante es disfrutarlo no contarlo.
Yo me pongo a observar y según beben vino más tonterías por hora, una competición a ver quién echa la meada más larga.
Nadie escucha a nadie, es el momento mejor para meditar, poner la mente en blanco y aguantar hasta que toque la campana.
Ellos creen que yo no voy a ningún sitio que no como nada especial, en definitiva que no disfruto de la vida, pero lo que no saben es que yo cuando encuentro un sitio o algo que me gusta no se lo digo a nadie.
No me gusta recomendar sitios a nadie y menos encontrarme en un sitio bueno para mí a alguien conocido.
Nunca tengo pruebas de haber estado comiendo o alojada en ciertos sitios porque para mí lo importante es disfrutarlo no contarlo.
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De acuerdo contigo en Cohen y Dylan a ratos.
PD una de mis pelis de colección, El fantasma y la señora Muir
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Estoy contigo.
En lo primero: Bingo! @loladrillo
En lo de las bodas, no.
Cuando nos casamos elegimos un menú que no dejara a nadie insatisfecho. Y lo conseguimos.
La última boda a la que fue era de esas con platos tamaño fuente y comida tamaño empaste.
De eso que lees "Sueño húmedo de esponja de cereal al toque de canela con reducción de anís" y te ponen una torrija (bueno, torrija...con una torrija tamaño standar hacen 8 raciones).
No lo soporto. Me pone mala.
Y no es que vaya a cebarme pero, coxx! , si voy a una comida o una cena espero comer o cenar!
Eso está genial para las cenas donde van las supermegapijas que se matan a pasar hambre para usar la 34 (eso sí, la copa no la sueltan. Y, sí, el alcohol engorda pero lo suplen con otras cositas que mantienen flaca)
No me fío de la gente que no disfruta de la buena mesa.
Hoy vengo a quejarme de algunas personas cuyas vidas, por suerte, han transcurrido por cauces de normalidad y sus problemas son los propios del momento; hijos y demás. A mí la vida siempre me ha llevado a sitios muy raros y a situaciones complicadas y odio que un chupi guay de estos me venga con lo positivo que tienen todas las cosas. Hay cosas que no tienen nada de positivo te hacen más vieja si acaso más cínica pero no más sabia ni leches. Debe ser maravilloso que tú familia sea estupenda y veas lo bueno de ir con tus suegros de vacaciones porque ellos también son estupendos pero hay personas con situaciones complicadas y difíciles para los que tus consejos desde el cascarón no valen. O cuando empiezan a hablar de las fiestas que se pegaron en la universidad y lo vividas que están y te están contando los días en los que tú salias de relax. Yo es que no hablo cuando no procede porque si un día fui a esquiar y medio aprendí no me voy a dedicar a ir contando por ahí lo que sé de esquí porque el que ha esquiado mucho me puede pegar el corte del siglo. Los que han dado muchos tiros no tienen tanta necesidad de contar la vez que cogieron la escopeta. Y que conste que me alegro de que a la gente le haya ido la vida bien pero dar consejos habiendo visto sólo un lado del poliedro como que no.
