Diada Catalunya 2014

La izquierda catalana y el 'derecho a decidir': ¿soberanía nacional o nuevas formas de sumisión al imperialismo?
    • «El nacionalismo militante de la burguesía, que embrutece, engaña y divide a los obreros para hacerles ir a remolque de los burgueses, es el hecho fundamental de nuestra época» Lenin, Notas críticas sobre la cuestión nacional.
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¿Una nación puede ser verdaderamente libre coexistiendo con el sistema imperialista que oprime a los pueblos? ¿La verdadera independencia de una nación implica necesariamente la separación y nuevas fronteras, o bien la separación representa una escenificación para someter la nación a otro poder extranjero, a cambio de algunos beneficios para las clases dominantes que promueven el movimiento nacional?

«Mudar de señor no es ser libres» escribió sarcásticamente Quevedo cuando la oligarquía catalana a través de la Generalitat dirigida por Pau Claris rompió con la corona de España en 1641 y reconoció al rey de Francia –el Borbón Luis XIII– como su señor, otorgándole el título de Conde de Barcelona y soberano del Principado, en una aventura que finalizó con la anexión francesa de una parte de Cataluña mediante el Tratado de los Pirineos. Hoy se diría a los que desde la izquierda promueven el “derecho a decidir” en Cataluña –buscando la protección de Bruselas o Berlín– que «mudar de imperialismo no es ser libres»

La inserción de la Unión Europea en un mercado capitalista mundial en crisis, convulsionado por las luchas entre las diferentes potencias imperialistas y por la irrupción de países más independientes como los llamados BRICS –Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica–, se realiza bajo la hegemonía política de Alemania, país que ha elaborado desde hace décadas una estrategia de fomento de los diferentes movimientos nacionalistas y étnicos para reestructurar la Unión Europea exclusivamente en provecho propio y en detrimento de otras oligarquías competidoras como la de Francia. El “derecho a decidir” para Cataluña y otras regiones de Europa, como Escocia o Flandes, independientemente de los sentimientos populares y del idealismo que despierta en una buena parte de sectores populares catalanes que sienten la necesidad de ejercer un derecho democrático, no sería más que una estrategia adoptada por la burguesía nacionalista catalana que busca mejorar su posición dentro del sistema imperialista, de común acuerdo con la estrategia elaborada por la Europa alemana.

La persistencia de la crisis capitalista y la intensificación de la competencia económica mundial genera desasosiego y pánico a las burguesías más dinámicas y prósperas del país, catalanas y vascas. Paralizadas por el estancamiento de España, ven peligrar sus intereses y buscan otras opciones dentro de las cadenas imperialistas internacionales que no pasen por la dependencia hacia una oligarquía española en retroceso: buscan mejorar sus posiciones dentro de la jerarquía global imperialista y de la nueva división internacional del trabajo que se está realizando por la crisis capitalista mundial. Y a pesar de que una gran parte de trabajadores y sectores populares y militantes de formaciones políticas tengan una idea muy diferente al respecto, sólo es en este contexto donde se puede practicar el famoso “derecho a decidir”.

El objetivo es potenciar la creación de euro-regiones nacionales o étnicas, con personalidades políticas propias, y ligadas directamente al gobierno europeo en Bruselas. Así, una oligarquía financiera fuertemente centralizada podrá explotar con mucha mayor facilidad a unos pueblos divididos (cuando no enfrentados) y organizados en torno a etnias y nacionalidades que competirán entre ellas por atraer inversiones o por disputar mercados a otras regiones. El “derecho a decidir” no sería más que una estrategia para establecer nuevas formas de sumisión al imperialismo más provechosas para la gran burguesía nacionalista catalana de acuerdo con los intereses de la potencia dominante, Alemania.
http://mismanosmicapital.blogspot.com.es/2012/11/la-izquierda-catalana-y-el-derecho.html
 
Última edición:
Una razón + para que los asquerosos catalufos no nos abandonen ¡que se jodan¡ y no sean pastoreados por otro señor de las clases dominantes.
y de peso. ojo¡ a tener en cuenta. pocos se habían percatado.

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Qué casualidad que los movimientos regionalistas florezcan en prácticamente todos los países de la zona euro...excepto en el eje franco alemán. Da que pensar :rolleyes:

El nacionalismo catalán fracasa en su intento de involucrar a Francia
JUAN PEDRO QUIÑONERO / PARÍS
Día 16/09/2013 - 08.50h

En Francia es sencillamente inconcebible que una región imagine un «proyecto» impensable de secesión del Estado. Las más tímidas reivindicaciones de carácter cultural son automáticamente «puestas en su sitio» por el ministro o Gobierno de turno.

Ante la reivindicación de algunos nacionalistas corsos de dar un carácter «cooficial» a la lengua corsa, el ministro del Interior, Manuel Valls, nacido en Barcelona, hijo de un gran pintor figurativo, puntualizó recientemente la posición oficial del Estado, con motivo de un viaje a Córcega: «Solo hay una lengua oficial de la República, el francés. No es concebible que haya en nuestro territorio una segunda lengua oficial».

En las últimas elecciones legislativas, Ségolène Royal, figura eminente del socialismo francés, participó en un mitin en el País Vasco francés, donde fue interpelada por grupúsculos nacionalistas vascos. Ségolène no respondió a ninguna pregunta, se puso en pie, cogió una bandera francesa y se puso a cantar el himno nacional, la Marsellesa.

Durante la última década, la Generalitat multiplicó las subvenciones y el apoyo a diversos proyectos políticos y periodísticos, intentando «exportar» el nacionalismo catalán, español, a la «Cataluña norte».Uno tras otro, todos los proyectos fracasaron. Las publicaciones en catalán se vieron forzadas a cerrar. Y los intentos de presencia política, electoral, han sufrido repetidos descalabros.

En Francia, el nacionalismo catalán no ha funcionado nunca. Siempre ha topado con tres resistencias de fondo. La tradición nacionalista catalana ha sido históricamente ultra minoritaria en Francia. Nunca ha tenido un apoyo social significativo. La tradición nacionalista occitana, francesa, por su parte, ha estado históricamente enfrentada con el nacionalismo catalán. Los grandes escritores occitanos franceses, como Mistral, nunca aceptaron la visión política de los nacionalistas catalanes. Por su parte, los nacionalistas occitanos franceses de los últimos 50 años siempre han denunciado el «coqueteo» de los nacionalistas catalanes, dispuestos a denunciar el centralismo madrileño al mismo tiempo que «hacen guiños» al centralismo parisino, mucho más jacobino y policial.

La Generalitat lleva veinte años intentando dar visibilidad «diplomática» a su representación en París. El presidente Mas, como Maragall y Pujol, han intentado en muchísimas ocasiones que sus «representantes» en París tengan algún tipo de acogida en algún Gobierno francés. Mitterrand, Chirac, Sarkozy y Hollande y sus gobiernos de los últimos treinta años han rechazado una y otra vez los numerosos intentos de «aproximación» que, en ocasiones, han tenido matices chuscos, como ocurría cuando el delegado de la Generalitat en París era uno de los hermanos Carod-Rovira, incansable en sus esfuerzos.

http://www.abc.es/espana/20130914/abci-cataluna-franci-201309132024.html
 
Volandovoy, en Alemania tienen un modelo de federalismo que deja mucha más libertad a sus regiones que el español, el frances o el británico. Igual que Suiza. No creo que Alemania mande servicios de inteligencia ni financiación a la anc.
 
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