Desapariciones

Pri, eso es lo que yo comentaba al principio lo de la gente mayor, en concreto me refería a Alzheimer.
Existe una leyenda urbana absurda, lo digo por si a alguien le pueda servir que dice que tienes que esperar 24 horas para denunciar la desaparición de una persona, bueno pues eso es absolutamente falso.
Si desaparece un familiar o un conviviente podemos establecer denuncia por desaparición en cuanto lo echemos en falta, lo único que la policia si se trata de una persona joven (me acuerdo por ejemplo el caso de Vanessa Ferrer que tenía 15 años) incita a la familia a esperar (cosa tonta porque a veces está claro) pero es lo máximo que pueden hacer.
Resultaría absurdo que en el caso de una persona mayor, desorientada, un niño incluso tuviésemos que esperar 24 horas para presentar denuncias(y)
No conocía el caso de Vanessa. Que fuerte
 

Paco Lobatón: "Los años no me pesan pero los pienso"​

El presentador, centrado en la Fundación Europea por las personas desaparecidas, se sincera con Rosa Villacastín sobre su trayectoria personal y profesional y habla de sus hijos y nietos. "Como abuelo me siento raro", asegura.

POR ROSA VILLACASTÍN. FOTOS: ANA RUIZ. AYUDANTE: GUILLERMO JIMÉNEZ.
28/11/2020
En pleno éxito televisivo, Paco Lobatón decide dar un giro a su vida profesional para dedicarse a la Fundación Europea de las personas desaparecidas. Un proyecto humanitario que le está devolviendo con creces todo el esfuerzo que hace para dar visibilidad a aquellas personas que por distintas razones desaparecen sin dejar huella, con el dolor que eso supone para sus familias. Un drama del que sólo somos conscientes cuando saltan a los medios casos tan mediáticos como el de Diana Quer o Marta del Castillo. Historias que nos parten el corazón.
Paco, ¿cómo lleva la pandemia alguien tan sensible a los problemas sociales como usted?
Razonablemente bien, aunque golpeado, como nos pasa a todos, por la pérdida de gente cercana, algunos tan queridos como Pablo Rosón, que considero como un hermano, miembro del Patronato de la Fundación 'Quién sabe dónde', que perdí en agosto, y más recientemente a Antonio Falcón Romero, un tipo muy importante en los inicios de la Autonomía andaluza. Se empieza a hacer realidad esa frase de que el Covid19 cada vez nos dispara más cerca.
¿Recuperaremos la alegría de vivir?
Yo pienso que todas las situaciones traumáticas tendemos a olvidarlas para superarlas aunque, con una tragedia como la de este virus, no debemos hacerlo. Cuando estaba en la Universidad leí que la humanidad nunca se plantea problemas que no sea capaz de superar.



¿Qué valores deberíamos recuperar?

Los afectos, tenemos que darle el valor que tienen. Es la razón por la que tenemos que estar más cerca de las personas que queremos, ahora que somos más frágiles.
paco lobatón ofrece su entrevista más sincera a rosa villacastín

Ana Ruiz HEARST
Entre otros, los familiares de los desaparecidos.
Así es, porque el denominador común de las familias de desaparecidos es la incertidumbre. Un sentimiento corrosivo como es el de no saber dónde están, qué ha sido de sus seres queridos, cómo viven con esa permanente presión de las preguntas sin respuestas. Personas que no tienen capacidad para hacer un duelo, porque nadie les ha podido confirmar que estén muertos.
¿Hay más o menos desaparecidos con la pandemia?
Según información reciente del Centro Nacional de desaparecidos, durante el confinamiento el número de desapariciones han tenido una caída drástica del 70%. Sin embargo, en cuanto hemos vuelto a la nueva normalidad, las cifras se han vuelto a restablecer y estamos en 40-50 denuncias por día, y en Cataluña se ha incrementado el número de desapariciones de personas con problemas de salud mental.
 

«Estoy atado»: última comunicación del desaparecido en Mallorca y cuyo sospechoso es un ibicenco​

Su familia no ha vuelto a saber nada de él desde el pasado 23 de agosto​

Xavir Peris | Palma 06.12.2020 | 16:41
Cartel de búsqueda de Toni Llabrés
Cartel de búsqueda de Toni Llabrés


«Estoy atado». Es lo último que dijo Antonio Llabrés Mayrata, el hombre de 46 años desaparecido en Binissalem, antes de que la llamada telefónica se cortara. Familiares del hombre han confirmado a Diario de Mallorca que esta fue la última comunicación que tuvieron con él. Fue a mediados de agosto y desde entonces no se ha vuelto a saber nada de él. Esta declaración hizo que saltaran todas las alarmas en la Guardia Civil cuando recibió la denuncia de la familia.
Especialmente tras descubrir que el hombre que vivía en la casa de Llabrés, Juan Torres Serra, de 57 años, era un delincuente violento que había sido investigado ya por la desaparición de otras tres personas en Eivissa en los últimos 22 años. Torres, alias Rotavella y el Pirata, fue detenido el martes y los investigadores llevaron a cabo un gran operativo de búsqueda de sus restos en la finca del Camí de Biniagual, cerca de Binissalem, sin éxito. Esta circunstancia provocó que el sospechoso quedara en libertad con cargos el viernes tras declarar en el juzgado de guardia de Inca.


Antonio Llabrés llamó a su madre por teléfono a mediados de agosto y le dijo que tenía previsto marcharse unos días a Eivissa. La madre se lo contó a otro de sus allegados, quien llamó a ese número. Lo cogió un desconocido. Cuando preguntó por Antonio, esta persona le pasó el teléfono. El hombre solo llegó a decir: «Estoy atado». La llamada se cortó y fue imposible retomar el contacto.
Inicialmente la familia del desaparecido no le dio demasiada importancia al comentario, que llegaron a atribuir a una posible broma. Sin embargo, cuando pasaron los días sin saber nada de él, acudieron a la casa de campo del Camí de Biniagual y se encontraron allí a Juan Torres, que les dijo que no sabía nada de Antonio, y les mostró un documento manuscrito firmado por él, mediante el que le permitía residir en la casa durante tres años.
Cuando la Guardia Civil recibió la denuncia, consideró de inmediato la desaparición de Llabrés como altamente inquietante. Por el comentario que hizo por teléfono, pero sobre todo por el perfil de su inquilino. Juan Torres es un delincuente muy conocido en Eivissa, que había sido investigado anteriormente por otras tres desapariciones extrañas: la del abogado Antonio Ferrer en 1997, la del alemán Thomas Egner en 1998, y la de Francisco López en 2007. En los dos últimos casos, las personas desaparecidas dejaron documentos similares, en los que cedían sus casas de una forma muy extraña. Sus cuerpos nunca han aparecido.
Tras la desaparición de Antonio Llabrés la Guardia Civil rastreó durante tres días la finca de Binissalem con ayuda de perros adiestrados y excavadoras, pero sin resultado. El sospechoso quedó en libertad con cargos tras declarar ante la jueza de guardia de Inca.

El sospechoso
https://cat.nl.eu.criteo.com/delive...tm_medium=display&utm_campaign=Lower%20Funnel
Durante los tres días que Juan Torres estuvo detenido, mientras la Guardia Civil rastreaba palmo a palmo la finca en la que vivía, mantuvo una actitud tranquila. Apenas pareció sorprenderse al ser arrestado y ante el enorme despliegue de búsqueda que llevaron a cabo ante sus ojos. Parecía confiado en que los investigadores no encontrarían nada. La Guardia Civil cree que tuvo tiempo y oportunidades para deshacerse del cuerpo. Cuando salió libre del juzgado el pasado viernes tuvo el descaro de despedirse de los guardias: «Tenéis las llaves de casa, venid cuando queráis. ¡Feliz Navidad!».
 

«Estoy atado»: última comunicación del desaparecido en Mallorca y cuyo sospechoso es un ibicenco​

Su familia no ha vuelto a saber nada de él desde el pasado 23 de agosto​

Xavir Peris | Palma 06.12.2020 | 16:41
Cartel de búsqueda de Toni Llabrés
Cartel de búsqueda de Toni Llabrés


«Estoy atado». Es lo último que dijo Antonio Llabrés Mayrata, el hombre de 46 años desaparecido en Binissalem, antes de que la llamada telefónica se cortara. Familiares del hombre han confirmado a Diario de Mallorca que esta fue la última comunicación que tuvieron con él. Fue a mediados de agosto y desde entonces no se ha vuelto a saber nada de él. Esta declaración hizo que saltaran todas las alarmas en la Guardia Civil cuando recibió la denuncia de la familia.
Especialmente tras descubrir que el hombre que vivía en la casa de Llabrés, Juan Torres Serra, de 57 años, era un delincuente violento que había sido investigado ya por la desaparición de otras tres personas en Eivissa en los últimos 22 años. Torres, alias Rotavella y el Pirata, fue detenido el martes y los investigadores llevaron a cabo un gran operativo de búsqueda de sus restos en la finca del Camí de Biniagual, cerca de Binissalem, sin éxito. Esta circunstancia provocó que el sospechoso quedara en libertad con cargos el viernes tras declarar en el juzgado de guardia de Inca.


Antonio Llabrés llamó a su madre por teléfono a mediados de agosto y le dijo que tenía previsto marcharse unos días a Eivissa. La madre se lo contó a otro de sus allegados, quien llamó a ese número. Lo cogió un desconocido. Cuando preguntó por Antonio, esta persona le pasó el teléfono. El hombre solo llegó a decir: «Estoy atado». La llamada se cortó y fue imposible retomar el contacto.
Inicialmente la familia del desaparecido no le dio demasiada importancia al comentario, que llegaron a atribuir a una posible broma. Sin embargo, cuando pasaron los días sin saber nada de él, acudieron a la casa de campo del Camí de Biniagual y se encontraron allí a Juan Torres, que les dijo que no sabía nada de Antonio, y les mostró un documento manuscrito firmado por él, mediante el que le permitía residir en la casa durante tres años.
Cuando la Guardia Civil recibió la denuncia, consideró de inmediato la desaparición de Llabrés como altamente inquietante. Por el comentario que hizo por teléfono, pero sobre todo por el perfil de su inquilino. Juan Torres es un delincuente muy conocido en Eivissa, que había sido investigado anteriormente por otras tres desapariciones extrañas: la del abogado Antonio Ferrer en 1997, la del alemán Thomas Egner en 1998, y la de Francisco López en 2007. En los dos últimos casos, las personas desaparecidas dejaron documentos similares, en los que cedían sus casas de una forma muy extraña. Sus cuerpos nunca han aparecido.
Tras la desaparición de Antonio Llabrés la Guardia Civil rastreó durante tres días la finca de Binissalem con ayuda de perros adiestrados y excavadoras, pero sin resultado. El sospechoso quedó en libertad con cargos tras declarar ante la jueza de guardia de Inca.

El sospechoso
https://cat.nl.eu.criteo.com/delivery/ckn.php?cppv=3&cpp=WVZXmqL9BrOJRQSi4tvI1Rztvqli8qJi5-AWDguLWk_dnepr48zZ3CKCkbEMoAh-mpLB5En97OtQz3Xcw3IcdChefokcH_ibkdaiKjEOpgMC2NIUsvwjT3Xatao3j9kiwxpM8pgXm4Ce3UQjI_F7nYe81XyITL0bJxZo9ED9T3y73deMe71jijTSawKBxgap4r33knD55b3Q0jsz5fqWbUyYHVavLMsBL0bQaMoG-_So06UtSMHevnoCco5XR2he86Un2hYG-5Fl9UWZffUquRxvJiVuZlLM3EWn0HgwZsrV-HHQUSUtc5091wNfhSWpcmKQQvdXaNEp78SqFoe6PoX-7-2e9VU62mK_7qrYTP4hmgtQX8aqi7zHAAt3-BcIbiWAnnOIwR-QtIkFL3LbALyUHebgLCP0oJSkuRxBDJn7SMNBpCCLEPsz1H4zp91zjdughhVyHLfuszs7779s-ZZ2oN4&maxdest=https://www.sanganxa.com/instrumento/grasa-la-tromba-para-corchos-y-bombas/?utm_source=criteo&utm_medium=display&utm_campaign=Lower%20Funnel
Durante los tres días que Juan Torres estuvo detenido, mientras la Guardia Civil rastreaba palmo a palmo la finca en la que vivía, mantuvo una actitud tranquila. Apenas pareció sorprenderse al ser arrestado y ante el enorme despliegue de búsqueda que llevaron a cabo ante sus ojos. Parecía confiado en que los investigadores no encontrarían nada. La Guardia Civil cree que tuvo tiempo y oportunidades para deshacerse del cuerpo. Cuando salió libre del juzgado el pasado viernes tuvo el descaro de despedirse de los guardias: «Tenéis las llaves de casa, venid cuando queráis. ¡Feliz Navidad!».
Este caso es muy bestia!
 
Ya me acuerdo de ella, bueno de la búsqueda. Más de dos años después y aparece ? mi mente cotilla necesita más datos...pero me alegro que haya un final feliz ???
Yo no me acuerdo, y suelo seguir estos casos. Y eso que es de aquí cerquita. Mi mente cotilla también necesita más datos, y también me alegro que el final haya sido feliz!¡¡
 
Back