Se han cumplido 100 años del nacimiento de Ava Gardner, una de las estrellas más rutilantes del antiguo Hollywood, apodada "el animal más bello del mundo" por su belleza salvaje y sensual.
Nació un día de Nochebuena de hace 100 años y fue descubierta por casualidad debido a su arrebatadora belleza. A mí no me parece la actriz más guapa que ha habido, pero quienes la conocieron decían que su belleza era impresionante y apabullante y, en verdad, hay que decir que era guapísima y sobre todo desprendía carisma y magnetismo a raudales. Cosa que hoy no abunda.
Siempre me ha resultado curioso que una actriz del Hollywood dorado decidiera abandonar la meca del cine para instalarse en España en plena dictadura. Ava era el prototipo de mujer libre y de carácter y resulta chocante que precisamente buscase refugio y libertad en un país que negaba esa libertad a sus ciudadanos, pero ella era diferente a todos y se sintió fascinada por la cultura española y el carácter de los españoles. Ella lo explicó así:
Tenía una personalidad arrolladora y se instaló en Madrid durante casi 15 años en los que disfrutó de noches interminables, llenas de juerga y alcohol, en el Madrid canalla de Chicote, los tablaos flamencos, el Florida Park o el Hilton (hoy Intercontinental).
No tuvo suerte con los hombres, aunque se casó en 3 ocasiones, una con Mickey Rooney, que la engañó repetidamente, otra con Artie Shaw, que la humilló en numerosas ocasiones y la tercera con Sinatra, con quien mantuvo una relación tan apasionada como destructiva y tormentosa. Aparte de ellos, tuvo múltiples amantes y antiguamente en Madrid no era difícil encontrarte con un hombre que presumiera de haber pasado una noche con Ava o de haberla llevado totalmente borracha en taxi.
Ava sintió fascinación por los toros y los toreros y se enamoró perdidamente de Luis Miguel Dominguín, quien la dejó para casarse con Lucía Bosé.
Cuando abandonó Madrid por Londres, dejó tras de sí un sinfín de anécdotas y leyendas sobre sus andanzas en la ciudad que todavía perviven. Así recordaba Ava su paso por España:
Nació un día de Nochebuena de hace 100 años y fue descubierta por casualidad debido a su arrebatadora belleza. A mí no me parece la actriz más guapa que ha habido, pero quienes la conocieron decían que su belleza era impresionante y apabullante y, en verdad, hay que decir que era guapísima y sobre todo desprendía carisma y magnetismo a raudales. Cosa que hoy no abunda.
Siempre me ha resultado curioso que una actriz del Hollywood dorado decidiera abandonar la meca del cine para instalarse en España en plena dictadura. Ava era el prototipo de mujer libre y de carácter y resulta chocante que precisamente buscase refugio y libertad en un país que negaba esa libertad a sus ciudadanos, pero ella era diferente a todos y se sintió fascinada por la cultura española y el carácter de los españoles. Ella lo explicó así:
"No sé si fue el clima, los hombres o la música, pero desde que descubrí España me enamoré profundamente de ese país".
Tenía una personalidad arrolladora y se instaló en Madrid durante casi 15 años en los que disfrutó de noches interminables, llenas de juerga y alcohol, en el Madrid canalla de Chicote, los tablaos flamencos, el Florida Park o el Hilton (hoy Intercontinental).
No tuvo suerte con los hombres, aunque se casó en 3 ocasiones, una con Mickey Rooney, que la engañó repetidamente, otra con Artie Shaw, que la humilló en numerosas ocasiones y la tercera con Sinatra, con quien mantuvo una relación tan apasionada como destructiva y tormentosa. Aparte de ellos, tuvo múltiples amantes y antiguamente en Madrid no era difícil encontrarte con un hombre que presumiera de haber pasado una noche con Ava o de haberla llevado totalmente borracha en taxi.
Ava sintió fascinación por los toros y los toreros y se enamoró perdidamente de Luis Miguel Dominguín, quien la dejó para casarse con Lucía Bosé.
Cuando abandonó Madrid por Londres, dejó tras de sí un sinfín de anécdotas y leyendas sobre sus andanzas en la ciudad que todavía perviven. Así recordaba Ava su paso por España:
"Dejé España, pero fue el único lugar del mundo donde me sentí en paz. El único lugar del mundo donde sentí algo parecido a la felicidad".