Caso Bar España

Pues lastimosamente pienso que todo lo que se haga no impedirá que el bulo se siga dando por cierto.
Es más, a raíz del programa preveo un resurgir de las mismas teorías. Cuando algo está implantado en el imaginario, más aún si tiene morbo añadido, no desaparece así nomás.
 
Me ha gustado
igual alguien aun no se habia enterado de que era un bulo

parece claro que es un caso ideado por 4 chalados aprovechados para engañar a 40 bobos

la fe conspiranoica parece que mueve montañas y cada cual cree lo que esta predispuesto a creer

el de las cloacas aun parecia creer en el bulo que ayudó a difundir, aun escuhando desdecirse a los mismos testigos a los que creyó,,

es mas facil engañar a alguien que reconozca que ha sido engañado :D
El circo de los horrores. Un perfil muy determinado, lo de siempre…
 
Se sabe que ha sido de los niños o adolescentes que salían en los videos?
Pues en Equipo de Investigación salieron un par de ellos... Siguen pareciendo personas que no están muy en sus cabales, la verdad, es una pena, pero reconocieron que habían mentido porque les habían obligado.

Llego tarde al hilo, pero por aquí me quedo...
 
Sí, lo del bar España fue bulo, peliculero además, gente con pasta y potentes económicamente no se van a un bareto de carretera en medio de un pueblo...

Pero ha habido escándalos sobre abusos de gente de la "élite", por así decirlo, a menores de edad.

No solo aquí, obviamente. Ambas noticias de la BBC:

El príncipe Andrés deberá enfrentar un caso civil de agresión sexual tras fallo en Estados Unidos en su contra​

  • Redacción
  • BBC News Mundo
12 enero 2022

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El príncipe Andrés, duque de York, fracasó en su intento de que un juez de Estados Unidos desestimara un caso civil que alega que agredió sexualmente a Virginia Giuffre, una de las víctimas del millonario estadounidense Jeffrey Epstein, muerto en 2019.

Giuffre demandó al príncipe alegando que abusó de ella cuando tenía 17 años.

Los abogados del duque de York dijeron que el caso debería ser desestimado, citando un acuerdo de 2009 que ella firmó con el delincuente sexual Jeffrey Epstein. Pero un juez de Nueva York dictaminó que la demanda puede ser escuchada.

El príncipe Andrés siempre ha negado las acusaciones.

La moción para desestimar la demanda se describió en una decisión de 46 páginas del juez Lewis A. Kaplan del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York.

 

El escándalo de ped*filia que persigue al parlamento británico​


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  • Redacción
  • BBC Mundo
7 julio 2014

Un escándalo envuelve al Parlamento de Reino Unido a consecuencia de una serie de documentos perdidos a principios de la década de los 80 que contenían información que relacionaba casos de abuso sexual de menores con prominentes figuras políticas.

Hace pocos días, un político de la oposición exigió que el gobierno aclarara qué había ocurrido con los documentos que contenían varias denuncias sobre actos de ped*filia realizados por prominentes figuras políticas de Reino Unido que nunca fueron investigadas a principios de la década de los 80 y que habían sido entregadas al gobierno.
Según un reporte del Ministerio del Interior, donde se encontraban los archivos, algunos de ellos habían sido "destruidos o desaparecidos".

Muchos políticos calificaron la desaparición de estos papeles como el "encubrimiento" de una gran red de abuso sexual de menores en las altas esferas del poder por parte del gobierno que lideraba en ese entonces la conservadora Margaret Thatcher.

Este lunes, la ministra del Interior, Theresa May, habló ante en el Parlamento afirmando que el gobierno iniciará una investigación de "amplio alcance" para aclarar lo que ocurrió con esos documentos en los archivos del ministerio.

Por su parte, el ministro de Economía y unos de los principales voceros del gobierno, George Osborne, declaró sobre el caso afirmando que: "La gente puede estar segura que para nosotros este es un tema muy serio, en el que queremos la verdad y solo la verdad".

Lo cierto es que la historia no es solo qué tan graves eran las "verdades" que contenían aquellos documentos, sino qué ocurrió con ellos y por qué desaparecieron de los archivos de la oficina del Ministerio del Interior y que podrían revelar un escándalo que sería tan grave como los que afronta la Iglesia Católica en la actualidad.

Se desconoce hasta ahora cuántos niños fueron víctimas en los casos denunciados.

En los últimos años la sociedad británica fue sacudida por el escándalo del famoso presentador de la BBC, Jimmy Savile, quien es señalado de haber sido un abusador sexual en serie no solo de jóvenes, sino también de personas discapacitadas y enfermos terminales.

¿Por qué se está hablando de este caso?​


Este revuelo comenzó la semana pasada cuando el parlamentario Simon Danczuk del Partido Laborista, opositor del gobierno que lidera David Cameron, le hizo una petición especial al exministro del Interior británico, Leon Brittan.

La petición consistía en que explicara qué había ocurrido con los documentos que contenían una investigación especial sobre casos de ped*filia en altas esferas políticas, que el parlamentario conservador Geoffrey Dickens le había entregado a él cuando era ministro del Interior del gobierno de Margaret Thatcher en 1983.

Según Danzuck, esos documentos contenían informaciones "explosivas" sobre personajes muy poderosos de la política británica de aquel entonces y que pertenecían al Partido Conservador.

Lo extraño es que cuando el escándalo estaba listo para salir a la opinión pública, los documentos desaparecieron y el denunciante guardó silencio.

¿Y qué pasó con esos archivos?​


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Leon Brittan fue ministro del Interior británico entre 1983 y 1985. Fue quien recibió los documentos.

Según los reportes hechos por Brittan, él recibió "una gran cantidad de papeles" de Dickens y se los entregó a sus funcionarios para que los estudiaran y le informaran si existía alguna necesidad de "tomar algunas medidas al respecto".

En 2013, el Ministerio del Interior británico aceptó que entre sus archivos se encontraban 527 documentos relacionados con el tema, pero además, que 114 habían sido destruidos, desaparecidos o simplemente, no los pudieron encontrar.

El vocero del ministerio, Mark Sedwill, le dijo a la BBC que la oficina estatal había adoptado en 1982 el sistema de archivo conocido como Grigg que cada cinco años obligaba a revisar qué documentos debían ser destruidos, reclasificados o dejarlos tal cual estaban.

"En la última revisión, realizada en 2013, no encontramos evidencia de alguna destrucción inapropiada relacionadas con los documentos exigidos en la investigación", dijo Sedwill.

A partir de este hecho fue que varios políticos denunciaron el encubrimiento del gobierno conservador de aquel entonces.

¿Qué contenían los documentos?​


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Geoffrey Dickens fue un boxeador que terminó siendo parlamentario que luchó incansablemente contra la ped*filia y la por**grafía infantil.

Sin embargo, la mayor pregunta al respecto es qué contenían los archivos que podían poner en peligro el prestigio de algunos políticos de alto perfil.

Según los reportes de la prensa de aquellos años, uno de aquellos registros estaba relacionado a un funcionario del parlamento, mientras que otro relataba los detalles sobre un empleado del Palacio de Buckingham, residencia oficial de la reina de Inglaterra.

Dichos papeles también contenían datos sobre el Paedophile Information Exchange, PIE, un grupo de activistas británico que hizo varias campañas para promover que las relaciones sexuales entre adultos y menores fueran legales.

En una entrevista realizada por el diario Daily Express en 1983, Dickens afirmó que ocho nombres de "importantes figuras públicas" iban a quedar expuestas por el informe.

¿Quién era Geoffrey Dickens?​


El hombre responsable del largo expediente era un boxeador de peso pesado convertido en diputado conservador que luchó para evitar la propagación del PIE.

El equipo de Dickens observó que entre la lista de miembros del PIE se encontraba una figura de alto perfil que además ostentaba privilegios parlamentarios.

Entre los papeles que le entregó a Brittan como parte de su campaña en contra del abuso sexual a menores, pretendía "quitarle la máscara" a famosos y poderosos pedófilos de la época.

Dickens fue miembro del parlamento entre 1979 y 1995, año en el que murió.

¿Algo de esto se investigó antes?​


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Los abusos cometidos por el presentador de la BBC Jimmy Savile sacudió la sociedad británica.

La Policía Metropolitana de Londres con la operación Fernbridge se ecuentra investigando la relación de parlamentarios con el caso de abuso sexual conocido como Elm Guest House (algo así como la "casa de huéspedes de Elm"), ocurrido en la década de los 70.

Esta investigación incluía varias denuncias que afirmaban que miembros del Parlamento y otras figuras públicas se reunían en este lugar ubicado en el suroeste de Londres para sostener relaciones sexuales con menores de edad, muchos de ellos residentes de orfanatos ubicados en todo el país y que eran llevados allí para los encuentros.

Según declaraciones recientes, muchos investigadores creen que los documentos recogidos por Dickens tendrían evidencia que podría dar pistas claras sobre los crímenes cometidos allí.

Además, la Policía de Manchester se encuentra investigando denuncias acerca del comportamiento del exparlamentario Cyril Smith en el orfanato de Knowl View, que fue cerrado en 1994.

¿Qué sigue?​


Con el anuncio de May, se iniciará una investigación que no solo intentará dilucidar lo que ocurrió con los documentos, sino también su contenido y la explicación de por qué nunca vieron la luz pública.

Según lo que afirmó la ministra, se realizará una "amplia" investigación que involucrará a todos los estamentos del ministerio.

Además el primer ministro británico, David Cameron, anunció este lunes que "no quedará piedra donde no hayamos buscado para encontrar la verdad de este caso".
 
La Vanguardia:

Patrice Alègre, un asesino en serie implicado en orgías sadomasoquistas con menores​

Fue condenado a cadena perpetua por matar y violar a cinco mujeres​

Participó en una trama de corrupción sexual con políticos y jueces en Francia​


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Cuando comenzó el virulento incendio, nadie podía imaginar lo que se encontraría en el interior del apartamento de Martine Matias. La joven apareció completamente calcinada y con claros signos de haber sido violada. Su cuerpo, desnudo y golpeado, estaba en una extraña posición sexual y ensangrentada. Pese a las evidencias de criminalidad (había sangre en el baño) y a que en la autopsia se encontraron restos de cloroformo, los investigadores clasificaron el caso como “su***dio”. Se equivocaban: un peligroso asesino en serie andaba suelto.

Era Patrice Alègre, hijo de un policía francés, quien perpetró sórdidos asesinatos y violaciones en la última década. Condenado por cometer cinco de ellos, también se vio envuelto en un escándalo por organizar orgías sadomasoquistas con menores para políticos y jueces de renombre en Francia.

El ‘accidente’​


Nacido el 20 de junio de 1968 en Toulouse (Francia), Patrice Alègre creció en un ambiente familiar de mucha violencia. Su padre, Roland, formaba parte de los CRS, los llamados antidisturbios de la Gendarmería francesa, y tenía un carácter iracundo. El progenitor, alcohólico y maltratador, pegaba con frecuencia a su mujer, Michelle, una escena que le dejó grandes secuelas al pequeño.

Su madre, por su parte, aprovechaba los continuos viajes de Ronald para hacer su vida y llevar amantes a casa. Dicha situación también marcó psicológicamente a Patrice, que fue testigo de las relaciones extramatrimoniales de la progenitora. Este cóctel le convirtió en un rebelde. El muchacho quería a la madre y odiaba al padre. “Mi padre no me crió, solo me soportaba”, aseguró en una ocasión. Sentía que era un hijo no deseado, que era fruto de un “accidente”, dijo Alègre en más de una ocasión.

Su indisciplina llevó a Patrice a ser expulsado de tres colegios distintos y a cometer distintos delitos, principalmente hurtos, robos y tráfico de drogas, de los que salió airoso gracias a su padre. O bien pagaba la multa pertinente o conseguía el favor de sus compañeros para que todo quedase en una mera anécdota y que no pasase por el juzgado.

Con el tiempo reconoció que, con trece años, fue víctima de abusos sexuales maternos, pero estos jamás pudieron demostrarse, unos hechos que los psiquiatras resaltaron tras su detención por matar y violar a cinco mujeres. Esto llevó a Patrice a vivir con su abuela, aunque tampoco fue la solución, porque con dieciséis cometería su primer asalto sexual. Era una compañera de clase, a la que trató de agredir y estrangular sin éxito. La joven jamás lo denunció.

En enero de 1988 conoció a Cécile Chambert, se casaron y tuvieron una hija, Anaïs. Su matrimonio parecía un reflejo del de sus padres por los incesantes gritos y malos tratos. De hecho, en una ocasión, la disputa fue tan fuerte que Patrice destrozó una habitación entera y lanzó a su hija contra la pared. Ese fue el detonante para que Cécile denunciase a su marido y se separase definitivamente. Lo que no sabía es que Patrice llevaba una doble vida y que era un sádico asesino en serie.

Este criminal era todo un depredador sexual que utilizaba su poder de seducción para acercarse a sus víctimas, a las que conocía previamente gracias a su trabajo como camarero y portero en discotecas. Si alguna se resistía a mantener relaciones íntimas, las golpeaba, violaba y estrangulaba. El modo en que lo hacía era cruel y despiadado.

Los asesinatos​


Valerie Tariote fue su primera víctima, una camarera de veintiún años que trabajaba en el café donde Alègre lo hizo tiempo antes. Valiéndose de la confianza que tenían, el asesino acudió a casa de la joven el 21 de febrero de 1989 y allí la mató. La Policía la encontró desnuda, amordazada, con las manos atadas, la ropa interior rota y con dos prendas dentro de su garganta. Además, presentaba múltiples golpes y evidentes signos de violación. Sin embargo, los expertos aludieron a un “su***dio por intoxicación de drogas” como causa de la muerte.

Casi un año más tarde, el 25 de enero de 1990, Alègre violó y mató a Laure Martinet a la que conoció semanas antes. Lo mismo pasó con Martine Matias a quien siete años después asaltó en su casa y prendió fuego para borrar pruebas. La hallaron calcinada, desnuda y en una extraña postura sexual. La investigación concluyó que fue un su***dio.

Días después, Alègre cometió un nuevo ataque tras salir de una discoteca en compañía de Emilie Espès, la que con los años se convertiría en la única superviviente y quien llevó a las autoridades hasta este asesino en serie. Todo ocurrió cuando Patrice la llevó a casa en su coche y ella se quedó dormida. En ese instante, él aprovechó para abalanzarse y violarla. Cuando Emilie se despertó y vio a su nuevo amigo tratando de estrangularla, rompió a llorar y él empezó a disculparse. La dejó marchar.

El 14 de junio de 1997, Alègre cometió su cuarto asesinato, el de Mireille Normand, de 35 años, a la que enterró en el jardín de la casa de la víctima en Ariège. Patrice era miembro del personal de mantenimiento del chalet donde vivía la mujer.

A partir de entonces, las autoridades iniciaron la búsqueda de este asesino que todavía cometería un quinto crimen. Lo hizo después de estar de vacaciones por Alemania, Bélgica y España. Fue en nuestro país donde conoció a Isabelle Chicherie de 31 años, su última víctima, con quien quedó en París. Fue el 4 de septiembre de 1997 cuando Alègre violó, mató y quemó a la mujer. Al día siguiente se procedió a su detención gracias a la denuncia interpuesta por Emilie y a las pistas recabadas tras el homicidio de Mireille.

En el momento de su arresto, Alègre se mostró colaborativo y “sin ningún sentimiento”, rasgo que le caracterizaría durante el juicio. Las autoridades lo acusaron de tres asesinatos, pero él admitió cinco y seis violaciones.

El ‘monstruo’ afable​


A petición del fiscal y convencido de que este criminal cometió más asesinatos, el agente Michel Roussel inició una nueva investigación y aparecieron 191 casos sin resolver. Además, en el año 2000 se creó la unidad Homicidios 31 que permitió reabrir archivos no resueltos, conocer preocupantes desapariciones y extrañas autopsias clasificadas como “suicidios”, incluidas las de algunas prost*tutas. Uno de esos casos condujo hasta dos meretrices, Patricia y Fanny, que hablaron de un entramado de corrupción de menores.

Mientras tanto, el Tribunal Penal de Haute-Garonne celebró el juicio contra Patrice Alègre. Era febrero de 2002 y en la sala se pudieron escuchar diversos testimonios.
Una de las declaraciones más emotivas fue la de Emilie Espès, la única superviviente de Alègre, que no entendía cómo su agresor podía pasar de ser amigable a un “monstruo” en tan solo un minuto. Hasta trató de disculparlo aludiendo a que durante la velada que pasaron juntos tuvo “momentos de sinceridad”. Tras el juicio la joven no soportó la presión y terminó suicidándose.

Respecto al testimonio del progenitor excusándose de no ser “más violento que cualquier padre aquí presente” para quitarse toda responsabilidad respecto a la personalidad de su hijo revolvió las tripas al acusado. En un ataque de ira, Alègre espetó: “Si algo lamento es no haberlo matado como le dije a mi madre. No habría hecho todo el mal que hice y hoy no estaría aquí”.

En cuanto a la opinión de expertos psiquiatras como Michel Dubec y Daniel Zagury se centró en describir al acusado como un “pervertido narcisista”, un “psicópata” y un “asesino en serie organizado” con traumas a raíz del “abuso sexual materno”. La hipótesis que pusieron sobre la mesa es que Alègre encontró en las violaciones y los crímenes una forma de representar el incesto. “El niño, indefenso y aterrorizado anteriormente por los gemidos maternos, se convierte en el adulto todopoderoso y aterrador que reprime estos gemidos estrangulando a sus víctimas”, explicaron ante el tribunal.

Una teoría que no compartían los abogados de la defensa: “No todos los niños infelices terminan siendo criminales, pero todos los delincuentes son niños infelices”.

El 21 de febrero de 2002, Patrice Alègre fue condenado por los asesinatos de Laure, Mireille, Valerie, Martine e Isabelle a cadena perpetua con una pena mínima de veintidós años de cárcel, además de por seis violaciones. A partir de entonces, el asesino podría pedir su liberación.

Paralelamente, el grupo Homicidios 31 continuaba investigando la participación de Alègre en otros asesinatos y desapariciones. Así fue cómo en febrero de 2003 conectaron los testimonios de Patricia y Fanny con el criminal, ya que este habría organizado orgías sadomasoquistas con menores para distintas personalidades públicas de Toulouse a principios de los noventa. Dichas sesiones incluían violación, torturas, drogas y prost*tutas en “la casa del lago de Noe” a veinte kilómetros de la ciudad.

Orgías y torturas​


Según Fanny vio “a menores de 12 o 13 años” atadas en las paredes de una habitación a la que denominaban “la capilla”, y Patricia aseguró que asesinaron a dos prost*tutas y que se deshicieron de sus cuerpos arrojándolos a un lago cercano a la mansión propiedad de un hotelero de la zona. Entre los nombres que dieron: el de Dominique Baudis, exalcalde de Toulouse, el fiscal general de la Corte de Apelaciones de Toulouse, Jean Volff, o el magistrado Marc Bourragué. Todos ellos negaron la mayor y se querellaron contra las meretrices por difamación.

La noticia fue todo un escándalo en Francia y se abrió una investigación judicial donde se les acusaba de “proxenetismo en grupo organizado, violaciones agravadas y complicidad, actos de tortura y barbarie”.

Además, un ya condenado Alègre reconoció haber matado a algunas de estas prost*tutas previo encargo de dos reconocidas personalidades al ser un “testigo molesto”. Así lo explicó en una carta enviada a Canal+ Francia y que leyó uno de sus presentadores en directo. Tras el revuelo mediático, los políticos y juristas señalados fueron destituidos de sus respectivos cargos y estos iniciaron su propia guerra judicial por calumnias.

Los hechos relatados por Patricia y Fanny no pudieron demostrarse y, en julio de 2005, fueron sentenciadas a tres años de prisión por difamación, además de por complicidad en el falso testimonio de uno de los testigos, el del travesti Djamel. Tampoco se encontraron pruebas para acusar a Alègre de los citados crímenes.

Durante el verano de 2019 y después de 22 años en prisión, Patrice Alègre volvió a ser noticia. El asesino en serie de Toulouse se reunía con su abogado para pedir la libertad condicional. La ley se lo permite, tal y como consta en la sentencia de 2002. Eso sí, su posible salida de la cárcel pasa previamente por una reevaluación psiquiátrica realizada por expertos en la materia que explicarán si es peligroso o no dejar al preso libre o, por el contrario, es mejor que continúe cumpliendo condena. Después, un tribunal compuesto por tres magistrados analiza los resultados y decide si es apto o no para la reinserción.

“Era un depredador. Nos opondremos a su solicitud”, advierte el abogado de la familia de Martinet. Hasta el momento, nada se sabe del recurso, pero Alègre sigue poniendo en práctica sus artimañas seductoras. La última en caer es una psicóloga canadiense con la que supuestamente mantiene una relación sentimental. Están enamorados y “queremos un hijo”, confirmó a su letrado.
 
Última edición:
En el caso Alègre, no se pudo probar (como pasa en muchos de estos casos...) la implicación de los altos cargos políticos y jueces en las orgías.

De hecho, misteriosamente, una de las prost*tutas se desdijo a la hora del juicio, afirmando que se lo inventó. Como no es difícil de suponer, la untarían bien de dinero, o la meterían miedo. Pero claro, estas cosas nunca pasan...

También curioso que la policía calificase de su***dio estas dos muertes:

Valerie Tariote fue su primera víctima, una camarera de veintiún años que trabajaba en el café donde Alègre lo hizo tiempo antes. Valiéndose de la confianza que tenían, el asesino acudió a casa de la joven el 21 de febrero de 1989 y allí la mató. La Policía la encontró desnuda, amordazada, con las manos atadas, la ropa interior rota y con dos prendas dentro de su garganta. Además, presentaba múltiples golpes y evidentes signos de violación. Sin embargo, los expertos aludieron a un “su***dio por intoxicación de drogas” como causa de la muerte.

Casi un año más tarde, el 25 de enero de 1990, Alègre violó y mató a Laure Martinet a la que conoció semanas antes. Lo mismo pasó con Martine Matias a quien siete años después asaltó en su casa y prendió fuego para borrar pruebas. La hallaron calcinada, desnuda y en una extraña postura sexual. La investigación concluyó que fue un su***dio.
 
Sí, lo del bar España fue bulo, peliculero además, gente con pasta y potentes económicamente no se van a un bareto de carretera en medio de un pueblo...

Pero ha habido escándalos sobre abusos de gente de la "élite", por así decirlo, a menores de edad.

No solo aquí, obviamente. Ambas noticias de la BBC:
Uf, podrías haber puesto spoiler. Nada de eso tiene que ver con el caso del Bar España. Ni son bulos, excepto el testimonio de las prost*tutas...
 
Sí, lo del bar España fue bulo, peliculero además, gente con pasta y potentes económicamente no se van a un bareto de carretera en medio de un pueblo...

Pero ha habido escándalos sobre abusos de gente de la "élite", por así decirlo, a menores de edad.

No solo aquí, obviamente. Ambas noticias de la BBC:

El príncipe Andrés deberá enfrentar un caso civil de agresión sexual tras fallo en Estados Unidos en su contra​

  • Redacción
  • BBC News Mundo
12 enero 2022

Ver el archivo adjunto 2326972

El príncipe Andrés, duque de York, fracasó en su intento de que un juez de Estados Unidos desestimara un caso civil que alega que agredió sexualmente a Virginia Giuffre, una de las víctimas del millonario estadounidense Jeffrey Epstein, muerto en 2019.

Giuffre demandó al príncipe alegando que abusó de ella cuando tenía 17 años.

Los abogados del duque de York dijeron que el caso debería ser desestimado, citando un acuerdo de 2009 que ella firmó con el delincuente sexual Jeffrey Epstein. Pero un juez de Nueva York dictaminó que la demanda puede ser escuchada.

El príncipe Andrés siempre ha negado las acusaciones.

La moción para desestimar la demanda se describió en una decisión de 46 páginas del juez Lewis A. Kaplan del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York.

Por eso se investiga y se juzga a los depredadores, sean principes o lo que sea.
Lo del Bar España no tenia pies ni cabeza. Sobre todo que se fueran de rositas. Aunque a veces lo dudemos, la justicia sigue funcionando especialmente si son casos tan espeluznantes con menores/muertes etc.
 
Por eso se investiga y se juzga a los depredadores, sean principes o lo que sea.
Lo del Bar España no tenia pies ni cabeza. Sobre todo que se fueran de rositas. Aunque a veces lo dudemos, la justicia sigue funcionando especialmente si son casos tan espeluznantes con menores/muertes etc.
Aunque suene mal, me "alegro" de que Mónica Oltra se comprometiera a llegar al final del asunto. Conociéndola yo entiendo que no se creyó nunca el bulo, pero sabía que era una comidilla constante en la Comunidad Valenciana y atajarlo le iba a dar votos... ¿Por qué me alegro? Pues porque la justicia ha metido la mano y se ha destapado que todo era una gran mentira de mal gusto.
 
Aunque suene mal, me "alegro" de que Mónica Oltra se comprometiera a llegar al final del asunto. Conociéndola yo entiendo que no se creyó nunca el bulo, pero sabía que era una comidilla constante en la Comunidad Valenciana y atajarlo le iba a dar votos... ¿Por qué me alegro? Pues porque la justicia ha metido la mano y se ha destapado que todo era una gran mentira de mal gusto.
No entiendo que entrecomilles " me alegro". Cualquier político o persona en el poder, sea del color que sea, ha de ir hasta el final en asuntos turbios y si no, que se vaya a su casa porque no hace lo que tiene que hacer.
 

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