Alguna vez contó en Twitter que un repartidor guapo, según ella, iba a su guarida a dejarle las cajas y esperaba que siempre fuese él.Mucha importancia a un repartidor que a todo el mundo verá con sus pintillas de estar por casa. Me la imagino saliendo en camisón sexy a seducir al pobre chico.
Igual no pide por consumismo. Es por pura conquista
Acto seguido, el repartidor se cambió de provincia y dicen las malas lenguas que prefirió irse a la France antes que volver a ver a la Blas en mallas y camiseta roñosa con su cara de haba hervida y el vozarrón de ultratumba.