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Che, que destructiva que es...
Buckingham inicia una investigación sobre denuncias de que la duquesa de Sussex intimidaba al personal.
- AutorEl Duque
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Por
Camilla Tominey,
EDITOR ASOCIADO
5 de marzo de 2021 • 21:00 h
Había algo claramente familiar en el adelanto de Oprah Winfrey en el que el príncipe Harry declaró: "Mi mayor preocupación era que la historia se repitiera ".
Las palabras, que se emitirán durante la entrevista reveladora del duque y la duquesa de Sussexes el domingo por la noche, tenían un extraño parecido con la declaración emitida por el secretario de comunicaciones de Harry, Jason Knauf, en noviembre de 2016 después de que el Sunday Express revelara que el Prince estaba saliendo con la actriz estadounidense.
Confirmando que "su novia Meghan Markle" había sido "sujeta a una ola de abuso y acoso", el comunicado criticaba los "matices raciales" de la cobertura periodística, y agrega: "El príncipe Harry está preocupado por la seguridad de la Sra. Markle y está profundamente decepcionado de que él no ha podido protegerla. Esto no es un juego, es su vida y la de él ".
La salva sin precedentes creó dos narrativas importantes en torno a la ex estrella de Suits: confirmó formalmente su estatus como la mujer en la vida de Harry, pero también la posicionó, a los ojos del palacio y del público, como la víctima en el corazón de una tormenta mediática. ". Como sugiere la declaración, se ha "cruzado" una línea.
Pero la diatriba "del Secretario de Comunicaciones del Príncipe Harry" también puso a Knauf en una posición comprometedora. ¿Cómo iba a poder el ex director de asuntos corporativos del Royal Bank of Scotland manejar las relaciones con los medios de una pareja cuando el príncipe había dejado en claro tan públicamente su profunda hostilidad hacia la prensa?
Casi exactamente dos años después, el médico de 39 años presentaría un reclamo de intimidación acusando a Meghan de expulsar a dos asistentes personales de la casa y socavar la confianza de un tercer miembro del personal.
Los Sussex han negado que Harry le suplicara a Knauf que no siguiera adelante, alegando que la pareja es víctima de una calculada campaña de difamación basada en desinformación dañina. Dijeron que la duquesa estaba "entristecida por este último ataque a su personaje, particularmente como alguien que ha sido blanco de acoso escolar y está profundamente comprometida a apoyar a quienes han experimentado dolor y trauma".
Aquellos que destacan la "intimidación escandalosa" dicen que quieren "contar el otro lado de la historia" a la imagen que se esperaba que pintara la duquesa en el especial de Oprah de su época "casi insuperable" en la familia real. "Cualquiera que sea una víctima no puede soportar verlo", dijo uno.
Los abogados de la pareja insisten en que el Palacio de Buckingham está manipulando a la prensa para vender una "narrativa totalmente falsa", a pesar del hecho de que los denunciantes ya no trabajan en la casa real y la falta de acción del palacio ha provocado una investigación interna.
The Telegraph ha hablado con varios conocedores bien ubicados que fueron testigos de primera mano de la agitación dentro de la casa real desde la llegada de Meghan como la novia del príncipe Harry hasta la decisión de la pareja de retirarse como miembros de la familia real el año pasado.
Todos hablaron bajo condición de anonimato en medio de afirmaciones de que habían estado operando en un "clima de miedo", donde los empleados eran rutinariamente "humillados" frente a sus compañeros y repetidamente sometidos a "demandas irrazonables" tanto de Meghan como de Harry.
No dispuesto a desempeñar un papel secundario
No fue hasta octubre de 2017, un año después de la declaración sin precedentes de Knauf, que Meghan concedió una entrevista a Vanity Fair en la que declaró sobre su relación con Harry: "Estamos enamorados. Estoy seguro de que habrá un momento en el que Tendremos que dar un paso adelante y presentarnos y tener historias que contar, pero lo que espero que la gente entienda es que este es nuestro momento ".
El público no tuvo que esperar mucho. Solo un mes después, la pareja anunció su compromiso con un photocall en el jardín hundido del Palacio de Kensington y una entrevista con Mishal Husain de la BBC en la que Harry describió a su prometida como "otro jugador de equipo como parte del equipo más grande".
Sin embargo, detrás de las puertas del palacio, rápidamente se hizo evidente que Meghan no tenía la intención de que ella y Harry fueran vistos como el "acto de apoyo" del duque y la duquesa de Cambridge, a pesar de su antigüedad en el orden jerárquico real.
Esa Navidad, decididos a caminar al lado de William y Kate hasta la iglesia de Santa María Magdalena de Sandringham, en lugar de varios pasos atrás, se los describió juntos como los llamados "Cuatro Fabulosos".
El príncipe William, duque de Cambridge, Catherine, duquesa de Cambridge, Meghan, duquesa de Sussex y el príncipe Harry, duque de Sussex en Sandringham.
Frente unido: Los 'cuatro fabulosos' asisten al servicio del día de Navidad en la Iglesia de Santa María Magdalena en la finca de Sandringham CRÉDITO : Getty Images Europa
Los Cambridge invitaron a los Sussex a pasar el período festivo en su refugio cercano, Anmer Hall, una experiencia de la que Meghan habló con cariño después. "Meghan fue muy positiva", dijo un ex asistente.
Dos meses después, el cuarteto apareció en su primer evento oficial juntos en el foro inaugural de su Fundación Real, un evento muy coreografiado descrito por un miembro de la realeza como "diseñado para enviar un mensaje de que trabajarían en equipo. ensayado con mucho cuidado de antemano ".
Desacuerdos con los Cambridges
Después de que Meghan mostrara sus años de trabajo previo con "ONG más grandes y organizaciones de base más pequeñas", tanto William como Harry reconocieron que trabajar tan de cerca con sus seres queridos había llevado a "desacuerdos saludables" sobre cómo orientar mejor el trabajo de la fundación.
"Trabajar en familia tiene sus desafíos, por supuesto que los tiene", dijo Harry. "Pero estamos unidos por el resto de nuestras vidas".
A estas alturas, el personal del Palacio de Kensington ya se había familiarizado con un mantra que caracterizaría el período previo a la boda de los Sussex en mayo de 2018.
Es posible que el príncipe Harry le gritara a Angela Kelly, la asistente personal de la reina, "Quiero que Meghan quiera, Meghan obtiene", pero los asistentes reales ya estaban familiarizados con la importancia de cumplir con los exigentes estándares de la duquesa.
"Todos querían que ella fuera feliz porque sabían que eso lo haría feliz a él", dijo uno. "Hacer lo que sea necesario para que funcione para Meghan fue el mantra. Todos nos preocupamos profundamente por Harry. Contrariamente a esta idea de que no fueron apoyados, hicimos todo lo posible para satisfacer sus necesidades".
`` Todos nos preocupamos profundamente por Harry '', dijo un asistente real.
`` A todos nos importaba mucho Harry '', dijo un asistente real CRÉDITO : Daniel Leal-Olivas / AFP
Tanto es así que hubo un incidente extraordinario durante la primera gira de la pareja por Escocia cuando los miembros del equipo de relaciones públicas del palacio "bloquearon" el cuerpo de la exasesora de Meghan, Gina Nelthorpe-Cowne, durante una visita a un café de Edimburgo en lo que un exasesor describió como "el momento más vergonzoso de mi carrera profesional ".
La duquesa aparentemente había expresado "una renuencia a hacer contacto visual" con la Sra. Nelthorpe-Cowne, quien se vio reducida a tener que publicar una foto de Instagram de su antiguo amigo cercano y cliente visitando el café Social Bites desde una distancia considerable. "Cualquiera del pasado era un problema", observó el ex ayudante.
El nombre de la Sra. Nelthorpe-Cowne reaparecería más tarde en los documentos judiciales que acusaban a la amiga cercana y estilista de Meghan, Jessica Mulroney, de "presionarla [a la Sra. Nelthorpe-Cowne] para que retire o cambie las declaraciones" que había hecho en una entrevista de abril de 2018 con el Mail on Sunday. .
Los documentos de la defensa afirman que el editor de artículos del periódico dominical se quejó de la intervención al Sr. Knauf, quien supuestamente respondió diciendo que se aseguraría de que "esto no vuelva a suceder". En el artículo, la Sra. Nelthorpe-Cowne describió a Meghan como: "Picky, no solo cuando se trata de su ropa, sino también de sus colegas, al instante descartando a aquellos que no compartieron su 'visión'".
Al describir cómo la duquesa me había "hecho pasar un momento difícil" después de conocer a Harry, agregó: "A Meghan le gusta seguir adelante".
Cuando The Telegraph la contactó, la Sra. Nelthorpe-Cowne se negó a comentar sobre el incidente.
'Bombardeos por correo electrónico'
Mientras el mundo se preparaba para lo que el LA Times había anunciado como "una boda real para el siglo XXI", detrás de las puertas del palacio la atmósfera se estaba volviendo tensa.
El personal se había acostumbrado a los "bombardeos por correo electrónico" de Meghan y Harry, y uno de ellos describía cómo "lo último que haríamos antes de irnos a dormir es responder a sus mensajes y lo primero que haríamos en la mañana es responder a sus mensajes". mensajes. Fines de semana, festivos, no había límites. Viven en sus teléfonos todo el tiempo ".
A pesar de afirmar públicamente que ignoraron en gran medida la cobertura de la prensa, en realidad, la pareja a menudo se consumía por ella. "Ambos tienen la piel muy delgada", dijo un ex empleado.
Los partidarios de Meghan dicen que los miembros del personal "que preferían un ritmo más gentil" no podían seguir el ritmo de la "ética de trabajo estadounidense" de la duquesa, y un amigo cercano ahora sugiere que las críticas tenían motivaciones raciales. "Búscame una mujer de color en un puesto de alto nivel que no haya sido acusada de estar demasiado enojada, demasiado aterradora, sea lo que sea en el lugar de trabajo", dijo la amiga.
Sin embargo, no fueron solo los empleados del palacio quienes se encontraron en el extremo receptor de "gritos y gritos ineludibles".
Se ha escrito mucho sobre el ajuste del vestido de las damas de honor, revelado por primera vez en The Telegraph en noviembre de 2018, que dejó a la duquesa de Cambridge llorando.
Contrariamente a los informes posteriores de que la disputa se refería a las medias de la princesa Charlotte, lo que realmente sucedió fue que el vestido en sí no le quedaba bien a la hija de Kate, que entonces tenía casi tres años. Según una fuente bien ubicada, "se hicieron demandas sobre cuándo serían las pruebas posteriores, y Kate se fue sollozando".
Mientras que los aliados de Meghan sugieren que Kate no hizo un esfuerzo suficiente para dar la bienvenida a su futura cuñada al redil real, los aliados de los Cambridges sugieren que ella "trató de organizar cosas sociales" y la invitó a ver tenis juntos, pero "no hay nada". Era una sensación de que Meghan nunca quiso realmente ser amigas ".
Kate Middleton y Meghan Markle en Wimbledon
Las duquesas de Cambridge y Sussex en Wimbledon en 2019. Meghan parecía no estar interesada en ser amiga de su cuñada, dicen los conocedores.
Los que están dentro del palacio admiten, sin embargo, que los Cambridges pueden "parecer distantes" y "a menudo están fuera de contacto durante períodos prolongados".
Otro ex asistente real afirmó que el duque, en particular, apreciaba la "desviación" de su propio comportamiento ocasionalmente exigente. "La intimidación es endémica en todos los hogares", agregó la ex asistente. "Lo de Meghan es una vergüenza, pero no es aislado. Te cortan, te socavan, te hablan mal. En un minuto estás dentro, al siguiente eres persona non grata. Algunos miembros del personal tienen protección especial. Yo nunca antes había presenciado un comportamiento como ese. Ojalá nunca hubiera visto detrás de la cortina ".
Una reprimenda de la Reina
Un miembro del personal que recibió "protección especial" es Angela Kelly, quien se ha desempeñado como la ayudante más cercana de la Reina desde 2002. Los rumores de que Meghan era apodada "Duquesa Difícil" comenzaron a surgir en el momento en que se supo que la hija del estibador de Liverpool había recibido un azotes con la lengua por parte de Harry.
Sin embargo, lo que nunca se informó con precisión en la época de "Tiaragate" fue que, lejos de que se le negara el artículo de las Joyas de la Corona que quería, a Meghan se le dio su primera opción.
La discusión estalló después de que la duquesa exigiera que la tiara de diamantes de Queen Mary se presentara para una cita de peluquería no programada.
"Angela le dijo a Harry que no tenía precio y que no podía ser entregado repentinamente con poca antelación. Él estaba furioso y gritó: 'Lo que Meghan quiere, lo consigue Meghan'". Basta decir que no fue muy bien. " Tan mal, de hecho, que la sensata mujer de 53 años, que tiene su propia reputación temible entre sus colegas, informó del incidente a la Reina, lo que provocó que una abuela se reñiera por Harry.
Poco sabía el Príncipe en ese momento que el personal también le había puesto un apodo: "El rehén".
Según una persona con conocimiento de primera mano de los hechos: "Insistieron en que tenían el mismo presupuesto ajustado a la inflación para la boda que William y Kate - ella consiguió el coro que quería, el vestido, la procesión de carruajes, la tiara - consiguió todo lo que quería, pero aun así no fue suficiente.
"Ella estaba constantemente buscando razones para decir que había sido privada. Además, quería drama desde el principio".
Según una persona con conocimiento de primera mano, la pareja 'insistió en que tenían el mismo presupuesto ajustado a la inflación para la boda que William y Kate'
Según una persona con conocimiento de primera mano, la pareja 'insistió en que tenían el mismo presupuesto ajustado a la inflación para la boda que William y Kate' CRÉDITO : Damir Sagolj / Reuters
Aunque la pareja quería que sus portavoces lo negaran, una historia sobre Meghan solicitando que se rociara ambientador alrededor de la "mohosa" Capilla de San Jorge era cierta, según varias fuentes.
Incluso The Kingdom Choir no se bajó a la ligera después de que la pareja cambiara su canción 12 veces antes de que estuvieran contentos con el arreglo de "Stand By Me".
Como la miembro del coro Karen Gibson reveló: "La música gospel se trata de las cerezas en la parte superior y no se trata de escatimar en nada. Pero nos dijeron que querían algo un poco menos, así que hicimos una segunda versión que tenía un arreglo de Etta James pero de nuevo nos dijeron que no estaba bien ".
Luego se le pidió al grupo que se reuniera con Harry y Meghan cara a cara, antes de que la pareja finalmente llegara a un acuerdo después de 11 intentos anteriores.
"La boda fue muy estresante para todos los involucrados", dijo un ex asistente. "El personal pasaba la mayor parte de su tiempo arreglando las cosas con los proveedores".
Lágrimas antes del gran día
La "debacle de Markle", cuando el padre de Meghan, Thomas, se retiró de la boda en el último minuto, solo se sumó a la tensión cuando los asistentes reales se apresuraron a "rescatar" la narrativa en torno al "gran día" al hacer que el Príncipe de Gales interviniera. lleva a Meghan por el pasillo.
A pesar de que Meghan le dijo más tarde a Tom Bradby de ITV que "no muchas personas me han preguntado si estoy bien", los miembros de la realeza insisten en que "se unieron" a la pareja, que a veces lloraban.
Se cree que el Reverendísimo Justin Welby, arzobispo de Canterbury, que ofició la ceremonia, también brindó apoyo "tanto psicológico como espiritual". Más tarde, el líder principal de la Iglesia de Inglaterra causó hilaridad entre su personal al no reconocer a la Sra. Winfrey en la recepción a la hora del almuerzo en el Castillo de Windsor, y le preguntó al presentador del programa de chat estadounidense qué hacía para ganarse la vida.
Cuando la pareja regresó de su luna de miel, las relaciones entre los Sussex, los Cambridge y su personal se volvieron tan malas que Harry y Meghan parecían reacios a comprometerse con nadie en la fiesta de despedida de junio de 2018 para Miguel Head, el exsecretario privado de William.
Según dos fuentes distintas, la pareja "se mantuvo distante" durante la fiesta en el jardín privado del Palacio de Kensington. "Fue una atmósfera muy agradable con William dando un discurso conmovedor sobre Mig, pero Harry y Meghan simplemente se quedaron en las afueras y no se mezclaron con nadie. Fueron los últimos en llegar y los primeros en irse".
Las cejas se levantaron de manera similar cuando, después de haber compartido la noticia de su embarazo en la recepción de Champagne después de la boda de la princesa Eugenie con Jack Brooksbank en octubre de 2018, Meghan se negó a asistir a la noche. Se dijo que la novia estaba "molesta" porque Harry solo "vino a tomar una copa sin Meghan", aunque tenían previsto volar a Australia para su primera gira por la Commonwealth al día siguiente.
Durante la gira de 16 días, que también abarcó Fiji, Tonga y Nueva Zelanda, la pareja pareció reacia a interactuar con la prensa. Aunque Harry logró ser persuadido en un momento para hablar con los reporteros en la parte trasera del avión, les dijo: "Gracias por venir, aunque no fueron invitados".
Surgen reclamos de intimidación
En el mismo viaje, se afirmó que Meghan había interrumpido una visita a un mercado en Fiji porque estaba preocupada por la presencia de una organización de la ONU que promueve a las mujeres, con la que había trabajado anteriormente pero que ahora ya no estaba asociada.
En ese momento, los funcionarios sugirieron que era porque estaba húmedo y la multitud era opresiva en el mercado. Después de que Meghan fuera expulsada, una mujer de su séquito fue vista sentada en un automóvil oficial, luciendo extremadamente molesta. La oficial de protección personal femenina de Meghan dejó su puesto poco después.
Los abogados de la duquesa dijeron que se reunió con otros líderes de ONU Mujeres más tarde en la gira y negaron que se fuera por el motivo alegado.
Aunque el Sr. Knauf no había ido a la gira, se cree que estaba "profundamente preocupado" por los informes sobre el comportamiento de la pareja en el extranjero.
"Había la sensación de que simplemente se negaban a aceptar consejos e insistían en hacer todo a su manera", dijo una fuente real. "Nadie, desde el empleado más veterano hasta el más joven, no fue objeto de ataques constantes", dijo otro.
Las cosas llegaron a un punto crítico en octubre de 2018 tras la salida de un segundo miembro de la oficina privada de la duquesa.
Knauf envió un correo electrónico a Simon Case, entonces secretario privado de William y ahora secretario del gabinete, después de conversar con Samantha Carruthers, jefa de recursos humanos. Luego, el Sr. Case lo remitió a la Sra. Carruthers, que trabaja en Clarence House.
El correo electrónico decía: "Me preocupa mucho que la duquesa haya podido intimidar a dos asistentes personales fuera de la casa el año pasado. El tratamiento de X * fue totalmente inaceptable. La duquesa parece decidida a tener siempre a alguien en la mira. intimidando a Y y tratando de socavar su confianza. Hemos recibido informes tras informes de personas que han sido testigos de un comportamiento inaceptable hacia Y. "
El correo electrónico, que también expresaba preocupación por el estrés que estaba experimentando Samantha Cohen, la secretaria privada de la pareja, concluía: "Pregunté si la política del hogar sobre acoso e intimidación se aplica a los directores".
Si bien el Sr. Case apoyó "muy personalmente" a los miembros individuales del personal, el Sr. Knauf expresó su preocupación en el correo electrónico de que "no se hará nada". El palacio ahora está llevando a cabo una investigación, después de haber sido criticado por no actuar antes.
No fue hasta un mes después que se informó que Melissa Toubati, la ex asistente de la duquesa, había "renunciado repentinamente", apenas seis meses después de haber comenzado el trabajo. Al mes siguiente, se anunció que la Sra. Cohen no permanecería en el cargo después de que naciera el bebé de los Sussex.
Aparentemente, la pareja estaba "furiosa" por los informes de su alta rotación de personal, acumulando más presión sobre su equipo de relaciones públicas para "tratar de convertir los titulares negativos en positivos".
Según un ex empleado: "Lo que la gente no entiende es que el odio de Harry hacia los medios de comunicación es probablemente una de las cosas más importantes de su vida. Es determinante para él. Así que la narrativa es siempre: es culpa de la prensa, nunca de ellos. "
Esa Navidad, los Sussex fueron fotografiados una vez más junto a los Cambridges el 25 de diciembre, pero optaron por quedarse con la Reina en la "casa principal" en lugar de Anmer Hall.
Se produjo después de una incómoda fiesta de Navidad para el personal en la que "se prohibió toda mención del nombre de Melissa", según un informante de la realeza. "Era como si nunca hubiera existido". A algunos empleados les resultó difícil conciliar la conducta errática de la pareja con momentos de bondad genuina, como cuando Meghan compraba flores o incluso joyas a las mujeres del personal.
Las relaciones se rompen
Para el Año Nuevo, las relaciones dentro del Palacio de Kensington se habían "roto irremediablemente", y el príncipe Harry ya no hablaba con el Sr. Knauf después de que no logró persuadirlo de que retirara la denuncia contra su esposa. Los abogados de los Sussex niegan que haya tenido lugar tal conversación.
Fuentes cercanas a la pareja dicen que la Sra. Toubati, a quien se le pidió que firmara un acuerdo de no divulgación, fue despedida por mala conducta, y señalaron que ninguno de los miembros del personal presentó sus propias quejas a Recursos Humanos. Los amigos de la Sra. Toubati niegan que haya sido despedida por mala conducta.
Con Harry y Meghan ya operando en un silo, y consultando cada vez más al equipo de asesores de la duquesa de EE. UU. En lugar de a los funcionarios del palacio, una división de los dos hogares en el Palacio de Kensington parecía una inevitabilidad.
Fue aproximadamente en el momento en que la pareja se mudó a Frogmore Cottage en Windsor en marzo de 2019 cuando Amy Pickerill se convirtió en la tercera del personal de la duquesa en dejar su cargo, habiendo sido su secretaria privada adjunta desde noviembre de 2017.
Knauf también renunció para trabajar como asesor principal del duque y la duquesa de Cambridge. Ahora es director ejecutivo de la Fundación Real de Cambridges. Sus amigos dicen que "lamenta amargamente" no haber advertido a Sara Latham, quien fue nombrada directora de comunicaciones de los Sussex en abril de 2019, de lo difícil que podría ser trabajar para la pareja.
Jonathan Knauf renunció para trabajar como asesor principal del duque y la duquesa de Cambridge.
Jonathan Knauf renunció para trabajar como asesor principal del duque y la duquesa de Cambridge CRÉDITO : Dominic Lipinski / PA Archive
La suprema de relaciones públicas estadounidense, que solía asesorar a los Clinton, rápidamente resolvió esto por sí misma cuando la pareja insistió en mantener el secreto sobre el nacimiento de su hijo Archie el 6 de mayo, mientras trataba de maximizar la cobertura global.
Casi al mismo tiempo, se afirmó falsamente que a la duquesa se le había impedido hacer una entrevista con la presentadora de CBS Gayle King, amiga cercana de la Sra. Winfrey. De hecho, los conocedores dicen que "la duquesa estuvo tomando decisiones en todo momento".
Se produjo después de que Meghan asistiera a un baby shower de alto perfil en Nueva York con Serena Williams y Amal Clooney, sin estar acompañada por ningún oficial de prensa del palacio. Las preocupaciones surgieron detrás de las puertas del palacio cuando comenzaron a llegar obsequios al Mark Hotel de Nueva York, lo que provocó consternación en el personal en el Reino Unido que tuvo que luchar con las estrictas reglas de la familia real sobre regalos.
Después de haber generado controversia durante todo el verano de 2019 por rechazar la invitación de la reina a Balmoral y tomar cuatro jets privados en 11 días, las relaciones con los medios de comunicación estaban en su punto más bajo al comienzo de la gira de Sussex en septiembre por África.
Los asistentes reales se quedaron estupefactos cuando lo que había sido un viaje sorprendentemente exitoso de 10 días con Archie se vio ensombrecido por la entrevista de Meghan con Bradby, en la que reveló las "luchas" que había enfrentado para adaptarse a la vida en la familia real.
Meghan, duquesa de Sussex, es entrevistada por Tom Bradby de ITV.
La duquesa alarmó a los conocedores del palacio al contarle a Tom Bradby sus 'luchas' como parte de la familia real
Los miedos de Duke por su esposa
Se produjo cuando Harry lanzó un ataque a la prensa sensacionalista cuando la pareja anunció que demandarían al Mail on Sunday por la publicación de una carta que Meghan le había escrito a su padre.
En una declaración muy personal y mordaz, Harry dijo que algunos periódicos la habían "vilipendiado casi a diario durante los últimos nueve meses" y afirmaron que habían publicado "mentira tras mentira" a expensas de Meghan simplemente porque estaba fuera de la vista del público durante la licencia de maternidad.
Refiriéndose a su madre Diana, princesa de Gales, quien murió en un accidente automovilístico en París mientras era perseguida por los paparazzi, el duque dijo: "Aunque esta acción puede no ser la segura, es la correcta. Porque mi temor más profundo es la historia se repite. Perdí a mi madre y ahora veo a mi esposa caer víctima de las mismas fuerzas poderosas ".
La entrevista marcó la pauta para su anuncio de enero de 2020 de que "darían un paso atrás como miembros de la realeza" para volverse "financieramente independientes".
Mientras el mundo se reúne para ver el evento televisivo real más esperado desde la entrevista de Diana en Panorama en 1995, los espectadores decidirán qué versión de la historia representa la verdad.
Camilla Tominey,
EDITOR ASOCIADO
5 de marzo de 2021 • 21:00 h
Había algo claramente familiar en el adelanto de Oprah Winfrey en el que el príncipe Harry declaró: "Mi mayor preocupación era que la historia se repitiera ".
Las palabras, que se emitirán durante la entrevista reveladora del duque y la duquesa de Sussexes el domingo por la noche, tenían un extraño parecido con la declaración emitida por el secretario de comunicaciones de Harry, Jason Knauf, en noviembre de 2016 después de que el Sunday Express revelara que el Prince estaba saliendo con la actriz estadounidense.
Confirmando que "su novia Meghan Markle" había sido "sujeta a una ola de abuso y acoso", el comunicado criticaba los "matices raciales" de la cobertura periodística, y agrega: "El príncipe Harry está preocupado por la seguridad de la Sra. Markle y está profundamente decepcionado de que él no ha podido protegerla. Esto no es un juego, es su vida y la de él ".
La salva sin precedentes creó dos narrativas importantes en torno a la ex estrella de Suits: confirmó formalmente su estatus como la mujer en la vida de Harry, pero también la posicionó, a los ojos del palacio y del público, como la víctima en el corazón de una tormenta mediática. ". Como sugiere la declaración, se ha "cruzado" una línea.
Pero la diatriba "del Secretario de Comunicaciones del Príncipe Harry" también puso a Knauf en una posición comprometedora. ¿Cómo iba a poder el ex director de asuntos corporativos del Royal Bank of Scotland manejar las relaciones con los medios de una pareja cuando el príncipe había dejado en claro tan públicamente su profunda hostilidad hacia la prensa?
Casi exactamente dos años después, el médico de 39 años presentaría un reclamo de intimidación acusando a Meghan de expulsar a dos asistentes personales de la casa y socavar la confianza de un tercer miembro del personal.
Los Sussex han negado que Harry le suplicara a Knauf que no siguiera adelante, alegando que la pareja es víctima de una calculada campaña de difamación basada en desinformación dañina. Dijeron que la duquesa estaba "entristecida por este último ataque a su personaje, particularmente como alguien que ha sido blanco de acoso escolar y está profundamente comprometida a apoyar a quienes han experimentado dolor y trauma".
Aquellos que destacan la "intimidación escandalosa" dicen que quieren "contar el otro lado de la historia" a la imagen que se esperaba que pintara la duquesa en el especial de Oprah de su época "casi insuperable" en la familia real. "Cualquiera que sea una víctima no puede soportar verlo", dijo uno.
Los abogados de la pareja insisten en que el Palacio de Buckingham está manipulando a la prensa para vender una "narrativa totalmente falsa", a pesar del hecho de que los denunciantes ya no trabajan en la casa real y la falta de acción del palacio ha provocado una investigación interna.
The Telegraph ha hablado con varios conocedores bien ubicados que fueron testigos de primera mano de la agitación dentro de la casa real desde la llegada de Meghan como la novia del príncipe Harry hasta la decisión de la pareja de retirarse como miembros de la familia real el año pasado.
Todos hablaron bajo condición de anonimato en medio de afirmaciones de que habían estado operando en un "clima de miedo", donde los empleados eran rutinariamente "humillados" frente a sus compañeros y repetidamente sometidos a "demandas irrazonables" tanto de Meghan como de Harry.
No dispuesto a desempeñar un papel secundario
No fue hasta octubre de 2017, un año después de la declaración sin precedentes de Knauf, que Meghan concedió una entrevista a Vanity Fair en la que declaró sobre su relación con Harry: "Estamos enamorados. Estoy seguro de que habrá un momento en el que Tendremos que dar un paso adelante y presentarnos y tener historias que contar, pero lo que espero que la gente entienda es que este es nuestro momento ".
El público no tuvo que esperar mucho. Solo un mes después, la pareja anunció su compromiso con un photocall en el jardín hundido del Palacio de Kensington y una entrevista con Mishal Husain de la BBC en la que Harry describió a su prometida como "otro jugador de equipo como parte del equipo más grande".
Sin embargo, detrás de las puertas del palacio, rápidamente se hizo evidente que Meghan no tenía la intención de que ella y Harry fueran vistos como el "acto de apoyo" del duque y la duquesa de Cambridge, a pesar de su antigüedad en el orden jerárquico real.
Esa Navidad, decididos a caminar al lado de William y Kate hasta la iglesia de Santa María Magdalena de Sandringham, en lugar de varios pasos atrás, se los describió juntos como los llamados "Cuatro Fabulosos".
El príncipe William, duque de Cambridge, Catherine, duquesa de Cambridge, Meghan, duquesa de Sussex y el príncipe Harry, duque de Sussex en Sandringham.
Frente unido: Los 'cuatro fabulosos' asisten al servicio del día de Navidad en la Iglesia de Santa María Magdalena en la finca de Sandringham CRÉDITO : Getty Images Europa
Los Cambridge invitaron a los Sussex a pasar el período festivo en su refugio cercano, Anmer Hall, una experiencia de la que Meghan habló con cariño después. "Meghan fue muy positiva", dijo un ex asistente.
Dos meses después, el cuarteto apareció en su primer evento oficial juntos en el foro inaugural de su Fundación Real, un evento muy coreografiado descrito por un miembro de la realeza como "diseñado para enviar un mensaje de que trabajarían en equipo. ensayado con mucho cuidado de antemano ".
Desacuerdos con los Cambridges
Después de que Meghan mostrara sus años de trabajo previo con "ONG más grandes y organizaciones de base más pequeñas", tanto William como Harry reconocieron que trabajar tan de cerca con sus seres queridos había llevado a "desacuerdos saludables" sobre cómo orientar mejor el trabajo de la fundación.
"Trabajar en familia tiene sus desafíos, por supuesto que los tiene", dijo Harry. "Pero estamos unidos por el resto de nuestras vidas".
A estas alturas, el personal del Palacio de Kensington ya se había familiarizado con un mantra que caracterizaría el período previo a la boda de los Sussex en mayo de 2018.
Es posible que el príncipe Harry le gritara a Angela Kelly, la asistente personal de la reina, "Quiero que Meghan quiera, Meghan obtiene", pero los asistentes reales ya estaban familiarizados con la importancia de cumplir con los exigentes estándares de la duquesa.
"Todos querían que ella fuera feliz porque sabían que eso lo haría feliz a él", dijo uno. "Hacer lo que sea necesario para que funcione para Meghan fue el mantra. Todos nos preocupamos profundamente por Harry. Contrariamente a esta idea de que no fueron apoyados, hicimos todo lo posible para satisfacer sus necesidades".
`` Todos nos preocupamos profundamente por Harry '', dijo un asistente real.
`` A todos nos importaba mucho Harry '', dijo un asistente real CRÉDITO : Daniel Leal-Olivas / AFP
Tanto es así que hubo un incidente extraordinario durante la primera gira de la pareja por Escocia cuando los miembros del equipo de relaciones públicas del palacio "bloquearon" el cuerpo de la exasesora de Meghan, Gina Nelthorpe-Cowne, durante una visita a un café de Edimburgo en lo que un exasesor describió como "el momento más vergonzoso de mi carrera profesional ".
La duquesa aparentemente había expresado "una renuencia a hacer contacto visual" con la Sra. Nelthorpe-Cowne, quien se vio reducida a tener que publicar una foto de Instagram de su antiguo amigo cercano y cliente visitando el café Social Bites desde una distancia considerable. "Cualquiera del pasado era un problema", observó el ex ayudante.
El nombre de la Sra. Nelthorpe-Cowne reaparecería más tarde en los documentos judiciales que acusaban a la amiga cercana y estilista de Meghan, Jessica Mulroney, de "presionarla [a la Sra. Nelthorpe-Cowne] para que retire o cambie las declaraciones" que había hecho en una entrevista de abril de 2018 con el Mail on Sunday. .
Los documentos de la defensa afirman que el editor de artículos del periódico dominical se quejó de la intervención al Sr. Knauf, quien supuestamente respondió diciendo que se aseguraría de que "esto no vuelva a suceder". En el artículo, la Sra. Nelthorpe-Cowne describió a Meghan como: "Picky, no solo cuando se trata de su ropa, sino también de sus colegas, al instante descartando a aquellos que no compartieron su 'visión'".
Al describir cómo la duquesa me había "hecho pasar un momento difícil" después de conocer a Harry, agregó: "A Meghan le gusta seguir adelante".
Cuando The Telegraph la contactó, la Sra. Nelthorpe-Cowne se negó a comentar sobre el incidente.
'Bombardeos por correo electrónico'
Mientras el mundo se preparaba para lo que el LA Times había anunciado como "una boda real para el siglo XXI", detrás de las puertas del palacio la atmósfera se estaba volviendo tensa.
El personal se había acostumbrado a los "bombardeos por correo electrónico" de Meghan y Harry, y uno de ellos describía cómo "lo último que haríamos antes de irnos a dormir es responder a sus mensajes y lo primero que haríamos en la mañana es responder a sus mensajes". mensajes. Fines de semana, festivos, no había límites. Viven en sus teléfonos todo el tiempo ".
A pesar de afirmar públicamente que ignoraron en gran medida la cobertura de la prensa, en realidad, la pareja a menudo se consumía por ella. "Ambos tienen la piel muy delgada", dijo un ex empleado.
Los partidarios de Meghan dicen que los miembros del personal "que preferían un ritmo más gentil" no podían seguir el ritmo de la "ética de trabajo estadounidense" de la duquesa, y un amigo cercano ahora sugiere que las críticas tenían motivaciones raciales. "Búscame una mujer de color en un puesto de alto nivel que no haya sido acusada de estar demasiado enojada, demasiado aterradora, sea lo que sea en el lugar de trabajo", dijo la amiga.
Sin embargo, no fueron solo los empleados del palacio quienes se encontraron en el extremo receptor de "gritos y gritos ineludibles".
Se ha escrito mucho sobre el ajuste del vestido de las damas de honor, revelado por primera vez en The Telegraph en noviembre de 2018, que dejó a la duquesa de Cambridge llorando.
Contrariamente a los informes posteriores de que la disputa se refería a las medias de la princesa Charlotte, lo que realmente sucedió fue que el vestido en sí no le quedaba bien a la hija de Kate, que entonces tenía casi tres años. Según una fuente bien ubicada, "se hicieron demandas sobre cuándo serían las pruebas posteriores, y Kate se fue sollozando".
Mientras que los aliados de Meghan sugieren que Kate no hizo un esfuerzo suficiente para dar la bienvenida a su futura cuñada al redil real, los aliados de los Cambridges sugieren que ella "trató de organizar cosas sociales" y la invitó a ver tenis juntos, pero "no hay nada". Era una sensación de que Meghan nunca quiso realmente ser amigas ".
Kate Middleton y Meghan Markle en Wimbledon
Las duquesas de Cambridge y Sussex en Wimbledon en 2019. Meghan parecía no estar interesada en ser amiga de su cuñada, dicen los conocedores.
Los que están dentro del palacio admiten, sin embargo, que los Cambridges pueden "parecer distantes" y "a menudo están fuera de contacto durante períodos prolongados".
Otro ex asistente real afirmó que el duque, en particular, apreciaba la "desviación" de su propio comportamiento ocasionalmente exigente. "La intimidación es endémica en todos los hogares", agregó la ex asistente. "Lo de Meghan es una vergüenza, pero no es aislado. Te cortan, te socavan, te hablan mal. En un minuto estás dentro, al siguiente eres persona non grata. Algunos miembros del personal tienen protección especial. Yo nunca antes había presenciado un comportamiento como ese. Ojalá nunca hubiera visto detrás de la cortina ".
Una reprimenda de la Reina
Un miembro del personal que recibió "protección especial" es Angela Kelly, quien se ha desempeñado como la ayudante más cercana de la Reina desde 2002. Los rumores de que Meghan era apodada "Duquesa Difícil" comenzaron a surgir en el momento en que se supo que la hija del estibador de Liverpool había recibido un azotes con la lengua por parte de Harry.
Sin embargo, lo que nunca se informó con precisión en la época de "Tiaragate" fue que, lejos de que se le negara el artículo de las Joyas de la Corona que quería, a Meghan se le dio su primera opción.
La discusión estalló después de que la duquesa exigiera que la tiara de diamantes de Queen Mary se presentara para una cita de peluquería no programada.
"Angela le dijo a Harry que no tenía precio y que no podía ser entregado repentinamente con poca antelación. Él estaba furioso y gritó: 'Lo que Meghan quiere, lo consigue Meghan'". Basta decir que no fue muy bien. " Tan mal, de hecho, que la sensata mujer de 53 años, que tiene su propia reputación temible entre sus colegas, informó del incidente a la Reina, lo que provocó que una abuela se reñiera por Harry.
Poco sabía el Príncipe en ese momento que el personal también le había puesto un apodo: "El rehén".
Según una persona con conocimiento de primera mano de los hechos: "Insistieron en que tenían el mismo presupuesto ajustado a la inflación para la boda que William y Kate - ella consiguió el coro que quería, el vestido, la procesión de carruajes, la tiara - consiguió todo lo que quería, pero aun así no fue suficiente.
"Ella estaba constantemente buscando razones para decir que había sido privada. Además, quería drama desde el principio".
Según una persona con conocimiento de primera mano, la pareja 'insistió en que tenían el mismo presupuesto ajustado a la inflación para la boda que William y Kate'
Según una persona con conocimiento de primera mano, la pareja 'insistió en que tenían el mismo presupuesto ajustado a la inflación para la boda que William y Kate' CRÉDITO : Damir Sagolj / Reuters
Aunque la pareja quería que sus portavoces lo negaran, una historia sobre Meghan solicitando que se rociara ambientador alrededor de la "mohosa" Capilla de San Jorge era cierta, según varias fuentes.
Incluso The Kingdom Choir no se bajó a la ligera después de que la pareja cambiara su canción 12 veces antes de que estuvieran contentos con el arreglo de "Stand By Me".
Como la miembro del coro Karen Gibson reveló: "La música gospel se trata de las cerezas en la parte superior y no se trata de escatimar en nada. Pero nos dijeron que querían algo un poco menos, así que hicimos una segunda versión que tenía un arreglo de Etta James pero de nuevo nos dijeron que no estaba bien ".
Luego se le pidió al grupo que se reuniera con Harry y Meghan cara a cara, antes de que la pareja finalmente llegara a un acuerdo después de 11 intentos anteriores.
"La boda fue muy estresante para todos los involucrados", dijo un ex asistente. "El personal pasaba la mayor parte de su tiempo arreglando las cosas con los proveedores".
Lágrimas antes del gran día
La "debacle de Markle", cuando el padre de Meghan, Thomas, se retiró de la boda en el último minuto, solo se sumó a la tensión cuando los asistentes reales se apresuraron a "rescatar" la narrativa en torno al "gran día" al hacer que el Príncipe de Gales interviniera. lleva a Meghan por el pasillo.
A pesar de que Meghan le dijo más tarde a Tom Bradby de ITV que "no muchas personas me han preguntado si estoy bien", los miembros de la realeza insisten en que "se unieron" a la pareja, que a veces lloraban.
Se cree que el Reverendísimo Justin Welby, arzobispo de Canterbury, que ofició la ceremonia, también brindó apoyo "tanto psicológico como espiritual". Más tarde, el líder principal de la Iglesia de Inglaterra causó hilaridad entre su personal al no reconocer a la Sra. Winfrey en la recepción a la hora del almuerzo en el Castillo de Windsor, y le preguntó al presentador del programa de chat estadounidense qué hacía para ganarse la vida.
Cuando la pareja regresó de su luna de miel, las relaciones entre los Sussex, los Cambridge y su personal se volvieron tan malas que Harry y Meghan parecían reacios a comprometerse con nadie en la fiesta de despedida de junio de 2018 para Miguel Head, el exsecretario privado de William.
Según dos fuentes distintas, la pareja "se mantuvo distante" durante la fiesta en el jardín privado del Palacio de Kensington. "Fue una atmósfera muy agradable con William dando un discurso conmovedor sobre Mig, pero Harry y Meghan simplemente se quedaron en las afueras y no se mezclaron con nadie. Fueron los últimos en llegar y los primeros en irse".
Las cejas se levantaron de manera similar cuando, después de haber compartido la noticia de su embarazo en la recepción de Champagne después de la boda de la princesa Eugenie con Jack Brooksbank en octubre de 2018, Meghan se negó a asistir a la noche. Se dijo que la novia estaba "molesta" porque Harry solo "vino a tomar una copa sin Meghan", aunque tenían previsto volar a Australia para su primera gira por la Commonwealth al día siguiente.
Durante la gira de 16 días, que también abarcó Fiji, Tonga y Nueva Zelanda, la pareja pareció reacia a interactuar con la prensa. Aunque Harry logró ser persuadido en un momento para hablar con los reporteros en la parte trasera del avión, les dijo: "Gracias por venir, aunque no fueron invitados".
Surgen reclamos de intimidación
En el mismo viaje, se afirmó que Meghan había interrumpido una visita a un mercado en Fiji porque estaba preocupada por la presencia de una organización de la ONU que promueve a las mujeres, con la que había trabajado anteriormente pero que ahora ya no estaba asociada.
En ese momento, los funcionarios sugirieron que era porque estaba húmedo y la multitud era opresiva en el mercado. Después de que Meghan fuera expulsada, una mujer de su séquito fue vista sentada en un automóvil oficial, luciendo extremadamente molesta. La oficial de protección personal femenina de Meghan dejó su puesto poco después.
Los abogados de la duquesa dijeron que se reunió con otros líderes de ONU Mujeres más tarde en la gira y negaron que se fuera por el motivo alegado.
Aunque el Sr. Knauf no había ido a la gira, se cree que estaba "profundamente preocupado" por los informes sobre el comportamiento de la pareja en el extranjero.
"Había la sensación de que simplemente se negaban a aceptar consejos e insistían en hacer todo a su manera", dijo una fuente real. "Nadie, desde el empleado más veterano hasta el más joven, no fue objeto de ataques constantes", dijo otro.
Las cosas llegaron a un punto crítico en octubre de 2018 tras la salida de un segundo miembro de la oficina privada de la duquesa.
Knauf envió un correo electrónico a Simon Case, entonces secretario privado de William y ahora secretario del gabinete, después de conversar con Samantha Carruthers, jefa de recursos humanos. Luego, el Sr. Case lo remitió a la Sra. Carruthers, que trabaja en Clarence House.
El correo electrónico decía: "Me preocupa mucho que la duquesa haya podido intimidar a dos asistentes personales fuera de la casa el año pasado. El tratamiento de X * fue totalmente inaceptable. La duquesa parece decidida a tener siempre a alguien en la mira. intimidando a Y y tratando de socavar su confianza. Hemos recibido informes tras informes de personas que han sido testigos de un comportamiento inaceptable hacia Y. "
El correo electrónico, que también expresaba preocupación por el estrés que estaba experimentando Samantha Cohen, la secretaria privada de la pareja, concluía: "Pregunté si la política del hogar sobre acoso e intimidación se aplica a los directores".
Si bien el Sr. Case apoyó "muy personalmente" a los miembros individuales del personal, el Sr. Knauf expresó su preocupación en el correo electrónico de que "no se hará nada". El palacio ahora está llevando a cabo una investigación, después de haber sido criticado por no actuar antes.
No fue hasta un mes después que se informó que Melissa Toubati, la ex asistente de la duquesa, había "renunciado repentinamente", apenas seis meses después de haber comenzado el trabajo. Al mes siguiente, se anunció que la Sra. Cohen no permanecería en el cargo después de que naciera el bebé de los Sussex.
Aparentemente, la pareja estaba "furiosa" por los informes de su alta rotación de personal, acumulando más presión sobre su equipo de relaciones públicas para "tratar de convertir los titulares negativos en positivos".
Según un ex empleado: "Lo que la gente no entiende es que el odio de Harry hacia los medios de comunicación es probablemente una de las cosas más importantes de su vida. Es determinante para él. Así que la narrativa es siempre: es culpa de la prensa, nunca de ellos. "
Esa Navidad, los Sussex fueron fotografiados una vez más junto a los Cambridges el 25 de diciembre, pero optaron por quedarse con la Reina en la "casa principal" en lugar de Anmer Hall.
Se produjo después de una incómoda fiesta de Navidad para el personal en la que "se prohibió toda mención del nombre de Melissa", según un informante de la realeza. "Era como si nunca hubiera existido". A algunos empleados les resultó difícil conciliar la conducta errática de la pareja con momentos de bondad genuina, como cuando Meghan compraba flores o incluso joyas a las mujeres del personal.
Las relaciones se rompen
Para el Año Nuevo, las relaciones dentro del Palacio de Kensington se habían "roto irremediablemente", y el príncipe Harry ya no hablaba con el Sr. Knauf después de que no logró persuadirlo de que retirara la denuncia contra su esposa. Los abogados de los Sussex niegan que haya tenido lugar tal conversación.
Fuentes cercanas a la pareja dicen que la Sra. Toubati, a quien se le pidió que firmara un acuerdo de no divulgación, fue despedida por mala conducta, y señalaron que ninguno de los miembros del personal presentó sus propias quejas a Recursos Humanos. Los amigos de la Sra. Toubati niegan que haya sido despedida por mala conducta.
Con Harry y Meghan ya operando en un silo, y consultando cada vez más al equipo de asesores de la duquesa de EE. UU. En lugar de a los funcionarios del palacio, una división de los dos hogares en el Palacio de Kensington parecía una inevitabilidad.
Fue aproximadamente en el momento en que la pareja se mudó a Frogmore Cottage en Windsor en marzo de 2019 cuando Amy Pickerill se convirtió en la tercera del personal de la duquesa en dejar su cargo, habiendo sido su secretaria privada adjunta desde noviembre de 2017.
Knauf también renunció para trabajar como asesor principal del duque y la duquesa de Cambridge. Ahora es director ejecutivo de la Fundación Real de Cambridges. Sus amigos dicen que "lamenta amargamente" no haber advertido a Sara Latham, quien fue nombrada directora de comunicaciones de los Sussex en abril de 2019, de lo difícil que podría ser trabajar para la pareja.
Jonathan Knauf renunció para trabajar como asesor principal del duque y la duquesa de Cambridge.
Jonathan Knauf renunció para trabajar como asesor principal del duque y la duquesa de Cambridge CRÉDITO : Dominic Lipinski / PA Archive
La suprema de relaciones públicas estadounidense, que solía asesorar a los Clinton, rápidamente resolvió esto por sí misma cuando la pareja insistió en mantener el secreto sobre el nacimiento de su hijo Archie el 6 de mayo, mientras trataba de maximizar la cobertura global.
Casi al mismo tiempo, se afirmó falsamente que a la duquesa se le había impedido hacer una entrevista con la presentadora de CBS Gayle King, amiga cercana de la Sra. Winfrey. De hecho, los conocedores dicen que "la duquesa estuvo tomando decisiones en todo momento".
Se produjo después de que Meghan asistiera a un baby shower de alto perfil en Nueva York con Serena Williams y Amal Clooney, sin estar acompañada por ningún oficial de prensa del palacio. Las preocupaciones surgieron detrás de las puertas del palacio cuando comenzaron a llegar obsequios al Mark Hotel de Nueva York, lo que provocó consternación en el personal en el Reino Unido que tuvo que luchar con las estrictas reglas de la familia real sobre regalos.
Después de haber generado controversia durante todo el verano de 2019 por rechazar la invitación de la reina a Balmoral y tomar cuatro jets privados en 11 días, las relaciones con los medios de comunicación estaban en su punto más bajo al comienzo de la gira de Sussex en septiembre por África.
Los asistentes reales se quedaron estupefactos cuando lo que había sido un viaje sorprendentemente exitoso de 10 días con Archie se vio ensombrecido por la entrevista de Meghan con Bradby, en la que reveló las "luchas" que había enfrentado para adaptarse a la vida en la familia real.
Meghan, duquesa de Sussex, es entrevistada por Tom Bradby de ITV.
La duquesa alarmó a los conocedores del palacio al contarle a Tom Bradby sus 'luchas' como parte de la familia real
Los miedos de Duke por su esposa
Se produjo cuando Harry lanzó un ataque a la prensa sensacionalista cuando la pareja anunció que demandarían al Mail on Sunday por la publicación de una carta que Meghan le había escrito a su padre.
En una declaración muy personal y mordaz, Harry dijo que algunos periódicos la habían "vilipendiado casi a diario durante los últimos nueve meses" y afirmaron que habían publicado "mentira tras mentira" a expensas de Meghan simplemente porque estaba fuera de la vista del público durante la licencia de maternidad.
Refiriéndose a su madre Diana, princesa de Gales, quien murió en un accidente automovilístico en París mientras era perseguida por los paparazzi, el duque dijo: "Aunque esta acción puede no ser la segura, es la correcta. Porque mi temor más profundo es la historia se repite. Perdí a mi madre y ahora veo a mi esposa caer víctima de las mismas fuerzas poderosas ".
La entrevista marcó la pauta para su anuncio de enero de 2020 de que "darían un paso atrás como miembros de la realeza" para volverse "financieramente independientes".
Mientras el mundo se reúne para ver el evento televisivo real más esperado desde la entrevista de Diana en Panorama en 1995, los espectadores decidirán qué versión de la historia representa la verdad.
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Uf
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Yo creo que el coro debería denunciarla por racismo
Así es, amiga, la escena woke suele atraer a su alrededor narcisistas y acomplejados con aires de grandeza, con quienes resuenan el mantra de mirarse el ombligo, preocuparse de am i ok (es lo único de lo que se preocupan), creerse toda la mandanga de prosperar y llevar el individualismo a la máxima expresión. Lo peor es que ciertas pseudoterapias bajo el manto woke acaban tratando personalidades lábiles como la del señorito Markle, falto de criterio para volver a poner los pies en el suelo y darse cuenta de lo desconectado que vive de la realidad.
Hay que reconocer que defender ahora mismo a la Markle, si no te importa el tipo de publicidad que recibas, puede darte tu minuto de gloria
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Bingazo prima! Como dirían por aquí: el que nunca ha tenido y llega a tener, loco se quiere volver.”
Pero bueno, que los defensores de Meghan le aprovechen, será la mayor relevancia mediática que tendrán en sus vidas, porque de la lista a no rozarán ni la c!
Lo que podría explicarnos de paso este muchacho es por qué Meghan entró tan feliz a esa familia arcaica, tóxica, desvergonzada y todo lo demás....
Sí... muy silenciada...
Fueron a una visita de 15 minutos en una zona de mucha pobreza, para un proyecto de ONU Mujeres, en algún momento se vió que MeMa furiosa siseó y le dijo algo a la asistente de muy mala manera aunque sigilosa y en 6 minutos estaba fuera de ahí.
Un reportero informa que después vió a la asistente bañada en lágrimas en el vehículo que las había transportado.
Las señoras de la zona habían esperado largo tiempo por ella.
En su momento se habló de que le había incomodado el mal olor, calor y la humedad que había en el lugar. O sea, no quería ir a una zona pobre en malas condiciones.
Lo que dice el artículo es que al parecer se molestó porque había identificación de ONU Mujeres y ella no quería nada que se identificara con algo que no fuera ella. Sus abogados por supuesto lo niegan, alegando que posteriormente tuvo una reunión con ONU Mujeres.
El uniforme de las señoras tiene el logo de Onu Mujeres.
Muchísimas gracias por el relato.
Es increíble la cantidad de metidas de pata d la individual y siempre humillando al personal
Hola @salve , no te había respondido porque no había entrado hoy pero veo que @Princess Kate ya te respondió con la amabilidad que la caracteriza y con muchos y mejores detalles que los que yo habría podido proporcionar.
Respuesta de Princess Kate
Hola @tseuG
Ya leí la explicación de @PrincessKate. De todos modos aprovecho para mandarte un saludo.
Me gustan mucho tus comentarios en el foro.
El amigo supongo no vió la entrevista del compromiso, ella estaba encantada de entrar a la familia que nunca tuvo, contando que todos la trataban maravilloso y que estaba súper preparada para lo que venía.
Silenciada??? Como si tuviera cosas interesantes que decir, destila puro veneno y mala leche.
Recuerdo comentarios de la forera Cleopatra, que decía: éstos quieren una corte paralela y mira...
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Deja el rostro, el pelo, uno lo tiene casi sobre los ojos y el la otra el inicio del pelo está casi a la altura de las orejas
