De cada 20 cosas que dice se inventa 19.
Se le nota perfectamente, incluso en la forma de hablar; el lenguaje corporal no engaña y su boca puede decir misa, que sus gestos le venden. De ahí que cuando empezaba con sus peroratas vendemotos yo me partiese el culo. Si eres mentiroso compulsivo, al menos aprende a hacerlo bien.