Que alguien le diga a Kate que abusa de esas diademas horribles.
No seré yo la que se lo diga, que a mí, que no me gusta nada llevar el pelo por la cara, me encantan.
Y, aunque abusase de ellas, al menos lo hace con un cierto estilo; todavía está a años luz de las diademas naftalinadas de la “mujer a una diadema pegada” que no es otra que la Princesa Cristina de Borbón-Dos Sicilias.