Aimar, si alguna vez acabas en esta deep web, un consejito: eres muy pesao, relájate, disfruta, sé más humilde... Pero tanta repelencia no, de verdad que no gusta.
Esa repelencia es el sello de la casa, tanto su padre como su madre son repelentes y muy marisabiondilllos, pero de medio pelo, ahí no nos engañan. Su pasado es otro: ella es una choni y él un tonto a las 3.
Ahora los roles que han adoptado son otros, son doctores liendres, más ella que él de cara a la galería, pero en la intimidad tiene pinta de ser el Papafrita mucho más repelentix que ninguno , así que el hijo mayor tiene unos espejos en los que reflejarse que dan verdadero asco
Pobre chaval tener esos “padrazos” en los que apoyarse y guiarse.