Felipe VI habla a la nación. 3 de octubre 2017.

El País

El Rey llama al Estado a restaurar el orden constitucional en Cataluña


El Rey, en un momento de su mensaje. EFE
MIQUEL ALBEROLA

Madrid 1307
En una alocución excepcional ante la situación de emergencia en Cataluña, Felipe VI ha acusado a la Generalitat de "deslealtad inadmisible" y de situarse al margen del derecho y la democracia. El monarca también ha tenido palabras para los catalanes contrarios a las últimas decisiones de su Gobierno: "No estáis solos, tenéis nuestra solidaridad y la garantía del Estado de Derecho"
 
Si, es indudable que de aquellas lluvias vienen estos lodos,si estoy completamente de acuerdo contigo @El karma ,que todo se ha hecho rematadamente mal para llegar hasta aquí, pero yo vuelvo a repetir,llegados a este punto,tendremos que respetar la autoridad y legalidad vigente para poder solucionar aplicando el diálogo dentro de un marco constitucional,porque de lo contrario tendremos terreno de juego y partido pero no habrá reglamento,y eso es menos democracia que "aguantar" un poco más a quién ha elegido la mayoría aunque fuese hace 40 años.
Voy a desconectar el foro por hoy porque también necesito desconectar .
Por eso si no contesto más no es que no tenga en cuenta mensaje,lo haré mañana.
Saludos a todos ,a veces es un placer y muy edificante poder discutir sin problemas,gracias por la parte que te toca
Saludos Carlex....
Un gusto...
 
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Alberto Garzón
Sobre el discurso del jefe de Estado
3 Octubre, 2017
Acabo de escuchar el discurso del ciudadano Felipe de Borbón. No negaré que esperaba un discurso equilibrado y medido que pudiera contribuir a solucionar el conflicto. Conozco personalmente al jefe de Estado. He conversado con él en varias ocasiones y sé que piensa las cosas antes de hablar. Hoy, sin embargo, me temo que le han asesorado sus enemigos. Su discurso ha sido lamentable, y su tono antipático y hostil. No ha estado a la altura del momento político. En vez de puentes, el jefe de Estado ha puesto un frontón que alimenta la tensión y el conflicto tanto en España como en Catalunya.

Atravesamos una grave crisis de Estado, y en Catalunya existe un problema político que se ha gestado a lo largo de muchos años. Millones de personas se han movilizado en Catalunya para demandar una votación sobre su futuro. El 80% de la sociedad catalana suscribe esa reivindicación, incluso para votar NO a la independencia como haríamos las gentes de Izquierda Unida. Estos son hechos que no se pueden ignorar. Pero hoy el ciudadano Felipe de Borbón no ha hecho ni una sola mención a ello. Se ha limitado a replicar el discurso del corrupto presidente del Gobierno, el señor Mariano Rajoy, cuya posición es absolutamente insostenible. Ningún problema político de esta naturaleza puede resolverse a golpes contra miles de personas pacíficas. Ningún problema político puede resolverse sólo con jueces o policías. Sólo el diálogo y el entendimiento es el camino.

Sin embargo, el Jefe de Estado no ha pronunciado ni una vez la palabra diálogo. Tampoco ha dicho nada sobre los más de 800 heridos del 1 de octubre. Mucho menos sobre la inmensa movilización pacífica del 3 de octubre, o de todas las precedentes. Ha tomado la peor decisión de todas en estos momentos: ignorar la existencia de un conflicto político haciendo creer que es un simple problema de orden público. Se ha enrocado y, envolviéndose en una Constitución que ya no representa a toda la sociedad, se ha puesto en la primera línea del bloque reaccionario. Irresponsable actitud que, hay que insistir, se ha acompañado de un tono bronco e indeseable para estos momentos.

El discurso de hoy alienta la confrontación y aleja una solución democrática y pacífica que otros y otras seguiremos defendiendo con todas nuestras fuerzas. El ciudadano Felipe de Borbón está preparando el terreno para una intervención durísima contra Catalunya por parte del Gobierno más corrupto de toda la Unión Europea. ¿Cuándo entenderán que eso no va a solucionar absolutamente nada?

La monarquía es una institución anacrónica. Y si no es parte de la solución, es parte del problema. Los que queremos una solución responsable y negociada no estamos representados en las palabras y actitud del actual Jefe de Estado. Y hoy, con más argumentos que nunca, decimos: ¡Viva la República!

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