Se puede decir más alto, pero no más claro.Por cierto, me atrae bastante tu lenguaje entre coloquial y costumbrista con destellos de un nihilismo derivado de un Albert Camus (1913-1960), el autor de "La Peste" o "El Extranjero", por ejemplo. Un saludo,Así nos luce el pelo en la soleada Ejpañistán, donde la ética y la moral evidentemente eran verdes y se las comió un-a burro-a. Todo quisque deseando que la hermana, el hijo, la hija, la madre, o la prima de Albacete de el braguetazo, con un príncipe blue, un presidente de comunidad autonómica, un alcalde de pedanía etc, y así medrar, beneficiarse del enchufe, del "ud. no sabe quien soy yo" y vivir del contribuyente sin dar un palo al agua. Como dijo Buda, cuando le salió a pagar la declaración de Hacienda Semos Tos menos los Royals y royals putativos, ¡Manda cohones, yo emigro al Tibet!