Hilo lingüístico de Cotilleando

La verdad es que sí, que a veces la RAE sorprende con sus decisiones. Lo que sucede es que los que nos dedicamos a esto necesitamos unas referencias, no podemos ir por libre. Es como lo de las leyes, que nos pueden parecer injustas pero tenemos que cumplirlas. Y eso los abogados, fiscales, jueces, etc. lo tienen más claro aún porque a ello se deben. Pues con la lengua sucede igual. Yo no puedo decirle a un alumno que tiene que acentuar los pronombres demostrativos si luego resulta que la RAE admite (incluso aconseja) que no se acentúen. Como tampoco puedo prohibirle el uso de "presidenta" si aparece en el DRAE.
Nosotros (me refiero sobre todo a los que nos dedicamos a la enseñanza de la lengua, sea cual sea) necesitamos normas. Sé que resulta antipático, pero hay que entenderlo: si no fuese así, nos veríamos obligados a aceptar auténticas barbaridades. Porque podemos empezar negándonos a usar "presidenta" y podemos acabar escribiendo "haver", por ejemplo.
No sé si me explico.
 
Me ha venido otra palabreja que me pone negra.
Decir "estadío" cuando se refieren a una fase o período de algo.
Por ejemplo: en el estadío 4 de la enfermedad........
Supongo que dejan el "estadio" para jugar al fútbol, y el "estadío" para el resto:ROFLMAO:


Etapa es mas fácil, creo.
Etapa 2, 3 en vez de estadío .
 
El gran Balbín
Publicado por Rafael Cerro Merinero el oct 9, 2015

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Una seguidora me pide que tuitee con menos palabras para que ella y otros puedan entenderme. Como la chiquilla es simpática y despierta, en lugar de bloquearla le hago ver que ése no es el camino. Le comento que, cuando alguno de mis columnistas de referencia utiliza un léxico que desconozco, busco inmediatamente en el diccionario la palabra en cuestión y le agradezco a él que me haya puesto en el camino del hallazgo. Pero creo que se lo explico con torpeza, porque ella se ofende y, cada vez más cabreada, me exige que estreche mi horquilla léxica. Cuando me quedo solo (algo muy difícil en la era de las redes sociales) argumento contra mí mismo dentro de mi cráneo: Lázaro Carreter nos enseñó que hablante culto no era quien dominaba el habla de la clase culta, sino el que resultaba capaz de cambiar de registro para hacerse entender por todos. Pero sigo pensando que no debo cambiar mi manera de escribir en la red social. Y que ella es libre de dejar de seguirme. Le hago saber esto por otra vía, en privado y amablemente, y desaparezco de su vida. Yo no voy a enrasar por abajo. No debo llenar mis artículos de cultismos, pero es muy sano que mis tuits inciten a algunos a acudir al diccionario de vez en cuando. Como la falta de empatía es el deporte nacional, ella no hace ningún esfuerzo por entender que su exigencia podría haber sido banal para otro, pero para mí es un torpedo que ha impactado en el medio de la línea de flotación de mi ataraxia. La llamada población civil parece manejar menos vocabulario cada vez.

Analepsis. Años ochenta de otro siglo: soy adolescente. Trabajo para José Luis Balbín, una fuerza de la naturaleza capaz de hablar en antena durante catorce minutos de Albania; no hay ordenador ni teletipos. Me alegro de que Balbín no estrechase su horquilla léxica…o quizá no me enteré de que realmente sí lo estaba haciendo. Además de un sabio, Balbín era un hedonista que gustaba de divertirse como nadie y sabía cómo hacerlo. Tenía un particular concepto del tiempo y a veces llegaba tarde a su propio programa de radio, pero compensaba esperar a que apareciera: era el mejor orador del periodismo español junto con García, que iba por otro camino porque había creado su propio registro. Éramos pipiolos con forma de redactor y José Luis Balbín nos repetía su frase “yo ya conozco a suficiente gente”. Mi seguidora de Twitter está cabreadísima porque cree que soy un amigo cercano que, al poner terreno entre los dos, le ha hecho una judiada, esa palabra denostada por los políticamente correctos. Pero la verdad es que jamás nos hemos visto. El problema de Facebook es que la gente llega a creer que tiene tres mil amigos, cuando algunos pensamos que a los amigos hay que conocerlos antes. Los poetas trascendentales han proliferado en la Red precisamente; en cuanto defecan uno de sus poemas malos, se quedan con los diecinueve fans que han pulsado ‘me gusta’ y no con los dos mil que, por prudencia, no han respondido calificando su bazofia. Soy alérgico a Facebook porque es una avalancha de mediocridad y de “Fijaos: hoy voy a hacer croquetas”, pero tengo entendido que la compañía va a arreglar el problema de los poetas intensos añadiendo la tecla poco diplomática ‘no me gusta’. Las redes constituyen una oportunidad maravillosa para no abusar de la palabra sagrada amigo e ir seleccionando bien a nuestros interlocutores.

En cuanto a hablar con más o menos vocabulario, se reduce al dilema entre transitar por la vida caminando mirando al cielo o hacerlo mirando al suelo.

@rafaelcerro
Tasmania, gracias por traer estos artículos, que gusto encontrar periodistas que aún gozan nuestro idioma, y lo tratan con respeto al utilizarlo como instrumento de comunicación parándose a buscar la palabra adecuada, formar la frase correcta, en lugar de usarlo como un fastidioso vehículo para transmitir con la mayor brevedad posible nuestras ideas brillantes, aunque para ello mutilemos palabras o pasemos de las tildes.

Por cierto, creo que el Sr. Cerro Merinero (¿de verdad es éste su apellido?:eek: Porque anda que no da jueguito…) si se fija en la datación de sus artículos se estirará de los pocos pelos que aún le queden…:sneaky:

++Publicado por Rafael Cerro Merinero el oct 9, 2015++
 
Última edición:
Son casos distintos.
En el caso de "hada", el artículo es "el" porque la palabra (el sustantivo) empieza por "a" tónica. En el caso de "harina", el artículo es "la" porque comienza por "a" átona.
Otros ejemplos: "EL Agua", "LA atmÓsfera".
He tomado cumplida nota, Carolino. Justamente hace un tiempo le pasé un texto a mi marido para que lo leyera y me preguntó por qué ‘el aya’ se escribía ‘el’ y no ‘la’ siendo ‘aya’ femenino. No le pude dar una explicación ‘técnica’ como la que tú has escrito porque no sabía la razón detrás de esta alteración en el género del artículo. Simplemente apunté que habían unos cuantos casos así y que imagino habría que saberlos, como el verbo 'caber' y su cambio a 'cupo', es como es y ya. Le dí estos mismos ejemplos de ‘el ama’, ‘el agua’, ‘el hada’ porque no pude ‘razonarlo'. Ahora he ido a buscarlo y le he comentado lo de la ‘a’ átona o tónica y ya podemos dormir tranquilos…uf, es que ésto era un sinvivir…;)
 
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Nexo.jpg

Nexo de unión
Publicado por Rafael Cerro Merinero el ago 20, 2015

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Resulta fácil que uno esté formulando muchas repeticiones innecesarias sin darse cuenta. En los medios de comunicación, los principales difusores del lenguaje español de mala calidad, está a la orden del día el pleonasmo “nexo de unión”. Un nexo es precisamente un lazo, de modo que la segunda parte del sintagma sobra: todos los nexos son de unión. También resulta curioso eso de la “cita previa”. Si una cita es un señalamiento para verse, resulta obvio que hay que fijarlas por adelantado. Uno de los tópicos de las páginas de crónica negra es “brutal paliza”, que parece sugerir que también las hay suaves. En español de América sonaría casi poético: “una dulce golpiza”.

Las connotaciones del pleonasmo o repetición en demasía no son siempre negativas. La segunda acepción del término en el Diccionario de la Academia habla precisamente de eso: “Demasía o redundancia viciosa de palabras”, pero la primera hace referencia a una figura retórica que utiliza vocablos que resultan innecesarios para que la oración tenga sentido completo, pero que añaden expresividad: “Lo vi con mis propios ojos”. Otras veces escribimos que un coche bomba voló “por los aires” o decimos “me lo sé de memoria”. Es verdad que también existen las expresiones “me lo sé de pe a pa”, “me lo sé de carrerilla” o “me lo sé, pero lo tengo cogido con alfileres”. Pero también es cierto que el lugar de alojamiento del conocimiento es siempre la memoria.

Leyendo ésto: “Lo vi con mis propios ojos” me ha venido a la mente (otro pleonasmo, pues en la mente ha estado siempre, lo ‘he recordado’ imagino es más correcto pero no suena tan poético) unas expresiones arcaicas muy bonitas:“lo vieron éstos mis ojos” y "enfrente destos mis ojos":love:

Y en esta línea de los ojos nunca falla el acordarme de la niña del ‘Cantar de Mío Cid’, que además viene muy a cuento porque imagino que éste es el primer ejemplo de pleonasmo en su primera acepción del que tenemos registro:

"No os osaríamos abrir ni acoger por nada;
si no, perderíamos los bienes y las casas,
y aún además los ojos de las caras."

Que acaba con la preciosa frase:

"Cid, con nuestro mal vos no ganáis nada,"
 
apartamento o departamento, no apartamiento


Apartamento y departamento son palabras sinónimas.

En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como estas: «Nicole Kidman vende su apartamento» o «Intentan robar en un departamento de Cristina Kirchner».

Ambas son frases perfectamente adecuadas, ya que, tal como señala el Diccionario panhispánico de dudas, tantoapartamento como departamento pueden designar una ‘vivienda independiente en un edificio de pisos’. En España se prefiere apartamento, en gran parte de América, departamento.

Por el contrario, no resulta apropiado emplear en este sentido apartamiento, que significa ‘acción y efecto de apartarse’: «El funcionario denunció amenazas telefónicas, que motivaron el apartamiento preventivo de la brigada».
 
Coma-y-punto.jpg

Coma y punto

Publicado por Rafael Cerro Merinero el jul 27, 2015

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Tiempo ha que alguien que estaba a un paso de diplomarse en Magisterio me contó cómo sus compañeros se habían levantado contra las comas en conato de sedición. Le hicieron saber a la profesora que no estaban dispuestos a arruinar sus currículos académicos por nimiedades como la ortografía y ella respondió al estilo español. O sea: dándoles un aprobado general al modo de la autoridad que rinde armas ante cualquiera que utilice la violencia o esté indignado. A diferencia de lo que ocurre en otros países, aquí se entiende que para estar cabreado con lo que hace alguien no hace falta encontrarse previamente orgulloso de lo que uno mismo ha conseguido. Ni siquiera tener razón en el cabreo. Vivimos en una sociedad de derechos sin obligaciones, de modo que para alcanzar la indignación basta con la aversión al poder o a los discrepantes y sobra cualquier componente de crítica constructiva. Exigir este último sería como pedirle al sindicalista que, antes de ponerse a repartir la riqueza, colaborase a crearla.

Antaño, coma significó crin. Hoy, se entiende que para formar a nuestros pequeñuelos en materia de Lengua serviría un caballo. Daría igual que el équido supiera o no lo que es la virgulilla, el trazo formado precisamente a semejanza de la coma y que corona la letra eñe.

Casi todos los jovenzuelos de aquella promoción que cito consiguieron su diploma y supongo que ahora andan deformando alumnos por España: la maestra les dio el aprobado general porque estaban en último curso sin ninguna posibilidad ya de formarse en ortografía. Ésta es una sociedad que puede describir oralmente lo que le ha ocurrido el día anterior, pero no tiene la menor idea de cómo escribirlo con corrección. Años después entrevisté en la radio a un sindicalista que me explicó que quería que, en la comunidad de Madrid, pesasen mucho más los puntos adquiridos por antigüedad que los cosechados por el mérito en el examen. Muy español: ésa es la mejor manera de no tener nunca dando clases a los que saben dónde se colocan las comas y una muralla prácticamente infranqueable para los jóvenes valores bien formados. Si sacas una notaza en el examen pero no sumas puntos por añejo, no serás profesor.

La coma es un signo ortográfico que, situado al pie de algunas palabras, desempeña tareas de secundaria importancia como conferir sentido a las frases o permitirnos llevar oxígeno a nuestros bronquiolos para que sigamos viviendo. La locución española sin faltar una coma significa con exactitud ocon textualidad. Pero algunos escritores la desprecian: salpimentan las comas al azar sobre el texto desde drones o las asperjan con difusores giratorios como los que riegan el césped cuando nos marchamos de la piscina. O, sencillamente, han prescindido de ellas. Ojalá sean sólo los alumnos preadolescentes los que ya no saben utilizar la coma, pero creo que ha llegado el momento de examinar también los textos de sus maestros.

:LOL::LOL:Me encanta el humor de este escritor:
"La coma es un signo ortográfico que, situado al pie de algunas palabras, desempeña tareas de secundaria importancia como conferir sentido a las frases o permitirnos llevar oxígeno a nuestros bronquiolos para que sigamos viviendo."
 
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Gazapos

Publicado por Rafael Cerro Merinero el jun 8, 2015

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“Bajando” en moto a Jerez descubrí un cartel glorioso. Estaba en la obra de azulejos de los aseos de un bar de carretera, en los que había urinarios de pie pero no retretes. Rezaba así: “Proibido cagar”. Tal cual; sin hache y, además, poesía pura. Pero el propietario sólo había intentado defenderse; alguien había dejado su huella y parte de su personalidad en algún urinario vertical.

UniCo, la Unión de Correctores, emprendió tiempo ha una cacería de gazapos con resultados verdaderamente divertidos. En un reportaje de viajes descubrió, hace muchos años, una cita de la conocida ciudad de Bucarezt. Además, UniCo capturó piezas tan valiosas como anuncios de paella mista y de rebuelto de ajetes (escrito sin hache por milagro), seguramente igual de sabroso. Tan rico como el habla del animal de bellota que lo había escrito. El cartel de un banco contiene una palabra no menos impactante en un anuncio de cuentas nómina: elije, impresa en el lujoso póster a todo color. Leemos la palabra garage por todas partes, lo mismo que la voz carnecería.

La cacería emprendida por los correctores se sumó a las fotografías enviadas por profesionales de toda España, en las que se podía leer desde una suprimida zona de hora, con ‘h’, hasta la prohibición de pecnortar que figura en un bar de carretera, y que debe de querer decir algo así como dormir mirando hacia el norte. Pecnortar es similar, por la creatividad de quien la engendró, a preveer, curiosa mixtura que combina los verbos prever y proveer y que seguramente significa abastecer de algo con antelación.

Otros vicios son el de omitir las tildes en los rótulos escritos en mayúsculas, que sí deben acentuarse, y el de escribir sustantivos comunes que empiezan por mayúscula en medio de las frases: “Madrid recicla todo tipo de Vidrio”.

Los epitafios también son terreno fértil para el cazador de gazapos. UniCo descubrió una lápida datada en 1847 que rezaba “Aquí descanzan las frías cenisas de doña Francisca”. La buena mujer lleva ciento sesenta y cinco años revolviéndose en su tumba.
Cuando hiva al istintuto (señor, k felisidá a ver dejado esa estadio mas patras) pasaba asin caminando por alante dun sitio con una oja de papel pegada con cello en la puerta y escrito en rrotulador k decia “se bende pan”. Sera el treintaydos aniversario pos ya, y toda via me en recuerdo…

Y haora k vibo en la frontera con unos 60% de ananfabetimo pos boy aser afotos de cada cartel que veo…el storage de my phone va estar full in zree dais…

(juro que he tardado cinco minutos en escribir estas dos frases y estoy hasta sudando ¡¡¡que esfuerzo, madreciiiita!!!)
 
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