A veces aunque queramos mucho a los nuestros hay que ver sus límites y esta mujer no esta preparada para organizar actos oficiales que no es lo mismo que eventos, es una pena porque en conjunto han sido celebraciones descafeinadas.
Las nuevas incorporaciones a las casas reales no entienden que estas instituciones a pesar de parecer caducas y lo son en muchos aspectos si les quitas el relumbrón si los normalizas pierden gran parte del encantom ineterés y atracción que provocan en el público
Y si hay algo que entendieron Rainier y Grace (y que los de UK tienen siglos sabiéndolo) es lo que comentas de la necesidad del relumbrón.
Un principado mínimo y hacen boato por todo. Se asoman al balcón a ver una banda marcial y la actitud de todos es como si estuviesen viendo un conciero maravilloso. Usan trajes ceremoniales (los hombres) y las mujeres visten de firma para cualquier inauguración.
El Principado instala un banco de plaza y allí van los príncipes a inaugurar.
Albert ha tratado de mantener ese nivel, pero lamentablemente la esposa que eligió (por las razones que sea) no está a por la labor de acompañarlo en esa tarea.
Le queda su hermana mayor y los hijos de ella, quienes ya se han distanciado bastante del principado.
Y Stephanie parece asumir que puede ir a todas partes vestida como si estuviese viendo TV en el sofá de su casa. Y ya se vio con la organización de estos eventos, que le puso el mismo entusiasmo.
De verdad que espero que las celebraciones de Grace nos den más que ver.