Demuestra que no se quiere mirar al espejo y que ha tirado la toalla ahora que ya definitivamente no es ni nunca será la protagonista de entre las princesas monegasca.Se critica mucho a Carolina por su físico, pero prefiero mil veces su cara llena de arrugas que las que se operan la cara y se dejan irreconocibles.
Sería preferible que hubiese envejecido mejor, pero ya que sus genes no son buenos o que sus hábitos de vida le han pasado factura (sol, fumar, beber), prefiero que esté envejecida y reconocible a que se toque la cara.
Demuestra seguridad y, a pesar de haber sido una de las mujeres más guapas del mundo, tiene suficiente personalidad para exhibir sus años sin vergüenza o complejo.
Tal vez el hecho de que sufriera en su vida tantas pérdidas tempranas le haya hecho valorar la fortuna de poder envejecer. Después de todo ni su madre pudo disfrutar de ser abuela ni Stefano pudo llegar a envejecer.
Después de Stefano tuvo varios novios y se volvió a casar. Y sus hijos, al contrario que ella y su hermana sus padres, no le han dado continuos quebraderos de cabeza.
Las persona que han sido siempre cuidadosas con su imagen y su cuidado personal , no se deja arrollar estrepitosamente por los años como las dos hermanas Grimaldi.
Han pasado de ser las protagonistas de la función tantos años a ser meros bultos en el escenario y no lo han llevado nada bien.
En la ahora princesa Beatriz de Holanda es normal sus arrugas, tiene la edad que tiene y está disfrutando tranquilamente de su jubilación tras una vida entera en primera línea.
Carolina no ha hecho otra cosa en su vida que salir en las revistas por sus romances o rupturas de esos romances, no se le conocen inquietudes personales o profesionales fuera de elegir vestido para las galas monegasca y ahora solo es la hermana mayor del monarca reinante como lo era la tía Charlotte pero empeñada en competir con su cuñada Grace hasta que desapareció definitivamente de escena porqye ya no era su película y si la de Grace y sus hijos. Lo mismo que ahora lo es de Charlene y sus hijos
Demasiado sol, demasiado tabaco demasidos hombres equivocados y ya definitivamente fuera del papel protagonista al que estaba tan acostumbrada.
No debe ser fácil renunciar a ser el objeto de los focos de la primera línea pero tampoco justifica ese manifiesto abandono y desinterés por sí misma.