El vestido no es feo pero le queda grande, y no pega ni con cola con los taconazos. Yo creo que es un vestido apropiado para, por ejemplo, pasear por Palma con unas sandalias o alpargatas, pero no lo veo para un acto institucional. Yo sigo alucinando, y no salgo del alucine de cómo es posible que siempre parezca que va disfrazada, no sé; para mí es un misterio.