Por favor, un merecidísimo reconocimiento a esta señora, que pese a no haber dormido y haber tenido que ir a que le pinchasen urbasón, ha sacado fuerzas de flaqueza, y, haciendo gala de una inconmensurable fuerza de voluntad, ha ido a hacerse las uñas. Lo de hacer deporte, mejor lo comentamos en otro capítulo.