Si tienes razón en lo que dices, pero estamos hablando de niñatos que publican un libro y que se enfadan cuando les hacen la mínima crítica (por muy constructiva que sea).No me quiero imaginar cuando tuviera que entregar un trabajo en el colegio o en el instituto. Y si lo pensamos así, es lo mismo.
Tú haces un trabajo, por ejemplo, hablas de La Guerra de los Cien Años para historia. Haces el trabajo, le dedicas mucho tiempo y cariño y lo miras miles de veces y dices: está perfecto.
Luego se lo lees a tus padres, y te dicen: a mí me gusta, me parece muy completo.
Algunos de tus amigos han hecho otros trabajos para historia, y el tuyo les gusta mucho.
Luego se lo entregas al profesor, y te lo corrige. Te dice que le faltan cosas, y que además, hay cosas que sobran y que podrías haber omitido. Y te pone, por ejemplo, un 6, cuando tú crees que mínimo merecías un 9.
Hay varias opciones: poner al profesor a parir porque te ha puesto un 6 cuando merecías un 9 (lo que hacen muchas, muchas personas). Luego, ver tus errores e intentar mejorarlos para la próxima. O simplemente pasar, no aprender nada y no aceptar que lo que en tu cabeza es perfecto, en realidad no lo es.
No sé si me explico.