Estoy totalmente de acuerdo contigo.
Digo yo que si está con ella algo le aportará, porque si no mal vamos.
Cuando empezaron era prácticamente una niña que pasó de estar con sus amigas de farra, estudiando, etc. a casarse y llevar una vida totalmente casera con una persona muchísimo más mayor que seguramente tendrá inquietudes e intereses muy diferentes a las de ella. Al principio eso puede estar muy bien porque aprendes, te enriqueces con sus experiencias, conoces gente que con tu edad probablemente no conocerías... Creo que al final, la diferencia de edad es tan abismal (ya no por la diferencia en sí, sino por lo joven que es ella) que fuerzas la madurez para estar “a la altura”, pero no eres lo suficientemente madura, no porque seas tonta, sino por edad. Antes ponía un ejemplo una prima de que se la imaginaba en una reunión de socios de la empresa con un cuaderno y bolis y rotuladores fosforitos y me ha parecido muy buena metáfora.
Y si a no haber vivido lo que toca por edad le sumas una hija, mucha exposición pública y una pandemia, crisis existencial total
