Es que yo no le veo sentido a hacer un vestido de tela tan gruesa sin mangas... no puedo metérmelo en la cabeza. Es como si te pones un bañador de franela, o como esos jersey de cuello vuelto sin mangas y otros sinsentidos de la moda. Ese conjunto, que es muy bonito, es para no quitarte el abrigo, para un acto al aire libre en invierno o en una fría iglesia, como aquella vez que se lo puso en el santuario de Caravaca, que creo que es cuando lo entregó. El vestido solo no es apropiado para ponertelo en ninguna época del año. Por otro lado, el largo, por encima de la rodilla está muy pasado de moda, como muestran las dos señoras de atrás. perfectamente vestidas y adecuadas a las que no se les puede poner ninguna pega a su atuendo. Para el día de hoy, cuando lleva el abrigo sobre los hombros la veo mejor que sin el. Con todo le pongo un aprobado, un cinco. Y una mención especial al atrevido traje de cuadros del señor más joven.Este no es un atuendo para casi diciembre ni para una entrega de premios. Le quitas el abrigo y pierde todo.
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