El primer vestido blanco no me gustó nada: cursi, relamido y fuera de lugar,pero al lado de los pantalones para pescar fanecas con los que se subió al avión y el nudo gordiano-letiziero habitual en un abrigo aceptable en otra persona ,junto con las botas que hubieran hecho las delicias de un capitán de los Tercios de Flandes,podría haber sido peor.Las medias brilla-brilli son para estrangularse con ellas antes de ponérselas voluntariamente ,y ya los zapatronchos pitón -putón con tachuelas de bargueño del s.XVII y el zobre a juego-que yo creí durmiendo el sueño de los justos ,aunque solo fuese por senectud,ingenua de mí- es para que te sangren los ojos, el alma y el bolsillo, que a fin de cuentas ,es el que subvenciona a este despropósito malencarado y con nulas habilidades sociales.
Los tocados ,sombreros y demás apaños en la cabeza : le quedan básicamente mal porque no tiene estilo para llevarlos ,y además los elige su enemigo más acérrimo( que es ella). A lo que se ha plantado en la cabeza le pasa lo mismo que el que llevó.. a Japón ,sí (qué le habrán hecho los cuitados): aquel parecía un sujetador sin hombreras y con relleno que le habían tirado desde un cuarto piso (como muy bien se dijo en este foro) con más mala leche que la de un anarquista descerebrado, y este además parece que forma parte del atrezzo desechado por el Tropicana por viejuno y apolillado.El remate es llevarlo con esas melenas de Cristo viejo sueltas y lamidas por una vaca.Y es que las melenas ,a cierta edad, las lleva quien puede, no quien quiere.Y aunque ella se vea como Elle MacPherson ,yo las distingo perfectamente.Ejem. El vestido tampoco me entusiasma ,pero le tapa los brazos-los antebrazos no, no nos subamos a la parra- y no es minifaldero.Todo un despiste por su parte ,alabados sean los dioses.
Las capas ,o mejor dicho herreruelos : sólo le faltaba la tizona y la vizcaína para parecer un matasiete del S. diecisiete ( y es que a un tonto cuando le da por algo, o se acaba el tonto ,o se acaba el algo) : aparte de que con el frío que debe hacer en Estocolmo , estaría dando un recital no solicitado por los Royals suecos de castañuelas con los dientes (blancos ,eso sí,aunque tengan difícil acomodo en la quijada) ,eso de llevar un pellejo a la altura de la rabadilla, que si no es dacha ,lo parece ,queda muy cutrecasposo, además de ser feo de coj*nes.
Las tiaras en general y la Buena en particular: no es que le queden mal ,es lo siguiente.Tiene la cabeza como una aceituna (rellena de hueso) y esos joyones la hacen aún más diminuta.La única que se podía salvar es la helénica ,que es de Marisofi y se la va a pasar cuando meen las gallinas o un poco después.La de Franco ,(sea o no de juja) también tiene un pase ,siempre que se peine más ó menos y no le dé por hacerse una fuente de rulos como María Luísa de Parma (aunque ella se encuentre más parecido con Paulina Bonaparte),pero con la rusa el otro día parecía que se había puesto un frutero barroco de la vajilla de palacio ,y con la buena ya parece directamente que le han incrustado una araña del Salón de Columnas de la que sobresalen esos híbridos entre alas de gallina vigoréxica y ancas de rana conservadas en formol que ella tanto se empeña en enseñar y entrenar duramente, en especial cuando hay cena de gala.Además de las pechugas también gallináceas, ciertamente.
Su segundo marido como siempre: tan expresivo como un ficus a veces y otras ,con faz doliente.Eso sí, por él sí que pasó la "más alta ocasión que vieron los siglos" .Parece coetáneo de Don Miguel de Cervantes y veterano de Lepanto.Qué viejo está este chico !!! Lástima,porque lo único que tenía es presencia ,hasta que abrió la boca, claro .El único interés que suscita es saber si por fin se habrá lavado los dientes.El día que se repartió el carisma él estaba de vacaciones privadas.
Los tocados ,sombreros y demás apaños en la cabeza : le quedan básicamente mal porque no tiene estilo para llevarlos ,y además los elige su enemigo más acérrimo( que es ella). A lo que se ha plantado en la cabeza le pasa lo mismo que el que llevó.. a Japón ,sí (qué le habrán hecho los cuitados): aquel parecía un sujetador sin hombreras y con relleno que le habían tirado desde un cuarto piso (como muy bien se dijo en este foro) con más mala leche que la de un anarquista descerebrado, y este además parece que forma parte del atrezzo desechado por el Tropicana por viejuno y apolillado.El remate es llevarlo con esas melenas de Cristo viejo sueltas y lamidas por una vaca.Y es que las melenas ,a cierta edad, las lleva quien puede, no quien quiere.Y aunque ella se vea como Elle MacPherson ,yo las distingo perfectamente.Ejem. El vestido tampoco me entusiasma ,pero le tapa los brazos-los antebrazos no, no nos subamos a la parra- y no es minifaldero.Todo un despiste por su parte ,alabados sean los dioses.
Las capas ,o mejor dicho herreruelos : sólo le faltaba la tizona y la vizcaína para parecer un matasiete del S. diecisiete ( y es que a un tonto cuando le da por algo, o se acaba el tonto ,o se acaba el algo) : aparte de que con el frío que debe hacer en Estocolmo , estaría dando un recital no solicitado por los Royals suecos de castañuelas con los dientes (blancos ,eso sí,aunque tengan difícil acomodo en la quijada) ,eso de llevar un pellejo a la altura de la rabadilla, que si no es dacha ,lo parece ,queda muy cutrecasposo, además de ser feo de coj*nes.
Las tiaras en general y la Buena en particular: no es que le queden mal ,es lo siguiente.Tiene la cabeza como una aceituna (rellena de hueso) y esos joyones la hacen aún más diminuta.La única que se podía salvar es la helénica ,que es de Marisofi y se la va a pasar cuando meen las gallinas o un poco después.La de Franco ,(sea o no de juja) también tiene un pase ,siempre que se peine más ó menos y no le dé por hacerse una fuente de rulos como María Luísa de Parma (aunque ella se encuentre más parecido con Paulina Bonaparte),pero con la rusa el otro día parecía que se había puesto un frutero barroco de la vajilla de palacio ,y con la buena ya parece directamente que le han incrustado una araña del Salón de Columnas de la que sobresalen esos híbridos entre alas de gallina vigoréxica y ancas de rana conservadas en formol que ella tanto se empeña en enseñar y entrenar duramente, en especial cuando hay cena de gala.Además de las pechugas también gallináceas, ciertamente.
Su segundo marido como siempre: tan expresivo como un ficus a veces y otras ,con faz doliente.Eso sí, por él sí que pasó la "más alta ocasión que vieron los siglos" .Parece coetáneo de Don Miguel de Cervantes y veterano de Lepanto.Qué viejo está este chico !!! Lástima,porque lo único que tenía es presencia ,hasta que abrió la boca, claro .El único interés que suscita es saber si por fin se habrá lavado los dientes.El día que se repartió el carisma él estaba de vacaciones privadas.
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