Puidge encima se permite el lujo de dar consejos de moda y estilo. Y la pobre es la antítesis de ello.
Con el mismo flequillo de hace 30 años. El pelo recto sin gracia, sin corte bonito.
Siempre va con pitillos del Primark o leggins y blusones vaporosos horrorosos para tapar culete y caderas. Y de ahí no sale. Pero ella toda seria y llena de razón nos da clases de vestir bien y como combinar colores.
Con el mismo flequillo de hace 30 años. El pelo recto sin gracia, sin corte bonito.
Siempre va con pitillos del Primark o leggins y blusones vaporosos horrorosos para tapar culete y caderas. Y de ahí no sale. Pero ella toda seria y llena de razón nos da clases de vestir bien y como combinar colores.