ROBAN UNA DE LAS GRANDES (Y MÁS ESPECTACULARES) TIARAS BRITÁNICAS
TIEMPO DE LECTURA: 3 MINUTOS
La tiara Portland la elaboró Cartier en 1902 con diamantes históricos para la duquesa Winifred. Su nuera la llevó en la coronación de la reina Isabel II. Ahora, ha desaparecido.
POR A. S.
24 DE NOVIEMBRE DE 2018 · 18:46
© D. R.
MÁS SOBRE
CARTIER
JOYAS
ISABEL II
TIARA
Los ladrones entraron en el museo, abrieron la vitrina blindada donde permanecía custodiada la preciosa y valiosísima tiara de diamantes encargada a Cartier a principios del siglo pasado y la cogieron. Aprovechando el momento y que la alarma no paraba de sonar se llevaron también un broche de diamantes que antes habían formado parte de misma tiara y que estaba expuesto en el mismo lugar. Con el jugoso botín, desaparecieron.
Esto, más o menos, fue lo que ocurrió el martes por la noche en la galería Harley de Welbeck, al este de Liverpool, entre las 9.45 y las diez de la noche, cuando ya hacía horas que había cerrado al público, calculan los investigadores que recaban todas las pistas posibles para dar con los ladrones y poder recuperar una de las grandes joyas británicas, tal y como ha revelado Richard Edgcumbe curador de joyería en el Victoria and Albert Museum de Londres.
Ha contado a The Mirror que la tiara Portland es desde que Cartier la elaboró en 1902 usando diamantes de las colecciones históricas de los duques de Portland “una joya de importancia suprema, diseño soberbio y magníficamente ejecutada”.
La pieza central es un diamante del siglo XIX flanqueado por otros dos diamantes importantes en forma de gota y otros más pequeños engastados en oro y plata.
El sexto duque de Portland la encargó para su esposa, la duquesa Winifred, que la lució en la coronación del rey Eduardo VII en 1902 como uno de los momentos de mayor trascendencia pública, pero la tiara le encantaba a la duquesa y la usaba con frecuencia. Una de aquellas veces la diadema sufrió un curioso percance. El duque esperaba a la duquesa mientras esta se vestía para asistir a una cena de gala y decidió descansar unos instantes, tal y como se recoge en el libro Tiaras: una historia de esplendor de Geoffrey Munn, sentándose en un sillón. Al verle hacer el gesto, tanto la duquesa como la ciada e incluso él mismo, gritaron: habían dejado la joya en el sillón antes de finalizar el peinado de la duquesa. La diadema se rompió en pedazos y algunos de los diamantes se incrustaron en el trasero del duque. Aun así, la pieza ahora desaparecida sobrevivió y pasó a la siguiente duquesa, la nuera de Winifred, Ivy, que la usó en otro gran momento de la historia de la realeza británica: en la coronación de la reina Isabel II en 1953.
La coronación de Eduardo VII y la reina Alexandra pintada por Laurits Tuxen.© ROYAL COLLECTION TRUST
Ella misma fue la encargada de crear la galería con carácter benéfico en 1978 donde depositó esta tiara y otros valiosos tesoros de la casa Portland.
Los agentes siguen la pista a un Audi S5 plateado y solicitan la colaboración ciudadana para tratar de dar con él y resolver uno robo que aunque de terribles consecuencias es mucho menos espectacular que el sucedido el verano pasado en la ciudad sueca de Strängnäs cuando por los ladrones se llevaron varias joyas de la corona guardadas en la catedral situada junto a un lago mientras el templo estaba abierto al público y huyeron en una lancha a toda velocidad. No por estar cerrado el museo y haber sido perpetrado en coche es menos dramático para los británicos. La exposición de la Colección Portland permanecerá cerrada hasta nuevo aviso: “Estamos profundamente tristes por el robo”, lamentan los responsables de la galería a través de su web.
https://www.revistavanityfair.es/re...tier-robo-duquesa-winifred-reina-isabel/34859
TIEMPO DE LECTURA: 3 MINUTOS
La tiara Portland la elaboró Cartier en 1902 con diamantes históricos para la duquesa Winifred. Su nuera la llevó en la coronación de la reina Isabel II. Ahora, ha desaparecido.
POR A. S.
24 DE NOVIEMBRE DE 2018 · 18:46
© D. R.
MÁS SOBRE
CARTIER
JOYAS
ISABEL II
TIARA
Los ladrones entraron en el museo, abrieron la vitrina blindada donde permanecía custodiada la preciosa y valiosísima tiara de diamantes encargada a Cartier a principios del siglo pasado y la cogieron. Aprovechando el momento y que la alarma no paraba de sonar se llevaron también un broche de diamantes que antes habían formado parte de misma tiara y que estaba expuesto en el mismo lugar. Con el jugoso botín, desaparecieron.
Esto, más o menos, fue lo que ocurrió el martes por la noche en la galería Harley de Welbeck, al este de Liverpool, entre las 9.45 y las diez de la noche, cuando ya hacía horas que había cerrado al público, calculan los investigadores que recaban todas las pistas posibles para dar con los ladrones y poder recuperar una de las grandes joyas británicas, tal y como ha revelado Richard Edgcumbe curador de joyería en el Victoria and Albert Museum de Londres.
Ha contado a The Mirror que la tiara Portland es desde que Cartier la elaboró en 1902 usando diamantes de las colecciones históricas de los duques de Portland “una joya de importancia suprema, diseño soberbio y magníficamente ejecutada”.
La pieza central es un diamante del siglo XIX flanqueado por otros dos diamantes importantes en forma de gota y otros más pequeños engastados en oro y plata.
El sexto duque de Portland la encargó para su esposa, la duquesa Winifred, que la lució en la coronación del rey Eduardo VII en 1902 como uno de los momentos de mayor trascendencia pública, pero la tiara le encantaba a la duquesa y la usaba con frecuencia. Una de aquellas veces la diadema sufrió un curioso percance. El duque esperaba a la duquesa mientras esta se vestía para asistir a una cena de gala y decidió descansar unos instantes, tal y como se recoge en el libro Tiaras: una historia de esplendor de Geoffrey Munn, sentándose en un sillón. Al verle hacer el gesto, tanto la duquesa como la ciada e incluso él mismo, gritaron: habían dejado la joya en el sillón antes de finalizar el peinado de la duquesa. La diadema se rompió en pedazos y algunos de los diamantes se incrustaron en el trasero del duque. Aun así, la pieza ahora desaparecida sobrevivió y pasó a la siguiente duquesa, la nuera de Winifred, Ivy, que la usó en otro gran momento de la historia de la realeza británica: en la coronación de la reina Isabel II en 1953.
La coronación de Eduardo VII y la reina Alexandra pintada por Laurits Tuxen.© ROYAL COLLECTION TRUST
Ella misma fue la encargada de crear la galería con carácter benéfico en 1978 donde depositó esta tiara y otros valiosos tesoros de la casa Portland.
Los agentes siguen la pista a un Audi S5 plateado y solicitan la colaboración ciudadana para tratar de dar con él y resolver uno robo que aunque de terribles consecuencias es mucho menos espectacular que el sucedido el verano pasado en la ciudad sueca de Strängnäs cuando por los ladrones se llevaron varias joyas de la corona guardadas en la catedral situada junto a un lago mientras el templo estaba abierto al público y huyeron en una lancha a toda velocidad. No por estar cerrado el museo y haber sido perpetrado en coche es menos dramático para los británicos. La exposición de la Colección Portland permanecerá cerrada hasta nuevo aviso: “Estamos profundamente tristes por el robo”, lamentan los responsables de la galería a través de su web.
https://www.revistavanityfair.es/re...tier-robo-duquesa-winifred-reina-isabel/34859