Farmacología

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Nortriptilina (antidepresivo): usos y efectos secundarios
Este antidepresivo tricíclico combate los síntomas de tipo depresivo.
por Isabel Rovira Salvador
Este fármaco se administra oralmente.


Los avances en la investigación farmacológica hacen posible la creación de fármacos más efectivos y, además, con menos efectos secundarios. Lo que facilita mucho más el tratamiento e intervención de todo tipo de afecciones, incluyendo las alteraciones o trastornos mentales.

Este es el caso de la nortriptilina, un antidepresivo tricíclico de segunda generación que, a diferencia de sus predecesores de primera generación como la amitriptilina. Posee considerablemente menos efectos colaterales o secundarios indeseados.

¿Qué es la nortriptilina?
La nortriptilina es un fármaco antidepresivo comercializado bajo los nombres de Pamelor y Aventil, aunque este último ya no se encuentra disponible en el mercado. Este antedrepreviso, que se encuentra catalogado dentro de la categoría de los antidepresivos tricíclicos, fue lanzado al mercado 1963 para el tratamiento de la depresión.

No obstante, la nortriptilina posee otros usos autorizados, además de la depresión clínica, entre los cuales se encuentran la enuresis nocturna, el dolor crónico, la migraña y la labilidad afectiva en algunos trastornos neurológicos.

A nivel químico, la nortriptilina es considerada como un antidepresivo tricíclico de segunda generación, puesto que se trata del principal metabolito activo de la amitriptilina, un agente antidepresivo tricíclico de primera generación.

Concretamente, se trata del metabolito N-desmetilo de la amitriptilina y al igual que esta, su mecanismo de acción consiste en la inhibición de la recaptación de serotonina y norepinefrina, lo que mejora las conexiones sinápticas que se realizan a través de estos neurotransmisores.

La principal diferencia existente entre la nortriptilina y su predecesor, la amitriptilina, es que la primera inhibe preferentemente la recaptación de norepinefrina sobre serotonina, mientras que la amitriptilina funciona de manera contraria.

Como consecuencia, la nortriptilina posee menos efectos secundarios anticolinérgicos como la sequedad bucal, el estreñimientos y la visión borrosa. También tiene menos efectos relacionados con los antihistamínicos (sedación y aumento de peso, adrenérgicos (hipotensión ortostática) y cardiotóxicos (tóxicos que interfieren con los ritmos cardíacos normales); si los comparamos con los antidepresivos tricíclicos de primera generación más antiguos.

¿Cuándo se usa este antidepresivo?
Además de ser uno de los tratamientos de elección para la depresión clínica, la cual se caracteriza por ocasionar en el paciente sentimientos de angustia y tristeza agudos acompañados de una baja autoestima, en algunos países la nortriptilina también es utilizada para la intervención de la enuresis nocturna. Ahora bien, en este caso los ciclos de tratamiento no puede durar más de tres meses.

Asimismo, aunque sea de manera no específica, este antidepresivo tricíclico de segunda generación también es recetado en ciertos casos de trastorno de pánico, en el síndrome del intestino irritable, como profilaxis de la migraña y el dolor crónico, y en el trastorno de la articulación temporomandibular.

Finalmente, a pesar de que la Administración americana de alimentos y medicamentos (FDA) todavía no ha aprobado la nortriptilina como fármaco para el tratamiento del dolor neuropático. Numerosos ensayos controlados y aleatorios, han demostrado la eficacia de la nortriptilina para el tratamiento de esta afección, tanto en personas deprimidas como en personas sin este diagnóstico.

¿Cuál es la forma de administración?
La nortriptilina se comercializa en dos formatos distintos: envasada en forma de cápsulas y en solución líquida, ambas para el consumo por vía oral. Habitualmente, se recomienda una dosis diaria, tomada a la misma hora y, si es posible, acompañada de algún alimento.


No obstante, estas son solamente unas indicaciones generales. Por lo que el paciente deberá seguir al pie de la letra las instrucciones dadas por el profesional médico o farmacéutico; a los cuales deberá consultar en el caso de tener cualquier tipo de duda acerca del tratamiento.

Debido a que se trata de una medicación psiquiátrica, es muy posible que el tratamiento se inicie de manera gradual. Comenzando por una dosis más baja la cual se irá incrementando progresivamente.

Independientemente de si el paciente se encuentra bien, no siente ninguna mejoría o padece algún tipo de efecto secundario, no podrá modificar por su cuenta la dosis de nortriptilina. La alteración o interrupción repentina del tratamiento puede provocar una serie de síntomas relacionados con la abstinencia, entre los cuales se encuentran dolor de cabeza, náuseas y sensación de debilidad.

¿Qué efectos secundarios posee?
Durante el tratamiento con nortriptilina, el paciente puede experimentar un conjunto de efectos secundarios que, dependiendo de la intensidad y la duración de estos, pueden llegar a resultar un poco molestos. No obstante, esto no tiene porque ser una señal de alarma y, a pesar de su aparición, el paciente no debe interrumpir el tratamiento sin consultar antes con su médico. En el caso de la nortriptilina, los efectos secundarios pueden dividirse en efectos secundarios no graves o graves.

1. Efectos secundarios no graves
A pesar de que estos efectos secundarios suelen disminuir y desaparecer con el tiempo, si se vuelven graves o molestos, es recomendable consultar con el médico para poder reajustar la dosis. Entre estos efectos podemos encontrar los siguientes.

  • Náuseas.
  • Somnolencia.
  • Sensación de debilidad o cansancio.
  • Sensación de excitación o ansiedad.
  • Pesadillas.
  • Sequedad bucal.
  • Cambios en el apetito.
  • Estreñimiento.
  • Problemas en la micción.
  • Aumento de necesidad de orinar.
  • Visión borrosa.
  • Aumento de la sudoración.
  • Alteraciones en la capacidad y deseo sexual.
2. Efectos secundarios graves
En el caso de que el paciente perciba o experimente alguno de los siguientes efectos, deberá acudir a su médico de manera lo más inmediata posible.

  • Fiebre.
  • Alteraciones en el ritmo cardiaco.
  • Espasmos musculares en mandíbula, cuello y espalda.
  • Lentitud y dificultades en el habla.
  • Arrastrar lo pies al caminar.
  • Temblores incontrolables en algunas partes del cuerpo.
  • Problemas para tragar o respirar.
  • Alteraciones cutáneas como sarpullidos, erupciones o coloración amarillenta de la piel.
  • Coloración amarillenta de los ojos.
¿Qué precauciones se deben tomar durante su consumo?
Antes de iniciar el tratamiento con nortriptilina el paciente deberá poner en conocimiento del médico cualquier alergia o condición especial de salud en la que se encuentre, sobre todo esta se encuentra relacionada con algún ataque o alteración cardiaca.

De la misma manera, también deberá informar de si encuentra tomando cualquier otro tipo de medicación, con o sin receta, especialmente en el caso de los tratamientos con inhibidores de la monoaminooxidasa (MAO).

Entre estos tratamientos que pueden generar interferencias en los efectos y la eficacia de la nortriptilina, también se incluyen cualquier tipo de suplemento vitamínico y complejos e hierbas naturales.

En cuanto a las pacientes embarazadas, se desaconseja la administración de nortriptilina en épocas de embarazo y lactancia, por lo que es necesario informar al profesional médico en el caso de estar embarazada o planear estarlo.

Finalmente, debido a los efectos sedantes, la nortriptilina puede provocar sensación de somnolencia por lo aquellos pacientes que en su rutina diaria se incluya la conducción o el manejo de maquinaria pesada deberán prestar especial atención a estos síntomas y, en la medida de lo posible, cesar estas actividades durante el tratamiento.


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Isabel Rovira Salvador

Psicóloga Sanitaria y Sexóloga | Redactora en Psicología y Mente

Isabel Rovira Salvador (Valencia, 1989) es Licenciada en Psicología por la Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas, descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de Valencia.

Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Barcelona.

Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado “Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de las relaciones personales y sobre la sexualidad.

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Vilazodona (antidepresivo) usos y efectos secundarios
Este fármaco se utiliza básicamente para intervenir farmacológicamente en síntomas de la depresión.
por Isabel Rovira Salvador
Un fármaco de reciente creación usado en el tratamiento de la depresión.


Una de las características de los tratamientos farmacológicos es que estos no siempre actúan de la misma manera en todos los pacientes. De ahí la necesidad de poseer una gran variedad de medicamentos que se puedan ajustar a las necesidades específicas de cada persona.

En el caso de los antidepresivos, la vilazodona es uno de los fármacos que se incluyen dentro del amplio abanico de medicamentosexistentes para combatir la depresión. En este artículo analizaremos sus características, forma de administración, posibles efectos secundarios y precauciones que se deben tomar durante su consumo.

¿Qué es la vilazodona?
La vilazodona, conocida comercialmente bajo el nombre de Viibryd, es un fármaco antidepresivo desarrollado y comercializado en Estados Unidos desde el año 2011, momento en el que fue aprobado por la Administración americana de alimentos y medicamentos (FDA).

Este medicamento, aprobado para su uso en el tratamiento del trastorno depresivo mayor, se caracteriza por ser una combinación de un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina(ISRS), un agonista parcial de los receptores serotonina, y la buspirona, un agente ansiolítico que potencia los efectos del ISRS.

La vilazodona funciona al ayudar a restaurar el equilibrio de una serie de sustancias cerebrales, entre ellas aumentando la cantidad de serotonina de nuestro cerebro. Como consecuencia, este medicamento antidepresivo favorece el mantenimiento del equilibrio mental.

De la misma manera, algunos de los principales efectos que la vilazodona ejerce sobre la salud mental de la persona incluyen la mejoría en el estado de ánimo, favorece la regulación y mejoría de los ciclos de sueño, aumenta el apetito y los niveles de energía y, finalmente, puede ayudar a restaurar el interés de la persona por las actividades de su vida diaria.

Finalmente, los estudios acerca de la efectividad de este fármaco no han mostrado resultados que favorezcan a la vilazodona frente otro tipo de antidepresivos; por lo que su administración o prescripción está sujeta a las preferencias del profesional que la recete.

¿En qué casos se administra?
Tal y como se menciona en el punto anterior, la vilazodona es utilizada como uno de los fármacos de elección para el tratamiento de la depresión mayor y síndromes depresivos. Estos trastornos se caracterizan por ser alteraciones psicológicas o mentales en las que la persona experimenta sentimientos negativos y de tristeza de manera permanente y aguda.

En un gran número de ocasiones, los síntomas emocionales de la depresión se acompañan de una baja autoestima, de una disminución o pérdida del interés por aquellas actividades o tareas que anteriormente resultaban estimulantes o atractivas, una disminución de la energía y sensación de fatiga constante y, finalmente, experimentación de dolores físicos sin causa aparente tales como dolores gástricos.

Los trastornos depresivos, así como aquellos síndromes o afecciones con sintomatología depresiva, pueden llegar a convertirse en un obstáculo para el día a día del paciente, generando interferencias en sus actividades diarias, modificando sus rutinas, así como sus hábitos alimenticios, ciclos de sueño y salud en general. Si no se trata, la sintomatología puede agravarse hasta el extremo de que, entre un 2 y un 7% de las personas con depresión llegan a recurrir al su***dio como forma de acabar con el sufrimiento experimentado.

¿Cómo se administra?
La vilazodona se comercializa en formato tableta para su administración por vía oral. La dosis habitual de este fármaco es de un comprimido al día, ingerido siempre a la misma hora y preferiblemente acompañado de comida.

No obstante, esto se trata de recomendaciones generales de administración. Habitualmente, el profesional médico ajustará la dosis de tratamiento a las necesidades del paciente, el cual deberá seguir al pie de la letra las indicaciones de este. Esto significa que bajo ningún concepto el paciente podrá modificar la dosis de vilazodona recomendada, ni por exceso ni por defecto.


Debido a que la vilazodona pertenece a la categoría de medicación psiquiátrica, es muy posible que el tratamiento de inicie de manera gradual, comenzando con dosis más reducidas las cuales se van aumentando según pasan las primeras semanas de tratamiento.

Los efectos de la vilazodona pueden tardar hasta ocho semanas en ser percibidos por lo paciente, por lo que, tanto si este no experimenta mejoría como si percibe algún efecto secundario, el paciente nunca deberá dejar de tomar la medicación o alterar la dosis sin consultar antes con su médico. Las consecuencias asociadas a la retirada brusca de la vilazodona pueden incluir dolores de cabeza graves, alteraciones del estado de ánimo, fuertes arranques de ira, vértigos, agitación, aumento de la sudoración o episodios convulsivos, entre muchos otros.

¿Qué efectos secundarios presenta?
Al igual que ocurre con cualquier tipo de medicación, tanto psiquiátrica como de otra índole, la administración de vilazodona puede acarrear una serie de efectos secundarios no deseados que, según la intensidad y duración con la que se experimentes, pueden llegar a ser sustancialmente molestos.

Los efectos secundarios de la vilazodona pueden clasificarse entre aquellos que no son considerados como graves, por lo que no requieren atención médica inmediata y aquellos otros, de mayor gravedad, en los que sí resulta necesario consultar al médico de manera urgente.

1. Efectos secundarios no graves
Los efectos secundarios de menor gravedad son los siguientes.

  • Mareos.
  • Sequedad bucal.
  • Aumento del apetito.
  • Gases y flatulencias.
  • Acidez estomacal.
  • Sensación de dolor u hormigueo en manos o pies.
  • Dolor articular.
  • Sacudidas o temblores incontrolables.
  • Sueños de contenido extraño.
  • Alteraciones en el deseo y la capacidad sexual.
2. Efectos secundarios graves
Entre los efectos secundarios de la vilazodona que tienen una mayor gravedad, destacan los siguientes.

  • Alteraciones cutáneas como sarpullidos, urticarias o manchas en la piel.
  • Inflamación.
  • Problemas respiratorios.
  • Desvanecimientos y pérdidas del conocimiento.
  • Convulsiones.
  • Fiebre.
  • Alteraciones cardíacas como latidos rápidos e irregulares.
  • Rigidez muscular intensa.
  • Diarrea.
  • Náuseas y/o vómitos.
  • Sangrado nasal.
  • Sangrados o moretones sin causa aparente.
  • Alucinaciones.
  • Cefaleas.
  • Problemas de memoria, concentración o coordinación.
  • Debilidad muscular.
  • Movimientos torpes y caídas.
¿Qué precauciones se deben tomar con su consumo?
Es necesario que, antes de iniciar el tratamiento de vilazodona, el paciente informe al profesional médico de cualquier condición especial de salud en la que se encuentre, así como el consumo de cualquier otro tipo de fármaco, con o sin receta. Esta precaución es especialmente importante en los casos de tratamientos con inhibidores de la monoaminooxidasa (MAO).

Además, el paciente también deberá poner en conocimiento del especialista si este sufre de alguna alergia o de si se encuentra tomando cualquier tipo de suplemento vitamínico o complejos de hierbas naturales, ya que estos pueden provocar interferencias con la acción de la vilazodona.

Por lo que respecta a pacientes embarazadas o que planean un embarazo durante el tiempo de dura el tratamiento, se desaconseja la administración de vilazodona en estos momentos, sobre todo en los últimos meses de embarazo, puesto que se ha demostrado que puede provocar problemas en los recién nacidos.

Finalmente, la vilazodona puede ocasionar sensación de somnolencia, por lo aquellos pacientes que en su rutina diaria se incluya la conducción o manejo de maquinaria pesada deberán prestar especial atención a estos síntomas y, en la medida de lo posible, cesar estas actividades durante el tratamiento.


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Isabel Rovira Salvador

Psicóloga Sanitaria y Sexóloga | Redactora en Psicología y Mente

Isabel Rovira Salvador (Valencia, 1989) es Licenciada en Psicología por la Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas, descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de Valencia.

Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Barcelona.

Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado “Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de las relaciones personales y sobre la sexualidad.
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Donepezilo: usos, características y efectos de este fármaco
Este medicamento es usado principalmente en casos de pacientes con Alzheimer.
por Isabel Rovira Salvador
Un medicamento con efectos en la regulación de acetilcolina. Wikimedia Commons.


Debido a la gran cantidad de síntomas y la naturaleza gradual de estos, las enfermedades neurodegenerativas resultan prácticamente imposibles de frenar o de curar. Sin embargo, en la actualidad, existen fármacos que posibilitan la mejora de las funciones, otorgando al paciente mayor autonomía y, en consecuencia, mayor calidad de vida.

Es el caso del donepezilo, un fármaco recetado en el tratamiento de la enfermedad del Alzheimer que, a pesar no conseguir la remisión de los síntomas, favorece la mejora de funciones psicológicas tales como la memoria, la capacidad de comunicación e, incluso, la movilidad.

¿Que es el donepezilo?
El donepezilo, conocido comercialmente bajo el nombre de Aricept, es un fármaco perteneciente a los llamados inhibidores de la colinesterasa y administrado para el tratamiento paliativo de la enfermedad de Alzheimer.

Los principales efectos que este fármaco ejerce sobre el paciente con Alzheimer están relacionados con la mejora de las funciones mentales. Sus efectos sobre la cognición y el comportamiento de los pacientes son notables, mejorando funciones como la memoria, la atención, la interacción con otras personas, el habla y la capacidad de raciocinio.

No obstante, a pesar de estas mejoras en donepezilo no ralentiza la progresión de la enfermedad ni puede ser considerado una cura para el Alzheimer, sino que es utilizado como un medicamento paliativo que mejore en nivel de dependencia y la calidad de vida de los pacientes.

La investigación que tuvo como fruto el desarrollo del donepezilo se inició en el año 1983, pero no fue hasta 1996 cuando recibió la aprobación de la Administración americana de alimentos y medicamentos (FDA). Tras catorce años, el donepezilo comenzó a ser comercializado por la farmacéutica Pfizer y en 2011 se convirtió en el tratamiento para la enfermedad de Alzheimer más vendido en el mundo, siendo vendido también en formato genérico.

¿En qué casos se utiliza?
Tal y como se comenta anteriormente, el donepezilo se administra en la mayoría de los casos para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Esta afección ocasiona una destrucción o degeneración neuronal progresiva que afecta tanto a los procesos de memoria como a la capacidad de razonar, aprender, hablar o realizar un gran número de actividades diarias.

Además, este fármaco también puede ser administrado para el tratamiento de cierto tipo de demencias en las que las capacidades que posibilitan el recuerdo, el raciocinio, la comunicación, así como la estabilidad emocional y la personalidad se ven afectadas.

No obstante, como se especifica anteriormente, todavía no hay evidencias de que el donepezilo altera el curso o la progresión de la enfermedad de Alzheimer. Se recomienda la administración de este medicamento en demencias de leves a moderadas pero en cualquiera de los casos la persona debe ser sometida a revisiones y seguimiento contínuo, así como a una terapia psicológica que acompañe a los efectos de la medicación.

¿Cuál es su mecanismo de acción?
El principio activo del donepezilo se une y paraliza la acción de colinesterasas de manera irreversible, inhibiendo así la hidrólisis de la acetilcolina. Como resultado, el donepezilo aumenta las concentraciones de acetilcolina en las sinapsis colinérgicas. Lo que favorece el correcto funcionamiento de las transmisiones neuronales.


La enfermedad de Alzheimer implica una pérdida sustancial de ciertos elementos del sistema colinérgico por lo que se hipotetiza que los síntomas de esta están relacionados con un déficit de acetilcolina, sobre todo en la corteza cerebral y otras áreas del cerebro como la formación hipocampal. Esta pérdida de neuronas colinérgicas en el sistema nervioso central genera un deterioro cognitivo que provoca los síntomas relacionados con la atención, la memoria y el aprendizaje.

¿Cómo se administra?
El donepezilo se administra en dos formatos diferentes: comprimidos y tabletas orales solubles en boca, ambas para consumir por vía oral. La dosis recomendada suele ser de un comprimido o tableta al día, consumida preferiblemente siempre a la misma hora y por la noche justo antes de acostarse. No obstante, estas son unas recomendaciones generales, por lo que el paciente deberá ceñirse siempre a las indicaciones aportadas por el profesional médico, el cual ajustará el tratamiento a cada caso concreto. Por lo tanto, en ningún caso el paciente deberá alterar por su cuenta las dosis indicadas y solamente podrá dejar de tomarlo bajo la supervisión del médico pertinente.

Es posible que el donepezilo tarde unas semanas en hacer efecto. Sin embargo, el paciente deberá continuar con su consumo. De lo contrario cabe la posibilidad de que aparezcan toda una serie de efectos adversos que perjudiquen el estado de salud de la persona.

¿Cuáles son los efectos secundarios?
Al igual que en todos los fármacos y medicamentos, el donepezilo puede generar una serie de efectos adversos que, según con el grado de intensidad en el que se presenten pueden llegar a resultar realmente molestos para el paciente.

Estas reacciones propias del tratamiento pueden dividirse en aquellos efectos secundarios que no resultan de gravedad, por lo que no siempre requieren de atención médica, y aquellos otros efectos más graves, en los cuales sí es necesario acudir a la consulta del facultativo lo antes posibles; para así ajustar la medicación.

1. Efectos secundarios no graves
  • Náuseas y/o vómitos.
  • Alteraciones gástricas como diarrea.
  • Pérdida del apetito y la consiguiente pérdida de peso.
  • Aumento de la necesidad de orinar.
  • Calambres musculares.
  • Dolor articular.
  • Sensación de cansancio y fatiga.
  • Problemas de sueño.
  • Cefaleas.
  • Mareos.
  • Sensación de nerviosismo.
  • Síntomas depresivos.
  • Confusión.
  • Alteraciones en el estado de ánimo.
  • Alteraciones cutáneas como enrojecimiento o picazón.
2. Efectos secundarios graves
Estos son los efectos secundarios que tienen que ser detectados y atendidos más rápidamente.

  • Alucinaciones.
  • Desmayos.
  • Disminución del ritmo cardiaco.
  • Dolor en el pecho.
  • Problemas respiratorios.
  • Heces más oscuras de lo habitual.
  • Sangre en las heces.
  • Vómitos con restos de sangre o con gránulos similares al café.
  • Dolor al orinar.
  • Dolor lumbar.
  • Fiebre.
  • Convulsiones.
  • Decoloración o cardenales sin justificación aparente.
¿Qué precauciones se deben adoptar con su consumo?
El paciente deberá informar a su médico de cualquier condición especial de salud en la que se encuentra, incluyendo el embarazo, tanto antes como durante el tratamiento. Además, el donepezilo debe ser administrado de manera precavida en pacientes con enfermedades cardíacas, trastornos de la conducción cardíaca, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, asma, arritmias cardíacas graves y síndrome del seno enfermo.

De la misma manera, el facultativo debe tener constancia de cualquier otro tratamiento al que se encuentre sometido el paciente. Esto incluye fármacos con o sin receta, vitaminas, suplementos nutricionales y combinados naturales de hierbas.


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Isabel Rovira Salvador

Psicóloga Sanitaria y Sexóloga | Redactora en Psicología y Mente

Isabel Rovira Salvador (Valencia, 1989) es Licenciada en Psicología por la Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas, descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de Valencia.

Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Barcelona.

Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado “Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de las relaciones personales y sobre la sexualidad.
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Viloxazina: usos y efectos secundarios de este fármaco
Este antidepresivo ha sido comercializado durante años, pero ya no se vende por sus efectos dañinos.
por Isabel Rovira Salvador
Este antidepresivo fue retirado del mercado por sus posibles efectos dañinos sobre el cerebro.

La creación de nuevos fármacos para combatir todo tipo de enfermedades y trastornos, tanto psicológicos como físicos, es un proceso dinámico en el que cualquier medicamento puede ser retirado del mercado casi tan rápidamente como fue puesto en él. Bien sea por motivos económicos o en relación a los beneficios de la empresa, como por motivos de seguridad.

Este es el caso de la viloxazina, un antidepresivo comercializado a lo largo de poco más de veinte años y del cual hablaremos a lo largo de este artículo. De la misma manera, analizaremos sus usos y su forma de administración, así como sus posibles efectos secundarios y las precauciones que debían tomar quien lo consumía.

¿Qué es la viloxazina?
La viloxacina, conocida comercialmente con los nombres de Vivalan, Emovit, Vivarint y Vicilan, era un medicamento antidepresivo cuyo principal activo era un derivado de morfolina y que se entraba categorizado dentro del grupo de los inhibidores selectivos de la recaptación de norepinefrina (ISRN).

Esta fármaco fue descubierto y lanzado al mercado en el año 1976. Durante su época de comercialización, fue utilizado como antidepresivo en un gran número de países europeos, llegado a alcanzar bastante fama debido a sus efectos estimulantes similares a los de las anfetaminas, pero sin los efectos tan adictivos o sin los signos de dependencia de estas.

A pesar de que nunca se le otorgó la aprobación de la Administración Americana de Alimentos y Medicamentos (FDA), se le concedió una designación para el tratamiento de la narcolepsia y la la cataplejía. No obstante fue retirado de los mercados de todo el mundo en el año 2002, alegando razones comerciales.

En cuanto a su forma de actuación como antidepresivo, se observó que, en modelos animales, la viloxazina, inhibe la recaptación de norepinefrina en los corazones de ratas y ratones. Por lo que respecta a la inhibición de la recaptación de la serotonina, este fármaco potenciaba las funciones cerebrales mediadas por este neurotransmisor de la misma manera que otros antidepresivos más potentes como la amitriptilina o la imipramina; no mostrando además ningún efecto anticolinérgico.

Finalmente, también se descubrió que , en ratas, regulaba de manera muy efectiva los receptores gabaérgicos de la corteza frontal de estos animales.

¿En qué casos se usaba este antidepresivo?
La Viloxazina era administrada, en algunos países europeos, como el fármaco de elección para el tratamiento de la depresión o trastorno por depresión mayor. La depresión o trastorno depresivo mayor, es una afección mental o psicológica caracterizada porque la persona que la padece experimenta un sentimiento constante y agudo de emociones negativas como la tristeza y la angustia.

A menudo, la depresión se acompaña de una baja autoestima, pérdida de interés por las actividades que habitualmente resultaban agradables o atrayentes, disminución de la energía y dolores sin causa aparente.

Mientras que en los casos más leves la depresión puede aparecer de manera intermitente, alternando períodos de depresión y períodos de estabilidad emocional. Mientras que en los más graves la persona presenta los síntomas permanentemente; incluyendo creencias faltas o incluso alucinaciones visuales o auditivas.

El trastorno depresivo mayor puede llegar a interferir notablemente y de manera negativa en el día a día del paciente; modificando sus rutinas, su hábitos alimenticios, los ciclos de sueño y su estado de salud general. El declive de la persona puede llevar a ser tan grave que entre un 2 y un 7% de las personas con depresión llegan a recurrir al su***dio como forma de eliminar el sufrimiento padecido.

¿Cómo se administraba?
La viloxazina se comercializaba en forma de comprimidos para la administración oral. Habitualmente, se recomendaba ingerir dosis diarias de entre 50 y 100 miligramos, una vez cada 8 o 12 horas y, a poder ser, acompañado de alguna comida. Además, la última dosis debía de ser ingerida, recomendablemente, antes de las 6 de la tarde.

No obstante, en los casos más graves, la dosis podía llegar a aumentarse hasta los 400 miligramos de viloxazina al día.

Es necesario especificar que, ni en este caso ni en el de ningún otro medicamento, el paciente debe alterar por su cuenta las dosis indicadas por el profesional médico, ya que estas se ajustan a las necesidades o estado del paciente. De lo contrario, existe la posibilidad de que el paciente experimente graves efectos secundarios como alteraciones bruscas del estado de ánimo, entre muchos otros síntomas.


Debido a la forma de actuación de la viloxazina, en la mayoría de los casos el tratamiento farmacológico de iniciaba de manera gradual, comenzando con dosis más bajas las cuales van aumentando según transcurren las primeras semanas de tratamiento.

Además, la viloxazina nunca debía de ser retirada de manera brusca, puesto que los efectos secundarios de esta interrupción en el consumo del medicamento podrían ocasionar síntomas propios del síndrome de abstinencia tales como cefaleas graves, aumento de la rigidez muscular, alteraciones anímicas, vértigos o mareos.

¿Cuáles eran los efectos secundarios?
Al igual que ocurre con la gran mayoría de la medicación psiquiátrica, el viloxazine también presentaba una serie de efectos secundarios que, si bien no siempre resultaban importantes o de gravedad, aparecían de manera bastante frecuente.

En la mayoría de los casos, la aparición de los efectos secundarios era debidos a una dilatación de la acción farmacológica de la medicación y afectaban sobre todo al sistema nervioso central y autónomo.

Estas reacciones adversas podían dividirse en: efectos secundarios frecuentes aparecen entre un 10 y un 25% de los casos), ocasionales (entre un 1 y 9% de los casos) y efectos secundarios raros (menos de un 1% de los casos).

1. Efectos secundarios frecuentes
Náuseas. Vómitos. Dolor de cabeza.

2. Efectos secundarios ocasionales
Estos son efectos secundarios de la viloxacina que resultan algo más raros.

  • Estreñimiento.
  • Sequedad bucal.
  • Retenciones urinarias.
  • Taquicardias.
  • Trastornos de la acomodación.
3. Efectos secundarios raros
En estos casos, extraños pero graves, el tratamiento con viloxazina debía ser suspendido de manera inmediata y siempre bajo la supervisión y vigilancia de un médico.

  • Arritmias cardíacas.
  • Hipotensión ortostática.
  • Empeoramiento de la ansiedad.
  • Agitación.
  • Somnolencia o insomnio.
  • Ataxia.
  • Confusión.
  • Temblores.
  • Parestesias.
  • Sudoración.
  • Mialgia.
  • Hipertensión leve.
  • Erupciones cutáneas.
  • Convulsiones.
  • Ictericia.
¿Qué precauciones debían tomarse durante su consumo?
Antes del inicio del tratamiento, el paciente debía de informar a su médico de cualquier condición especial de salud en la que se encontrara, sobre todo si esta incluía alteraciones cardiovasculares, epilepsias, insuficiencias hepáticas o insuficiencias renales.

De la misma manera, existen una serie de medicamentos que podían interferir con la acción de la viloxazina. Entre ellos se incluían fármacos antiepilépticos, levodopa, teofilina o el hipérico.

A pesar no haberse constatado efectos adversos del consumo de viloxazina durante el embarazo, esta sí podía ser excretada en la leche materna, por lo que era habitual recomendar no administrar este fármaco durante las últimas semanas de embarazo y durante la lactancia.

Finalmente, al igual que otros fármacos antidepresivos, la viloxazina podía provocar estados se somnolencia y confusión, por lo que se desaconsejaba la conducción de vehículos y el manejo de maquinaria pesada durante el tratamiento.


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Psicóloga Sanitaria y Sexóloga | Redactora en Psicología y Mente

Isabel Rovira Salvador (Valencia, 1989) es Licenciada en Psicología por la Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas, descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de Valencia.

Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Barcelona.

Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado “Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de las relaciones personales y sobre la sexualidad.
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¿Por qué mucha gente con esquizofrenia deja de medicarse?
Los pacientes con este diagnóstico tienen una alta probabilidad de no seguir el tratamiento.
por Oscar Castillero Mimenza
Muchas de estas causas no tienen que ver con los efectos secundarios del medicamento. Unsplash.


La esquizofrenia es un trastorno complejo, que genera graves dificultades y un elevado nivel de disfuncionalidad y sufrimiento a quienes la padecen y/o a su entorno. Esta alteración es considerada crónica y precisa de un tratamiento continuado y permanente, siendo la medicación fundamental para mantener controlados los síntomas del paciente y mantener al sujeto estable y sin brotes psicóticos.

Sin embargo, son muchas las personas con esquizofrenia que incumplen el tratamiento farmacológico prescrito a lo largo del tiempo. ¿Por qué mucha gente con esquizofrenia deja de medicarse? A lo largo de este artículo vamos a ver algunos de los motivos más frecuentes para ello.

La esquizofrenia: un trastorno considerado crónico
La esquizofrenia es un trastorno mental de tipo psicótico cuyo diagnóstico requiere la presencia durante al menos seis meses de síntomas tales como alucinaciones, delirios, alteraciones del habla (estando como mínimo uno de estos tres presente) junto a otras alteraciones como inquietud motora, catatonia, alogia o empobrecimiento del pensamiento, aplanamiento afectivo o abulia.

El padecimiento de este trastorno supone una gran alteración en el día a día de la persona, afectando a todos o casi todos los ámbitos vitales tales como la interacción personal, la pareja, el trabajo, los estudios o el ocio. Es posible que algunos de estos sujetos no sean conscientes de la presencia de alteraciones o que no las consideren como tales sino como parte de su realidad, pero por lo general supone sufrimiento tanto para gran parte de quienes la padecen como para sus familias.

Se trata de un trastorno que puede presentar muy diferentes cursos dependiendo de la persona y el tipo de sintomatología que presente. Sin embargo, estamos ante un trastorno crónico para el que no se dispone en la actualidad de una cura, centrándose el tratamiento en el control de los síntomas. Dicho tratamiento, de cara a mantener la estabilidad del paciente, requiere ser continuado a lo largo de la vida del sujeto. En gran medida, parte del bienestar que se puede llegar a gozar depende del uso de estos fármacos.

Motivos que llevan a la gente con esquizofrenia a dejar la medicación
Pese a que por norma general se pone una gran atención a dejar clara la necesidad de un tratamiento continuado, un gran porcentaje de las personas con esquizofrenia decide dejar de tomar la medicación o no se ajusta a las pautas indicadas por los médicos. De hecho, diferentes estudios indican que menos de la mitad siguen dichas pautas médicas tal y como se indica(algunos por defecto, otros por exceso). Se calcula que de entre las personas que abandonan el 25% lo hace durante los primeros diez días, la mitad al año y 75% a los dos años. ¿Por qué? A continuación indicamos una serie de motivos por los cuales es frecuente el abandono de la terapia farmacológica.

1. No conciencia de enfermedad
Uno de los motivos que pueden llevar a una persona con esquizofrenia a no tomar la medicación, especialmente en las fases iniciales tras el diagnóstico, es la ausencia de conciencia con respecto a su trastorno. No saber qué tienen o no tener capacidades para reconocer la existencia de alteraciones (por ejemplo, pacientes con deterioro cognitivo) hace que no se considere la posibilidad o necesidad de consumir fármacos.

Estos pacientes pueden tomar la medicación en un momento dado por inercia o por prescripción médica inicial, pero terminar por abandonarla al considerar que su consumo no tiene sentido.

2. Reacción de pánico o huida ante el diagnóstico
Ser diagnosticado de un trastorno mental, especialmente uno considerado crónico como la esquizofrenia, es algo muy duro y difícil de asumir. No es raro que en los momentos iniciales aparezca una negación del diagnóstico y un rechazo profundo a la idea de medicarse o tratarse, como si hacerlo supusiera aceptar que se tiene esa enfermedad. Ello puede provocar que personas diagnosticadas de este trastorno se nieguen a empezar a medicarse o que, aunque hayan empezado a hacerlo, de repente decidan dejarla. Al igual que en el caso anterior, esto es especialmente frecuente en los primeros momentos tras el diagnóstico.

3. Alteraciones producidas por el propio trastorno
En algunos pacientes, el propio trastorno puede generar el abandono de la toma de medicación. Por ejemplo, un sujeto paranoide puede empezar a ver el hecho de medicarse como una prueba de que está intentando ser envenenado o controlado externamente y reaccionar aversivamente a ello. Si bien los efectos de la medicación en principio aliviarían los síntomas psicóticos, la adquisición de tolerancia o la falta de efectividad de un medicamento en un caso concreto puede provocar que aparezca sintomatología alucinatoria que generara dicho rechazo.

4. Reactancia
Otro de los posibles motivos por los que alguien puede llegar a dejar de medicarse es su reactividad a la idea de estar obligado a tomársela. Ello puede darse en pacientes que son obligados inicialmente a tomar la medicación o bien en personas que sienten rechazo a la idea de tener que tomarse algo de por vida, reaccionando con aversión a dicha idea y propiciando que terminen por abandonar la medicación. También puede darse reactancia o incluso miedo a la idea de depender de la toma de pastillas el resto de su vida.

5. Efectos secundarios

El principal y más frecuente motivo que lleva a una persona con esquizofrenia a dejar de medicarse es la existencia de efectos secundarios provocados por la medicación. Y es que muchos de los antipsicóticos y fármacos empleados pueden generar graves molestias en quienes los utilizan, especialmente cuando hablamos de los neurolépticos clásicos. Algunos de los más habituales son la somnolencia y sedación, junto al aumento de peso.

Entre ellos podemos encontrar el surgimiento de problemas motores tales como la aparición de acatisia o inquietud motora, discinesias, movimiento incontrolables o incluso temblores de tipo parkinsoniano. En ocasiones se añaden antiparkinsonianos a la medicación a tomar precisamente por este motivo. También pueden generar síntomas de tipo sexual, como ginecomastia, galactorrea (expulsión de leche por los pechos independientemente del s*x*), amenorrea o disfunción eréctil. También pueden aparecer mareos, alteraciones gastrointestinales, taquicardias y otras alteraciones como una elevación del nivel glucémico en sangre (facilitando la aparición de diabetes). En algunos casos incluso pueden surgir problemas más peligrosos, como el síndrome neuroléptico maligno o la agranulocitosis (que pueden llegar a ser mortales).

6. Somnolencia y disminución de capacidades
Si bien forma parte de los efectos secundarios anteriormente mencionados, se ha separado este elemento debido a su gran prevalencia entre los pacientes que deciden dejar de medicarse. Y es que uno de los motivos por los que más personas deja de medicarse es la sedación que muchos de estos fármacos producen, que a su vez genera repercusiones en una gran cantidad de dominios vitales.

Aunque el fármaco puede tener los síntomas de la esquizofrenia bajo control, muchos pacientes indican tener problemas para concentrarse o rendir mentalmente, así como fatigarse y estar somnoliento durante gran parte del día. También se ha mencionado una disminución de la creatividad, de la energía y de las ganas de hacer cosas. Ello puede generar alteraciones en la vida familiar, en el ocio o en el trabajo.

6. Falta de efectividad
No todos los medicamentos funcionan igual en todos los casos, existiendo incluso la posibilidad de que algunos fármacos no presenten efectividad en el tratamiento de algunos casos o que el sujeto sea resistente a ellos. Si bien el procedimiento a seguir sería modificar la dosis o el fármaco, algunos pacientes pueden sentirse desesperanzados y abandonar el tratamiento.

7. Mejoría estable
Un motivo de que algunas personas dejen de medicarse, tanto en la esquizofrenia como en otros trastornos (por ejemplo, es común en la depresión o el trastorno bipolar), la ausencia más o menos estable de sintomatología evidente durante un periodo relativamente prolongado de tiempo. El sujeto puede pensar que ya ha superado el problema y que ha dejado de ser necesario tomar dicha medicación, habiéndose curado ya con la medicación previa. Desafortunadamente, los síntomas suelen terminar reapareciendo con el tiempo o con la presencia de estresores.

La importancia de la adherencia al tratamiento
Los motivos anteriormente descritos son múltiples y, en muchos casos, entendibles. Sin embargo, la esquizofrenia es un trastorno que genera una gran disfuncionalidad en la vida de quien la padece si no es tratada, tanto en la vida de la persona como en su entorno. Es necesario emplear un tratamiento continuado a lo largo del tiempo. Se hace imprescindible para los profesionales que traten a los pacientes con este trastorno realizar psicoeducación para el paciente y su entorno, explicando su funcionamiento, la necesidad de medicarse y presentan una elevada adherencia al tratamiento, los riesgos de no hacerlo y dar espacio a la expresión de miedos, dudas, pensamientos, sentimientos y preguntas.

Si un fármaco no fuera efectivo o tuviera efectos secundarios muy graves es posible buscar diferentes alternativas y sustancias que puedan sustituirla. También se dispone de presentaciones depot intramusculares que hace que muchos sujetos no tengan que tomar medicación de forma frecuente (cosa que solucionaría una aversión a un consumo de fármacos frecuente o al olvido real de las dosis y necesidad de tomar la medicación), e incluso algunos preparados como el palmitato de paliperidona que pueden inyectarse mensualmente (o en algunos casos incluso trimestralmente).

Ello no es óbice para que no se sigan investigando nuevos fármacos y alternativas que permitan hacer frente a este trastorno de una manera menos aversiva. De hecho, fue dicha preocupación la que generó la exploración e investigación que llevó al surgimiento de los antipsicóticos atípicos o de segunda generación, así como a numerosos avances que hoy en día se aplican.


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Oscar Castillero Mimenza
Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Actualmente finalizando el Máster de Psicopedagogía por la misma, así como preparando el examen de acceso a las oposiciones P.I.R.
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Adderall: usos y efectos secundarios de este fármaco
Este es, junto al metilfenidato, uno de los fármacos asociados al tratamiento del TDAH.
por Grecia Guzmán Martínez
Este fármaco suele ser consumido en pastillas. David Spacey


El Adderall es un fármaco que se prescribe para el tratamiento del trastorno por déficit de atención. De hecho, se ahí viene su nombre (del término en inglés: Attention Déficit Disorder).

Actualmente es un medicamento que se prescribe con mayor frecuencia en adultos y es bastante popular entre la comunidad universitaria, así como entre profesionistas jóvenes y también entre deportistas, cosa que ha generado una gran controversia.

¿Qué es exactamente el Adderall?
El Adderall es un medicamento hecho a base de anfetaminas. Por su parte, las anfetaminas son sustancias sintéticas que pertenecen al grupo de los agentes estimulantes del sistema nervioso central (psicoestimulantes o psicoactivos), y como tal, lo que hacen es estimular tanto la atención como el rendimiento físico.

En otras palabras, el Adderall es un estimulante del sistema nervioso central que se prescribe médicamente, de manera especial para el trastorno por déficit de atención (sin hiperactividad), pero también se utiliza, por ejemplo, para tratar narcolepsia. No solo eso sino que en años recientes su uso recreativo y con finalidades como la de mejorar el rendimiento escolar, físico o laboral se ha incrementado de manera importante.

Está aprobado para su producción y comercialización en Estados Unidos desde el 2001 bajo el nombre ADDERALL TX, en comprimidos con una concentración de 5, 10, 15, 20, 25 o 30 mg.

Efectos principales
Técnicamente los estimulantes favorecen e incrementan la liberación de catecolaminas en el cerebro, es decir, de sustancias como la noradrenalina, la adrenalina y la dopamina que se transportan en el torrente sanguíneo y en las redes neuronales para que podamos responder ante situaciones de estrés.

Esto último tiene como efecto un aumento en los tiempos de reacción, provocan una sensación de alerta y de estar siempre despiertos, e incluso producen euforia así una mayor tolerancia al dolor. Por eso, el Adderall se utiliza para mantener por más tiempo la atención y para incrementar el rendimiento físico.

Efectos secundarios
En cuanto a sus efectos adversos, el uso constante y prolongado de anfetaminas puede provocar alteraciones en el sueño, ansiedad, episodios psicóticos y maníacos; cuestiones que a la larga pueden requerir la toma de otros fármacos.

Entre los efectos secundarios más graves, y dado que acelera de manera importante el ritmo cardiaco, se ha reportado una relación entre la toma de anfetaminas y muerte súbita, accidentes cardiovasculares, episodios psicóticos o maníacos, perturbación visual, y el desarrollo de enfermedades gastrointestinales, endocrinas y hepáticas.


Por lo anterior está contraindicado en personas que tienen síntomas de enfermedades cardiovasculares, hipertensión, hipertiroidismo, glaucoma, estados agitados o historial de adicción a drogas psicoactivas. De igual forma puede aumentar la impulsividad en el caso de niños que tienen un diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad.

Aparte de todo lo anterior, quizá el efecto más problemático y controvertido de las anfetaminas es que son sustancias altamente adictivas, lo que quiere decir que generan una gran cantidad de problemas, no solo a nivel privado sino público: la necesidad de consumirlas aumenta gradualmente, así como la tolerancia (con lo que también aumenta la dosis que es necesario tomar); y se incrementan entonces las probabilidades de que su uso no controlado aumente la cantidad de gente susceptible a desarrollar enfermedades crónicas, e incluso el mercado ilegal.

Diferencia entre Adderall y Ritalin
La diferencia entre el Adderall y el Ritalin es que el componente básico del Adderall es la anfetamina, y el componente básico de Ritalin es el metilfenidato. Tanto la anfetamina como el metilfenidato son sustancias que estimulan el sistema nervioso, con lo cual sus efectos son prácticamente los mismos.

¿Cuál es la controversia?
El uso de Adderall (así como de Ritalin) ha generado una controversia importante en los últimos años sobre todo por sus efectos altamente adictivos y altamente normalizados.

También ha sido ampliamente discutido porque, si bien ha mejorado el rendimiento educativo y laboral, el uso de este tipo de fármacos con frecuencia oculta carencias que son propias de los entornos educativos y laborales. Es decir que se utilizan de manera cada vez más extendida y normalizada, no sólo para compensar dificultades en el proceso enseñanza-aprendizaje de los niños, sino entre la comunidad universitaria o entre jóvenes profesionales y deportistas a quienes se les exige mantener ritmos de productividad que van más allá de las propias capacidades.

En consecuencia, su comercialización se vuelve cada vez mayor, aún cuando la propia tendencia a diagnosticar trastornos por déficit de atención a gran escala (sobre todo en Estados Unidos) ha sido ya bastante cuestionada.

Hay quienes dicen que antes las drogas se utilizaban para hacer que la gente desconectara de la realidad social, como un medio de escape y para alcanzar distintos estados de conciencia; y ahora, pareciera que se utilizan con la finalidad contraria, hacer que conectemos con esa realidad social, lo más rápido y lo mejor posible.


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Grecia Guzmán Martínez
Psicóloga | Redactora en Psicología y Mente

Licenciada en Psicología por la Universidad de las Américas Puebla (México). Máster en Investigación e Intervención Psicosocial por la Universitat Autònoma de Barcelona, con experiencia profesional en inclusión social y educativa así como docencia en psicopedagogía. Cuenta con estudios en política pública y derechos humanos y actualmente es doctoranda en Psicología Social en la Universitat Autònoma de Barcelona, donde trabaja temas relacionados con metodologías cualitativas, salud pública, salud mental, diversidad funcional y perspectiva de género.

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Daflon: usos y efectos secundarios de este fármaco
Este medicamento se usa en problemas venosos, como las hemorroides o las varices.
por Oscar Castillero Mimenza
Un fármaco vinculado al sistema circulatorio.


Existe una gran cantidad de fármacos en el mercado, los cuales tienen diferentes efectos en nuestro organismo y que nos permiten curar, mejorar, retrasar o paliar los síntomas de una gran cantidad de enfermedades y problemas de distinta índole.

Entre ellos podemos encontrar aquellos dedicados al tratamiento de problemas del sistema vascular, siendo este sistema de gran importancia para nuestra supervivencia al permitir que la sangre (con oxígeno y nutrientes) llegue a los distintos órganos del cuerpo. Uno de los fármacos que se emplean y que tienen un efecto en este sistema es el conocido como Daflon, del cual vamos a hablar a lo largo de este artículo.

¿Qué es el Daflon?
Denominamos Daflon , vendido como Daflon 500 mg o Daflon 1000 mg,a un conocido fármaco que es empleado por una gran cantidad de personas en todo el mundo, caracterizado por su efecto sobre el sistema vascular y para el tratamiento de problemas como varices y hemorroides, de origen principalmente venoso.

Se trata de un fármaco clasificado como flavonoide, siendo sus componentes un producto no esencial o metabolito secundario producido por diferentes vegetales. A nivel de efecto el Daflon se caracteriza por ser un flebotónico, es decir por estimular el tono venoso. Concretamente su acción se da principalmente a nivel venoso (en este sentido podría denominarse venotónico), a pesar de que también tiene beneficios en la protección de los pequeños vasos sanguíneos. También mejora, a grandes rasgos y debido a los anteriores efectos, la circulación sanguínea y previene su envejecimiento, rigidez y fragilidad.

Es importante tener en cuenta que el Daflon se proporciona como medicación para diferentes condiciones, pero no como tratamiento único sino como una ayuda en él: el consumo de Daflon por sí solo no va a solucionar ningún problema sino que será necesario aplicar conjuntamente otras estrategias como el control de la alimentación o la realización de ejercicios.

Principios activos
Daflon es una marca comercial de un fármaco compuesto principalmente por dos elementos que sirven de principio activo: la diosmina y la hesperidina, siendo la primera de las sustancias la más relevante e importante a la hora de generar efectos sobre la salud.

Así es la diosmina la que genera los principales beneficios del fármaco, siendo estos la mejora del retorno venoso, la protección de los pequeños vasos, la reducción de la permeabilidad y el aumento del drenaje linfático. La hesperidina, además de contribuir a estos efectos, contribuye a reducir la liberación de radicales libres y las posibles hemorragias. Actúa como antioxidante y además de su actuación a nivel circulatorio también se relaciona con la función digestiva.

Principales indicaciones: ¿para qué se usa?
El Daflon es un medicamento que, como hemos dicho, tiene efectos vasoprotectores y vasotónicos. Estas propiedades se han visto de utilidad en el tratamiento de diversas afecciones relacionadas con la vascularización. Entre ellas encontramos las siguientes indicaciones.

1. Varices
Las varices son una de las condiciones por las que muchas personas, especialmente mujeres, consumen Daflon. Se traata del producto de la dilatación de las venas, que se hacen visibles al acumularse sangre en ellas debido al hecho de que no poder cerrarse correctamente las válvulas venosas que empujan la sangre de vuelta al corazón.

2. Hemorroides
Las hemorroides o almorranas son, de manera parecida a las varices, inflamaciones de las venas que irrigan el ano. Pueden ser internas (en cuyo caso suelen ser poco visibles a menos que sangren, con la excepción de las hemorroides prolapsadas que sobresalen por el ano) o internas (situadas en la piel que rodea el ano).


Resulta frecuente que provoquen molestias que pueden ser desde ligeras a severas, pudiendo incluso generar tal dolor que hace difícil sentarse. Es común que aparezcan derivadas del esfuerzo al excretar las heces o durante el embarazo, si bien en su mayoría sus causas son desconocidas.

3. Edemas
El Daflon es también utilizado para el tratamiento de la retención de líquidos, permitiendo que la sangre circule por un sistema vascular más fuerte y tonificado y dificultando la extravasación de fluidos, especialmente si tiene un origen cardiovascular.

4. Insuficiencia venosa crónica
Uno de los trastornos vasculares que se tratan con Daflon es la insuficiencia venosa crónica, la cual es conocida como la dificultad del sistema vascular para que la sangre dirigida a las piernas pueda volver al corazón, asociada a la debilidad de las venas de esta área. Es frecuente que cause varices.

5. Condiciones vinculadas a riesgo vascular: hipertensión, diabetes y problemas oculares
Si bien no es propiamente un fármaco que se utilice para controlar la tensión arterial u otras patologías se ha observado que su utilización, al fortalecer y flexibilizar el sistema vascular, puede ser de gran ayuda en la prevención de derrames o dificultades en diversas patologíastales como la diabetes o los problemas oculares, así como en casos de hipertensión arterial.

Efectos secundarios y contraindicaciones
El Daflon es un fármaco considerado por la mayoría de personas como seguro y su consumo no suele estar asociado al padecimiento de graves efectos secundarios. Ello no quiere decir que no pueda ocasionar algunas molestias o incluso tener contraindicaciones.

A nivel de efectos secundarios, hay que tener en cuenta que si bien no es frecuente, el uso de Daflon puede generar alteraciones y problemas digestivos tales como náuseas y el padecimiento de dolores intestinales y estomacales. También colitis. Otro posible efecto secundario puede aparecer en forma de erupciones cutáneas, así como picores e incluso en casos raros se ha observado edema de Quincke (en el que se inflaman el tejido facial u órganos bucofaciales dificultando la respiración y alimentación). Ocasionalmente se han detectado cefaleas, vértigo y sensación de malestar.

En lo que respecta a contraindicaciones, no deben consumir este fármaco aquellas personas que padezcan alergia a este medicamento. Está contraindicada su toma conjunta con alcohol, ya que pueden generar problemas digestivas. A nivel de dieta, se contraindica el consumo de alimentos alcalinos y el consumo de antiácidos. Tampoco deben consumirlo niños o al menos su consumo debería estar muy pautado y regulado por el médico. Su consumo no debe prolongarse más de dos o tres semanas en el tiempo.

A nivel de embarazo se requiere de una consulta con el médico de cara a valorar posibles riesgos, así como en lactancia. Si bien por lo general no se tiene constancia de que tenga efectos negativos, pero se desconoce si por ejemplo puede pasar y afectar al feto en formación.


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Oscar Castillero Mimenza
Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Actualmente finalizando el Máster de Psicopedagogía por la misma, así como preparando el examen de acceso a las oposiciones P.I.R.
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Diazepam: usos, precauciones y efectos secundarios de este fármaco
Este medicamento del grupo de las benzodiacepinas es usado para relajar el sistema nervioso.
por Isabel Rovira Salvador
Este fármaco es muy conocido bajo el nombre de Valium.


De todas las benzodiazepinas existentes en el mercado farmacológico, el diazepam es el que más fama ha alcanzado desde que en los años 50 el químico polaco Leo Henryk Sternbach lo sintetizara por primera vez.

En este artículo hablaremos de los usos de este fármaco a la hora de tratar diversas afecciones tanto físicas como psicológicas, así como de los efectos secundarios y de las precauciones que deben adquirir aquellos que lo toman.

¿Qué es el diazepam?
El diazepam, conocido popularmente como Valium, es un medicamento del grupo de las benzodiazepinas.

A grandes rasgos, las benzodiazepinas son fármacos psicotrópicos, es decir, que su foco de actuación es el sistema nervioso central. Sus propiedades sedantes, ansiolíticas y relajantes musculares, entre muchas otras, son utilizadas para tratar estados de ansiedad, alteraciones del sueño, problemas de abstinencia o afecciones musculares.

No obstante, en el caso del diazepam sus propiedades son mucho más concretas. Estas son:

  • Propiedades ansiolíticas: disminuye los síntomas de de la ansiedad.
  • Miorrelajantes: disminuye la tonicidad, la tensión o la contracción de los músculos.
  • Anticonvulsivante: combate, evita e impide las convulsiones o los ataques epilépticos.
  • Sedante: efectos tranquilizantes y somníferos.
El diazepam se ha constituido como una de las benzodiazepinas más utilizadas debido a su alta efectividad, tanto a nivel ansiolítico como en el tratamiento de los espasmos musculares; siendo uno de los fármacos de esta categoría más administrados y recetados.

¿Cómo actúa?
Al igual que el resto de benzodiazepinas, el diazepam es un depresor del sistema nervioso central. Su foco de actuación son las neuronas que se hallan en estas estructuras sobre las cuales ejerce un efecto reductor de la conducción nerviosa, pudiendo producir desde efectos sedantes hasta el coma, según la cantidad administrada.

Su principal mecanismo de acción radica en favorecer e incrementar el potencial inhibitorio del neurotransmisor conocido como ácido gamma aminobutírico o GABA; actuando sobre el sistema límbico, el tálamo y el hipotálamo.

Una de sus principales ventajas es que no afecta ni bloquea el sistema nervioso autónomo periférico, por lo que no produce ningún tipo de efecto secundario extrapiramidal.

¿En qué casos se administra?
Dadas sus múltiples acciones, el diazepam se ha establecido como el medicamento de elección para una gran cantidad de afecciones y trastornos tanto psicológicos como físicos.

Puesto que es fundamentalmente conocido por sus efectos ansiolíticos sus contextos de administración son aquellos relacionados con el tratamiento de la ansiedad, las afecciones de carácter psicosomático, los ataques de pánico o los problemas de sueño como el insomnio.

En cuanto al resto de casos o afecciones, el diazepam está indicado en casos de:

  • Vértigo.
  • Convulsiones y espasmos musculares.
  • Sedaciones previas a una intervención quirúrgica.
  • Delirium tremens.
  • Disnea o problemas de respiración.
  • Síndrome paraneoplásico.
Finalmente, gracias a sus propiedades como relajante muscular, es altamente recomendado en casos de espasticidad en los que cualquier tipo de afección como una paraplejía o una parálisis, ocasionan una contracción permanente de algunos grupos de músculos.

¿Cuál es su posología?
La forma de administración más utilizada en este medicamento es por vía oral en forma de tabletas, cápsulas o una solución líquida concentrada de liberación prolongada. Asimismo, también es posible que en ciertos casos sea administrado por vía intravenosa, siempre de manos de un profesional de la salud.


Aunque la dosis de diazepam recomendada suele estar entre los 5 y los 10 miligramos diarios, es necesario ajustarse a las indicaciones del médico especialista. El cual convendrá la dosis necesaria según la respuesta individual de cada paciente.

No obstante, la dosis máxima de diazepam no excede los 20 miligramos al día, puesto que el paciente corre el riesgo de sufrir una sobredosis, con todos los efectos perjudiciales que ello conlleva.

Debido a sus propias características, el aumento de la dosis por cuenta propia, o la administración de diazepam por más tiempo del requerido puede ocasionar tolerancia o disminución de sus efectos y, por lo tanto, dependencia a este fármaco.

Por lo tanto, tal y como se comenta anteriormente, el paciente deberá seguir de manera firme y precisa todas las indicaciones aportadas por el profesional sanitario, con el cual deberá de contactar en el caso de que surja cualquier tipo de duda en relación con el medicamento o con cualquier aspecto del tratamiento.

Efectos secundarios
Dentro del listado de efectos secundarios más habituales del diazepam se encuentran:

  • Cansancio.
  • Somnolencia.
  • Mareos.
  • Sensación de debilidad.
  • Problemas gástricos como dolor estomacal o diarrea.
Por otra parte existen una serie de efectos indeseados bastante menos comunes pero en los que será necesario ponerse en contacto de inmediato con el profesional pertinente:

  • Estreñimiento.
  • Alteraciones en el apetito.
  • Problemas para orinar.
  • Alteraciones en la visión.
  • Alteraciones en la líbido.
  • Fiebre.
  • Crisis convulsivas.
  • Problemas para respirar.
  • Dificultad en la deglución.
  • Temblores.
  • Alteraciones motrices.
  • Sarpullido.
  • Palpitaciones anormales.
Por último, se han registrado casos de reacciones adversas paradójicas como sobreexcitación, irritación y cólera; principalmente cuando el diazepam es administrado en niños y personas mayores.

¿Qué precauciones o contraindicaciones existen?
Al igual que el resto de benzodiazepinas, los pacientes deben tener en cuenta una serie de precauciones a la hora de tomar un fármaco como el diazepam.

Antes que nada, el paciente tiene la obligación de informar a su médico en el caso de consumir cualquier otro tipo de medicación o droga, así como de sus hábitos alcohólicos; para así evitar cualquier tipo de interacción no deseada.

Tras un largo tiempo de tratamiento, el paciente no debe de dejar de tomar diazepam de forma súbita, al igual que una vez finalice este deberá ser retirado de manera gradual. De lo contrario pueden sufrir un riesgo de efecto rebote caracterizado por un nerviosismo y alteración extrema. Además, tras su retirada abrupta también puede aparecer depresión y problemas de sueño. En todo caso, hay que seguir las indicaciones del médico.

En los casos en los que la paciente esté embarazada, no es recomendable la administración de diazepam en el primer y en el tercer trimestre. Así como durante el período de lactancia puesto que este puede transferirse a la leche materna, ocasionando en el lactante efectos como sedación, alteraciones en el apetito y pérdida de peso.

Finalmente, aunque estos efectos están sujetos a la cantidad de diazepam administrado y a la sensibilidad de cada paciente, es necesario tomar precauciones a la hora de conducir cualquier tipo de vehículo o maquinaria que requiera de la completa atención o concentración de la persona. Los efectos sedantes y somníferos del diazepam lo hacen prácticamente incompatible con cualquiera de estas actividades o prácticas.


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Isabel Rovira Salvador

Psicóloga Sanitaria y Sexóloga | Redactora en Psicología y Mente

Isabel Rovira Salvador (Valencia, 1989) es Licenciada en Psicología por la Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas, descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de Valencia.

Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Barcelona.

Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado “Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de las relaciones personales y sobre la sexualidad.

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  • Estreñimiento.
  • Alteraciones en el apetito.
  • Problemas para orinar.
  • Alteraciones en la visión.
  • Alteraciones en la líbido.
  • Fiebre.
  • Crisis convulsivas.
  • Problemas para respirar.
  • Dificultad en la deglución.
  • Temblores.
  • Alteraciones motrices.
  • Sarpullido.
  • Palpitaciones anormales.
Cualquier medicamento que te deje así ¿qué te arregla?¿cómo tienes que estar antes de tomarte esto para que esto sea mejor que lo anterior?
En fin, si estoy deprimida preferiré emborracharme antes que tomarme esta bomba. A mi que no me digan que con todos estos efectos secundarios una persona puede salir de la depresión.
Si tengo que elegir entre estar deprimida o estar estreñida, axfisiada, temblorosa, convulsionada, con fiebre, sin poder comer, beoda y sin s*x*, pues casi prefiero estar deprimida.......o muerta.
No me extraña que haya tantas personas en tratamiento antidepresivo que se suiciden.
 
El paracetamol reduce las emociones negativas y positivas, según un estudio
Investigaciones basadas en el uso del paracetamol ayudan a conocer el cerebro.
por Jonathan García-Allen
http://en.wikipedia.org/wiki/Tablet_(pharmacy)#/media/File:Four_colors_of_pills.jpg


El paracetamol (acetaminofeno) es un fármaco muy usado por sus con propiedades contra el dolor y la fiebre. Igual que ocurre con otros medicamentos, su consumo puede tener efectos secundarios no deseados. Hasta el momento se sabía, por ejemplo, que tomarlo en dosis elevadas afectaba de manera negativa al hígado.

Una investigación reciente de la Universidad de Ohio parece indicar que el principio activo del paracetamol, que también se encuentra en otros medicamentos, disminuye la capacidad de sentir las emociones positivas y negativas.

El paracetamol no afecta solamente sobre el dolor
El estudio de la relación entre el paracetamol y las emociones no es algo nuevo, una investigación anterior encontró que los sujetos que tomaron paracetamol durante tres semanas, sentían menos dolor emocional que las personas que tomaron un placebo. Pero el nuevo estudio, publicado en Psychological Science, parece demostrar que este fármaco también afecta a las emociones positivas, no solamente a las negativas.

El estudio y sus resultados
La investigación, encabezada por Geoffrey R. O. Durso, Andrew Luttrell y Baldwin M., se llevó a cabo en la Universidad de Ohio. Se formaron dos grupos de 41 sujetos cada uno. El primer grupo recibió una dosis de 1000 mg de acetaminofeno y al segundo grupo recibió un placebo (un supuesto fármaco). Una hora después (tiempo necesario para que el paracetamol haga su efecto) se les mostró una serie de imágenes para elicitar emociones negativas o positivas. Estas imágenes habían sido seleccionadas para provocar fuertes reacciones emocionales. Los sujetos debían evaluar de +5 (más positiva) a -5 (más negativa) su percepción positiva o negativa de la imagen. Tras mirar las imágenes y evaluarlas una primera vez, se les volvió a presentar la secuencia de imágenes de nuevo para una segunda evaluación.

Los resultados revelaron que el grupo que había consumido paracetamol sintió reacciones emocionales menos intensas a las imágenes, es decir, las imágenes negativas fueron evaluadas como menos negativas, y las imágenes positivas fueron evaluadas como menos positivas.

Para descartar que la percepción de otras cualidades de la imagen (como la intensidad del color, etc…) no había afectado a la evaluación emocional, un segundo estudio se llevó a cabo. Los resultados mostraron que el paracetamol no alteró la percepción visual de la imagen.


Hay que mencionar, que la diferencia en las puntuaciones de ambos grupos no fue muy abultada. La media de las puntuaciones del grupo placebo fue de 6.76, mientras que las del grupo que había tomado paracetamol fue de 5.85.

Otros estudios en relación al dolor y las emociones
Ya comentamos en el artículo “El miembro fantasma: Terapia de la caja espejo” que los estudios de Ronald Melzack, un investigador y profesor de psicología en la Universidad McGill en Canada, dieron lugar a la Teoría de la Neuromatriz. Esta teoría atribuye la difusión del dolor y la transmisión de este por el organismo a un complejo sistema. En el sistema intervienen diversas áreas (del sistema nervioso central y periférico, sistema nervioso autónomo y sistema endocrino) influenciadas directamente por varios factores psicológicos, emocionales, genéticos y sociales.

Otro estudio, llevado a cabo por Naomi Eisenberger, investigadora de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), parece indicar que el dolor físico y el dolor social son procesados en las mismas regiones cerebrales. Estas regiones cerebrales se activan de forma similar ante el dolor físico o ante un rechazo social, como puede ser una ruptura de pareja. Además, las personas “que son más sensibles al dolor físico también suelen ser más sensibles al dolor social” concluye la autora de la investigación.

Si es cierto que el paracetamol afecta a las emociones, ¿también tendrán un efecto sobre las emociones otros analgésicos como la Aspirina o el Ibuprofeno? Seguro que habrá futuras investigaciones en esta linea.


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Jonathan García-Allen

Psicólogo y entrenador personal en Tarragona y Barcelona | Director de comunicación de Psicología y Mente

Jonathan García-Allen (Reus, 1983) es Graduado en Psicología por la Universitat de Barcelona, con especialidad en Psicología de las organizaciones. También ha cursado varios posgrados, entre los que destacan el de Gestión de Recursos Humanos por la Universitat Rovira i Virgili, el postgrado en Psicología del Deporte por la UNED y el de Mindfulness por la Universidad de Málaga. Experto universitario en Coaching por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Es fundador y director de comunicación de la web Psicología y Mente, la mayor comunidad en el ámbito de la psicología y las neurociencias.

Autor de dos libros de divulgación científica:

https://psicologiaymente.net/psicofarmacologia/paracetamol-emociones
 
Vortioxetina: usos y efectos secundarios del psicofármaco
Este fármaco antidepresivo ha mostrado ser eficaz contra la depresión mayor.
por Isabel Rovira Salvador
Un fármaco relacionado con la regulación de la serotonina.


La medicación psiquiátrica o psicológica, al igual que el resto de tratamientos farmacológicos no son perfectos. Por lo que la investigación en campo de la farmacéutica es esencial para lograr nuevos avances que garanticen no solo medicamentos más eficaces, sino también más seguros.

Uno de los ejemplos más representativos es la aparición en el mercado de la vortioxetina, comercialmente conocida bajo el nombre de Brintellix. Se trata de un fármaco antidepresivo de gran eficacia del cual hablaremos a lo largo de este artículo. Así como de sus funciones, efectos secundarios y precauciones durante su consumo.

¿Qué es la vortioxetina y para qué sirve?
La vortioxetina es un fármaco relativamente novedoso catalogado dentro de los medicamentos conocidos como moduladores de la serotonina y cuyo principal cometido es aumentar el flujo de este neurotransmisor, favoreciendo la estabilidad mental o psicológica. Por este motivo su principal campo de actuación es el relacionado con el tratamiento de los trastornos depresivos.

Este fármaco fue lanzado al mercado en el año 2016 por la empresa farmacéutica Lundbeck y su importancia reside que en ha sido descrito como el primer medicamento, dentro de una nueva concepción de los antidepresivos, con mecanismos de acción multimodal.

Además de haber demostrado una gran y extensa eficacia en el tratamiento de la depresión, también se distingue por ser un fármaco con un magnífico perfil de tolerabilidad. En cuanto a la acción multimodal de este, la vortioxetina ha evidenciado no solo eficaz efecto antidepresivo, sino que también resulta ser muy eficaz a la hora de disminuir los síntomas cognitivos de la depresión, así como para conseguir una mejoría general en el trastorno depresivo mayor.

De la misma manera, también se ha revelado como una alternativa eficaz a los tratamientos con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y a los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN) para aquellos pacientes que no responden bien al tratamiento con estos. Otras de las muchas bondades de la vortioxetina su destacada efectividad como tratamiento de mantenimiento a la hora de evitar la reaparición de los síntomas o las recaídas en adultos y ancianos paciente de depresión.

La principal diferencia entre este fármaco y los antidepresivos ISRS e ISRN tradicionales es que la vortioxetina, además de inhibir la recaptación de serotonina, posee la capacidad de regular la actividad de algunos receptores de esta.

Por lo que se hipotetiza que esta acción multimodal es la responsable de producir los efectos antidepresivos, ansiolíticos y la disminución de los síntomas cognitivos tan característicos de este medicamento; sin, además generar una gran cantidad de efectos secundarios indeseados.

¿Cómo se administra este antidepresivo?
La vortioxetina se comercializa en formato de comprimido para su administración oral. Habitualmente, se recomienda ingerir una dosis de entre 5 y 10 miligramos diarios, dependiendo del estado del paciente. Es decir, un comprimido diario preferiblemente siempre a la misma hora.

Sin embargo, es necesario concretar que esto son solamente unas indicaciones generales de administración, por lo que resulta de vital importancia que el paciente siga al pie de la letra las indicaciones dadas por el profesional médico. Esto significa que el paciente, nunca deberá modificar la dosis de vortioxetina recomendada, ni por exceso ni por defecto. Por el contrario, es muy probable que este experimente graves efectos secundarios como alteraciones graves del estado de ánimo o fuertes arranques de ira.

Debido a que la vortioxetina se trata de un medicamento psiquiátrico, es muy posible que el tratamiento farmacológico se inicie de manera gradual, comenzando con dosis más bajas que van aumentando según pasan las primeras semanas de tratamiento.


Los efectos terapéuticos de la vortioxetina pueden tardar varias semanas en ser percibidos. Por lo que, tanto si el paciente no siente ninguna mejoría como si experimenta algún tipo de efecto secundario que le pueda resultar molesto, bajo ningún concepto deberá dejar de tomar la medicación, sino acudir a su médico y que este la reajuste.

Los efectos secundarios que conllevan la retirada brusca de la vortioxetina pueden incluir cefaleas graves, aumento de la rigidez muscular, alteraciones anímicas, vértigos, mareos o secreción nasal.

¿Qué efectos secundarios puede tener?
Como ocurre con la gran mayoría de la medicación psiquiátrica, la vortioxetina puede conllevar una serie de efectos secundarios que, dependiendo de la intensidad y duración con la que aparezcan, pueden resultar realmente molestos para el paciente.

Estas consecuencias pueden dividirse entre aquellos efectos secundarios que no resultan graves, por lo que no requieren de atención médica y aquellos otros más serios o graves en los que sí será necesario acudir a la consulta del especialista lo antes posible.

1. Efectos secundarios no graves
Entre los efectos secundarios que no suponen un riesgo serio para la salud, encontramos los siguientes:

  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Diarrea.
  • Estreñimiento.
  • Flatulencias.
  • Sequedad bucal.
  • Vértigos o mareos.
  • Sueños inusuales.
  • Alteraciones en el deseo y/o la capacidad o rendimiento sexual.
2. Efectos secundarios graves
En el caso de que el paciente experimente alguno de los siguientes efectos secundarios, no deberá abandonar la medicación pero sí es necesario informar al profesional pertinente para que la ajuste.

  • Alteraciones cutáneas como sarpullidos, urticarias o picazón.
  • Inflación de los ojos, el rostro, los labios, la lengua o la garganta.
  • Ronquera.
  • Problemas para respirar o tragar.
  • Cardenales, sangrados o moretones sin causa aparente o conocida.
  • Sangrados en la nariz.
  • Cefaleas.
  • Problemas de concentración.
  • Alteraciones de memoria.
  • Sensación de confusión.
  • Debilidad muscular.
  • Desequilibrio.
  • Alucinaciones.
  • Convulsiones.
  • Desmayos o pérdidas del conocimiento por un período de tiempo (coma).
¿Qué precauciones se deben tomar con su consumo?
Antes de iniciar el tratamiento con vortioxetina, el paciente deberá informar de cualquier condición especial de salud en la que se encuentre, así como si se encuentra tomando algún tipo de medicación, con o sin receta. Sobre todo si se trata de medicamentos inhibidores de la monoaminooxidasa (MAO), puesto que pueden generar graves interferencias con el tratamiento.

De la misma manera, antes de iniciar el tratamiento el paciente debe poner en conocimiento del especialista médico si sufre de alguna alergia o de si se encuentra tomando algún tipo de complemento vitamínico o, incluso, algún complejo de hierbas naturales, ya que estos también pueden ocasionar interferencias con la acción de la vortioxetina.

En cuanto a las pacientes embarazadas, se ha observado que la vortioxetina puede provocar toda una serie de problemas en los recién nacidos, sobre todo si se administra en los últimos meses de embarazo. Por lo tanto, la paciente debe de informar de sí está embaraza o de si planea estarlo para ajustar o modificar la medicación.

Finalmente, la vortioxetina puede afectar a la capacidad de razonamiento así como a la exactitud de los movimientos, por lo aquellos pacientes que en su rutina diaria se incluya la conducción o manejo de maquinaria pesada deberán prestar especial atención a estos síntomas y, en la medida de lo posible, cesar estas actividades durante el tratamiento.


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Isabel Rovira Salvador

Psicóloga Sanitaria y Sexóloga | Redactora en Psicología y Mente

Isabel Rovira Salvador (Valencia, 1989) es Licenciada en Psicología por la Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas, descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de Valencia.

Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Barcelona.

Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado “Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de las relaciones personales y sobre la sexualidad.
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Aripiprazol: características y efectos secundarios de este fármaco
Este psicofármaco forma parte del grupo de los antipsicóticos atípicos.
por Oscar Castillero Mimenza
Este fármaco reduce buena parte de los síntomas psicóticos de varios trastornos. Pexels.


El padecimiento de diferentes trastornos mentales por parte de la población ha hecho que a lo largo de la historia se hayan buscado diferentes mecanismos y medidas a aplicar con el fin de tratar dichas afectaciones. Incluso en culturas ancestrales y la prehistoria, se han llevado a cabo rituales como la trepanación con este fin. Pero con el paso de los años, se han ido refinando distintas metodologías que presentan gran eficacia en el tratamiento de dichos trastornos.

Entre ellos encontramos la síntesis de sustancias que eliminan o reducen los síntomas: los psicofármacos. En lo que respecta a la esquizofrenia, se considera hoy en día que el tratamiento farmacológico es de gran importancia para el mantenimiento y estabilización de los pacientes. Y entre los múltiples psicofármacos existentes podemos encontrar el aripiprazol, del que vamos a hablar en este artículo.

Aripiprazol: ¿qué es?
El aripiprazol es un psicofármaco clasificado como antipsicótico o neuroléptico, fármacos especialmente diseñados para producir un efecto positivo en la reducción y eliminación de los síntomas de la esquizofrenia y los trastornos psicóticos, como por ejemplo los delirios y alucinaciones y la agitación psicomotriz.

Dentro de los antipsicóticos está clasificado como atípico, debido a que su creación se basa en el intento de elaborar fármacos eficaces en el tratamiento de estos síntomas sin producir el nivel de efectos secundarios que los típicos o clásicos tienen, así como aumentar la efectividad en el tratamiento de un tipo de sintomatología, la negativa (aquellos síntomas que reducen la funcionalidad de las aptitudes presentes en el paciente, como el empobrecimiento de pensamiento y la abulia), que los antipsicóticos típicos no trata o incluso puede perjudicar.

Y en este cometido resulta especialmente eficiente, contribuyendo a luchar tanto con sintomatología positiva como negativa. Además de ello, tiene la ventaja de contar con una posible administración en forma de inyección intramuscular en formato depot (de liberación lenta) a nivel mensual, no siendo necesario en estos casos la toma del fármaco por vía oral de forma continuada.

Mecanismo de acción
El aripiprazol es, como hemos dicho, un antipsicótico atípico. Al igual que ocurre con la mayoría de este tipo de neurolépticos, sus efectos son debidos a su acción sobre dos sistemas de neurotransmisión: el de la dopamina y el de serotonina. Sin embargo, su mecanismo de acción es un tanto diferente del resto de atípicos en lo que se refiere a la dopamina.

Y es que aunque la mayoría de antipsicóticos, tanto típicos como atípicos, suelen funcionar mediante el bloqueo de los receptores D2 de dopamina del cerebro, este no es el caso del aripiprazol. Este fármaco es de hecho un agonista parcial de los receptores D2, favoreciendo en principio su presencia en el encéfalo. Ello en principio permitiría aumentar los síntomas psicóticos positivos, pero sin embargo lo cierto es que los reduce.

Esta reducción se explica por la actuación sobre la serotonina. El resto de atípicos disminuyen la serotonina cerebral de tal manera que deja de inhibir la dopamina en las áreas que no precisan de una reducción de ésta, con lo que la acción de bloqueo que generalmente producen tiene un efecto en la vía mesolímbica (los síntomas positivos como las alucinaciones se producen por un exceso en esta vía) pero en la corteza dicho efecto de bloqueo se reduce y compensa con la inhibición de un inhibidor (la serotonina).

En el caso del aripiprazol se da en parte este efecto en algunos tipos de receptores de serotonina, siendo bloqueados por el fármaco, mientras que por otro lado estimula su síntesis como agonista parcial de los receptores 5-HT1a. Ello contribuye a que disminuya el nivel de dopamina en unas zonas mientras que a nivel general se aumenta en otras.

Indicaciones
La principal indicación del aripiprazol es el tratamiento de la esquizofrenia y otros trastornos de tipo psicótico. En este sentido contribuye a reducir o eliminar la sintomatología positiva, sea en forma de alucinaciones, agitación o alteraciones de conducta, a la par que tiene efectos positivos sobre la negativa (abulia, pobreza del pensamiento y aplanamiento afectivo entre otros). También se utiliza para mantener estable a quienes padecen estos trastornos, a partir de los quince años de edad.

También se ha utilizado eficazmente en el tratamiento de episodios maníacos en el contexto de un trastorno bipolar, a partir de los trece años de edad. No solo en el tratamiento de crisis agudas, sino también en la prevención de nuevos episodios. Sin embargo, en algunos sujetos es posible que el consumo de este fármaco desencadene episodios maníacos.


Además de las anteriores indicaciones, en ocasiones también se emplea este fármaco en el tratamiento de problemas como trastorno de Tourette o autismo, generalmente para controlar sus manifestaciones clínicas.

Efectos secundarios
Aunque de gran utilidad en numerosos trastornos, el aripiprazol es un psicofármaco que puede llegar a provocar numerosos efectos secundarios de gravedad variable.

Entre los más frecuentes podemos encontrar la presencia de somnolencia y fatiga, aumento de peso, cefalea, aumento del apetito, nerviosismo, hipersalivación, dolor muscular, alteraciones gastrointestinales, diarrea o estreñimiento y problemas de equilibrio. El insomnio y la ansiedad son comunes. Otros más graves incluirían las alteraciones de conciencia, hiperglucemias, dificultad respiratoria, rigidez muscular, alteraciones visuales, arritmias y discinesias, así como también pensamientos suicidas. Al contrario que otros antipsicóticos, no son frecuentes la presencia de alteraciones sexuales o motoras.

Además de ello, se ha observado en los últimos años como la administración de este fármaco se ha asociado en algunos casos (si bien no es común) con un incremento de la impulsividad, la ludopatía, la hiperfagia, el incremento de la líbido y la búsqueda de relaciones sexuales y la existencia de comportamientos compulsivos como las compras. En definitiva, se ha asociado en algunas personas con la existencia de pérdida del control de los impulsos, algo que puede tener diversas consecuencia para la persona en cuestión.

Contraindicaciones y riesgos
El aripiprazol es un fármaco muy potente y que puede generar diversos efectos en el organismo, pudiendo suponer un riesgo considerable y estando contraindicado en diferentes tipos de población.

Entre aquellos que no deben consumir este fármaco podemos encontrar a aquellas personas con alergia a él o a alguno de sus componentes. Tienen también altamente contraindicado este fármaco aquellas personas que padezcan demencia, aumentando en estos casos el riesgo de muerte del sujeto. La presencia de cardiopatías o enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares también hacen de este fármaco algo contraindicado.

Personas con diabetes deberían evitar este fármaco, puesto que su consumo puede elevar los niveles de azúcar en gran medida y conducir a hiperglucemias peligrosas. Aquellos con enfermedades hepáticas o renales no deberían utilizar aripiprazol si su condición es grave, o al menos deben pautar las dosis consumidas con el médico. Asimismo, personas con epilepsia corren el riesgo de padecer convulsiones severas si toman este fármaco. Otra de sus contraindicaciones es en mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, ya que aumenta el riesgo para el feto y el fármaco se transmite por placenta y por la leche materna.

El aripiprazol puede interaccionar con diferentes medicamentos, una interacción que puede resultar perjudicial. Entre estos fármacos encontramos algunos de los empleados en el tratamiento del VIH, así como antidepresivos, fármacos antihipertensivos y algunos anticonvulsivantes. Tampoco debería consumirse junto a alcohol u otras drogas.

En lo que respecta a la pérdida de control de los impulsos, han de tener especial precaución aquellas personas que ya padezcan un trastorno de este tipo, sujetos con dependencia a sustancias (estén o no ya deshabituados), bipolaridad (a pesar de que sea un posible fármaco a utilizar para el tratamiento) y trastorno obsesivo compulsivo.

Referencias bibliográficas
  • Salazar, M.; Peralta, C.; Pastor, J. (2011). Manual de Psicofarmacología. Madrid, Editorial Médica Panamericana.

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https://psicologiaymente.net/autores/oscar-castillero-mimenza
Oscar Castillero Mimenza
Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Actualmente finalizando el Máster de Psicopedagogía por la misma, así como preparando el examen de acceso a las oposiciones P.I.R.
https://psicologiaymente.net/psicofarmacologia/aripiprazol
 
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