Jo, he visto sus historias y ni ganas de criticarla me han dado. Os prometo que me han entrado ganas de llorar. Estoy de postparto y los niños me provocan una ternura…q pena por favor. Todo el día en trenes ese niño, con gente desconocida, durmiendo en hoteles, desayunando en bares…su padre si ve esto lo tiene que pasar fatal. Pobrecito, esa mirada triste que tiene…