Los hay más feos, yo creo que es uno de esos feos (para mí no lo es tanto) que acaban resultando atractivos. Me pasó también con un profesor: era feo como un condenado, el pobre, pero sabía tanto de Josep Carner, lo explicaba todo tan bien, era tan agradable y dulce cuando hablaba que acabé enamorándome platónicamente.Pero físicamente?