NOVIAS DE CINE
- Autorcatwoman
- Fecha de inicio
Esta novia, era la niña de su papá, al que costó Dios y ayuda aceptar lo del casorio!!!!
EL PADRE DE LA NOVIA. 1950
Se le casa la niña y encima se tiene que arruinar en la boda. Spencer Tracy está soberbio, con unos gags fantasticos, como cuando se harta de hacer cocteles en la fiesta de compromiso en la cocina de la que no puede salir porque todo el mundo entra a pedirle cualquier otra cosa que no sea un coctel y él sudando como un camarero detrás de la barra perdiéndose la fiesta entera.
O cuando le aparece la niña a media noche llorando diciendo que suspende la boda ¡en la víspera! porque su novio le ha hecho algo imperdonable, y él, tras el susto de infarto al pensar en el gasto para nada, se resigna a dar por perdido el dinero ya invertido ¡hasta que se entera que es por el destino de la luna de miel o algo asi! y al final aparece el joven novio diciendole que iran donde ella quiera y ella que no, que donde él quiera, y papá Spencer queriendo cargarse a los jovenzuelos, que le han dado el susto de ver perdido el dineral ya pagado por semejante tonteria.
Y claro, dado que no puede evitar tener que contratar hasta orquesta él al menos quiere aprovechar un viejo chaqué que decide recordarle que él ya no entra en él.No puede economizar ni en eso, y aguantando al organizador de bodas en su casa...¡hinchante!
Y, al final, como siempre, con la casa a tope de invitados, que han tenido que desalojar de muebles toda la casa para que entren todos, y él se queda sin poder ver marchar a su hija de luna de miel por culpa de la multitud que le obstaculiza el paso para alcanzar a su hija.
¡Que bien refleja la locura que embarga a las mujeres cuando se ponen a organizar un bodorrio! El pobre padre solo estaba allí para pagar las facturas y encima todo a su cuenta, porque los padres del novio solo ponian al muchacho.
Una peli genial, con Elizabeth Taylor con solo 18 años y creo que ya divorciada por primera vez.
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Además de historia del cine, refleja la historia social de esa época. En aquellos años, una muchacha de dieciocho años era una mujer en sus comienzos, ésto es, había terminado el bachillerato y era una mujer casadera. Quizá tenía su primer trabajo remunerado. Casarse era la manera de independizarse, en los años 50. El matrimonio era para siempre. Personalmente, considero a este film como una pequeña joya de la época. No es un peliculón, pero merece la pena.
Lo que se esperaba de las hijas era que se casasen pronto con un buen partido como marido y que tuvieran bebés rápido. Era triste, porque tu hija podía mudarse a la otra punta del país y os visitábais dos veces al año. Mientras que los hijos de las familias afortunadas y las familias ricas continuaban sus estudios y se incorporaban al mundo laboral, unos años más tarde. Entre los dieciocho y los veinte años, casi todos estaban empleados o de aprendices en sus primeros empleos, no siempre en la ciudad donde vivían los padres.
En la versión del año 1991, hay puntos que chirrían. Una muchacha joven, guapa, simpática, de 23 años, arquitecta profesional y en activo, independizada en la ciudad, no tiene la prioridad de casarse rápido. Tienes otras prioridades, como vivir la soltería con las amigas en la ciudad. Es la diferencia. Parece que, de algún modo, se ha alargado el periodo de la adolescencia, hasta edades ya mayores, los 30 años.
Lo que se esperaba de las hijas y los hijos es que se prepararan en una profesión y empezaran a trabajar pronto. Año 1991. Ella puede convivir con el novio sin casarse e independizarse sin casarse. Y tener hijos fuera del matrimonio, si así lo decide la madre.
Si nos ponemos en el 2016, casarse joven es un anacronismo, salvo que pertenenezcas a una familia tradicional y con influencia social, sea de mucho dinero o de marginados sociales. Tener un empleo es tan difícil como que te toque la rifa del coche del concesionario de tu ciudad. Saludos.
Lo que se esperaba de las hijas era que se casasen pronto con un buen partido como marido y que tuvieran bebés rápido. Era triste, porque tu hija podía mudarse a la otra punta del país y os visitábais dos veces al año. Mientras que los hijos de las familias afortunadas y las familias ricas continuaban sus estudios y se incorporaban al mundo laboral, unos años más tarde. Entre los dieciocho y los veinte años, casi todos estaban empleados o de aprendices en sus primeros empleos, no siempre en la ciudad donde vivían los padres.
En la versión del año 1991, hay puntos que chirrían. Una muchacha joven, guapa, simpática, de 23 años, arquitecta profesional y en activo, independizada en la ciudad, no tiene la prioridad de casarse rápido. Tienes otras prioridades, como vivir la soltería con las amigas en la ciudad. Es la diferencia. Parece que, de algún modo, se ha alargado el periodo de la adolescencia, hasta edades ya mayores, los 30 años.
Lo que se esperaba de las hijas y los hijos es que se prepararan en una profesión y empezaran a trabajar pronto. Año 1991. Ella puede convivir con el novio sin casarse e independizarse sin casarse. Y tener hijos fuera del matrimonio, si así lo decide la madre.
Si nos ponemos en el 2016, casarse joven es un anacronismo, salvo que pertenenezcas a una familia tradicional y con influencia social, sea de mucho dinero o de marginados sociales. Tener un empleo es tan difícil como que te toque la rifa del coche del concesionario de tu ciudad. Saludos.
Hay una versión, del 1991, con Steve Martin, Diane Keaton, Martin Short y la hija, Kimberly Williams. Continuó una vez más, el padre es abuelo.
Una versión malísima, no me gusta nada.
Pues como comedia y critica a las convenciones sociales de la época alrededor de los muchachos si la considero un peilculón. Una joya. Minnelli estuvo genial al hacerla. No es casualidad que hiciesen ese remake tan malo.
La película refleja en clave de comedia la politica que se impuso a las mujeres tras la Segunda Guerra Mundial. Durante la contienda, con los hombres en el frente, se habian emancipado mucho, pero tras la guerra se fomentó el papel de la mujer como alma del hogar y la bonanza económica permitió el matrimonio temprano con el marido proveedor y la esposa perfecta ama de casa rodeada de electrodomésticos como imagen de la mujer y familia ideales. El divorcio, en la conservadora sociedad useña de entonces, estaba mal visto, asi como elaborto y todo lo que supusiese libertad de la mujer, convertidas en esposas floreros. Mad Men analiza ese tipo de sociedad a la perfección. Eso lo rompieron los movimientos feministas y hippies en la segunda mitad de los 60.
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El remake no tenía sentido social, en el año 1991. Casarse no formaba parte de la identidad de una persona normal y corriente. Una chica joven, de 23 años, no aspiraba a casarse joven y tener bebés pronto, como si fuera una Kate Middleton y fíjate que se casó con 30 años.
Las jóvenes de 1991 querían ganar dinero, meter la cabeza en su profesión, vivir la vida, conocer más personas (red social) y chicos. No comprometerse con el primero que se cruce en su vida, como sus abuelas.
Pero querian hacer un remake de una peli genial, solo por no fomentar el rescate de las pelis clásicas. Las exhibidoras de cine deberian dedicar una sala a reacatar joyas como ésta y no dedicar todas las salas a cualquier basura actual.
Y esta novia, hermosísima Y con vestido corto!!!! Es que Audrey es mucha Audrey!!!!
UNA CARA CON ÁNGEL.1957
Querida Amor, todas están ya al principio del hilo, es dificil encontrar una nueva.
Infantilización y banalización de la sociedad. Este tipo de películas son historia social. Estoy de acuerdo.
A muchos jóvenes les pones algo así, sacan el móvil tablet y se te queda una cara
. Ni siquiera tienen la deferencia de dormirse en el sofá. Yo no soy tan mayor, tampoco soy una jovenzuela, pero reconozco que somos una minoría los interesados en el cine de otras épocas.Infantilización y banalización de la sociedad. Este tipo de películas son historia social. Estoy de acuerdo.
A muchos jóvenes les pones algo así, sacan el móvil tablet y se te queda una cara
Depende de las circunstancias. Mi hermano menor, cuando hace años vivia en casa, a la hora de cenar siempre protestaba porque poniamos "películas en blanco y negro". Refunfuñando tenia que verlas al principio ¡y se quedaba hasta el final! Le fascinó Marlon Brando, se preguntaba por qué era tan canalla el tipo de Gilda con ella, le encantó Casablanca, no respiró con "Doce hombres sin piedad", le encantaban Hichcock y Billy Wilder... Pero fue irse de casa y perder la afición.
