Marta Lozano Pascual & Teresa Andrés Gonzalvo

Yo me pregunto, entre las arrugas que tiene que ni sus productos de Glow ... esas orejas que como venga mucho viento sale volando :ROFLMAO: :ROFLMAO: :ROFLMAO: :ROFLMAO: quien sigue a semejante señorooooo????
 
La batamanta esa es de NaitNait, una marca de productos de bebé que le ha regalado a Marta muchas cosas. Marta Nait, la dueña de la marca, lo vende como algo comodísimo y discretísimo para dar el pecho en público. A mí personalmente me parece que semejante armatoste acapara más miradas que una simple teta, no es nada discreto.
Yo la verdad es que soy bastante pudorosa (no me gusta llevar bikini más que en casa… etc) y me lo compré. Lo llevaba siempre en el carrito y lo usé poquísimo, de recién nacido porque no veía yo para ayudarle a engancharse o ver si se dormía etc… me resultaba poco práctico. Más adelante no me hizo falta porque me volví experta en dar teta en la calle sin que se viera prácticamente nada. Como mucho en verano cubriéndome algo con una muselina. Lo que quiero decir es que entiendo que quiera taparse y me parece súper respetable pero el artilugio ese a mi no me resultó nada práctico.

También os diré que cuando tu hijo llora y pide comer llega un punto que te la pela quien pueda estar mirando. Es más fuerte el instinto de alimentarle.
 
Ya empieza con la súper oferta súper descuento... pero si el Glowmerder siempre está de oferta

Ver el archivo adjunto 3541093
Cuando una marca está continuamente con promociones y ofertas puede ser por dos razones: 1. Está muerta y solo queda reflotarla con ventas de poco coste para que por lo menos la pérdida no sea tan grande o 2. Sus productos no valen lo que valen y no les queda otra que desinflar precios para vender. En mi opinión en concreto con esta marca serían las dos opciones… Está claro que sus productos no valen lo que valen y la empresa muy bien no es que vaya (se ha demostrado papeles)
 
Pris os dejo el reportaje en el spoiler

MARTA LOZANO NOS PRESENTA A SU PRIMER HIJO Y CELEBRA CON ¡HOLA! SU DÍA DE LA MADRE MÁS ESPECIAL
Posa con el pequeño Loren y su marido, Lorenzo Remohi, con quien celebra dos años de casada a finales de mayo
Marta Lozano HO4162ÁLVARO MEDINA
Por Antonio Diéguez
30/04/2024 7:06 CEST

Desde que, en abril de 2021, Marta Lozano nos invitó a la que era su nueva casa, ¡HOLA! ha estado presente en sus grandes momentos. La hemos acompañado a sus últimas apariciones en el Festival de Cannes, donde siempre ha deslumbrado con sus ’lookazos’. Además, nos ha hecho partícipes de los instantes más especiales de su vida personal. En nuestras páginas, nos anunció los detalles de su boda con el empresario y odontólogo Lorenzo Remohi y publicamos también las imágenes de su pedida de mano.

“Me recuerda un poco más a Lorenzo que a mí. Pero mucha gente también dice que es un bebé muy mío. Creo que es la mezcla perfecta”
Acceso a la versión digital
De la misma forma, nos invitó a su boda de ensueño, el 28 de mayo de 2022, en Jávea (Alicante). Ahora, Marta, que es una de las mujeres más admiradas en las redes —con más de un millón de seguidores, dentro y fuera de España—, nos presenta a su primer hijo, el pequeño Loren, nacido el pasado 16 de abril. En su casa, junto a su marido, nos comparte “la montaña rusa de emociones” con la mayor de sus aventuras: la maternidad.


“No me puedo quejar de nada, de verdad. No sabéis qué suerte”, nos dice Marta mientras posa con su marido y su bebé en su dormitorio. “Al principio, reconozco que no sabía si le estaba dando la suficiente leche, pero pesamos al bebé cada dos días y vemos que va creciendo”, añade la ‘influencer’.
—¿Cómo os sentís con el bebé?


MARTA.—Estamos muy felices, viviendo cada instante como algo nuevo e intentando disfrutar en todo momento.

LORENZO.—Mucha felicidad.

—¿Cómo se encuentra el peque?


M.—Justo ayer fuimos al pediatra y está muy bien. Nació muy ‘grandón’, pesando 3,900 kilos. Nada más verlo, mi ginecóloga dijo: ‘Madre mía, qué César’, como ‘qué enorme este niño’ (ríe). Es más gordito, más mono… Tiene que tomar el sol, porque está un poco amarillo y le sube la bilirrubina, como a Juan Luis Guerra (ríe). Pero es algo normal

—¿A quién le veis parecido?

M.—Me recuerda un poco más a Lorenzo que a mí. Pero mucha gente también dice que es un bebé muy mío. Creo que es la mezcla perfecta.

L.—Soy muy malo para encontrar parecidos en bebés, pero dicen que se parece bastante a mi padre, así que entiendo que, en cierto modo, se parecerá a mí. Pero la nariz es de Marta.

“Nada más salir, empezó a llorar… ¡No sabéis cómo lloraba! Es un sentimiento indescriptible. Sobrepasa todo lo imaginable”
Marta Lozano

—¿Y de carácter? ¿Cómo es?

L.—Un santo, buenísimo.

M.—Llora bastante poquito y es muy tranquilote, como yo. En las revisiones se porta bastante bien.

“Con poco más de una semana, me parece que aún no tengo el carnet de madre —ríe—. Estoy muy pendiente y enamorada de mi bebé, con ganas de hacerlo bien”
—Entonces, os deja dormir.

M.—Sí. Le estoy dando pecho y es muy dependiente, pero me despierto una o dos veces por la noche.

L.—Al estar comiendo bien, enseguida coge el sueño. Normalmente, los bebés quieren comer cada dos o tres horas, pero el nuestro suele cada cuatro o cinco horas. El pediatra ya nos dijo que si el niño está ganando peso, es que está bien y que duerma. Por el día ya sí come bastante más.

M.—Aun así, es cansado, porque, al darle el pecho, duele mucho la espalda. Luego, estamos agotados, porque a las seis ya estamos en pie.

—¿Quién se levanta por la noche?

M.—Yo. Al final, soy quien tiene que darle el pecho. A Lorenzo le digo que no se levante, para no estar ahí adorándonos… (ríe). Pero, después de la toma de las seis, es él quien coge al nene y lo duerme en el sofá.

‘9 horas… y 4 empujones’
—¿Cómo viviste tu primer parto?

M.—Muy bien, y eso que iba con mucho miedo, porque ya estaba de 40 semanas más tres días. Fue inducido y duró nueve horas. Tenía contracciones y sentía dolor, pero pensaba que sería mucho peor. Es más, cuando me avisaron de que me iban a poner la epidural, le dije a mi ginecóloga que aguantaba más. A partir de la epidural… ¡menuda maravilla!

—Entonces, fue un parto sencillo.

M.—Sí. Fue gracioso porque, cuando iba a dar a luz, estuve hablando con mi ginecóloga y enfermeras… Parecía eso un consultorio de chicas (ríe). Incluso le dijeron a Lorenzo que se fuera a tomar un café. Pero, al rato de marujear, avisaron de que me sacaban al bebé… Y yo: ‘¡Esperad al padre!’ (ríe). En el paritorio, fueron, literalmente, diez minutos. Cuatro empujones y salió el nene. Superrápido.

L.—Pasé literalmente nueve horas en la sala de dilatación, sin moverme. Incluso me llevé el ordenador pensando que podría trabajar (ríe). Al poco de que la pediatra me dijera que podía tomarme un café, me llamaron y tuve que volver corriendo. Ni cinco minutos. De milagro no me lo perdí.

M.—Fueron nueve horas de dilatación y diez minutos de expulsión. Lorenzo estuvo a mi lado en todo momento. Siempre ha estado ahí conmigo, pero en el momento parto y posparto… Me he enamorado todavía más… —Se emociona—. Ay, que se me salta hasta la lágrima…

“Estoy descubriendo un Lorenzo del que me estoy enamorando más. Jamás me lo habría imaginado tan volcado. Lorenzo está ahí siempre”

“Lorenzo me dice que esté tranquila, que lo estoy haciendo superbién y que es normal que el bebé llore…”, nos expresa Marta. “Tengo muchas dudas. Cristina Pedroche acaba de sacar un libro sobre la maternidad y me escribió supermona. Quiero leerlo. Creo que está un poco en la misma onda de cómo me siento”, nos cuenta, antes de apuntar que lo más duro es la lactancia.

—¿Qué sentiste cuando viste al pequeño Loren por primera vez?

M.—Nada más salir, empezó a llorar… ¡No sabes cómo lloraba! Es un sentimiento indescriptible. Había visto algún parto de amigos y familiares, pero una cosa es verlo y otra vivirlo. Sobrepasa todo lo imaginable.

L.—Fue muy emocionante. Cuando nos lo dieron, fue pura alegría.

—Marta, y ahora en casa con el bebé, ¿cómo te ves como madre?

M.—¡Ni me ha dado tiempo a verme como madre! (Ríe). Estoy muy pendiente y enamorada de mi bebé, con ganas de hacerlo bien. Todo me da ternura. Si una amiga me envía un detallito personalizado, me emociono y me pongo a llorar de emoción. Me digo: ‘Marta, hija mía, ¿qué te pasa?’.

—¿Y Lorenzo como padre?

M.—Estoy descubriendo un Lorenzo del que me estoy enamorando más. Jamás me lo habría imaginado tan volcado. Como todo ha sido muy reciente, estoy muy sensible y, cuando el bebé llora, me agobio. Pero Lorenzo está ahí siempre: le quita los aires o le cambia el pañal… Yo le doy la lactancia. Él hace todo lo que me puede quitar, porque he llegado a estar 40 minutos solo con un pecho y acabo agotada.

L.—Se me cae la baba. Antes, me echaba para atrás cambiar pañales a un bebé. Pero con mi hijo soy yo el que le limpia. Ni lo veo como un esfuerzo, porque me apetece vivir estos momentos. Y cuando le duermo en el pecho es una gozada. Su manita agarrando mi pecho o los botones de la camisa… Es magia.

—Lorenzo, ¿cómo estás encontrando a Marta como madre?

L.—Muy bien. El reto de querer dar lactancia lo está cumpliendo y está haciendo bastante esfuerzo. Parte de que el niño sea tan bueno es por la lactancia, y eso que es un poco molesto para Marta y los horarios son complicados. Pero el niño está como un campeón.

M.—Antes de dar a luz, decía: ‘Por mi chiquillo, me voy a sacrificar con la lactancia’. Lo estoy haciendo para que se ponga como un torete (ríe).

—Da la sensación de que la maternidad te está resultando más fácil.

M.—No diría que es fácil, porque no lo es. He tenido mucha suerte porque todo está yendo bien, pero la maternidad es supersacrificada. Es una montaña rusa de emociones. Estoy hecha un trapo, pero también superfeliz.

“Antes de dar a luz, decía: “Por mi chiquillo, me voy a sacrificar con la lactancia”. Lo estoy haciendo para que se ponga como un torete”, nos cuenta la ‘influencer’ con gracia


La recuperación y el peso
—Tómatelo con calma, que no hace ni dos semanas que has dado a luz.

M.—Ya he perdido once kilos de los 17 que gané en el embarazo. ¡Me puse fina! (Ríe). El pecho te quita mucha grasa y energía. Me siento floja, aunque Lorenzo está muy volcado y mi familia me cuida mucho y me trae comida. Llevo muy poco tiempo de posparto, ha sido todo muy reciente. Supongo que iré cogiendo fuerza.

—¿Te preocupa volver a tu figura?

M.—Cero, es lo último que me importa. Mi cuerpo me da totalmente igual. Es más, me veo bien y me acepto como estoy. Entiendo estar diferente a antes de quedarme embarazada. Ahora estoy con el bebé y quiero que esté bien.

—Mejor no presionarse por reaparecer espectacular al poco de dar a luz, como ocurre con algunas famosas.

M.—No sé cómo lo harán, pero paso total. No hay que martirizarse. Habiendo subido 17 kilos, no puedo pretender estar delgadita como antes. Necesitaré el tiempo que sea.

—Muchas compañeras de profesión y amigas han sido madres antes que tú: las hermanas Pombo, Laura Escanes… ¿Les has pedido consejo?

M.—Durante todo el embarazo me han dado muchos consejos. Sobre todo, que me lo tome con calma. Tras dar a luz, me han felicitado y poco más. Con Tere —la influencer Teresa Andrés Gonzalvo, su amiga íntima— hablo mucho más. Vino a verme al hospital con Ignacio —su marido— y ya tiene muchas ganas de ser madre. Yo también, que quiero poner a Loren y a su nena los dos juntitos. Sobre todo, tengo ganas de que viva lo que estoy viviendo. Siempre hemos compartido cada momento y quiero que nazca su niña para que Tere me entienda del todo, como siempre ha hecho.

—Este año, será un Día de la Madre especial.

M.—Sí (ríe). No me siento madre, no lo he asumido aún. Pienso en la mía y me parece una figura tan importante… Con poco más de una semana, me parece que aún no tengo el carnet de madre (ríe). Pero claro que lo celebraremos.

—Antes hablabas de tu trabajo. ¿Piensas cómo vas a compatibilizarlo, siendo autónoma?

M.—Por ahora, estoy de baja y me lo planteo con mucha calma. Quiero disfrutar este momento y del niño. Además, con la lactancia, no me queda de otra. No sé cuándo me reincorporaré.

—¿Bajarás el ritmo de trabajo por el bebé?

M.—De alguna manera, inevitablemente, sí. Si ahora pienso en irme y dejar al nene aquí, me muero. Seguro que bajaré un poquito el ritmo.

“El bautizo será el 8 de junio, en la iglesia de San Vicente de Valencia, donde yo me bauticé”, nos anuncia Marta. “Es gracioso, también me bauticé ahí”, añade su marido
—Entonces, ni pensar en Cannes este año.

M.—Me han propuesto ir, pero no sé si podré estar allí en un mes. He tenido muy buen posparto y todo está fenomenal, pero hay que estar emocionalmente fuerte para afrontar una cita tan importante. Entonces, no lo sé… Puede que sí… Al final, con la lactancia, es muy complicado. De momento, me estoy haciendo un banco de leche. De esta forma, tendré leche congelada y tendré un poquito de independencia.

—¿Y el bautizo? ¿Ya has pensado en ello?

M.—Los padrinos aún no los tenemos elegidos, pero el bautizo será el 8 de junio, en la iglesia de San Vicente, en Valencia, ya que yo me bauticé ahí y hay mucha tradición en mi familia.

L.—Es gracioso. Yo también me bauticé ahí.

M.—Lo celebraremos en una de nuestras fincas de bodas, ‘La Huerta By Bonho’, en Valencia.

A la derecha, Marta con los dos hombres de su vida, en el salón de su casa. A la izquierda, una imagen de su boda con Lorenzo, celebrada en mayo de 2022, que fue nuestra portada.

Y lo que comentasteis el bebé tiene que tomar el sol
 
En la entrevista cuando hablan de la celebración de bautizo dice "M.—Lo celebraremos en una de nuestras fincas de bodas, ‘La Huerta By Bonho’, en Valencia."

UNA DE NUESTRAS FINCAS DE BODAS?????
 
Back