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Cada un@ tenemos nuestra propia visión y nuestras experiencias. Universitarios con problemas de bulimia o anorexia, depresión, etc...a raiz del divorcio de sus padres...Harry, con casi 40 años sigue sin superar la muerte de su madre. Conozco amigos a los que se les han separado sus padres después de jubilados ( muy frecuente)....y no sabes lo que es lidiar tú con tus hijos adolescentes...y con el divorcio de tus padres. Con el abuelito yendo en busca de jovenzuelas. Pongo aquí el caso de Mario Vargas Llosa...abuelazo ya, y dejó a toda la familia hecha polvo, largándose con la Pochabel. Digo por poner ejemplo de hijos ya de 50 añazos...con padres iniciando divorcios cercanos a los 80, que hay muchos.
No es plato de gusto a ninguna edad. Así lo veo yo. Aunque hay veces que no queda otra, para los hijos no suele ser agradable, por más que vendan lo contrario y eso sin hablar del tema herencias...que se te mete una " marquesa de Griñón" en la familia y te quedas sin padre y sin casa y sin un euro...
¡Plato de gusto! Ninguna ruptura o pérdida es plato de gusto, pero depende de la madurez personal el modo que uno asuma las realidades de la via en la justa medida de éstas.
Si, hay casos así, cierto, aunque en el caso de Harry una cosa es el divorcio y otra la muerte de tus padres. Con el divorcio siguen vivos y también depende de los hijos adultos el modo en que quieran tomarlo. Si han creído que el matrimonio de sus padres era más estable que el propio suelo que pisan, se llevan sorpresón y disgusto, pero con el tiempo hay que ser adulto para aceptar que tus padres tienen derecho a reconducir sus vidas, son adultos como tú. Y en el tema de los abuelos está el prejuicio de la vergüenza de ver deseos sexuales en un anciano, cuando el cuerpo rara vez acompaña a la mente paralelamente en la vejez, y el temor a que una intrusa se lleve la herencia, pues el dinero del anciano empieza a ser considerado como propio por los hijos y nietos.
No deseo polemizar en absoluto, un tema puede verse desde prismas diferentes. Y todas pueden tener su parte de razón.