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Uff! Acabo de ver el vídeo vendetivo que se ha marcado y a veces se queja por el simple hecho de quejarse.
Me desesperan ciertas cosas:
1. Si no elige la talla correcta pues no le va a quedar bien. Le echa la culpa enteramente al vestido/camiseta, algo de culpa puede tener la tienda por no tallar bien o ella, por no medirse adecuadamente.
2. A no ser que se lo pruebe en tienda no puedes saber como te va a quedar exactamente. Puede tener una ligera idea, pero se queja de las mangas de algunos tops. Dice que no son ceñidas, si ve en la web, algunas de las prendas las modelos no las llevan como segunda piel y desde que ha bajado algunos kg, parece que todo lo quiera así.
3. ¿Esta señora ha visto un mariachi? Es un maldito top blanco, ¿en que se parece eso a un mariachi?
4. Si se compras camiseta imposibles, con tiras y etc. que no se queje de que son raras de poner o de encontrarle la forma, que ella misma lo ha metido en el maldito carrito de compra.
5. Si se compra un vestido con mucha transparencia o con un agujero en medio del escote donde sabe que si se pone un sujetador este va a verse, porque se queja de que va a tener los pechitos libres y que no le gusta eso? Solución: No hay que elegir ese tipo de prendas.
Le concedo que hay prendas que son un desproposito, pero sigo diciendo lo mismo, ella misma ha elegido esa prenda. Esta "comprando" a una tienda china, que espera? La mayoría de las quejas que tiene no son porque el tejido es malo (algunas si), sino porque sus elecciones en cuanto a tallaje o estilo de la prenda no acaban de ser de su gusto.
Edito: Me parece una cerdada a la tienda el nombre que les pone a las prendas en la descripción: "Vestido negro de cuero / plástico con flecos contaminantes", "Conjuntito blanco horrible de Mariachi o Dancing Queen", "Mini vestido negro de Kat Von D y Miércoles" o "Vestido gabardina blanco del ciencianova"
Siempre la pasa lo mismo, bastantes veces no es culpa de la ropa, si no de ella eligiendo, en otro haul chinesco que hizo me fijé en su obsesión con las faldas y vestidos de corte recto, claro, le quedaban en las caderas pequeños y en el resto del cuerpo grande y se quejaba, hija, no es culpa de la ropa, es culpa tuya por no saber que comprar.