La princesa Basmah de Arabia Saudí, desaparecida tras no poder abandonar su país

Registrado
18 Ene 2019
Mensajes
11.403
Calificaciones
92.358
La princesa había intentado volar a Suiza el pasado mes de diciembre pero su vuelo no despegó
La princesa Basmah de Arabia Saudí, desaparecida tras no poder abandonar su país
La princesa Basmah bint Saud en una imagen de archivo. (LV)
REDACCIÓN, BARCELONA
21/11/2019 12:55Actualizado a21/11/2019 18:59
Se teme por la situación de la princesa Basmah bint Saud, un destacado miembro de la realeza saudita, pues se cree que está bajo arresto domiciliario junto a su hija en Riad desde el pasado mes de marzo. La menor de los 115 hijos del anterior rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz, es el último ejemplo de una cada vez más numerosa lista de princesas desaparecidas o con problemas de libertad en Oriente Medio.
Una cadena pública alemana, Deutsche Welle, informaba ayer de la situación de la princesa a través de una fuente cercana –que no ha querido ser identificada por motivos de seguridad–. Según el medio, la princesa Basmah no puede hablar abiertamente porque sus comunicaciones están siendo “monitoreadas”.

20 personas están hablando de esto



La princesa Basmah se ha mostrado a favor durante mucho tiempo de la reforma constitucional y el avance hacia la democracia en Arabia Saudita, algo que, según apunta DW, opiniones que estarían siendo perseguidas entre los miembros de la familia real por el líder de facto, el príncipe heredero Mohammed bin Salman, medio primo de la princesa.
La princesa ahora desaparecida y su hija intentaron embarcaron en un avión rumbo a Suiza el pasado mes de diciembre. Los documentos consultados por DW muestran que la Princesa Basmah tenía autorización para volar y así recibir un tratamiento prescrito por su médico suizo. El caso es que, bajo la sospecha de huida del país árabe por motivos políticos, a su avión no se le permitió despegar el 18 de diciembre del año pasado. Al parecer, fue la escala en Turquía, visto por Riad como un país hostil, lo que suscitó las sospechas.
El abogado estadounidense que organizó su fallida evacuación, Leonard Bennett, ha contado al citado medio que dos meses después de aquel extraño suceso “ella desapareció, nadie sabía donde estaba y nos temíamos lo peor”. Pero tras varios intentos de llamada, su voz resucitó pero “hablaba como una rehén”.

A pesar de ser un usuario activo en Twitter, la cuenta oficial de Princess Basmah quedó paralizada a finales de febrero. Después de ese parón, se publicaron algunos mensajes religiosos hasta julio y no ha habido más publicaciones. La situación de esta princesa saudí recuerda a la de las dos hijas del emir de Dubái, las princesas Shamsa y Latifah, que según la prensa internacional habrían sido encerradas en palacio tras intentar fugarse de Emiratos Árabes.

 
EL MISTERIO DE BASMAH, LA ÚLTIMA PRINCESA DESAPARECIDA EN ORIENTE MEDIO

Según un medio público alemán, la princesa fue arrestada después de intentar volar a Suiza con su hija.



POR D. P.
21 DE NOVIEMBRE DE 2019


190517.jpg


La princesa Basmah bint Saud en 2017 GETTY



La princesa Basmah bint Saud, la menor de los 115 hijos del antiguo rey de Arabia Saudí, es la última de una lista cada vez más numerosa de princesas desaparecidas en Oriente Medio. Después de siete meses sin noticias suyas, Deutsche Welle, una de las cadenas públicas alemanas, informaba ayer en exclusiva que se encuentra bajo arresto domiciliario en Riad junto a su hija, con quien el pasado diciembre intentó embarcar en un avión rumbo a Suiza, donde pensaba iniciar un tratamiento prescrito por su médico.
Según fuentes consultadas por DW, el avión en el que la princesa y su hija embarcaron no recibió el permiso para despegar, parece ser que por las sospechas que levantó una escala en Turquía, país enemigo de Arabia Saudí. Tres meses después, fueron detenidas sin un motivo aparente y desde entonces se encuentran arrestadas bajo vigilancia en la capital saudita, una situación que recuerda a la de las dos hijas del emir de Dubái, las princesas Shamsa y Latifah, que habrían sido encerradas en palacio tras intentar fugarse de Emiratos Árabes.

“Simplemente desapareció. Nadie sabía donde estaba y nos temíamos lo peor”, cita DW a Leonard Bennet, el abogado estadounidense de la princesa que programó su viaje a Ginebra. Después de dos meses intentando contactarla sin éxito, logró hablar con ella en una ocasión, aunque su conversación no le dejó más tranquilo. “Hablaba igual que un rehén”, cuenta Bennet a DW.

Aunque se desconocen las razones de la desaparición de la princesa Basmah, su supuesto arresto podría tener como marco los casos de desapariciones, encarcelamientos ilegales e incluso asesinatos que, según recuerda DW en su exclusiva, han sufrido en los últimos meses las personas críticas con el régimen saudita y con el príncipe heredero Mohamed bin Salman, incluidos miembros de la numerosa familia real saudita.

La princesa Basmah era una de esas voces críticas con el régimen. Tras mudarse a Londres en 2010, donde residió hasta su regreso a Arabia Saudí en 2015, solía aparecer en medios como la cadena BBC para defender el establecimiento de la democracia en este país, criticando por ejemplo en 2012 que el reino de Arabia Saudí no hubiera reformado la monarquía para separar el papel del rey del correspondiente al primer ministro, reunidos todavía en la misma persona del actual monarca, el rey Salmán. Un año después, en 2013, la princesa denunció que había sido víctima de un chantaje por este tipo de críticas, pidiéndole los chantajistas 320.000 libras -unos 374.000 euros- a cambio de no difundir un vídeo en el que se le veía fumando un cigarrillo y lanzando un beso con el pelo descubierto, rompiendo así con la tradición de su país.

“En Arabia Saudí es un escándalo que una mujer fume y no se ponga nada en el pelo”, declaró en aquella ocasión la princesa Basmah al diario británico Telegraph. “Es como si la duquesa de Cambridge no se pusiera sujetador. Tiene el mismo efecto. Y dado que yo soy un símbolo en la lucha por las causas humanitarias y contra la corrupción, eso arruinaría mi imagen en mi país”.


 
REALEZA SAUDÍ
La más díscola de las princesas saudíes, sometida a arresto domiciliario
Basma, de 55 años, desapareció a principios de año tras intentar, en vano, viajar al extranjero. En 2018 osó criticar la intervención de Arabia Saudí en la guerra de Yemen




Foto: Basmah bint Saud. (Getty)


Basmah bint Saud. (Getty)



IGNACIO CEMBRERO
TAGS
CASA REAL
24/11/2019




No solo en Emiratos Árabes Unidos desaparecen princesas durante meses o años, como Shamsa, en 2002, y Latifa, en 2018. También se evaporan en la vecina Arabia Saudí. La princesa Basma bint Saud bin Abdulaziz Al Saud, de 55 años, no ha sido vista en público desde principios de año. Lo más probable es que esté detenida en su domicilio de Riad junto a su hija mayor.


La princesa quincuagenaria es nieta del rey Abdulaziz Al Saud, el fundador del reino, y es la hija más pequeña de los 115 descendientes que tuvo el rey Saud bin Abdulaziz Al Saud que reinó once años (1953-1964). Estudió medicina y sicología en la Universidad Árabe de Beirut, es madre de cinco hijos y está divorciada desde 2010.




Latifa de Dubái, en una foto de archivo. (Cordon Press)




“Había desaparecido del escenario, nadie sabía dónde estaba, nos temíamos lo peor”, declaró su abogado, el norteamericano Leonard Bennett, a la Deutsche Welle (DW), la radiotelevisión pública alemana, el medio de comunicación que desveló la desaparición de la princesa. Bennett la llamó por teléfono y cuando, por fin, descolgó, el letrado sospechó que “aparentaba ser una rehén”. Llegó a la conclusión de que estaba sometida a un “arresto domiciliario” sin haber sido procesada.

La princesa Basma debía volar con su hija, el 18 de diciembre del año pasado, de Yedda a Ginebra para recibir allí unos cuidados médicos urgentes por indicación de su médico suizo. No fue autorizada a viajar por motivos no aclarados. Su detención en su domicilio, junto con su primogénita, remontaría a marzo, según DW. Se produjo porque trató de salir del país sin los debidos permisos. ¿Intentó la princesa hacer meses más tarde ilegalmente el viaje que las autoridades le prohibieron en diciembre?




La princesa de Arabia Saudí Basmah Bint Saud Al Saud en una imagen de archivo. (EFE)





Incómoda para la realeza
Aunque no es una revolucionaria, la princesa Basma es un miembro incómodo de la familia real por su preocupación por los derechos humanos y sus ideas reformistas formuladas con prudencia en artículos en Al Medina o Al Hayat, diarios de su país, y con más contundencia en entrevistas en medios de comunicación anglosajones como The Independent, Vanity Fair o la BBC.

La princesa abogaba por convertir a Arabia Saudí en una monarquía constitucional. Denunció además la “injusta distribución de la riqueza” en el reino, también en el seno de la numerosísima familia real. “La realeza cuenta con 15.000 miembros (…) en Arabia Saudí", explicaba a The Independent en 2012. “De esos hay 2.000 que son multimillonarios, que ostentan todo el poder, toda la riqueza y nadie puede pronunciar una palabra contra esa situación (…)”, añadía.



La princesa de Arabia Saudí Basmah Bint Saud Al Saud en una imagen de archivo. (EFE)





Su última intervención se produjo en enero de 2018 cuando, en una entrevista en la BBC, pidió que su país dejara de intervenir en la guerra civil en Yemen que empezó en 2015 y en la que Arabia Saudí ha sido uno de los protagonistas porque así lo quiso Mohamed Ben Salman (MBS), de 34 años, el príncipe heredero y hombre fuerte del reino. En cuatro años más de cien mil niños han muerto allí de malnutrición.

Pese a sus críticas, la princesa Basma ha proclamado siempre su lealtad a la familia real. “Sigo siendo una ciudadana obediente y siempre estaré detrás de la familia real”, afirmó, por ejemplo, a The Independent. ¿Tenía la intención de mantener esa lealtad después de que el periodista Jamal Khashoggi, un célebre disidente saudí, fuese asesinado, en octubre de 2018, en el consulado de su país en Estambul? Aquello fue una “ejecución deliberadamente premeditada”, según Naciones Unidas, cuya responsabilidad se atribuye, en última instancia, al heredero saudí.




La princesa de Arabia Saudí Basmah Bint Saud Al Saud en una imagen de archivo. (EFE)





Quizás fue Mohamed Ben Salman, el príncipe heredero, el que prohibió hace un año a la princesa viajar al extranjero por temor a que expresara su opinión sobre el asesinato de Khashoggi y después ordenó su arresto domiciliario para asegurarse de que no huía clandestidamente. “Es inimaginable que el hombre fuerte del país no esté como mínimo al corriente y, por supuesto, apruebe, la reclusión de un miembro destacado de la realeza”, señala un saudí que trabajó largos años para la familia real.

Desde que fue elegido príncipe heredero, Mohamed Ben Salman tiene una cierta tradición de encarcelar a miembros de la familia real. En noviembre de 2017 fueron unos 200, entre ellos había también empresarios, los que se convirtieron en unos clientes muy especiales del Hotel Ritz Carlton de Riad. El establecimiento fue transformado en una cárcel de lujo en la que ingresó, entre otros, el príncipe Alwalid bin Talal, el hombre más rico de Arabia Saudí cuya fortuna asciende a 16.970 millones de euros, según la revista Forbes. Fueron acusados de corrupción y, al cabo de tres meses, liberados sin ser juzgados. El acuerdo al que llegaron entonces con el heredero no ha sido desvelado.




Foto del periodista Jamal Khashoggi. (Reuters)



Desde que el disidente Khashoggi fue descuartizado en el consulado saudí, Mohamed Ben Salman ha hecho esfuerzos para blanquear su imagen, y la de su reino, en el extranjero. Uno de ellos ha consistido en atraer, a golpe de talonario, la Supercopa de España que, a partir de enero próximo, se celebrará en Arabia Saudí durante los tres próximos años, según anunció el 11 de noviembre la Real Federación Española de Fútbol.

https://www.vanitatis.elconfidencia.../princesa-saudi-arresto-domiciliario_2349707/
 
Sin noticias de la princesa Basmah de Arabia Saudí
La difusión de unas imágenes de sus presuntos captores reabren los interrogantes sobre el paradero de la hija del rey Saud


La princesa Basmah Bint Saud, en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, en 2016.


La princesa Basmah Bint Saud, en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, en 2016.CORDONPRESS


ÁNGELES ESPINOSA
Dubái - 22 MAR 2020


Desde su lujoso ático de Yeda, la princesa Basmah disfrutaba de unas espectaculares puestas de sol sobre el mar Rojo. A menudo, las fotografiaba y se las enviaba a sus amistades. La princesa Basmah también escribía poemas y artículos periodísticos sobre feminismo o temas humanitarios. Sus orígenes privilegiados como hija del rey Saud y nieta del fundador de Arabia Saudí no la han protegido sin embargo de perder la libertad. Desde el año pasado, Basmah Bint Saud, de 56 años, se encuentra detenida sin aparente orden judicial ni cargos conocidos. Como es habitual en la opaca monarquía saudí, las autoridades mantienen silencio.



Puesta de sol sobre el mar Rojo que la princesa Basmah envió a una amiga.


Puesta de sol sobre el mar Rojo que la princesa Basmah envió a una amiga.



Una de las hijas de la princesa, Sarah, confirmó el encarcelamiento a una amiga a principios del pasado diciembre en un correo electrónico. Le contaba que su madre se encontraba en una prisión de Riad “en condiciones insalubres” y que no se había registrado su ingreso. Otra hija, Sohud, que estaba junto a ella en el momento de la detención, también fue encerrada en la misma penitenciaría. La princesa tiene tres hijos más, una chica y dos chicos, fruto de su matrimonio con un prominente saudí del que está divorciada desde 2007.

La odisea de Basmah se había conocido unos días antes cuando la cadena de televisión alemana DW reveló que allegados de la princesa dejaron de tener noticias suyas después de que intentara salir de Arabia Saudí para recibir tratamiento médico en Suiza para sus problemas cardíacos. Su caso ha vuelto a salir a la luz a raíz de que el diario Abc difundiera unas grabaciones de vídeoque asegura corresponden a los momentos previos a su detención.

En las imágenes, supuestamente procedentes de las cámaras de seguridad del piso de Basmah, se ve a nueve hombres que se mueven nerviosos por el recibidor. Ocho de ellos visten camisetas y pantalones, pero el que parece estar al frente va ataviado con la tradicional túnica blanca saudí y no deja de hablar por teléfono. Varios llevan walkie-talkies y en un par de casos, una pistola al cinto. Las dos primeras pantallas muestran al grupo desde dos ángulos distintos. Las otras dos enfocan la cocina y otra habitación en la que solo se distingue un ordenador encendido, ambas aparentemente vacías.

“Reconozco el suelo y el interior de los dos ascensores, pero el piso está completamente reformado respecto al resto”, describe un europeo que vivió en el mismo edificio a mediados de la pasada década. “Tenía todas las comodidades: gimnasio, piscinas, zona de barbacoa, parque infantil, sala de fiestas privada y un garaje enorme, donde estaba la sala de control con todas las pantallas”, recuerda. “Con la princesa apenas coincidí un par de veces en el ascensor. Su ático, al ocupar una planta entera, no tenía botón sino una llave, no podía acceder cualquiera”, añade.



Vestíbulo del edificio en el que vivía la princesa Basmah en Yeda.


Vestíbulo del edificio en el que vivía la princesa Basmah en Yeda.



La grabación tiene fecha del jueves 28 de febrero de 2019, entre las 23.41 y las 23.48 horas, cuando dos de los hombres se percatan de las cámaras y las cubren. De acuerdo con las fuentes citadas en el texto que acompaña al vídeo,el grupo esperaba la llegada de Basmah y de sus hijas Sarah y Sohud, después de que se les impidiera abandonar Arabia Saudí. “Esos hombres les dijeron que eran enviados de la corte real y que estaban allí para llevarla a hablar con su primo, el príncipe heredero”, cuenta al diario un allegado de la princesa, que asegura que tanto ella como sus hijas están encerradas desde entonces en la prisión de alta seguridad de Al Hair, en Riad.

Si la detención de Basmah ha sido confirmada por varias fuentes, los detalles que rodean el caso permanecen confusos. Según Leonard Bennett, el abogado estadounidense que organizó su frustrada salida del país mencionado por DW, fue el 18 de diciembre de 2018 cuando se le denegó el permiso para subir al jet medicalizado que iba a llevarla a Suiza. Dos meses después, Bennett, que no ha respondido a los emails enviados por esta corresponsal, perdió el contacto con la mujer, pero tras numerosas llamadas logró hablar con ella aunque, dijo, “sonaba como un rehén”.

De hecho, la presencia en las redes sociales de la hasta entonces hiperactiva princesa decayó significativamente a partir del 1 de marzo del año pasado, el día de su cumpleaños. Desde esa fecha y hasta el 5 de julio, cuando publica por última vez en Twitter, solo hay mensajes de contenido religioso.
Pero, ¿qué ha motivado el encierro de la menor de los 115 hijos del rey Saud? “Tendría que ver con sus llamadas a un verdadero proceso de cambio en Arabia Saudí o [sus] posturas contrarias a la línea oficial mantenida por Riad respecto a las revoluciones árabes, que [ella] apoyó”, opina María José Llera, autora de un trabajo académico (sin publicar) sobre la teoría de la Cuarta Ley promovida por la princesa. Pero a pesar de la fama de “abierta y mediática” que Basmah adquirió mientras vivía en Londres tras su divorcio, nunca criticó a la familia real de la que se sentía parte.

En 2016, después de que su negocio de restauración no diera el resultado esperado, decidió volver al reino. Desde entonces redujo sus entrevistas con medios extranjeros; también las entradas de su blog se hicieron menos frecuentes. Según Abc, la princesa regresó “con el objetivo de recuperar las tierras de su padre” y depósitos bancarios por valor de 2.000 millones de euros, una herencia que supuestamente les arrebató a ella y a sus 114 hermanos el rey Faisal tras apartar del trono a Saud en 1964. Tal empeño habría molestado a su primo y poderoso heredero, el príncipe Mohamed Bin Salmán. Al menos, eso es lo que dicen sus allegados.

 
Back