Sí, me pregunto qué habrá tenido. Un episodio psicótico o algo por el estilo.
¡Pobre!
Creo recordar que fue una crisis nerviosa provocada por los desplantes y amoríos de su marido, sumado al fervor religioso del converso. Tuvo una época mala, acrecentada por una ola de misticismo religioso, y la familia aprovechó para “empaquetarla” durante una temporada.
Al marido es que le venía bien. Meto a mi legítima en un “sanatorio”, arreglo deprisa y corriendo los casamientos de las niñas, envío al niño al internado y que se ocupe de él el resto de la familia durante las vacaciones, y yo a vivir la vida con mi amante de turno, esa vida de “soltero” diletante que tanto echo de menos.
El misticismo se quedó con ella, pero lo recondujo a obras sociales y a hacer el. bien, en general, no al fervor solitario de los peores momentos de su “crisis”.
El marido se las traía. Un caradura de manual (en mi opinión, evidentemente).