Era el año 1900 y el viajero del tiempo aterrizó en la luna y allí en aquella época podías encontrar marcianos de muchos colores saltando y bailando. Parecían buena gente pero cuando se enfadaban ellos te tiraban del pelo y hacían mucho daño, eran apacibles y vivían en casas de mazapán, vivían felices sin que nadie los molestase. El viajero vio a un marciano saltando hacia él con unas flores dándole la bienvenida y el viajero sonrió y dijo:
- Hola amable marciano, gracias por la buena onda que me inspiras.
El marciano le respondió pero hablaba en un idioma desconocido para los humanos.
El marciano usó entonces señas para decirle que le invitaba a comer en el palacio del rey.
- Hola amable marciano, gracias por la buena onda que me inspiras.
El marciano le respondió pero hablaba en un idioma desconocido para los humanos.
El marciano usó entonces señas para decirle que le invitaba a comer en el palacio del rey.