Isabel II acabó con los bailes de debutantes por clasistas... hace 60 años

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El palacio de Buckingham solía reunir cada año a chicas jóvenes y sus pretendientes para presentarlos ante la monarca, hasta que ella decidió terminar con la tradición.
Por Mónica Parga
Este fin de semana tendrá lugar en París uno de los eventos más high-class del calendario aristocrático, el Bal des Débutantes, donde los 'cachorros de la jet' (véase nobles, estrellas de cine o grandes empresarios) se visten de Alta Costura y celebran su entrada oficial en el circuito del alto standing. Liderado por Ophélie Renouard, la CEO y fundadora del evento, la última de estas exclusivas puestas de largo reunió entre sus asistentes a Amina Martínez de Irujo y a su hermano, y a Ava Philippe, la hija de Reese Witherspoon.

Al igual que sucedió con la puesta de lar
largo de Tana Rivera, o con los rumores de que Victoria Federica de Marichalar festejaría su mayoría de edad con un evento similar, este tipo de celebraciones suelen suscitar cierto escepticismo. ¿Son clasistas los bailes de debutantes y las puestas de largo? ¿Estamos manteniendo una tradición anticuada?


Este debate ya se lo planteó la reina Isabel II en 1958, cuando decidió que aquel año sería el último que organizarían el Debutantes Ball en el palacio de Buckingham, una cita que acogía a centenares de mujeres en edad de casarse y a posibles pretendientes como rito de pasaje de la niñez hacia la sociedad. A lo largo de la velada, las jóvenes desfilaban por delante de la monarca para saludarla, con un protocolo que distinguía si provenían de una familia aristocrática o si por el contrario eran hijas de plebeyos.

La costumbre se remontaba al siglo XVIII, cuando la reina Charlotte inauguró la tradición para marcar su cumpleaños. Las invitadas, casi todas de 17 años y conocidas como las 'debs' (ellos eran los 'deb's delights'), debían lucir vestidos con plumas de avestruz y largas colas de color blanco, una suerte de trajes de novia primigenios. El código de vestimenta se relajó con el tiempo, y para mediados de los años cincuenta el conjunto más típico incluía un vestido largo y collar de perlas. A mitad de siglo, la revista Tatler recomendaba el color azul como el más adecuado para la ocasión. ¿El objetivo de las jóvenes, además de encontrar marido? Llamar la atención del duque de Edimburgo, que solía morirse del aburrimiento en estos bailes.

Antes del auge de Hollywood y las supermodelos, lo más cercano a las celebridades modernas eran estas jóvenes debutantes, "adoradas por los fotógrafos de sociedad y los periodistas", como relataba The Independent. Solo podían entrar si habían sido invitadas por una debutante
anterior (normalmente eran las madres quienes acababan llevando a sus propias hijas).

El día se planeaba con meses de antelación a través de conversaciones en otros eventos de la realeza como las carreras de Ascot o el festival de Goodwood. "Era una sociedad cerrada que se nutría de las relaciones cultivadas en esos ambientes", explicaba Nick Bullen, editor jefe de True Royalty. "La idea era buscarse un duque o un empresario industrial". Las madres, mientras, elaboraban listas con los nombres de los mejores candidatos para sus hijas y los clasificaban según sus intenciones. Los que debían evitar a toda costa eran los NSIT (Not Safe in Taxis, no son seguros para ir en taxi) o MTF (Must Touch Flesh, Tienen Que Tocar Piel).


Después del baile quedaba inaugurada la temporada de "solteras", donde los hombres con interés en casarse ojeaban la nueva tanda de jovencitas recién llegadas "al mercado". "La presentación era para muchas de nosotras el preludio de un verano de almuerzos, cócteles, bailes y fines de semana en las casas de campo", contaba Fiona MacCarthy una de las asistentes al último evento.

La celebración acabó por desvirtuarse y se hizo imposible conjugarla con los requisitos de la modernidad. El sistema, calificado de arcaico, servía para concentrar la riqueza en un círculo cada vez más cerrado y excluyente. La sociedad británica, además, también estaba cambiando y los fracasos políticos, como la crisis de Suez, provocó que las clases altas se volvieran más reticentes a presumir de su poder. "Claro que tenía que terminarse. La escena social que recuerdo era demasiado clasista, estúpida e ingenua como para sobrevivir en los satíricos años sesenta", continuaba Ma
MacCarthy.

Isabel II, apoyada por su hermana la princesa Margarita (que al parecer admitió que la cosa estaba fuera de control y llegó a decir que tuvieron que ponerle fin porque "todas las golfas de Londres se estaban colando"), decidió que no habría más fiestas de debutantes en el palacio de Buckingham a partir de 1958.


Ese año, miles de madres intentaron inscribirse para que sus hijas asistieran al último gran baile. Entre las 1.400 que lo consiguieron, destacó Sally Croker-Poole, que se acabó casando con Aga Khan; Nicolette Powell, que se casó con un marqués pero luego se enamoró de una estrella del pop; o Rose Dugdale, condenada años después por participar en un ataque terrorista del IRA.


https://www.revistavanityfair.es/re...argo-buckingham-sexismo-1958-inglaterra/34836
 
Les falta contar que a mediados de los 50 las aristócratas y niñas bien ya empezaban a pensar que era un baile antiguo y demasiado encopetado y, o no querían ir, o iban por obligación.

Iban a la “presentación” y luego se iban de fiesta con sus pandillas, así que cayó en desuso entre parte de la sociedad y entonces se “apuntaron” los nuevos ricos (que no tenían por qué ser golfos) que a algun@s les daba tanta urticaria.

Estaba “destinado” a morir y simplemente lo mataron antes de que decayera más.

Fiestas de “presentación en sociedad” siguió habiendo, pero más al rollo de los tiempos.

Y algunas incluso escandalizaron en la época... como la de la Hon. Bunty Lampson, hija de Lord Killearn (y madre de la actriz y modelo Liberty Ross y de los hermanos Ross; Milo, Atticus y demás) que se “presentó en sociedad” en pantaloncitos blancos y con los Rolling Stones tocando en directo en su fiesta. 1963 o 1964...

Estaba claro que las nuevas generaciones de aristócratas tenían poquito interés en una fiesta con valses y la Reina Madre de escopeta.
 
Justo hace poco leí sobre la prohibición de estos bailes y la famosa frase de Margeret "todas las fulanas de Londres se reunían allí a lucir la mercancía", refiriéndose a las pijas de la alta suciedad, me imagino qué no diría de las mujeres obreras de a pie si esas "fulanas" eran de su condición aunque un escalón por debajo.
 
Justo hace poco leí sobre la prohibición de estos bailes y la famosa frase de Margeret "todas las fulanas de Londres se reunían allí a lucir la mercancía", refiriéndose a las pijas de la alta suciedad, me imagino qué no diría de las mujeres obreras de a pie si esas "fulanas" eran de su condición aunque un escalón por debajo.
Nadie más fulana en toda Inglaterra que Margareth, a la par de Wallis Simpson.
 
Tal vez a “fulanas” se referían a la cantidad de “nuevas ricas”, chicas adineradas sin abolengo, las verdaderas aristócratas siempre se han codeado con gente de su nivel y por otro lado, probablemente ninguna tenía la intención de “prestarse” para el bailecito; sin ir más lejos es humillante pasearte como “mercadería a la venta”, nada más cercano a la prostitucion o trata de blancas.
De ninguna manera expondría a una hija a esta situación, además las chicas de estas nuevas generaciones y de la high class, se conocen con los chicos a través de las RRSS., los ricos siempre se relacionan con ricos, los de la clase media con ínfulas o new rich, andan buscando cualquier “club exclusivo” donde relacionarse con gente de “aparentemente” mejor nivel socioeconómico; que al final resultan ser de la misma clase...a día de hoy llegarían muchas rusas; si no pregúntenle a Alberto de Mónaco en que se han convertido sus bailes, otrora glamorosos!
 
Isabel II acabó con el de Buckingham y se dan de tortas por ir al baile de debutantes de París.
 
Isabel II acabó con el de Buckingham y se dan de tortas por ir al baile de debutantes de París.

No te creas... se dan tortas los oligarcas rusos y chinos, los del petrodólar, y algún actor o actriz hollywoodiense por “presentar” a sus hijas. Y luego se dan tortas los organizadores, entre ellos, para conseguir encontrar a algún cachorro de aristócrata con padres lo suficiente tontos como para que les interese este sarao.

Tortas entre las grandes familias de la nobleza europea no hay, ni mucho menos. Ya organizan ellos sus fiestas e invitan a quien quieren, sin sponsors y sin pasar por caja. Siempre hay algún tont@ que quiere ir, pero interés, ninguno.
 
La escena del Baile de Debutantes en la serie Downton Abbey me encantó,eso sí,eran otros tiempos;aún así si que se sigue celebrando el baile de debutantes de París,por lo que (n)(n)(n)(n)(n)(n)(n)(n)



www.hola.com

Si te interesa el tema, como las presentaciones y temporadas desde después de la 2a GM hasta los 50 ya no fueron "nada" comparado con las de antes, te gustaría tal vez leer a Anne de Courcy, que ha escrito sobre el tema. Busca "1939: The Last Season", sobre la última temporada 'grande' y "Debs at War", sobre el cambio que conllevó la guerra para estas jovencitas.
 

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