Festival de Cannes 2021.

Festival de Cannes 2021: por segunda vez en la historia una mujer gana la Palma de Oro​

La película ganadora es “Titane”, de la francesa Julia Ducournau. La anterior cineasta había sido Jane Campion, por “La lección de piano”.​

Por segunda vez en la historia una película realizada por una mujer obtiene la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Titane, de la francesa Julia Ducournau, se llevó este sábado 17 de julio el premio a la mejor película de la 74 edición del festival, según anunció, presuntamente por error, el presidente del jurado, Spike Lee.
El orden de entrega de los premios deja siempre el ganador de la Palma como el último en ser anunciado, al ser el galardón más importante del festival, pero Lee se confundió al ser preguntado por el palmarés ante la mirada sorprendida de sus compañeros del jurado.

Sin embargo, se retomó el anuncio en el orden establecido, y la Palma tuvo que esperar para ser entregada.

La francesa recibió la Palma de manos de la actriz Sharon Stone. Lee, tras disculparse, estuvo a punto de volver a anunciar el premio antes de tiempo, ya que no había salido aún Stone al escenario.

Ducournau, de 37 años, se alzó con el máximo galardón, 28 años después de que lo hiciera la neozelandesa Jane Campion por La lección de piano, ex aequo con Adiós a mi concubina, del chino Chen Kaige.
O sea que en 74 ediciones, solamente dos cineastas mujeres se llevaron el premio mayor en Cannes.

De qué va el filme ganador​

El filme de Ducournau es el más transgresor y violento de los 24 que competían por la Palma de Oro. Protagonizada por la actriz Agathe Rousselle, la película narra la historia de una mujer convertida en asesina convulsiva que siente una atracción sexual por los autos.

Una relación entre humanos y máquinas que la directora -que, además, era la más joven en la competencia- retoma tras David Cronenberg en Crash y John Carpenter en Christine.
Quienes vieron el filme aseguran que es algo sádico y bastante radical. La película arranca con un accidente de coche en el que una niña, Alexia, resulta herida de gravedad y los médicos tienen que ponerle una placa de titanio en el cráneo.

Alexia es una hija que, desatendida por su padre (Bertrand Bonello), trata de encontrarse a sí misma en los brazos de un padre adoptivo (Vincent Lindon).

Años más tarde, la joven se vuelve una asesina compulsiva. Como arma, utiliza un punzón de madera como los que se utilizan para recoger el cabello. De ahí que el llamado a Sharon Stone para entregar la Palma (Catherine Tramell, la asesina que personificaba Stone en Bajos instintos, utilizaba un picahielos) tenga cierta lógica.

Pero el filme de Paul Verhoeven, que compitió en Cannes en 1992, no tuvo tanta suerte y no se llevó ningún premio.

Ducournau agradeció al jurado por abrazar la diversidad y "por dejar entrar a los monstruos". "Uno de mis objetivos fue traer el cine de género a los festivales generales, para dejar de marginar una parte de la producción francesa", había dicho días atrás la directora. "El género también permite hablar del individuo y muy profundamente de nuestros miedos y deseos", añadió.

Ducournau ya había sacudido Cannes en 2016 con Crudo, su opera prima sobre una estudiante de veterinaria que se convertía en caníbal.
Evidentemente el Jurado, compuesto este año por mayoria de mujeres, no se puso muy de acuerdo en otros premios. El Gran Premio del Jurado, el segundo más importante, se lo llevó Un héroe, del iraní Asghar Farhadi, ex aequo con Compartment nº 6, del finlandés Juho Kuosmanen.

Y Memoria, del tailandés Apichatpong Weerasethakul, con Tilda Swinton como una cultivadora de orquídeas que visita a su hermana enferma en Bogotá, pero unos extraños sonidos le impiden descansar, y que fue rodado en Colombia, se llevó el premio del Jurado, pero también ex aequo con La rodilla de Ahed, del israelí Nadav Lapid.
Al recibir el premio, el cineasta tailandés hizo un llamamiento a los gobiernos de Tailandia y de Colombia, dos países que atraviesan situaciones difíciles, suplicándoles que "despierten y trabajen para sus pueblos".

Latinoamérica prácticamente no tuvo presencia en la Selección oficial. El cortometraje Cielo de agosto, de la brasileña Jasmin Tenucci, se llevó una Mención Especial.

El jurado del Festival de Cannes consagró también a dos actores poco conocidos, el estadounidense Caleb Landry Jones, y la noruega Renate Reinsve, con los premios de interpretación por sus papeles en Nitram y The Worst Person in the World.

Caleb Landry Jones, que ha tenido roles secundarios en el cine independiente estadounidense, interpreta al autor de una matanza que traumatizó a Australia en 1996, mientras que Reinsve da vida a una millennial en plena crisis existencial.

Leos Carax, por el musical Annette, ganó el premio al mejor director, pero no estuvo para recibirlo.
El japonés Hamaguchi Ryusuke se llevó el premio al mejor guion por Drive my Car, cuando muchos pronosticaban que la Palma podía ir, por tercer alo consecutivo, tras Somos una familia, de Hirokazu Kore-eda, y Parásitos, de Bong Jon-hoo, al continente asiático.
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