A Al-Fayed, el padre de Dodi, muchas veces, paseándose por sus dominios (Harrods, antes de que lo vendiera) rodeado de un séquito de guardaespaldas y secretarias.
También dos veces al año, al “inaugurar” las rebajas con algún famoso en el balcón de las escaleras de la entrada por Hans Crescent, que era un número porque contrataba a un famoso y luego no le dejaba hablar, era todo yo-yo-yo.
Un señor bastante feo y con unos aires de grandeza difíciles de superar.
También dos veces al año, al “inaugurar” las rebajas con algún famoso en el balcón de las escaleras de la entrada por Hans Crescent, que era un número porque contrataba a un famoso y luego no le dejaba hablar, era todo yo-yo-yo.
Un señor bastante feo y con unos aires de grandeza difíciles de superar.