Estrenos Cine Español

'4 latas'


Director: Gerardo Olivares

Reparto: Jean Reno, Hovik Keuchkerian, Susana Abaitua, Arturo Valls, Quique San Francisco

Cuando Tocho y Jean Pierre se enteran de que Joseba está enfermo, deciden viajar hasta Mali para visitarlo. La travesía a bordo de un 4 latas que todavía conserva su hija Ely les recordará a los viajes que hicieron los tres juntos en los 80, atravesando el Sahara en coches que luego vendían.

Estreno : Marzo 2019


 
Una comedia dramática con treintañeros acercándose a la cuarentena y resistiéndose a hacerse mayores
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Dani de la Orden inaugura la tercera edición del Bcn Film Fest
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El equipo de 'Litus' (A Contracorriente films)
IGNASI JULIACHS
23/04/2019 10:36
Actualizado a 23/04/2019 10:47


Este lunes de Pascua se ha inaugurado la tercera edición del BCN FILM FEST coincidiendo, como siempre, con la semana que contiene el día de Sant Jordi, un certamen que concierta el cine con la literatura y la historia –cabría añadir el arte, con sección propia–, en lo que es una iniciativa tan original como sugerente en Barcelona. Ha abierto la edición Litus, de Dani de la Orden, un joven cineasta dedicado mayoritariamente a la comedia, género que ha empleado en varias ocasiones para abordar/recrear los conflictos de relaciones y afectos de su generación con títulos como Barcelona, nit d’estiu y Barcelona, nit d’hivern. Sin embargo, Litus deja atrás a los que se hallan entre los veinte y treinta años para concentrarse en los que ven acercarse la cuarentena peligrosamente, ya con algunos sueños rotos y desengaños cicatrizando, pero resistiéndose a lo que significa hacerse mayor y asumir deberes y cargas.

Basándose en la pieza teatral de Marta Buchaca, de cuyo guión es autora junto a De la Orden, el realizador tira del recurso argumental de la reunión de amigos que llevan algún tiempo sin verse para que empiecen a aflorar rencillas, rencores, traiciones, desengaños, y se abran heridas mal cicatrizadas y así estalle el conflicto en varias direcciones mediante el hábil uso de la comedia y el drama, hilvanados con acerados diálogos llenos de sorpresas. Sólo que la edad de los personajes permite añadir el peso de la muerte, la de uno de los integrantes del grupo que ha decidido suicidarse.

La película está basada en la pieza teatral de Marta Buchaca, de cuyo guión es autora junto a De la Orden

La vida, así, empieza a mostrar su rostro más amargo, puesto que la pérdida de un ser querido, para el hermano, para la compañera, para el resto de amigos, los enfrenta a conflictos de grupo no hablados, ocultos, ignorados que remueven las entrañas de los afectos mutuos y asoman traiciones y aspectos impensados tanto de los vivos como del finado. El desaparecido es una ausencia tan pronto ensalzada como denostada, esto último con mayor ahínco a medida que van sabiéndose cosas que afectan los sentimientos y afectos entre los hombres y mujeres del grupo, dejados a su suerte porque el muerto ya no habla.

De la Orden demuestra comenzar a dominar los resortes tanto cómicos como dramáticos y sus transiciones, mediante el uso de unos diálogos en ocasiones tan rápidos que demandan una completa concentración, y que a la vez confieren un ritmo fuerte que empodera el film. Ha sabido trasladar un material teatral a un entorno plenamente cinematográfico que casi en exclusiva transcurre en el amplio apartamento del difunto, cuya puesta en escena sabe mostrar como pocos filmes últimamente logran.

Los actores, entre ellos Quim Gutiérrez, Adrián Lastra, Belén Cuesta, Miguel Fernández, o Álex García, confieren a la situación tanto verismo como es posible, si bien la cinta, sobre todo en su tramo final, peca de cierta sensiblería juvenil que no favorece un film por otro lado, como exponemos, no exento de valores.

El argumento ofrecido, la reunión de viejos amigos, remite a modelos de peso específico como Los amigos de Peter, de Kenneth Branagh, que algún personaje del propio film menciona irónicamente, o incluso Reencuentro, de Lawrence Kasdan, o a films más recientes derivados hacia el film de terror y ciencia-ficción como Fin, de Jorge Torregrossa. Es un modelo nada novedoso pero que conviene con eficacia y atractivo a registros genéricos varios. Eduardo Campoy y el sello que preside, Alamo Producciones Audiovisuales están tras la producción.

Los actores, entre ellos Quim Gutiérrez, Adrián Lastra, Belén Cuesta, Miguel Fernández, o Álex García, confieren a la situación tanto verismo como es posible.

https://www.lavanguardia.com/cine/20190423/461817769752/litus-comedia-treintaneros-cuarentena.html
 
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La vida sin Sara Amat (Laura Jou, 2019)

Pep, de 13 años, está completamente enamorado de una chica del pueblo de sus abuelos, Sara Amat. Una noche de verano Sara desaparece sin dejar rastro. Al cabo de unas horas, Pep se la encuentra escondida en su habitación. La joven le explica que ha huido de casa y le pide quedarse con él

 
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Ojos negros (2018)

Paula, una chica de 14 años, tiene que pasar el verano en Ojos Negros, un pueblo de Teruel, con su tía y su abuela, a quienes apenas conoce. Allí descubre las tensiones familiares que se destapan a raíz de la enfermedad de su abuela. Intentando escapar de esa atmósfera asfixiante conoce a Alicia, una chica de su edad con quien establece una intensa amistad. Al final del verano Paula intuirá lo que significa hacerse mayor.

 
Eloy Enciso se adentra en las tinieblas de la dictadura franquista
El cineasta gallego utiliza textos de autores en el exilio y cartas de desconocidos para armar ‘Longa noite’, premiada en Locarno


GREGORIO BELINCHÓN
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Madrid
6 DIC 2019


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Fotograma de 'Longa noite'. En vídeo, el tráiler.



Fueron años de oscuridad, de miedo, de susurros, y a la vez de cierta inocencia. Tiempos de muerte, de represión, de persecuciones políticas, y sin embargo hubo gente que escribió cartas pidiendo clemencia, misivas casi cándidas que nunca lograrían su objetivo. "Las cuatro décadas del franquismo devastaron España en lo moral y en lo intelectual, aún se nota cómo el franquismo habita en España en 2019", apunta el director Eloy Enciso (Meira, Lugo, 44 años). Con esas voces acalladas del exilio exterior y del exilio interior ha cimentado su nuevo largometraje, Longa noite, una película nocturna, llena de fantasmas y de conversaciones en tonos quedos. "Después de Arraianos", filme con el que logró un gran eco en los festivales, "me apetecía en términos artísticos hacer una película nocturna. Y cuando el franquismo entró en la temática, se conjuntaron fondo y forma.

Al igual que en Arraianos, Enciso ha usado en Longa noite actores aficionados o directamente debutantes ante las cámaras. A la fuerza de sus rostros les une el guion, que utiliza cartas anónimas, relatos y textos de Max Aub, Celso Emilio Ferreiro, Rodolfo Fogwill, Luís Seoane y Ramón de Valenzuela, entre otros, para sumergir al espectador en esa larga noche que fue el franquismo para España. "El título surgió muy rápidamente. En cuanto a los textos, el proceso fue mucho más largo. Tuve que cambiar mi idea inicial de usar un solo texto que abordara las temáticas que quería narrar. Consulté a una catedrática de la universidad de Santiago de Compostela, y tras escucharme me dijo algo que nunca olvidaré: 'No vas a encontrar algo así porque el franquismo hizo bien su trabajo'. De la primera etapa del franquismo casi no quedan testimonios de cómo vivía la gente de a pie la dictadura. Por eso recurrí a la dictadura del exilio": Efectivamente, no podían publicar en España, pero sí escribir con libertad. Enciso llegó así a Seoane, Valenzuela y el más popular, Max Aub.

Sin embargo, Enciso no quería hablar solo de españoles de fuera. "Necesitaba a los de dentro, y empecé a bucear en las memorias de quienes se quedaron", incide. "Y finalmente, en la tercera etapa llegaron las cartas. Usan un lenguaje muy simple, y a la vez apelan a sentimientos muy universales, como el contacto con la familia, mientras que muestras la lucha entre el individuo y un sistema, que es opresor y de tan burocrático, kafkiano". Por eso Longa noite juega a dos niveles: el del ser humano y el del Estado.



El drector gallego Eloy Enciso.


ampliar fotoEl drector gallego Eloy Enciso. TAMARA DE LA FUENTE



Longa noite habita un mundo atemporal, anclado en un espacio extraño, tan urbano como rural, algo que está en el alma de Galicia. "Porque es España, aunque también cualquier dictadura. Sí querría subrayar que era muy de aquellos años que se salvara solo quien tenía contactos, como si tu familia le caía bien al cura del pueblo, y que el sistema represor estaba muy bien organizado, algo que se nos olvida hoy. Las cartas así lo confirman: no hubo caos, sino una dictadura a pleno funcionamiento".

A Enciso le ha costado mucho sacar la película adelante. "Hago cine de forma precaria. Por eso uso actores aficionados, que sé que tendrán tiempo y disponibilidad -más allá de mis ganas de sacar rostros que no sean los habituales-. Si el cine tiene voluntad popular, no está de más que el pueblo participe en su elaboración. Y a mí también me pilló la crisis económica, como al resto".

Que Longa noite llega a todo el mundo lo confirma su recorrido festivalero: tras estrenarse en Locarno, donde ganó el premio a la mejor dirección según la crítica independiente, viajó a Toronto ("El gran espaldarazo para la película") y al festival de cine europeo de Sevilla. "Creo que se entiende bien este juego del retornado que va oyendo a gente de diferentes estratos sociales, y que en su camino va llevando a la película de un tono más coral, en su cruce con otros personajes, a algo más intimista". Así se convierte en un retrato del franquismo, "aunque no como estructura política, sino cómo esa noche que se cierne sobre cada uno de los españoles". El personaje protagonista pasa de recolector de historias a confesar la suya propia. "Noto influencias claras como Pedro Costa, Lisandro Alonso o Apichatpong Weerasethakul. Que hubiera un aire fantasmal, que la naturaleza tomara una fuerza mágica. No quiero hacer una película historicista al uso, sino que indago en el pasado para ver qué historias de entonces nos pueden resonar en el presente".




Trailer LONGA NOITE (Eloy Enciso, 2019) - VOSE

Estreno en España — 5 de diciembre de 2019 Durante la posguerra española, Anxo regresa a su pueblo en el interior de Galicia. Allí se cruza con otros personajes, ganadores y vencidos de una España dividida: una viuda que no quiere recordar, un comerciante que emigra, un prisionero republicano que describe su calvario. La entrega de una carta obliga a Anxo a cruzar la frontera y adentrarse en la larga noche franquista. Los fantasmas que todos creían olvidados invaden el presente. Un retrato del impacto íntimo de una guerra atravesada por su memoria literaria: Max Aub, Luis Seoane, Alfonso Sastre, Ramón de Valenzuela, Rodolfo Fogwill.



 
CINE
Las 10 mejores películas españolas de 2019: pirómanos, cowboys y libertinos
El cine español puede presumir de tener voces tan estimulantes como las de Víctor Moreno, Oliver Laxe y Albert Serra, entre otros


AUTOR
MARTA MEDINA
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CINE ESPAÑOL
PELÍCULAS

22/12/2019


2019, buena añada también para el cine español, aunque a diez días del cierre de cuentas la taquilla anual no ha llegado a los 100 millones de euros de ingresos, el baremo habitual para descorchar o volver a guardar la botella de cava. Es indiscutible que uno de los protagonistas ha sido Pedro Almodóvar,que vuelve a competir en los Oscar —y todavía hay tiempo de que le caigan más nominaciones—, y, definitivamente, Antonio Banderas, que lo está ganando todo con su personaje de Salvador Mallo en 'Dolor y Gloria'. Pero, más allá, la producción española este año se ha demostrado diversa, heterodoxa y moderna, capaz de competir al nivel de otras cinematografías que cuentan con mayor tradición y presupuesto.
Aquí la lista iconoclasta —como las coplas de Vainica— de El Confidencial:


10. 'Muerte en León. Caso cerrado', de Justin Webster
Tuvo que ser un documentalista británico quien viniese a poner el dedo en la llaga del caciquismo regional español con la serie documental 'Muerte en León'. En 'Muerte en León. Caso cerrado', Justin Webster resume las principales incertidumbres del caso del asesinato en 2014 de Isabel Carrasco que acabó con la condena de Triana Martínez, Montserrat González y Raquel Gago, y aporta nuevos datos sobre las irregularidades de un juicio ejemplo de la injerencia de la clase política en la judicatura.



Triana Martínez y Monsterrat González en 'Muerte en León. Caso cerrado'.  (HBO)



Triana Martínez y Monsterrat González en 'Muerte en León. Caso cerrado'. (HBO)



"El documental intenta cerrar una línea de investigación. ¿Por qué la policía no las investigó, el fiscal jefe no les dio ningún valor y la jueza instructora del caso decidió no incorporarlas al sumario? Inmediatamente surgen otras inquietantes preguntas: ¿había alguna 'mano negra' interesada en que no salieran a la la luz? ¿Podían comprometer las misteriosas llamadas a alguien importante del Partido Popular si se hacían públicas? ¿Hubo más gente implicada, cargos públicos y notorios, en la muerte de Isabel Carrasco? ¿La relación de Triana con el PP de Castilla y León era mucho más estrecha de lo que trascendió en el juicio? Son tres las hipótesis que baraja Justin Webster, director del documental, sobre por qué pudieron pasarse por alto", explica Nacho Lorente en su análisis. Un documantal que demuestra que España también es carne de 'true crime'.


9. 'Buñuel en el laberinto de las tortugas', de Salvador Simó
La animación española ha sido tradicionalmente un secarral de la magnitud de Las Hurdes que retrata Salvador Simó en 'Buñuel en el laberinto de las tortugas'. Sin embargo, en los últimos años, algunos francotiradores aislados han conseguido sacar la cabeza y recibir el respaldo de la industria y la crítica internacional. Entre ellos, Simó y compañía, que se han hecho con el reconocimiento a Mejor película europea de animación.



Una imagen de 'Buñuel en el laberinto de las tortugas', de Salvador Simó. (Wanda)


Una imagen de 'Buñuel en el laberinto de las tortugas', de Salvador Simó. (Wanda)



'Buñuel en el laberinto de las tortugas' rescata la figura de Ramón Acín, amigo de Luis Buñuel y uno de los productores de 'Las Hurdes, tierra sin pan'. Acín ganó un premio de la Lotería e invirtió el dinero en la producción del icónico documental del cineasta aragonés. Simó también explora las inquietudes de Buñuel como cineasta en un film que funciona tanto en el plano dramático como en el didáctico y que se encuentra entre los preseleccionados al Oscar a Mejor película de animación.


8.'Dolor y Gloria', de Pedro Almodóvar
Si de premios se tratara, 'Dolor y Gloria' sería la película española del año. En Cannes se rindieron ante el Salvador Mallo planteado por Pedro Almodóvar e inició la lluvia de premios que le ha caído a Antonio Banderas por este sosias del director manchego. Situada entre las diez últimas candidatas al Oscar a Mejor película extranjera, este drama semiautobiográfico ha vuelto a impulsar el cine español a primera fila de la conversación cinéfila internacional. Obviarla de esta lista habría sido difícil.



Antonio Banderas es Salvador Mallo en 'Dolor y Gloria'. (Sony)



Almodóvar recicla vivencias personales en una historia contada a dos tiempos en la que entrecruza los recuerdos de niño del protagonista con algunas anécdotas y algunas relaciones personales que le atormentan en su estapa adulta, en un momento de ocaso creativo y deterioro físico. 'Dolor y Gloria' es un semidesnudo autoconsciente y complaciente de, eso sí, uno de los mejores directores de la historia del cine español.


7. 'La virgen de agosto', de Jonás Trueba
No es el del medio de los Chichos, pero sí el pequeño de los Trueba, que se ha convertido el el gran retratista de la juventud intelectual madrileña, con su fotografía de gesto afrancesado y objeto castizo. Jonás Trueba ha hecho de las calles de Lavapiés, Malasaña y La Latina su centro de operaciones para contar las inquietudes del treintañero artista, frustrado o no, en perpetua posición de anhelo del amor y no sé sabe qué. Si en 'La reconquista' se centraba en la historia de amor y desamor de una pareja, en 'La virgen de agosto' el director indaga en la historia de amor y desamor de una treintañera consigo misma después tras una ruptura sentimental.



Itxaso Arana protagoniza 'La virgen de agosto'. (BTeam)



Y en esta ocasión utiliza las fiesas con las que los barrios madrileños celebran el verano para obligar a Eva (Itsaso Arana) a confrontarse a su plan (o falta de él) de vida. "Con una estructura dividida en 15 fragmentos equivalentes a los primeros 15 días de agosto —hasta el día de la Virgen de agosto—, Trueba sigue con la cámara el día a día de Eva, que, como en una fábula, se irá encontrando por ese Madrid en estado de excepción a fantasmas del pasado, del presente y, quizá, del futuro que la ayudarán a encontrar su camino". Una película bella y melancólica totalmente entroncada con su tiempo y con la que Jonás Trueba firma el mejor trabajo de su filmografía.


6. 'La trinchera infinita', de Jon Garaño, Aitor Arregi y José María Goenaga
Que la Guerra Civil es el periodo más traumático de la historia de España es difícil de negar cuando el dolor de las heridas se manifiesta todavía hoy, más de ocho décadas después del inicio del conflicto. Dos de las películas españolas más esperadas de 2019 se han ambientado en la guerra o la posguerra en un momento en el que vuelven a tener presencia habitual en el debate político. Una de ellas es 'La trinchera infinita', el tercer film conjunto de los vascos Jon Garaño, Aitor Arregi y José María Goenaga, autores de 'Loreak' y 'Handia'.



Antonio de la Torre y Belén Cuesta en 'La trinchera infinita'. (EOne)




Emocionan, primero, la atención al detalle y la delicadeza de la puesta en escena en la historia de Higinio (Antonio de la Torre) y Rosa (Belén Cuesta); los directores exitan el camino fácil y describen el trauma de un país entero a través de pequeños detalles del día a día de los protagonistas. Basada en un libro que recoge los testimonios de los 'topos' de la guerra, quienes estuvieron ocultos en zulos, algunos más de treinta años, 'La trinchera infinita' es "la explicación —llena de sutileza y sensibilidad— de las heridas invisibles y perdurables de un conflicto sin cicatrizar. Porque en la guerra no solo murieron los soldados, los represaliados, las víctimas colaterales, sino los sueños y proyectos de muchos. Como los de Higinio —que no pudo salir de su escondite hasta 1969— y otros topos, que se pasaron décadas en la clandestinidad. Y también murió el futuro en común de un país que hoy todavía sigue dividido por esa trinchera infinita".


5. 'Ventajas de viajar en tren', de Aritz Moreno
La ópera prima de Aritz Moreno ha sido una de las sorpresas -más perversas- del año. La adaptación de la novela homónima de Antonio Orejudo es una colección relatos inter e inteconectados en las que la voz del narrador se va diluyendo laberínticamente. Una mujer (Pilar Castro), ingresa a su marido (Quim Gutiérrez) en un psiquiátrico. En el tren de vuelta a casa, la mujer se encuentra con el doctor Ángel Sanagustín (Ernesto Alterio), un psiquiatra que comienza a contarle a la protagonista —por cierto, Pilar Castro interpreta uno de los papeles de su vida— la historia clínica del paciente Martín Urales de Úbeda (Luis Tosar), quien parece más bien sacado de un cuento corto de Cortázar.



Pilar Castro en 'Ventajas de viajar en tren'. (Filmax)



En el desfile de personajes de los episodios que componen 'Ventajas de viajar en tren' "hay basureros mancos conspiranoicos, mujeres-perro, suplantadores, mucho enajenado mental y, sobre todo, una transgresión tan agradable como habitualmente desagradecida —por incomprendida—, una maravillosa reivindicación de la fantasía y la locura que, como la realidad y la ficción, vienen a ser lo mismo, porque, como dijo Paracelso, el quid está en la dosis".


4. 'Los hermanos Sisters', de Jacques Audiard
Aunque hablamos de un director francés como Jacques Audiard, España ha intervenido en una cuarta parte de la financiación de este western —una rareza en el cine europeo actual— y como localización de algunas de las escenas de mayor belleza plástica y fotográfica del año. Y eso que la cosa anda reñida. Pero simplemente la elección de Audiard a la hora de narrar el tiroteo de la secuencia de apertura es un aperitivo lo que acaba siendo un drama entre hermanos en tiempos de la construcción de una nueva sociedad.



Jake Gyllenhaal y John C. Reilly en 'Los hermanos Sisters'. (Avalon)




"De entrada, la película exhibe un esplendor consonante con la iconografía del oeste, a través de escenas de salones y tiroteos y hombres que cruzan a caballo impresionantes panorámicas al atardecer, pero en primer plano pone a Charlie (Joaquin Phoenix) orinando frente al paisaje. Y los tiroteos no poseen la grandeza operística típica de Leone sino que son momentos rápidos, confusos e indistintos -antes de que uno de ellos empiece, por cierto, alguien vomita-", explica el crítico Alejandro Alegré. Para terminar: "Esta película es varias cosas que casi ninguna otra película del oeste previa fue: una emotiva meditación sobre la posibilidad de construir una utopía -o al menos encontrar un oasis de sosiego- en un mundo azotado por la codicia y la barbarie, y uno de los más bellos retratos del amor fraterno que uno pueda imaginar".


3. 'Liberté', de Albert Serra
Albert Serra. Entre el cine y la 'stand up'. Más conocido dentro de España por sus 'boutades' que por sus películas. ¿Su última polémica? Una reflexión dedicada en 'El periódico' a la saga 'Star Wars' y sus fans. Atención. "Jamás en mi vida he visto ninguna película de 'La guerra de las galaxias', ni siquiera un minuto y medio de esas imágenes que salen por la tele con espadas y gente voladora. No me interesa ni puedo respetar a nadie que le interese, salvo a George Lucas, que me parece un gran hombre de negocios, uno de los más grandes y lúcidos, aunque no creo que tenga ningún talento como director". Pero no se dejen engañar. Serra es un provocador, sí. Muchos pensarán que una persona detestable. Quienes lo conozcan, que juzguen. Pero Serra se puede permitir la crítica porque es una de las voces más estimulantes del cine europeo. Europeo, sí, porque el gerundés ha tenido que sacar el cestillo fuera de España para financiar sus películas que, por cierto, son asiduas de Cannes y de su palmarés.



Un fotograma de 'Liberté', de Albert Serra. (Elamedia)



También 'Liberté', su último largometraje, un ejercicio formal que lleva al espectador al límite —a algunos de enloquecer, seguro—, pero que funciona como un cuadro barroco en movimiento en el que el tiempo y el espacio se deforman hasta dejar al público a merced de sí mismo y su hipotálamo. Basándose en el caso de unos libertinos franceses huidos a la corte de Federico II de Prusia, 'Liberté' reconstruye una noche de s*x* y desenfreno con masturbaciones, lluvia dorada y besos negros incluidos —y bastante explícitos— al estilo dieciochesco. Un tira y afloja entre la belleza plástica, la sensualidad, la repulsión y la medida del tiempo que no admite templanza.


2. 'Lo que arde', de Oliver Laxe
En los primeros minutos de 'Lo que arde' se condensa toda la grandeza del cine. Del poder evocador de las imágines. Aunque no haya diálogos ni miradas, sino árboles centenarios cayendo a plomo al paso del bulldozer. Ahí el drama. Pero pasado ese primer Stendhal, le siguen el de las arrugas de Benedicta Sánchez cobijada bajo la lluvia torrencial en la oquedad de un tronco muerto. Y el del rictus serio de Amador Arias con unos ojos que miran adentro. Y el del incendio de un bosque que jamás ningún espectador vio así antes.



Amador Arias y Benedicta Sánchez en 'Lo que arde'. (Numax)




Oliver Laxe no sólo ha conseguido con su tercer largometraje el Premio del jurado de la sección Un certain regard del Festival de Cannes, sino acercar su particular forma de hacer cine a un público más amplio, gracias a una narrativa más asequible y concreta que la de 'Todos vosotros sois capitanes' (2010) y 'Mimosas' (2016), sus dos anteriores largometrajes, que también participaron en Cannes. En 'Lo que arde' Laxe cuenta algo tan sencillo como la vuelta a casa del hijo pródigo. Aunque esta vez es pirómano y exrecluso. Pero la sensibilidad y la atención al detalle y a la materia del director franco-gallego hacen que 'Lo que arde' trascienda lo escueto de su historia y se convierta en un título de referencia, ya no dentro del cine español, sino también fuera de nuestras fronteras.


1. 'La ciudad oculta', de Víctor Moreno
La que ha permanecido oculta es esta joya de Víctor Moreno, que en 2014 consiguió la nominación al Goya a Mejor película documental con 'Edificio España'. 'La ciudad oculta' se estrenó en el Festival de Sevilla de 2018 como uno de los nominados al Giraldillo de oro y acabó ganando el premio a Mejor fotografía para José Ángel Alayón y el propio director. Pero no sólo es que la fotografía de este documental sea apabullante; también lo es la edición de sonido, que constribuye a un viaje intergaláctico por el alcantarillado y las líneas de metro de Madrid. Sí, intergaláctico. Porque la forma de rodar el subsuelo de Moreno se acerca más a una experiencia cósmica salida de la mente de Kubrick que a un reportaje sobre la construcción de los túneles de Metromadrid.



Un fotograma de 'La ciudad oculta', de Víctor Moreno. (Márgenes)




"La primera vez que entras en el subsuelo de una gran ciudad es muy impresionante"; "el trabajo que tiene una ciudad subterránea es tremendo, porque en extensión es casi igual a la ciudad visible", explicó Moreno en una entrevista con El Confidencial a su paso por Sevilla. Y es que la experiencia inmersiva es tal que el espectador acaba al borde de romper las leyes de la gravedad. Una película de culto, concebida como una experiencia sensorial, injustamente olvidada en la temporada de premio


 
ESTRENOS DE CINE
'Malasaña 32', el 'Poltergeist' de la Transición española
Un piso del Madrid de los setenta se convierte en la caja de resonancia de las represiones del franquismo y los miedos de la Transición en este filme que acaba recurriendo al susto fácil



Foto: 'Malasaña 32'.


'Malasaña 32'.


AUTOR
EULÀLIA IGLESIAS
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CINE

17/01/2020


Las migraciones internas del campo a la ciudad en la España del siglo XX han sido objeto sobre todo de películas de corte neorrealista como 'Surcos' y 'La piel quemada'. Por ello, resulta una estimulante novedad que inspiren un filme de terror con casa encantada como 'Malasaña 32'. El primer largometraje en solitario de Albert Pintó está protagonizado por una familia, los Olmedo, que abandona el pueblo para instalarse en Madrid, donde aspiran a una vida mejor. A Manolo (Iván Marcos) le han prometido un empleo en la Pegaso y Candela (Bea Segura) entrará a trabajar en Galerías Preciados. Estamos en 1976, y ambos esperan beneficiarse de los aires de cambio y prosperidad que se respiran en España. Con este optimismo, se instalan en un piso de la calle Malasaña donde, como hemos visto en los primeros minutos del filme, cuatro años antes tuvo lugar un suceso terrorífico. La banda sonora avisa de que “la vida sigue igual”...

'Malasaña 32' se inscribe en la fértil corriente del cine español contemporáneo que ha encontrado en la continuación de ciertos modelos del fantástico estadounidense una forma rentable de cultivar el género desde cierta idiosincrasia propia. Aunque se sitúe casi exclusivamente en un único edificio, el filme de Pintó no entronca tanto con la saga 'REC' y su actualización del terror de casa encantada desde el paradigma digital como con los referentes originales de los años setenta y ochenta, títulos como 'Terror en Amityville' (1979) o 'Poltergeist' (1982), y en sus revisitaciones actuales de aire clásico a la manera de 'Expediente Warren'. También sintoniza con otros títulos recientes del cine español como la espléndida 'Verónica' (2017), más redonda en su vocación de cinta paranormal que recoge las ansias de la vida en un barrio obrero.

Pintó y los cuatro guionistas, Ramón Campos, Gema R. Neira, Salvador S. Molina y David Orea, plantean en el primer tramo un filme gótico urbano en que el piso encantado se convierte en la caja de resonancia que devuelve en forma de fenómenos extraños los miedos de estas personas recién llegadas a la gran ciudad. Aunque se ven presionados por cuestiones que todavía afectan a las familias de este país como la hipoteca, el guion deja entrever que el principal motivo para marcharse del pueblo no ha sido la estrechez económica sino la moral: los Olmedo no son una familia modélica según el canon nacionalcatólico. La entidad sobrenatural que habita en el piso arrastra su propio trauma y esto también les repercute.




Imagen de 'Malasaña 32'.




Así, mientras los padres acuden a sus respectivos trabajos, los tres hijos y el abuelo se ven afectados por situaciones extrañas. Sobre todo el pequeño, Rafa (Iván Renedo), que en una de las mejores escenas de la película acaba abducido por ese televisor que pocos segundos antes emitía en blanco y negro la alegre cabecera de 'Un globo, dos globos, tres globos'. Así, por momentos, 'Malasaña 32' se esboza como una variante de 'Poltergeist' en la Transición, en que la casa protagonista albergaría los traumas nunca bien exorcizados que provocó el franquismo.

'Malasaña 32' no profundiza en su potencial metafórico y lo reduce a mera excusa argumental para justificar la trama



Malasaña 32 Trailer Oficial Español (2020)






Sin embargo, y como sucede a menudo con estos filmes de vocación comercial producidos por las cadenas de televisión privadas, 'Malasaña 32' no profundiza en su potencial metafórico y lo reduce a mera excusa argumental para justificar la trama. El terror que emana de la casa no siempre está bien justificado ni administrado. Los responsables del filme saben cómo ejecutar los recursos del género, incluso se recrean en ello en alguna escena. Pero acaban apoyándose demasiado en esos sustos fáciles que se generan a partir de sombras inexplicadas, posibles presencias extrañas y ruidos inquietantes, todo amplificado por una banda sonora que subraya todos y cada uno de ellos de forma machacona.

Concha Velasco suena a opción perfecta para encarnar al personaje que desencalla la maldición, pero no acaba de creerse el papel

El peso de los personajes también está descompensado. Aparte de los padres y Rafita, la protagonista con más interés es Amparo (Begoña Vargas), la hermana mayor, obligada como tantas en estas condiciones a ejercer de figura materna para el pequeño de la casa. Menos definido queda el otro hermano mayor, Pepe (Sergio Castellanos), y sus dificultades de habla. Su principal función se reduce a protagonizar una de las 'set-pieces' secundarias, en la que se comunica con la vecina fantasmagórica de la ventana de enfrente a través de notas enviadas por las cuerdas de tender ropa.




Cartel de 'Malasaña 32'.


Cartel de 'Malasaña 32'.




La película derrapa sobre todo en su tramo final. 'A priori', Concha Velasco suena a opción perfecta para encarnar al personaje que desencalla la maldición, en la línea de otras grandes actrices, de Zelda Rubinstein a Geraldine Chaplin pasando por Ana Torrent, que encarnan estos papeles secundarios pero decisivos en el cine de terror. Sin embargo, la intérprete no parece acabar de creerse el papel. Y la explicación para justificar la vocación atormentadora del espectro resulta disparatada (¿'spoiler'?). La película pretende denunciar la represión de las personas con identidades y sexualidades no normativas durante el franquismo, pero a su manera también acaba estigmatizándolas de la forma más burda. Sobre todo porque queda la sensación de que se apela a este tema por puro oportunismo argumental y no para que acabe de cuajar lo que el filme apuntaba al principio: un escenario de terror en torno a una Transición que se levantó sobre el poso de los miedos generados por el franquismo.


 
Tráiler de 'Historias lamentables': Javier Fesser regresa al humor absurdo tras el gran éxito de 'Campeones'



Tráiler de 'Historias lamentables': Javier Fesser regresa al humor absurdo tras el gran éxito de 'Campeones'




Lo más fácil para Javier Fesser tras el enorme éxito de 'Campeones' habría sido hacer una secuela o una película en la misma línea. Sin embargo, el director madrileño ha preferido volver a la comedia absurda que tantas alegrías le dio durante sus inicios con 'Historias lamentables', la cual presenta ahora su tráiler.


Cuatro historias conectadas
'Historias lamentables' gira alrededor de cuatro personajes cuyos relatos están interconectados: Ramón, un joven apocado a punto de heredar el imperio levantado por su riguroso y hermético padre; Bermejo, un veraneante metódico enfermizo del orden y enemigo de la improvisación; Ayoub, un africano sin papeles que persigue su sueño acompañado por una mujer insoportable que parece haberlos perdido todos y Alipio, un pequeño empresario sumido en el pozo de la ludopatía y la desesperación.

El propio Fesser firma el guion junto a Claro García, con quien ya colaboró en la estupenda 'Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo', mientras que su reparto está liderado por los poco conocidos Chani Martín, Laura Gómez-La Cueva, Janick, Alberto Castrillo-Ferrer y Fernando San Segundo.

'Historias lamentables' llegará a los cines españoles el próximo 30 de abril. Seguro que antes de su estreno veremos al menos otro tráiler que nos aclare mejor lo que podemos esperar de ella.




 
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