Emmanuel Carrère

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¡Mea culpa, mea culpa, grandisima mea culpa! ¡Acabo de descubrir al gran Emmanuel Carrère!



Tantos años viendo sus libros en las estanterias y siempre los relegaba por otros, olvidando mi juvenil costumbre de probar autores nunca leidos. Pero hace unas semanas me decidí por uno estrecho, para, por si acaso, no desanimarme si resultaba aburrido y elegí "El bigote"




No tengo manos suficientes para aplaudir sin cesar por lo sorprendente que es. ¿Que pasa si un tipo se rasura el bigote y nadie se da cuenta, es más, le dicen que nunca ha llevado bigote? ¡Y no siquiera lo ven en las fotografias! Es un libro kafkiano, fabuloso, de 10.

Visto mi goce elegí "El adversario", sin saber que es considerada su obra maestra.



Es un tour de force al estilo "A sangre fría" de Capote. Carrère se puso en contacto con un hombre que habia matado a su mujer, a sus hijos y a sus padres cuando se vió acorralado al ver que su impostura vital iba a ser descubierta: no era medico investigador, no era nada, era un ser que no tenia trabajo ni vida auténtica pues la que llevaba era una farsa. Jean-Claude Romand, uno de los asesinos más famosos de Francia, que salió hace poco en libertad condicional, es retratado por Carrère desde su psique, su rígida crianza de hijo único del que su padre, ya que el chico no quiere ser maderero, espera que triunfe en la medicina elegida... y una mentira bifurca su vida en dos, cada vez más separadas...

Me lo tragué en dos dias.

Y ahora estoy con



Sobre las consecuencias de sobrevivir al tsunami de 2004 en el Sudeste Asiático. Carrère tiene una prosa absorbente, me chifla. Y me veo leyendo Limonov, Una novela rusa, El Reino.. ¡hasta su gran biografia de Philip K. Dick!

Ha entrado en el club de mis autores actuales más amados: Ian McEwan, Jonathan Coe, Andrea Camilleri, Jean Echenoz, el gran Pierre Lemaître (el de las novelas libres, no el de las del detectivo enano), Margaret Atwood, Gioconda Belli...​
 
Pues sabes que "De vidas ajenas" me lo han recomendado ya un par de veces. Ahora tú lo mencionas, sin duda debe merecer lectura. Gracias por compartir la experiencia. Tengo en mi Kindle a Pierre Lemaître, Margaret Atwood y Gioconda Belli, de los que nombras. "El país bajo mi piel" incluso lo he comprado en forma física para obsequiar a un par de amigos que no gustan de la lectura en medios electrónicos. Con Camilleri sin embargo no tengo feeling. Bueno, "chacun à son goût" que si no el mundo sería muy aburrido.
 
Pues sabes que "De vidas ajenas" me lo han recomendado ya un par de veces. Ahora tú lo mencionas, sin duda debe merecer lectura. Gracias por compartir la experiencia. Tengo en mi Kindle a Pierre Lemaître, Margaret Atwood y Gioconda Belli, de los que nombras. "El país bajo mi piel" incluso lo he comprado en forma física para obsequiar a un par de amigos que no gustan de la lectura en medios electrónicos. Con Camilleri sin embargo no tengo feeling. Bueno, "chacun à son goût" que si no el mundo sería muy aburrido.


De momento, yo te recomiendo "El Adversario".
 
Acabo de terminar "De vidas ajenas".. ufff, me ha extremecido de dolor y gozo su forma de meterse en la piel de las personas que describe, todas ellas reales, la pareja que pierde a su hija en el tsunami y recomponen su vida con dos hijos más, la cuñada de Carrère fallecida de cáncer dejando viudo y tres hijas pequeñitas, pero rodeada del amor de los suyos y la admiración de su colega de trabajo...
 
Hola Lady Vernon.

Yo no conocía de nada a este autor.

El verano pasado cayó en mis manos su biografía novelada Limonov.......flipante es decir poco, E. Carrere es un escritor descomunal.
El personaje (persona porque es real) de Limonov es apasionante y la forma en la que Carrere narra las peripecias de su vida al tiempo que hace un retrato riquísimo de la Rusia de los años 70 en adelante, Joseph Brodski, etc.....

La madre de Carrere es una señora francesa profesora universitaria de Historia y especialista en Rusia, ella tiene apellido ruso, según creo que leí en algún sitio.

El libro me impactó, y me he quedado con las ganas de seguir leyendo libros de este escritor.

No te pierdas la lectura sobre el gran LIMONOV, apasionante y controvertido como pocos.
 
Hola Lady Vernon.

Yo no conocía de nada a este autor.

El verano pasado cayó en mis manos su biografía novelada Limonov.......flipante es decir poco, E. Carrere es un escritor descomunal.
El personaje (persona porque es real) de Limonov es apasionante y la forma en la que Carrere narra las peripecias de su vida al tiempo que hace un retrato riquísimo de la Rusia de los años 70 en adelante, Joseph Brodski, etc.....

La madre de Carrere es una señora francesa profesora universitaria de Historia y especialista en Rusia, ella tiene apellido ruso, según creo que leí en algún sitio.

El libro me impactó, y me he quedado con las ganas de seguir leyendo libros de este escritor.

No te pierdas la lectura sobre el gran LIMONOV, apasionante y controvertido como pocos.

Sí, Carrère es apabullante, normalmente escribe sobre hechos reales, de su autobiografia o la historia de su familia. "Una novela rusa" va sobre el colaboracionismo de un abuelo que fué ejecutado y como han llevado esa vergüenza los miembros de su familia. Tengo guardado Limonov, quiero decir, prestado de la biblioteca, en cuanto termine mi actual novela lo cojo. "El adversario", repito, te deja sin aliento y "De vidas ajenas", que habla de una pareja que pierde su hija y una familia que pierde a su madre, es...sin palabras. Lo más heavy es que escribió la biografia de Philip K. Dick, el gran autor de Blade Runner y tantas otras novelas futuristas y parece que le hubiese conocido, no como al protagonista de "El adversario", a quien sí conoció para escribir la novela.

No pienso perderme Limonov...ya tengo los dientes largos.
 
Sí, Carrère es apabullante, normalmente escribe sobre hechos reales, de su autobiografia o la historia de su familia. "Una novela rusa" va sobre el colaboracionismo de un abuelo que fué ejecutado y como han llevado esa vergüenza los miembros de su familia. Tengo guardado Limonov, quiero decir, prestado de la biblioteca, en cuanto termine mi actual novela lo cojo. "El adversario", repito, te deja sin aliento y "De vidas ajenas", que habla de una pareja que pierde su hija y una familia que pierde a su madre, es...sin palabras. Lo más heavy es que escribió la biografia de Philip K. Dick, el gran autor de Blade Runner y tantas otras novelas futuristas y parece que le hubiese conocido, no como al protagonista de "El adversario", a quien sí conoció para escribir la novela.

No pienso perderme Limonov...ya tengo los dientes largos.


Te encantará....(y creo que me quedo muy corta con lo del encanto, es mucho más que eso).

Lo mismo te digo sobre los títulos que has recomendado. Voy a por ellos.
 
Te encantará....(y creo que me quedo muy corta con lo del encanto, es mucho más que eso).

Lo mismo te digo sobre los títulos que has recomendado. Voy a por ellos.

¡Si, nos vamos a convertir en expertas estudiosas de la obra de Carrère, listas para participar en las tertulias literarias televisivas, jajajaja! ¡Con él en persona alucinaria como una tonta, jajaja!
 
Habia empezado "Limonov", que pienso ahora retomar, cuando le echo un vistazo a "El reino", con sus 500 páginas explorando en las posibles vidas de los primeros apóstoles, y sin ser religiosa, me lo he tragado sin más. Carrère dice que él tuvo unos años de fé ardiente hasta que la perdió y ahora, desde el interés de un escritor-investigador basándose en las fuentes, explora cómo se creó la Iglesia católica, te enteras de la enemistad de los apóstoles judios analfabetos como Pedro o Santiago, hermano de Jesús, contra Pablo,que no conoció a Jesús aunque afirma que se le apareció- el que convierte a los paganos absteniéndoles de las tradiciones judias como la circuncisión. Este es solo un ejemplo de la esta obra que te cuenta quienes fueron los evangelistas, y Carrère especula entre las posibilidades de las distintas versiones cual es la más fiable. Ni Marcos - secretario de Pedro -, ni Lucas - seguidor de Pablo - y, por tanto, representantes de dos iglesias muy distintas, aunque triunfó la de Pablo.

Y asi analiza que es "El Reino" cristiano... Leyendola yo no he recuperado la fé, pero he gozado en la exploración y recreación de los orígenes de la Iglesia según Carrère de forma espectacular.


LIBROS / CRÍTICA
El Evangelio según Carrère
Está a la cabeza del batallón de autores de ficción que dicen no escribir ficción. Con gran inteligencia narrativa
Conéctate
ISAAC ROSA
15 SEP 2015 - 19:14 CEST
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Que los textos sagrados son un filón narrativo lo saben los muchos creadores que han encontrado inspiración en ellos, y cualquier lector que haya abierto una Biblia. Enseguida nos viene a la mente el Evangelio de Saramago, o entre nosotros el José novelado por Martín Garzo y la más reciente fabulación de Menéndez Salmón con la infancia de Jesús.

Pero donde la mayoría de autores intuye una novela, llega Carrère y dice “¡alto ahí!”. Su mirada al Nuevo Testamento pasa por renunciar a la ficción (por supuesto que no, pero esa renuncia es parte del juego desde hace varios libros) y aplicar al cristianismo primitivo lo que podríamos llamar la “fórmula Carrère”, esa escritura personal que desde El adversario convierte sus libros en irresistibles: una bien medida mezcla de no-ficción, metaliteratura soft y autobiografía, aliñada con un ligero ensayismo, algo de humor y un estilo fluido y llano, intencionadamente alejado de la preocupación estilística de un Echenoz o un Michon. Una fórmula exitosa, que coloca a Carrère a la cabeza del nutrido batallón europeo de autores de ficción que dicen no escribir ficción.

El Reino, su nueva novela, comienza con un episodio íntimo de Carrère: su “conversión” al cristianismo 20 años atrás, cuando una crisis personal le hizo ser “tocado por la gracia”. Son 100 páginas que cobran sentido por lo que leeremos después, pero que arriesgan aquello que tanto preocupa al Carrère escritor: la verosimilitud. Es cierto que para el no creyente toda conversión tiene algo de increíble, pero la de este escritor, aunque real, resulta en un episodio algo forzado (además de efímero) y retrasa el momento en que El Reino enfoca su verdadero objeto (sí, esas maniobras de distracción y desenfoque son también marca de la casa).

Veinte años después, Carrère vuelve a los textos sagrados, pero ya no como creyente, sino como “investigador”, condición a medio camino entre el novelista y el historiador. Y dirige su interés hacia el Evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles, del mismo autor.

Ciñéndose al original, y apoyado en otros textos bíblicos, exegetas y fuentes historiográficas, el protagonismo recae inicialmente en Pablo de Tarso, que en manos de Carrère resulta arrollador, un visionario, un seductor (“un granuja”); un líder equiparado a un revolucionario o un directivo empresarial, comparando el cristianismo primitivo con el comunismo soviético o con una multinacional con franquicias por el Mediterráneo.

Pero Pablo acaba dejando paso a Lucas, el evangelista, y descubrimos que a Carrère no solo le interesan los orígenes del cristianismo, sino más aún la escritura de aquellos primeros textos decisivos para el futuro de la Iglesia.

El Lucas de Carrère, convertido en personaje de ficción (con perdón), y acompañado por secundarios como María, Nerón, Flavio Josefo o los apóstoles, es nuestro guía por el primer siglo de la era cristiana, de Jerusalén a Roma. Nos embarca en un turismo bíblico que bromea con las formas propias del péplum, reniega de las convenciones de la novela histórica y maneja referencias cinematográficas, despojando las escenas bíblicas de épica para narrarlas con sencillez y realismo.

El autor tensa hasta los límites el relato evangélico, y donde aquel no ilumina, ya lo hace él con su imaginación. Su compromiso no es con la historia de la religión, sino con la ficción: que su relato sea verosímil. Y maestro como es Carrère en el manejo de la información y de las expectativas, nos conduce hasta donde él quiere, no donde querríamos los lectores. Si en una página nos detalla hasta la forma en que “Pablo tragó saliva con dificultad”, en la página siguiente nos da con la puerta en las narices y renuncia a seguir contando: “No lo sé”.

Hasta que, ante la limitación de las fuentes, dice, “me lanzo solo”: “Soy a la vez libre y estoy obligado a inventar”. La parte final es puro vuelo: decide llenar una gran elipsis, los dos años que Lucas no cuenta en su Evangelio. Hace del evangelista un anacrónico reportero que visita los escenarios, entrevista a testigos, consulta escritos, tras los pasos de Jesúcristo. En un giro aún más audaz, convierte a Lucas en novelista. También el evangelista usa la imaginación, asimilada a la inspiración divina. Tras pasar el algodón narrativo al Evangelio o los Hechos, señalando hallazgos y errores de novelista, Carrère reivindica a Lucas como autor, con personalidad propia, frente a la idea de comunidad generadora de los textos.

Un Lucas que se parece mucho a Emmanuel Carrère. Como creador, pero también con sus dudas en materia religiosa y humana: un “tibio”, alejado por igual de los fanáticos y de los ateos que presumen de tener respuesta. Para Carrère, ser cristiano es ser agnóstico. No saber.

Pese a que su madrina Jacqueline advirtió al converso que no debía ser “demasiado inteligente”, El Reino de Emmanuel Carrère es una muestra de gran inteligencia narrativa, una obra escrita en estado de gracia.

El Reino. Emmanuel Carrère. Traducción de Jaime Zulaika. Anagrama. Barcelona, 2015. 516 páginas. 24,90 euros
 
Te encantará....(y creo que me quedo muy corta con lo del encanto, es mucho más que eso).

Lo mismo te digo sobre los títulos que has recomendado. Voy a por ellos.


Bueno, ya he terminado "Limonov". Es increible que exista un personaje asi. Y un escritor capaz de empatizar asi con sus personajes reales y de hablar de si mismo y su familia como tema literario de reflexión.

Ahora toca "Una vida rusa", que creo que es la historia de su madre. Y con semejante carrerón me van a nombrar catedrática especialista en Carrère, "carreríóloga", jajajaja... Que alguien me lo presente en persona, pas problème avec le français.
 
Bueno, ya he terminado "Limonov". Es increible que exista un personaje asi. Y un escritor capaz de empatizar asi con sus personajes reales y de hablar de si mismo y su familia como tema literario de reflexión.

Ahora toca "Una vida rusa", que creo que es la historia de su madre. Y con semejante carrerón me van a nombrar catedrática especialista en Carrère, "carreríóloga", jajajaja... Que alguien me lo presente en persona, pas problème avec le français.

jejeje...pues si te digo que me fui a la biblioteca la semana pasada y me he traído a casa todo lo que encontré de él. Tengo el de Vidas ajenas, el del bigote, el Adversario, otro que se llama El Reino y otro Bravura.....así de intensa y cabezona que es una, me acabará dando un síncope este verano con tanta lectura del mismo escritor jajaj...pero aún no he empezado con ninguno de ellos, estoy leyendo ahora un librito de Margareth Atwood que se llama Penélope y las Doce Criadas que me está encantando también.

Saludos
 
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