El rey Felipe, las infantas Elena y Cristina de adolescentes. Se llamaban el Clan, salían juntos por las noches

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Cómo eran las noches en Clan, la discoteca de Mallorca para royals donde salía de fiesta el rey Felipe VI (y las infantas)​

El entonces príncipe adolescente era tan tímido que solo se animaba con una canción de la película Los cazafantasmas. Sus hermanas eran más bailarinas, y alternaban entre cócteles San Francisco y zumos de melocotón.​

El príncipe Felipe de Borbón con la infanta Elena y Jaime de Marichalar./gtres

El príncipe Felipe de Borbón con la infanta Elena y Jaime de Marichalar. / GTRES
Claudia Vila

CLAUDIA VILA Domingo, 20 noviembre 2022, 14:30
El rey Felipe y las infantas Elena y Cristina eran unos adolescentes con ganas de salir, conocer a gente diferente y disfrutar de las largas las noches de vacaciones. Ellos las pasaban en un club de Palma de Mallorca ya cerrado, llamado Clan. La relaciones familiares se han enfriado por varios motivos, pero entonces eran un equipo que perseguía el mismo objetivo: divertirse, sin acritud.

Según Veranos en Mallorca, de Marcos Torío, el despliegue de la casa real en la isla suponía una publicidad añadida, pero también las obligaciones de los servicios de seguridad. Los días elegidos eran los jueves, para evitar los tumultos. El plan era exhaustivo. La prioridad, bailar. Pero hasta con esas, el control tenía deficiencias.

La noche que casi echan a Felipe VI y a sus hermanas​

Clan era una discoteca del barrio Es Joquet, el lugar que elegía la aristocracia para estrenar sus salidas nocturnas. Según El Mundo, Juan Carlos y la reina Sofía se sentaban cerca, en la terraza, a tomarse un cóctel.

Mientras, sus hijos se divertían en el interior. Les acompañaban personajes como la sobrina del emérito Simoneta Gómez-Acebo o Kyril de Bulgaria, el príncipe de Preslav y duque de Sajonia.

Felipe, a sus 15 años, y sus hermanas mayores se arreglaban y se subían a un furgón policial. Eran la típica excursión del verano mallorquín, pero con un grupete de amigos del hijo del rey en los asientos. El vehículo era el mensaje en sí mismo, la bienvenida de la realeza.

De hecho, el problema surge una noche. El portero no ve el coche. «Váyanse, que hay una fiesta privada», les espeta, sin saber que está hablando con los que la habían organizado. Marcos explica en su libro que una chica se abre paso entre sus compañeros. Está nerviosa, se rasca la nariz y responde: «es que somos…».
Es la infanta Cristina. Y sin ellos, no hay fiesta. El trabajador, en un gesto de tierra trágame sin precedentes, se disculpa. Tras la aclaración, son más de 20 personas las que entran en la sala. Con todo, esto solo ejemplifica la seguridad y precaución que tenían.

Todos, ya relajados, sonríen. A excepción de uno, un chaval con la raya al lado, el pelo ondulado y los ojos azules en forma de almendra. El príncipe Felipe mira incómodo, no ha entendido la situación.

Las fiestas de Felipe VI en la discoteca Clan​

La tranquilidad le llega a Felipe dentro, arrullado por los temas que pone Luís, el dj. Es más, el pinchadiscos le permite hacer sus pinitos musicales. El adolescente, con sus cascos puestos, apuesta por poner su tema favorito: Ghostbusters, una canción de la banda sonora de la película Los cazafantasmas.
El resto de tiempo, el heredero se mantiene inmóvil por su timidez, con la boca apretada para no mostrar su aparato dental. Solo abre los labios para beber coca cola, o batido de chocolate.

Sus hermanas Elena y Cristina se comportan a la inversa. Se lucen en la pista y la disfrutan. Bailan Billie Jean, Relax, She works hard for the money, pero también danzan con los artistas existosos de España como Mecano, Hombres G, o Alaska. Sus bebidas son zumos de melocotón o cócteles San Francisco, todo sin alcohol. Están siempre acompañadas. Por dos mujeres policías que las siguen hasta el baño.

Con todo, Clan es menos elitista que otros de los clubes que frecuentan. Asisten personajes como la cantante Rocío Dúrcal con un mono azul, que come una ensaimada en la terraza; también la artista Ana Torroja, orgullosa cuando suena Maquillaje en los altavoces. Concha Velasco, Paco Marsó, Norma Duval o Alfredo Landa son otros invitados.

La noche acaba de empezar, y es impredecible su final. Para todos menos para la familia real. Como muy tarde, a las cuatro de la mañana, llegarán a su hogar, se lavarán la cara y se pondrán el pijama. Hasta la próxima escapada.
 
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