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Como ya sabeis viví un tiempo en Suecia y tuve oportunidad de ver a Silvia en algunos actos públicos. Era una señora muy educada y agradable según se desprendía de su personalidad. No así su marido. Mucho se habla en España sobre las infidelidades de Juan Carlos a Sofía y la cornamenta que ha llevado esta última durante décadas. Pero Silvia tampoco se queda atrás. Incluso a diferencia de Juan Carlos que era más bien de amantes fijas, hasta donde estoy enterada, en el caso de Carlos Gustavo no solo tenía sus preferidas sino que también gustaba frecuentar escorts de la capital sueca para aventuras de una sola noche. También se hablaba entonces que el Rey de Suecia mantenía una relación homosexual con un joven millonario sudamericano. Se le ligó igualmente a un apuesto diplomático y esto era casi vox populi en el medio de la diplomacia en Estocolmo. Silvia siempre ha mantenido su postura de guardar silencio al respecto aunque no lo ignora. Ella no ha dado escándalos de ese tipo aunque se rumora que en el pasado era algo más que azafata en Alemania cuando conoció al que sería su futuro marido. También se la critica mucho (ya ahora menos) por su afición a las cirugías estéticas.