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Anónimo23 de febrero de 2016, 13:32
Ayer vi a Volde en Cibeles (a mucho que le hayan cambiado el nombre, para mí será siempre Cibeles). La estrategia que usó fue de lo más patética. Ella y su santo esposo estaban sentados en segunda o tercera fila en el desfile de The 2nd Skin, entonces, aprovechando que su amigo pablopaniagua iba a hacerle una foto, se bajó al front row LE DIO LA VUELTA A LA TARJETA en la que ponía el nombre de la persona a la que estaba asignado ese asiento (que por supuesto no era el de ella) y allí que se plantificó haciéndose la orejas, como pensando: "de aquí no me echan ni con agua caliente y espátula"...os juro que le faltaba silbar mirando al techo.
Como su marido tiene un poquitillo de vergüenza más que ella, el buen hombre se quedó en su asiento de arriba, hasta que LE VOLVIÓ A DAR LA VUELTA A LA TARJETA DEL ASIENTO DE AL LADO y le llamó para que su esposo plantara sus reales posaderas en el asiento de otro.
Ayer vi a Volde en Cibeles (a mucho que le hayan cambiado el nombre, para mí será siempre Cibeles). La estrategia que usó fue de lo más patética. Ella y su santo esposo estaban sentados en segunda o tercera fila en el desfile de The 2nd Skin, entonces, aprovechando que su amigo pablopaniagua iba a hacerle una foto, se bajó al front row LE DIO LA VUELTA A LA TARJETA en la que ponía el nombre de la persona a la que estaba asignado ese asiento (que por supuesto no era el de ella) y allí que se plantificó haciéndose la orejas, como pensando: "de aquí no me echan ni con agua caliente y espátula"...os juro que le faltaba silbar mirando al techo.
Como su marido tiene un poquitillo de vergüenza más que ella, el buen hombre se quedó en su asiento de arriba, hasta que LE VOLVIÓ A DAR LA VUELTA A LA TARJETA DEL ASIENTO DE AL LADO y le llamó para que su esposo plantara sus reales posaderas en el asiento de otro.