Compromiso del príncipe Harry y la señorita Meghan Markle.

¿Que Tiara crees que lucirá Meghan en la boda?

  • Teck Crescent Tiara

    Votos: 2 1,2%
  • The Sapphire Bandeau

    Votos: 2 1,2%
  • Queen Mary´s Lozenge bandeau

    Votos: 3 1,9%
  • The Girls of Great Britain and Ireland Tiara

    Votos: 4 2,5%
  • Lotus Flower Tiara

    Votos: 3 1,9%
  • Spencer Tiara

    Votos: 59 36,4%
  • Strathmore Rose Tiara

    Votos: 13 8,0%
  • The Cambridge Lover's Knot Tiara

    Votos: 6 3,7%
  • The Burmese Ruby Tiara

    Votos: 4 2,5%
  • The Halo Tiara (En Australia en exposición, descartada)

    Votos: 1 0,6%
  • The Queen Mary's Fringe Tiara

    Votos: 2 1,2%
  • The Queen Mother's Cartier Bandeau

    Votos: 6 3,7%
  • Queen Alexandra's Kokoshnik Tiara

    Votos: 1 0,6%
  • Princess Margaret's Triumph of Love Tiara

    Votos: 1 0,6%
  • Un Arreglo Floral

    Votos: 6 3,7%
  • Una tiara nueva

    Votos: 31 19,1%
  • No llevara tiara

    Votos: 18 11,1%

  • Total voters
    162
  • Poll closed .
Estado
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Si los encajes han vuelto de moda es porque Kate imitó al de Grace Kelly, el vestido de novia más hermoso de la historia, obra de Edith Head, por supuesto realzado por la belleza de la novia, que consiguió dar a Grace un falso aire virginal maravilloso. Por una vez, yo alabo que se haya puesto de moda entre las novias, por destacar el encaje sobre la piel de la novia, destacando la delicadeza del dibujo del encaje. Kate también iba preciosa, pero supongo que Meghan deseará diferenciarse de su cuñada y no los usará. Mientras no imite el horrendo vestido de Lady Di, pase.

En su lugar yo usaría un vestido sencillo, minimalista, sin grandes vuelos ni velos ni colas kilométricas. Los hay preciosos asi, incluso con alguna nota de color. Pero la Casa Real le exigirá el blanco, incluso ella lo deseará blanco, se ha perdido la origialidad en las novias, y más laas reales, dando como consecuencia que todas parecen ir vestidas igual, con o sin encajes.
SI, para mi Grace Kelly fue la novia real mas bella de la historia. Ella era hermosa y el vestido espectacular. En épocas mas recientes otra novia que me gustó mucho fue Carolyne Bessette con su vestido de Narciso Rodríguez.
 
¿Elton John estaba casado con una señora?
¡No tenía ni idea!
:eek:
Muchas gracias por el dato.

Por cierto, a Elton le ha salido cabello con el paso de los años.
:happy:

Sí, ella se llama Renate Blauel y era una ingeniero de sonido alemana. Se casaron en Australia el día de San Valentin de 1984.
El habla de ella con mucho cariño.
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Es bastante sorprendente que se haya casado con ella, cuando se comenta que en una ocasión anterior (1968) estuvo a punto de casarse con una novia que tuvo (Linda Woodrow) y al parecer el contemplar casarse lo hizo pensar en suicidarse.
Un amigo lo convenció de no hacerlo y continuar dedicándose a su música. Ese amigo se dice que fue Long John Baldry (con quién había formado una banda), de quién Elton toma el "John" en su nombre artístico.
Así que la canción "Someone Saved my Life Tonight" la escribe Bernie Taupin refiriéndose a ese episodio en la vida de Elton.
 
Sí, ella se llama Renate Blauel y era una ingeniero de sonido alemana. Se casaron en Australia el día de San Valentin de 1984.
El habla de ella con mucho cariño.
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Es bastante sorprendente que se haya casado con ella, cuando se comenta que en una ocasión anterior (1968) estuvo a punto de casarse con una novia que tuvo (Linda Woodrow) y al parecer el contemplar casarse lo hizo pensar en suicidarse.
Un amigo lo convenció de no hacerlo y continuar dedicándose a su música. Ese amigo se dice que fue Long John Baldry (con quién había formado una banda), de quién Elton toma el "John" en su nombre artístico.
Así que la canción "Someone Saved my Life Tonight" la escribe Bernie Taupin refiriéndose a ese episodio en la vida de Elton.
A propósito de este interesante tema:

La increíble historia del matrimonio fallido entre Elton John y Renate Blauel
Solo el año pasado el cantante pidió perdón públicamente a su exesposa por "no haber aceptado quién era él".
Por JOSÉ MANUEL RUIZ BLAS

14 de febrero de 2018 / 15:02
Lectura: 8 minutos
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Renate y Elton.

© Gtres

En el muy romántico día de San Valentín de 1984, Elton John y Renate Blauel contrajeron matrimonio en Darling Point, un idílico suburbio de Sydney (Australia). El motivo distaba de ser honesto: Elton (conocido en el circuito gay como “Sharon”) pretendía encubrir su homosexualidad valiéndose de Renate, una ingeniera de sonido alemana y ex azafata de vuelo a quien conoció un año y medio antes en la isla caribeña de Montserrat, con quien trabajó en la grabación del álbum ‘Too Low For Zero’. Que el siguiente álbum se llamara 'Breaking Hearts' resultó premonitorio. En 1988, el matrimonio se rompería tras cuatro años de rupturas y reconciliaciones. “Elton apenas estuvo con ella debido a su trabajo”, dijo su amigo Ed Coan. Los anglosajones tienen una palabra que define ese rol: beard (barba), que en el argot de los años 50 describía a las parejas de que se hacían acompañar los homosexuales para disimular sus tendencias sexuales.

Alguien apuntó que Elton John, aterrorizado ante la perspectiva de una delicada operación de garganta, necesitaba una enfermera. Pero como maniobra para enterrar las sospechas de su homosexualidad la boda dejó que desear. El atuendo del novio no contribuía a enterrar habladurías: chaqueta blanca de frac, canotier de gondolero con cinta de raso lila, camisa de rayas marineras con corbata de lazo malva. Hubo una tarta cursi hasta lo estupefaciente, con varios pisos de nata y artesonados de fondant, pero no hubo luna de miel: Elton partió al día siguiente para iniciar una gira por Nueva Zelanda. En cuanto al beso de recién casados… bueno, hemos visto bocas juntarse con más pasión en maniobras de reanimación cardiorrespiratoria.

La novia, con ciego encandilamiento, dijo que era el tipo más amable que había conocido. “Me siento fabulosa. He oído todo tipo de historias sobre él, y que se supone que es bisexual, pero eso no me preocupa”. Cuando decía “se supone” quizá ignoraba que fue el propio Elton John quien declaró su bisexualidad en 1976, en un acto de gran coraje para la época.

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Renate recibió la propuesta de matrimonio en un restaurante indio de Sydney un viernes, mientras comían pollo al curry, y el martes ya estaba delante del altar con Sir Elton Hercules John. Pese a la precipitación, Renate exhibió un vestido de novia recamado de 63 diamantes. El sueño concluyó en divorcio en 1988, sólo cuatro años después. Renate percibió 45 millones de libras y una casa en Surrey, pero ni un solo automóvil de la flota de Bentleys del divo atormentado.

Elton corrió a llorar en el hombro de su amiga Sarah Ferguson, Fergie, duquesa de York y también carne de tabloide. La ya ex–pareja se propuso conservar la amistad, quizá lo único que había entre ellos: los rumores apuntaron a que el matrimonio nunca se consumó dentro de las paredes de su mansión de 7 millones de libras en Old Windsor. Habitaciones separadas, rostros mohínos y una agenda de encuentros paralelos en suites de hoteles de lujo fueron la rutina con que Elton escapó del tedio marital. Renate, por su parte, se volcó en su faceta profesional, sobre todo en la carrera de su amiga íntima la cantante Sylvia Griffin, dando pie a maliciosos rumores de lesbianismo. No faltaron tampoco las escenas: Renate trepando por una escalera para acceder al dormitorio de Elton, Renate arruinando la fiesta del cuarenta cumpleaños de Elton en 1987… Su canto del cisne fue la fiesta de 44.000 dólares con que el cantante agasajó a la alemana un año después, una de las pocas ocasiones en que se les vio felices, pero sobre todo juntos, de su matrimonio.

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No es que Renate no hubiera podido verlo venir. En 1981, el cantante había ido un paso más allá en su outing regalando al mundo ‘Elton's Song’ (La canción de Elton), una doliente balada autobiográfica que narra los amores proscritos de un muchacho por un compañero de clase cuyo videoclip, ambientado en un colegio inglés (jerseys de regatas, vestuarios y partidos de criquet) no llegó a proyectarse en las televisiones debido a la censura.

Para ser honestos, si Elton seguía dentro del armario, este tenía las puertas entreabiertas. "Aún no sé cómo me salvé de morir de sida, habiéndome acostado con la mitad de Estados Unidos", dijo una vez Elton. Oh, eran los locos 80, tiempos de armario y pandemia, y del rearme moralista que llevó aparejado el reaganismo en el contexto de una guerra fría que tanto inspiró a The Rocket Man.

Porque quizá su más incomprendida llamada de socorro se alimenta de ella. Hablamos de ‘Nikita’, una de sus canciones más celebradas, que describe una historia de amor imposible entre el cantante y Nikita, una mujer que pertenece a la Guardia fronteriza de la Alemania del Este encargada de custodiar el Muro de Berlín. El foco de la trama romántica es sencillo.

Elton acude a diario con su Bentley rojo descapotable y se instala a escasos metros del Muro, a ejercer de mirón y canturrear lastimeramente su amor imposible por Nikita, interpretada en el videoclip por la actriz y modeloAnya Major.

“Hey, Nikita, ¿hace frío en tu pequeño rincón del mundo?”, susurra nuestro hombre.


Elton dibuja corazones en el suelo cubierto de nieve mientras le apuntan los cañones de luz de la garita de vigilancia. Elton hace pucheros en el control de pasaportes. Elton bebe los vientos por Nikita. ¿Estaba Elton queriendo decirnos algo? ¿Estaba siendo Renate Blauel demasiado crédula? La respuesta es: muy probablemente sí.

Para empezar, Nikita es un nombre ruso... de varón. Y no debieron abundar las mujeres entre los temidos Grenztruppen que hacían el paso de oca y disparaban a matar a quien osara atravesar el Muro. Y está el enojoso asunto de la sombra de bigote que se atisba sobre el labio superior de Anya Major. Y la clase de fantasías que alimenta Elton son exactamente el tipo de actividades que uno compartiría con un camarada confianzudo: ir a la bolera, jugar al ajedrez o ir a ver un partido de fútbol del Watford.

Abotonada además por los sedosos coros de George Michael, la canción tiene la textura de una confesión a medias.

Cuatro años después se rompería el matrimonio entre Elton John y Renate Blauel. Elton se arrepiente de haberle causado una tristeza perdurable. Lo dijo el año pasado públicamente en su cuenta de Instagram, con motivo del referéndum en Australia para la legalización del matrimonio homosexual. Sus palabras exactas fueron estas:


I'M SO EXCITED TO BE BACK IN AUSTRALIA FOR A SERIES OF SHOWS. MANY YEARS AGO, I CHOSE AUSTRALIA FOR MY WEDDING TO A WONDERFUL WOMAN FOR WHOM I HAVE SO MUCH LOVE AND ADMIRATION. I WANTED MORE THAN ANYTHING TO BE A GOOD HUSBAND, BUT I DENIED WHO I REALLY WAS, WHICH CAUSED MY WIFE SADNESS, AND CAUSED ME HUGE GUILT AND REGRET. TO BE WORTHY OF SOMEONE'S LOVE, YOU HAVE TO BE BRAVE ENOUGH AND CLEAR EYED ENOUGH TO BE HONEST WITH YOURSELF AND YOUR PARTNER. ALMOST 24 YEARS AGO, I MET THE PERSON WITH WHOM I COULD BE FULLY MYSELF. WHEN WE MARRIED IN 2014, IT FELT LIKE THAT FACT WAS ACCEPTED BY THE WORLD. FOR DAVID AND I, BEING ABLE TO OPENLY LOVE AND COMMIT TO ONE ANOTHER, AND FOR THAT TO BE RECOGNISED AND CELEBRATED IS WHAT MAKES LIFE TRULY WORTH LIVING. THAT ACCEPTANCE AND SUPPORT MAKES US WANT TO BE AS KIND, RESPONSIBLE AND PRODUCTIVE MEMBERS OF SOCIETY, AS WELL AS THE BEST PARENTS, THAT WE CAN BE. I LOVE AUSTRALIA. I LOVE ITS SPIRIT, ITS LACK OF PRETENCE, ITS PASSION. I HOPE IT CAN EMBRACE THE HONESTY AND COURAGE THAT SEEKS GAY MARRIAGE AS AN EXPRESSION NOT OF DESIRE BUT OF LOVE. #LOVEISLOVE #MARRIAGEEQUALITY @DAVIDFURNISH

A POST SHARED BY ELTON JOHN (@ELTONJOHN) ON SEP 21, 2017 AT 1:53AM PDT


“Hace muchos años escogí Australia para mi boda con una mujer mavillosa a la que aún profeso amor y admiración. Quería por encima de todas las cosas ser un buen marido pero negaba quién era realmente, lo que causó a mi esposa mucha tristeza y a mí mismo mucha culpa y arrepentimiento”.

No debió de ser fácil para él, aprisionado en un mundo donde la homofobia establecía un pesado precinto sobre su vida sentimental y su carrera, con el estigma del sida al fondo. Renate y él no han vuelto a tener contacto desde entonces. Hoy Renate vive recluida en una casita de campo en Shackleford, un pueblo de Surrey, de la que apenas sale salvo para comprar comestibles en la tienda del pueblo o pasear a su perrito spaniel de grandes orejas colgantes.

De su pasado con Elton sólo queda un Mercedes-Benz coupé de color verde y un bolso Louis Vuitton. Poco sociable, es una gran desconocida para sus vecinos. Nunca ha hablado sobre su fallido matrimonio y se adivina que convive con un dolor profundo. Elton en cambio volvió a casarse en 2005, esta vez con David Furnish, con quien tiene dos hijos: Elijah y Zachary. Dos años después de su salida del armario, cayó el muro de Berlín. Ignoramos la suerte que corrió el bueno de Nikita.
 
Bueno, esta es nueva ¿Alguien la habia visto antes con Meghan o quiere pegarse a la popularidad de la próxima integrante de la familia real británica?:sneaky::sneaky::sneaky:

Influencer, diseñadora y heredera de un imperio de chocolatinas: así es la mejor amiga de Meghan Markle en Londres
Se llama Millie Mackintosh, saltó a la fama gracias a un 'reality show' y los tabloides aseguran que está ayudándole con los preparativos de la boda.
Por MARÍA CONTRERAS

1 de abril de 2018 / 10:30
Lectura: 5 minutos
Etiquetas:


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Millie Mackintosh en la alfombra roja de los BAFTA 2018.

© Cordon Press.

Desde que comenzó su relación con el príncipe Harry, y aún más desde que se ha instalado con él en Londres, Meghan Markle está construyéndose poco a poco un círculo de amigos en la capital británica. De entre sus nuevas relaciones, la que tiene fascinados a los ingleses es la que mantiene con Millie Mackintosh, a quien Markle habría conocido en el verano de 2016 a través de un amigo común, y a quien varios medios han señalado ya como posible dama de honor e incluso organizadora de boda de la futura duquesa.

El pasado febrero la fotografiaron acudiendo a un fitting con un portatrajes donde se adivinaba un vestido abultado, y la imaginación de los tabloides no tardó en echar a volar: ¿qué otra cosa podría ser aparte del vestido de novia de Meghan Markle? (nosotros no pondríamos la mano en el fuego por ello, especialmente tras ver cómo lo dobló para introducirlo en el maletero de su coche). Una fuente informó al Daily Mail que Millie “no podría haber sido más colaboradora a la hora de ayudar a Meghan a organizar la boda. Tienen una relación muy próxima y Millie ha sido un gran apoyo para Meghan en su traslado desde Toronto y su nueva vida en Londres”.

El Evening Standard ya ha acuñado el acrónimo Meg-Lie Mark-intosh, se ha publicado que van juntas al gimnasio (concretamente, a la exclusiva clase de fitness The Skinny Bitch Collective, a la que se accede solo por invitación) y se sabe –porque una foto en la cuenta de Instagram de Millie, en la que tiene 1,3 millones de seguidores, así lo atestigua–, que hicieron una escapada de chicas a Soho Farmhouse en septiembre de 2016. En una foto de la cuenta –hoy eliminada– de la actriz, aparecían portando “brazaletes de la amistad”.

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© Getty Images.
¿Y quién es Millie? Poco conocida fuera de su país, en Inglaterra esta joven de 28 años ocupa portadas de revistas y es perseguida por los paparazzi. Bisnieta de los fundadores de Quality Street, un emporio de chocolatinas, Millie tuvo una infancia acomodada en Wiltshire y estudió en los carísimos internados de rigor. Con 21 años se estaba planteando convertirse en maquilladora cuando la invitaron a participar en la primera temporada de Made in Chelsea, un reality show sobre la vida, amoríos, fiestas y peleas de un grupo de cachorros de buena familia londinenses (programa que, por cierto, ya va por la 15ª temporada e incluso ganó un BAFTA en 2013). Aunque no reniega del show, en alguna entrevista se ha quejado de que se la retrató “como una pija de Chelsea que no tiene que trabajar y que no hace nada más que sentarse en cafés todo el día bebiendo champán, cuando en realidad yo iba allí en autobús”. Mackintosh permaneció en MIC hasta la quinta temporada, en 2013, y la audiencia fue testigo de su relación con Hugo Taylor, otro de los participantes, que floreció y posteriormente se fue a pique ante las cámaras cuando él la engañó con su mejor amiga.

Después de abandonar el programa, Millie –a la que comparan con Olivia Palermo por su tipo de belleza y su pasado televisivo– exploró varias vías, desde el inevitable libro de lifestyle hasta una línea de pestañas postizas. Además, se casó con el rapero Stephen Manderson, más conocido por su nombre artístico, Professor Green. Pero el matrimonio con el músico –cuyos orígenes no podían ser más diferentes a los de Millie: hijo de padres adolescentes, creció en un piso de protección oficial en una zona del este de Londres conocida como “la milla de los asesinatos”, dejó el colegió a los 13 años, tiene una cicatriz en la cara producto de un navajazo, trapicheó con hierba, su padre se suicidó...–, solo duró dos años y medio. En una entrevista con The Times, Professor Green –que, además de por su música, es conocido por sus documentales para BBC o Channel 4 y ha colaborado con el príncipe Guillermo en campañas por la visibilización de las enfermedades mentales– llegó a decir que “casarse con alguien de una clase social diferente es como hacerlo con alguien de otro país”. Ella, en un gesto de lo más elocuente, cogió su vestido de novia, lo cubrió de sangre falsa y lo recicló en disfraz de Halloween. Poco tiempo después volvió a los brazos de Hugo; sí, el chico con el que salió en MIC (hoy convertido en empresario con su firma de gafas de sol Taylor Morris). El 'comieron perdices' de esta historia llegará el próximo julio, la fecha prevista de su boda.

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Junto a su prometido, Hugo Taylor© Gtresonline.

En los negocios, sin embargo, Mackintosh acaba de sufrir un bache importante. Tras lanzar su propia marca de moda en 2014 con aparente éxito (tenía a ASOS entre sus puntos de venta y Vogue llegó a escribir: “Puede que Millie Mackintosh ocupe titulares de tabloides por su pasado en programas de telerrealidad o por el estado de su relación pero, detrás de las cámaras, esta reservada chica de sociedad está construyendo calladamente un imperio de moda a tener en cuenta”), acaba de anunciar su cierre debido al “clima financiero”. Según han publicado varios medios, la empresa tiene deudas por valor de medio millón de libras y ella habría perdido 178.000 de su propio bolsillo.

Los vínculos entre los jóvenes royals y los participantes de Made in Chelsea–aquí se lleva la palma Spencer Matthews, que apareció en un centenar de episodios y “ha llegado” a cuñado de la hermana de la futura reina de Inglaterra– son habituales, y más lógicos de lo que puede parecer; muchos comparten barrio, colegio, club de tenis, aficiones o amistades. Si la relación entre Meghan y Millie será de “amigas para siempre” o no pasará de “amigas de ir al gym”, el tiempo lo dirá. Pero de momento, y como todo lo que rodea a la ex protagonista de Suits, es una fuente inagotable de titulares.
 
A propósito de este interesante tema:

La increíble historia del matrimonio fallido entre Elton John y Renate Blauel
Solo el año pasado el cantante pidió perdón públicamente a su exesposa por "no haber aceptado quién era él".
Por JOSÉ MANUEL RUIZ BLAS

14 de febrero de 2018 / 15:02
Lectura: 8 minutos
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Renate y Elton.

© Gtres

En el muy romántico día de San Valentín de 1984, Elton John y Renate Blauel contrajeron matrimonio en Darling Point, un idílico suburbio de Sydney (Australia). El motivo distaba de ser honesto: Elton (conocido en el circuito gay como “Sharon”) pretendía encubrir su homosexualidad valiéndose de Renate, una ingeniera de sonido alemana y ex azafata de vuelo a quien conoció un año y medio antes en la isla caribeña de Montserrat, con quien trabajó en la grabación del álbum ‘Too Low For Zero’. Que el siguiente álbum se llamara 'Breaking Hearts' resultó premonitorio. En 1988, el matrimonio se rompería tras cuatro años de rupturas y reconciliaciones. “Elton apenas estuvo con ella debido a su trabajo”, dijo su amigo Ed Coan. Los anglosajones tienen una palabra que define ese rol: beard (barba), que en el argot de los años 50 describía a las parejas de que se hacían acompañar los homosexuales para disimular sus tendencias sexuales.

Alguien apuntó que Elton John, aterrorizado ante la perspectiva de una delicada operación de garganta, necesitaba una enfermera. Pero como maniobra para enterrar las sospechas de su homosexualidad la boda dejó que desear. El atuendo del novio no contribuía a enterrar habladurías: chaqueta blanca de frac, canotier de gondolero con cinta de raso lila, camisa de rayas marineras con corbata de lazo malva. Hubo una tarta cursi hasta lo estupefaciente, con varios pisos de nata y artesonados de fondant, pero no hubo luna de miel: Elton partió al día siguiente para iniciar una gira por Nueva Zelanda. En cuanto al beso de recién casados… bueno, hemos visto bocas juntarse con más pasión en maniobras de reanimación cardiorrespiratoria.

La novia, con ciego encandilamiento, dijo que era el tipo más amable que había conocido. “Me siento fabulosa. He oído todo tipo de historias sobre él, y que se supone que es bisexual, pero eso no me preocupa”. Cuando decía “se supone” quizá ignoraba que fue el propio Elton John quien declaró su bisexualidad en 1976, en un acto de gran coraje para la época.

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Renate recibió la propuesta de matrimonio en un restaurante indio de Sydney un viernes, mientras comían pollo al curry, y el martes ya estaba delante del altar con Sir Elton Hercules John. Pese a la precipitación, Renate exhibió un vestido de novia recamado de 63 diamantes. El sueño concluyó en divorcio en 1988, sólo cuatro años después. Renate percibió 45 millones de libras y una casa en Surrey, pero ni un solo automóvil de la flota de Bentleys del divo atormentado.

Elton corrió a llorar en el hombro de su amiga Sarah Ferguson, Fergie, duquesa de York y también carne de tabloide. La ya ex–pareja se propuso conservar la amistad, quizá lo único que había entre ellos: los rumores apuntaron a que el matrimonio nunca se consumó dentro de las paredes de su mansión de 7 millones de libras en Old Windsor. Habitaciones separadas, rostros mohínos y una agenda de encuentros paralelos en suites de hoteles de lujo fueron la rutina con que Elton escapó del tedio marital. Renate, por su parte, se volcó en su faceta profesional, sobre todo en la carrera de su amiga íntima la cantante Sylvia Griffin, dando pie a maliciosos rumores de lesbianismo. No faltaron tampoco las escenas: Renate trepando por una escalera para acceder al dormitorio de Elton, Renate arruinando la fiesta del cuarenta cumpleaños de Elton en 1987… Su canto del cisne fue la fiesta de 44.000 dólares con que el cantante agasajó a la alemana un año después, una de las pocas ocasiones en que se les vio felices, pero sobre todo juntos, de su matrimonio.

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No es que Renate no hubiera podido verlo venir. En 1981, el cantante había ido un paso más allá en su outing regalando al mundo ‘Elton's Song’ (La canción de Elton), una doliente balada autobiográfica que narra los amores proscritos de un muchacho por un compañero de clase cuyo videoclip, ambientado en un colegio inglés (jerseys de regatas, vestuarios y partidos de criquet) no llegó a proyectarse en las televisiones debido a la censura.

Para ser honestos, si Elton seguía dentro del armario, este tenía las puertas entreabiertas. "Aún no sé cómo me salvé de morir de sida, habiéndome acostado con la mitad de Estados Unidos", dijo una vez Elton. Oh, eran los locos 80, tiempos de armario y pandemia, y del rearme moralista que llevó aparejado el reaganismo en el contexto de una guerra fría que tanto inspiró a The Rocket Man.

Porque quizá su más incomprendida llamada de socorro se alimenta de ella. Hablamos de ‘Nikita’, una de sus canciones más celebradas, que describe una historia de amor imposible entre el cantante y Nikita, una mujer que pertenece a la Guardia fronteriza de la Alemania del Este encargada de custodiar el Muro de Berlín. El foco de la trama romántica es sencillo.

Elton acude a diario con su Bentley rojo descapotable y se instala a escasos metros del Muro, a ejercer de mirón y canturrear lastimeramente su amor imposible por Nikita, interpretada en el videoclip por la actriz y modeloAnya Major.

“Hey, Nikita, ¿hace frío en tu pequeño rincón del mundo?”, susurra nuestro hombre.


Elton dibuja corazones en el suelo cubierto de nieve mientras le apuntan los cañones de luz de la garita de vigilancia. Elton hace pucheros en el control de pasaportes. Elton bebe los vientos por Nikita. ¿Estaba Elton queriendo decirnos algo? ¿Estaba siendo Renate Blauel demasiado crédula? La respuesta es: muy probablemente sí.

Para empezar, Nikita es un nombre ruso... de varón. Y no debieron abundar las mujeres entre los temidos Grenztruppen que hacían el paso de oca y disparaban a matar a quien osara atravesar el Muro. Y está el enojoso asunto de la sombra de bigote que se atisba sobre el labio superior de Anya Major. Y la clase de fantasías que alimenta Elton son exactamente el tipo de actividades que uno compartiría con un camarada confianzudo: ir a la bolera, jugar al ajedrez o ir a ver un partido de fútbol del Watford.

Abotonada además por los sedosos coros de George Michael, la canción tiene la textura de una confesión a medias.

Cuatro años después se rompería el matrimonio entre Elton John y Renate Blauel. Elton se arrepiente de haberle causado una tristeza perdurable. Lo dijo el año pasado públicamente en su cuenta de Instagram, con motivo del referéndum en Australia para la legalización del matrimonio homosexual. Sus palabras exactas fueron estas:


I'M SO EXCITED TO BE BACK IN AUSTRALIA FOR A SERIES OF SHOWS. MANY YEARS AGO, I CHOSE AUSTRALIA FOR MY WEDDING TO A WONDERFUL WOMAN FOR WHOM I HAVE SO MUCH LOVE AND ADMIRATION. I WANTED MORE THAN ANYTHING TO BE A GOOD HUSBAND, BUT I DENIED WHO I REALLY WAS, WHICH CAUSED MY WIFE SADNESS, AND CAUSED ME HUGE GUILT AND REGRET. TO BE WORTHY OF SOMEONE'S LOVE, YOU HAVE TO BE BRAVE ENOUGH AND CLEAR EYED ENOUGH TO BE HONEST WITH YOURSELF AND YOUR PARTNER. ALMOST 24 YEARS AGO, I MET THE PERSON WITH WHOM I COULD BE FULLY MYSELF. WHEN WE MARRIED IN 2014, IT FELT LIKE THAT FACT WAS ACCEPTED BY THE WORLD. FOR DAVID AND I, BEING ABLE TO OPENLY LOVE AND COMMIT TO ONE ANOTHER, AND FOR THAT TO BE RECOGNISED AND CELEBRATED IS WHAT MAKES LIFE TRULY WORTH LIVING. THAT ACCEPTANCE AND SUPPORT MAKES US WANT TO BE AS KIND, RESPONSIBLE AND PRODUCTIVE MEMBERS OF SOCIETY, AS WELL AS THE BEST PARENTS, THAT WE CAN BE. I LOVE AUSTRALIA. I LOVE ITS SPIRIT, ITS LACK OF PRETENCE, ITS PASSION. I HOPE IT CAN EMBRACE THE HONESTY AND COURAGE THAT SEEKS GAY MARRIAGE AS AN EXPRESSION NOT OF DESIRE BUT OF LOVE. #LOVEISLOVE #MARRIAGEEQUALITY @DAVIDFURNISH

A POST SHARED BY ELTON JOHN (@ELTONJOHN) ON SEP 21, 2017 AT 1:53AM PDT


“Hace muchos años escogí Australia para mi boda con una mujer mavillosa a la que aún profeso amor y admiración. Quería por encima de todas las cosas ser un buen marido pero negaba quién era realmente, lo que causó a mi esposa mucha tristeza y a mí mismo mucha culpa y arrepentimiento”.

No debió de ser fácil para él, aprisionado en un mundo donde la homofobia establecía un pesado precinto sobre su vida sentimental y su carrera, con el estigma del sida al fondo. Renate y él no han vuelto a tener contacto desde entonces. Hoy Renate vive recluida en una casita de campo en Shackleford, un pueblo de Surrey, de la que apenas sale salvo para comprar comestibles en la tienda del pueblo o pasear a su perrito spaniel de grandes orejas colgantes.

De su pasado con Elton sólo queda un Mercedes-Benz coupé de color verde y un bolso Louis Vuitton. Poco sociable, es una gran desconocida para sus vecinos. Nunca ha hablado sobre su fallido matrimonio y se adivina que convive con un dolor profundo. Elton en cambio volvió a casarse en 2005, esta vez con David Furnish, con quien tiene dos hijos: Elijah y Zachary. Dos años después de su salida del armario, cayó el muro de Berlín. Ignoramos la suerte que corrió el bueno de Nikita.


Me reí mucho con la última frase del artículo. Fue lo mejor :ROFLMAO: : Ignoramos la suerte que corrió el bueno de Nikita.

Mis disculpas por el Off Topic.
 
Mi apuesta va: (seguramente me equivoque)

vestido sencillo
No va a usar encaje por que ya kate lo uso
zapatos manolo blanik o alguna firma inglesa, me apuesto a que sera tacon bajo y sencillos
pelo semirecogido
maquillaje muy natural

yo si soy ella, tuviera su dinero, me compraría un vestido de pronovias
me encanta elie saab y zuhair murad, hay que tener cartera pero como lleve un vestido de esos dos diseñadores va a superar a kate con creces...
 
Mas sobre las flores, lo siento cotillas, soy una gran amante del arte floral, me apasiona el tema, la belleza de las flores es esencial en mi vida.

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Philippa Craddock la florista escogida para la Boda Real.

MM con frecuencia en su desaparecido blog e Instagram, ponía fotografías de flores, particularmente peonías. En ambos artículos especulan que habrá muchas peonías en la decoración.

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Que bellas son las flores !! Espero la temperatura sea buena en Mayo y las mismas se conserven bien, en la boda de Sassa de Osma cuando han salido de la Iglesia ya se veían marchitas.
 
Estado
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