En esta historia de ficción, si hubiera contado que la presentadora exitosa insultaba a parte de su público, defendía la igualdad selectivamente y tal, se hubiera parecido mucho a una presentadora de la tele que conozco.
Atención, los espectadores a los que gustan la presentadora están bien, los otros la odian, no son espectadores con otra opinión, no, la odian, son gente que odia.