ASTRONOMIA, FISICA

El ojo de águila de los astrofísicos
Se cumplen 30 años de la puesta en órbita del telescopio más revolucionario que jamás se ha construido, el Hubble

PABLO G. PÉREZ GONZÁLEZ|PATRICIA SÁNCHEZ BLÁZQUEZ

24 ABR 2020


Un astronauta trabaja en el <i>Hubble</i>, sobre el transbordador, en 1997.


Un astronauta trabaja en el Hubble, sobre el transbordador, en 1997.NASA



Al comienzo del siglo XX, los astrónomos pensaban que la Vía Láctea era todo el universo, un oasis de gas, polvo y estrellas en medio del vacío. En 1924, Edwin P. Hubble usó un telescopio situado en el Monte Wilson, cerca de Los Ángeles, para demostrar que existen muchas galaxias y que el universo se está expandiendo. Hoy es muy difícil realizar observaciones astronómicas desde Monte Wilson debido a la contaminación lumínica. Para evitarla, los observatorios astronómicos actualmente se construyen en sitios remotos. Sin embargo, incluso ahí, hay algo de lo que no se puede escapar: la atmósfera. Para poder hacerlo, se puso en órbita, hace hoy 30 años, un telescopio espacial, bautizado Hubble en honor del científico cuyas observaciones cambiaron nuestra percepción del universo.

¿Por qué es interesante lanzar un telescopio fuera de la atmósfera? Básicamente por 2 motivos. El primero tiene que ver con una canción infantil. Si miran las estrellas verán que su brillo no es constante, varía ligeramente, titilan. Esto es debido a que las turbulencias del aire en la atmósfera desvían la luz en diferentes direcciones. Estas desviaciones son muy pequeñas, pero suficientes para transformar imágenes nítidas en algo más borrosas, lo que impide estudiar los detalles de estrellas y galaxias. Ese efecto, que llamamos seeing, es el mismo que explica la visión borrosa sobre el asfalto caliente.

El segundo motivo es que la atmósfera, afortunadamente, nos protege de la radiación dañina más energética, los rayos-X (que la atmósfera bloquea al 100%) y los rayos ultravioleta (recibimos un 20% de rayos UVA y UVB del Sol para ponernos morenos), pero también nos impide observar las estrellas recién nacidas o el gas que baña los cúmulos de galaxias, entre otras muchas cosas. Afortunadamente, la atmósfera deja pasar la mayor parte de la luz en el visible, un 80%. Sin embargo, todavía nos roba un 20%, porcentaje importante cuando tratamos de estudiar galaxias muy lejanas, 500 millones de veces más débiles que lo que el ojo puede percibir. Por otro lado, realizar observaciones en el infrarrojo desde la Tierra es muy difícil, ya que todos los objetos y nosotros mismos, por tener una cierta temperatura, emitimos bastante luz (comparado con un astro) en este rango de frecuencias. El espacio exterior, sin embargo, es un lugar frío, donde no tenemos este tipo de contaminación.

Seguramente Galileo, al que comúnmente se le atribuye su invención, no pensó que 400 años después se lanzaría un telescopio al espacio. Así funciona la ciencia básica, y se necesitaba mucha (como la Ley de Gravitación Universal de Newton, el descubrimiento de luz ultravioleta de Ritter, trabajos sobre turbulencia en fluidos de Reynolds,...) para justificar la necesidad, diseñar y operar un telescopio espacial.

En 1923, Hermann Oberth publicó un trabajo sobre las ventajas de un telescopio en órbita. Pero no era técnicamente viable en esa época, por lo que muy pocos se lo tomaron en serio. Durante las dos décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, la astronomía en el espacio comenzó a desarrollarse. La primera idea solvente sobre lanzar un telescopio al espacio parece que proviene de una de las figuras clave, a la vez que controvertida, de la carrera espacial: Wernher von Braun. Este ingeniero, líder del desarrollo del cohete V2, usado como primer misil balístico por los nazis, fue trasladado a Estados Unidos en secreto en 1945 y empezó a trabajar para el ejército. von Braun era un aficionado a la astronomía y el impulsor de que estos cohetes realizaran las primeras observaciones en el espacio (aparte de su uso militar).

En la siguiente década se formó un comité para estudiar un proyecto tan ambicioso, que iba a costar 500 millones de dólares. Comparativamente, el programa Apollo que llevó el hombre a la Luna costó 50 veces más. En 1977, el congreso americano autorizó el comienzo de la construcción de un telescopio espacial, con colaboración de la Agencia Espacial Europea (ESA).

El telescopio espacial Hubble, cuyas siglas son HST, se iba a lanzar originalmente en 1985. Algunos retrasos, típicos en proyectos espaciales, llevaron el lanzamiento a 1986. Y en ese año la tragedia del transbordador espacial Challenger paró la puesta en órbita durante 4 años. Pero el 24 de abril de 1990, hace hoy justo 30 años, el Discovery despegó con el Hubble a bordo, liberándolo al día siguiente a 600 kilómetros por encima de la superficie terrestre. Hasta ese momento, el coste de la misión había sido 4700 millones de dólares, 20 veces más de lo previsto. La leyenda dice que el ejército americano tenía ya en ese momento varios “hubbles” mirando hacia la Tierra.

En los 30 años de operaciones del Hubble, el doble de lo previsto, se han realizado más de 1.4 millones de observaciones, facilitando innumerables descubrimientos excepcionales. Por ejemplo, el Hubble descubrió la galaxia más lejana, cuya luz ha viajado durante más de 13.400 millones de años y nos da información de cómo era el universo cuando tenía tan solo un 3% de su edad actual. HST realizó las primeras medidas de la composición atmosférica de planetas extrasolares, identificando sodio, oxígeno, carbono, vapor de agua,... También ha ayudado a determinar la velocidad de expansión del universo y cómo esa velocidad está aumentando. Además, el Hubble nos ha proporcionado imágenes espectaculares bautizadas con nombres tan sugerentes como “los pilares de la creación”, “las galaxias de los ratones”, “la nebulosa de la mariposa”, y otras menos atractivas pero tremendamente interesantes como lentes gravitatorias, cefeidas o cruces de Einstein.

El Hubble es capaz de capturar la luz en el visible, el ultravioleta y una parte del infrarrojo cercano. Sin embargo, si queremos explorar las fronteras del universo y nuevos mundos necesitamos observar en frecuencias más bajas, en el infrarrojo medio. Y para eso ya llevamos 10000 millones de dólares gastados en el que se llamó “telescopio espacial de nueva generación” en la época del lanzamiento del Hubble, bautizado James Webb Space Telescope (JWST) posteriormente. El JWST se lanzará en 2021, tras casi 30 años de desarrollo, si un virus nos deja. Por ahora, seguiremos disfrutando del mejor ojo que tenemos para estudiar y maravillarnos del cosmos, el Hubble.

Pablo G. Pérez González es investigador del Centro de Astrobiología, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (CAB/CSIC-INTA).

Patricia Sánchez Blázquez es profesora titular en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Vacío Cósmico es una sección en la que se presenta nuestro conocimiento sobre el universo de una forma cualitativa y cuantitativa. Se pretende explicar la importancia de entender el cosmos no solo desde el punto de vista científico sino también filosófico, social y económico. El nombre "vacío cósmico" hace referencia al hecho de que el universo es y está, en su mayor parte, vacío, con menos de 1 átomo por metro cúbico, a pesar de que en nuestro entorno, paradójicamente, hay quintillones de átomos por metro cúbico, lo que invita a una reflexión sobre nuestra existencia y la presencia de vida en el universo.

 
El mapa más detallado para explorar la Luna
El Servicio Geológico de Estados Unidos publica la cartografía más completa para la planificación de alunizajes, asentamientos y explotación del satélite




Mapa Geológico Unificado de la Luna. En vídeo, las imágenes del mapa. (VÍDEO: EPV)




RAÚL LIMÓN

05 MAY 2020

Los investigadores del Servicio Geológico de EE UU (USGS), en colaboración con la NASA y el Instituto Planetario Lunar, han completado una de las herramientas fundamentales para la exploración lunar: el mapa más completo del satélite natural de la Tierra. Tras el tratamiento de toda la información disponible y más de dos décadas de trabajo, el Mapa Geológico Unificado de la Luna, como se denomina la última cartografía, permite planificar misiones, seleccionar los mejores lugares para alunizajes y asentamientos, identificar futuros yacimientos de recursos y disponer de una guía única de un cuerpo celeste que supone un testigo natural del origen de la Tierra. “Es una herramienta única para la ciencia”, advierte Jesús Martínez Frías, jefe del Grupo de Investigación de Meteoritos y Geociencias Planetarias del CSIC y responsable del Laboratorio de Geociencias de Lanzarote.

El mapa detalla a escala 1: 5.000.000 las principales formaciones lunares, los cráteres de impacto, causados por la colisión de meteoritos, y los mares, formados por pasadas coladas de lava volcánica.

En la luna se encuentran cuatro grandes tipos de rocas: las gabroicas y basaltos ricos en óxido de aluminio de las zonas elevadas; las basálticas KREEP, denominadas así por sus principales componentes: potasio (K), tierras raras (rare-earth elements, en inglés) y fósforo (P); basaltos ricos en hierro y titanio; y el denominado regolito lunar, formado por rocas y polvos no consolidados y especialmente rico en ilmenita (óxido rico en hierro y titanio).

Los regolitos permitirían la fabricación de escudos frente a la radiación, la construcción de caminos o el desarrollo de cultivos (Green Moon Project)


Esa composición es fundamental para la explotación de la Luna, principalmente por su potencial utilización sobre la superficie del satélite para la construcción de elementos que eviten el costoso transporte de materiales desde la Tierra. Martínez Frías ya ensaya en Lanzarote el uso de regolitos para la fabricación de escudos frente a la radiación generada por protones de emisiones solares e iones pesados de la radiación cósmica galáctica, para la construcción de caminos o para desarrollar cultivos (Green Moon Project).

Además, el mapa detalla las zonas de la Luna que pueden ser una fuente de tierras raras (15 elementos lantánidos de la tabla periódica, escandio e itrio), consideradas el oro del siglo XXI por ser fundamentales en la fabricación de ordenadores, teléfonos móviles, cerámicas avanzadas, coches eléctricos, microondas, fibra óptica, sistemas de iluminación, láseres, misiles o satélites, entre otras aplicaciones. Encontrarlas en la concentración adecuada que haga rentable su extracción se ha convertido en un problema mundial.

El mapa es fundamental para determinar y planificar los lugares más apropiados para la exploración, alunizajes o asentamientos


También es fundamental el mapa para determinar y planificar los lugares más apropiados para la exploración, alunizajes o asentamientos al detallar con precisión la configuración geológica de la superficie. “Es maravilloso ver al USGS crear un recurso que pueda ayudar a la NASA con su planificación para futuras misiones”, afirmó el actual director del servicio geológico y exastronauta, Jim Reilly, en la presentación del mapa.

“Lo fundamental del nuevo mapa es que han sabido combinar toda la información existente sobreponiendo de forma coherente capas de datos. Cuando vas a buscar, es necesario llevar un mapa geológico. Es una hoja de ruta fundamental”, destaca Martínez Frías.

El investigador resalta que, por la información aportada por la cartografía, el polo sur es la zona más susceptible para futuros asentamientos, no solo por la presencia de hielo procedente de cometas sino también por su composición mineral, rica en hierro y titanio, y por la luminosidad.



Polo sur de la Luna


Polo sur de la LunaUSGC



Para la obtención de oxígeno se podría también contar con materiales ígneos (como ilmenita, anortita y olivino) que contienen entre el 40% y el 50% de este elemento en forma de óxidos.

Asentarse, explotar y utilizar la Luna como base intermedia para otras exploraciones espaciales son los principales objetivos que este mapa facilitará en un futuro próximo. Sin olvidar la oportunidad de observar en el satélite cómo era la Tierra en su origen.

Para la elaboración del el Mapa Geológico Unificado de la Luna se han utilizado los seis mapas regionales elaborado durante las misiones Apolo, además de la información actualizada aportada por las más recientes observaciones de la Luna, como la recopilada por SELENE (el explorador de JAXA, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón) o por el altímetro láser del orbitador de la NASA.

La unificación de los datos iniciales y recientes se ha acompañado de la labor de los investigadores del USGS para la determinación de la estratigrafía (capas de roca) de la Luna y la resolución de incongruencias detectadas en tipologías, edades y descripciones. «Este mapa es la culminación de un proyecto de décadas y proporciona información vital para nuevos estudios científicos conectando la exploración de sitios específicos con el resto de la superficie», explica Corey Fortezzo, geólogo y autor principal del USGS.

VIDEO:
 
Quería compartir este vídeo sobre el futuro del universo. A mí me ha dejado helada, tenía la esperanza de que en un futuro muy lejano, hubiera otro Big Bang, pero este vídeo dice otra cosa. Recomiendo que lo veáis porque de verdad, te hace replantearte muchas cosas. El fin del universo
 
Traéis noticias muy chulas, ¿algun@ de vosotras trabaja de algo relacionado con la física?
 
Detectan, por primera vez, una potente emisión de radio dentro de nuestra propia galaxia
Hasta ahora, estos estallidos habían sido descubiertos a cientos o miles de millones de años luz de distancia



En la ilustración, un FRB llega a la Tierra desde una galaxia lejana


En la ilustración, un FRB llega a la Tierra desde una galaxia lejana - ESO/M. Kornmesser




José Manuel Nieves
José Manuel Nieves
MADRID Actualizado:04/05/2020

Por primera vez desde que fueran descubiertos en 2007, los científicos han podido detectar un estallido rápido de radio (FRB por sus siglas en inglés) dentro de la Vía Láctea y no a cientos o miles de millones de años luz de distancia, como los anteriores
Entre todas las emisiones que recibimos de "ahí fuera", los FRB son sin duda las más misteriosas e impresionantes. De hecho, se trata de las señales más escurridizas y potentes jamás detectadas en el espacio, y aunque duran apenas unos pocos milisegundos pueden generar, en ese breve tiempo, la misma cantidad de energía que 500 millones de soles. Hasta ahora, nadie ha logrado averiguar qué clase de sucesos podría ser capaz de producir ondas de radio de tan extraordinaria intensidad.

La primera vez que se supo de su existencia fue en el año 2007, y desde entonces astrónomos de todo el mundo han tratado de «cazar» esos brillantes e inesperados destellos en el firmamento. Se trata, por supuesto, de una cuestión de suerte, ya que los FRBs son imposibles de predecir y la única forma de detectarlos es que los instrumentos estén observando continuamente, con la esperanza de que uno de esos breves eventos se produzca dentro de su radio de acción.

¿A qué podrían deberse estos gigantescos fogonazos de radio? Los estudios más recientes apuntan a posibles estrellas de neutrones, pero otras hipótesis incluyen agujeros negros, púlsares con estrellas compañeras, implosiones de cadáveres estelares, magnetares o, incluso, emisiones de civilizaciones alienígenas avanzadas. Lo único cierto es que cuando se trata de FRBs, nada es seguro, y el misterio sobre estas poderosísimas ráfagas de radio se hizo aún más profundo cuando se empezaron a encontrar FRBs "repetitivos", esto es, que enviaban una y otra vez la misma señal en periodos concretos de tiempo.

El primer FRB en nuestra galaxia
Ahora, por fin, se ha encontrado lo que a todas luces parece ser el primer FRB "casero", con su punto de origen dentro de nuestra propia galaxia. Y parece venir, según informa Science Alert, de un magnetar (un tipo de cadáver estelar) llamado SGR 1935 + 2154. Aunque los estudios son aún preliminares, muchos creen que este hallazgo podría ayudar a resolver el misterio de esas poderosas señales de radio procedentes del espacio profundo y que llevan años desconcertando a los astrónomos.

Fue hace apenas unos días, el pasado 28 de abril. Radiotelescopios de todo el mundo vieron como esa estrella muerta emitía, durante apenas unos milisegundos, una única y poderosísima explosión de ondas de radio increíblemente brillantes. Tanto que podrían detectarse perfectamente incluso desde una galaxia lejana. Además, varios observatorios detectaron en el mismo punto, también, una brillante emisión de rayos X.
En estos momentos, los investigadores siguen analizando los datos, pero la mayoría de ellos está de acuerdo en que ese magnetar en concreto es la fuente de la que procede el estallido rápido de radio.

Los magnetares son un tipo de estrella de neutrones de lo más extraño. Una estrella de neutrones está formada por los restos increíblemente densos que quedan después de que una estrella muy masiva se convierta en supernova. Pero los magnetares, y de ahí su nombre, poseen campos magnéticos que son hasta 1.000 veces más potentes que los de una estrella de neutrones convencional. Algo que aún no se comprende bien, pero que desde luego tiene interesantes efectos en el comportamiento de la estrella misma.

A medida que la fuerza de la gravedad intenta comprimir aún más lo que queda de la estrella, una fuerza interna, su campo magnético, empuja en dirección contraria, y es tan poderoso que consigue distorsionar incluso la forma de la estrella. La continua tensión entre ambas fuerzas produce ocasionalmente gigantescos terremotos estelares y gigantescos destellos en el magnetar.

El pasado 27 de abril, múltiples instrumentos detectaron un súbito aumento de actividad en SGR 1935 + 215, algo que no llamó especialmente la atención ya que coincide con el comportamiento observado en otros magnetares. Pero al día siguiente, el telescopio canadiense CHIME, especialmente diseñado para buscar en el cielo eventos transitorios (como los FRBs), detectó una señal sin precedentes, tan poderosa que el sistema ni siquiera consiguió cuantificarla. La detección fue reportada de inmediato en The Astronomers Telegram, un sitio web en el que muchos astrónomos de todo el mundo informan de sus hallazgos.

Otros equipos de astrónomos también detectaron la potentísima señal, entre ellos el de STARE2, un proyecto diseñado en el Caltech específicamente para tratar de detectar FRBs locales, algo que hasta ahora nunca se había conseguido. El instrumento consta de tres antenas de radio ubicadas a cientos de km de distancia una de otra. Puede descartar señales producidas por la actividad humana y, sobre todo, permite la triangulación de la señal para determinar su posición.

Por lo general esta clase de instrumentos recibe FRBs extragalácticos a unas pocas decenas de jansky (una unidad de medida usada en astronomía para medir el flujo de energía de un objeto). Pero la señal de SGR 1935 + 2154 fue cerca de un millón de veces más fuerte. Si el fenómeno se observara desde otra galaxia, aparecería como un FRB típico. Pero algo así nunca se había visto hasta ahora desde tan cerca.


Y también, por primera vez, rayos X
Debido posiblemente a la proximidad de este FRB, los científicos vieron también algo que no habían detectado hasta ahora en ningún otro estallido rápido de radio: una especie de reflejo, bastante débil, en rayos X. Los rayos X son bastante comunes en los "arrebatos" de los magnetares, incluso más que la radiación gamma o las ondas de radio. Pero su presencia en un FRB podría ser el indicativo de que estos potentes fenómenos ocultan algo más, algo que hasta ahora ha escapado a las observaciones.

Por supuesto, se trata aún de una investigación en marcha. Los astrónomos están analizando justo ahora el espectro electromagnético de la explosión, para compararlo después con los FRBs extragalácticos detectados hasta el momento y asegurarse de que se trata del mismo tipo de fenómeno. Si no fuera así, habría que volver al punto de partida.
De todas formas, y aunque SGR 1935 + 2154 confirme que las ráfagas de radio nacen en los magnetares, eso no significa que puedan, también, originarse en otros lugares distintos. Además, no todos los FRBs son iguales. Algunos solo se producen una vez, mientras que otros se repiten de forma impredecible. Y en un caso, solo en uno por ahora, esas repeticiones eran regulares y seguían, además, un patrón determinado. La última palabra, pues, no está dicha...

 
COSMOLOGÍA
DLA0817g se originó hace 12.500 millones de años
La lejana galaxia masiva que cuestiona las teorías de formación del universo


TERESA GUERRERO
@teresaguerrerof
Madrid
20 mayo 2020


Descubren una galaxia de disco rotante muy masiva que se formó tan sólo 1.500 millones de años después del Big Bang. Hasta ahora se pensaba que este tipo de discos habría surgido más tarde



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Imagen de la galaxia DLA0817g, apodada Disco de Wolfe ALMA / ESO



El relato cosmológico sobre cómo se formó el universo va cambiando gracias a las observaciones de los cada vez más sofisticados telescopios, que permiten retroceder más y más en el tiempo. Un equipo de científicos ofrece hoy otro ejemplo. Han descubierto una galaxia con disco rotante muy masiva que se formó tan sólo 1.500 millones de años después de que tuviera lugar el Big Bang (o lo que es lo mismo, cuando el universo era muy joven y tenía un 10% de su edad actual).

Se trata de una etapa mucho más temprana de lo que el modelo de formación de galaxias estimaba hasta ahora, lo que cuestiona las teorías existentes sobre cómo y cuándo se formaron estas galaxias con disco, entre las que se encuentra la nuestra, la Vía Láctea.

El universo nació hace unos 13.800 millones de años y los cosmólogos creen que la mayoría de las galaxias que son como la nuestra se formaron gradualmente, creciendo poco a poco hasta alcanzar un gran tamaño. Por eso ha resultado tan sorprendente el hallazgo que un equipo de astrofísicos presenta en la revista Nature. Utilizando el radiotelescopio ALMA, situado en Chile, han encontrado una galaxia con disco rotante muy masiva (equivalente a 72.000 soles como el nuestro) que, contra todo pronóstico, nació hace unos 12.500 millones de años, en una etapa demasiada temprana como para estar tan desarrollada, de acuerdo a las teorías existentes hasta ahora.


La galaxia DLA0817g, apodada Disco de Wolfe en homenaje al astrónomo Arthur M. Wolfe y captada por primera vez por el radiotelescopio ALMA en 2017, rota a 272 kilómetros por segundo, una velocidad parecida a la de la Vía Láctea.



Recreación artística del disco de Wolfe


Recreación artística del disco de WolfeNRAO/AUI/NSF, S. Dagnello



Las observaciones realizadas hasta ahora sugerían que este tipo de galaxias muy masivas se originaron 2.500 millones años más tarde del momento en que se originó DLA0817g, que fue descubierta mientras los científicos examinaban la luz proveniente de un cuásar muy lejano. La luz del cuásar era absorbida cuando pasaba por el gran cúmulo de hidrógeno que rodeaba esta galaxia, y que permitió conocer su existencia.

"Las nuevas observaciones de esta galaxia nos revelan ahora que, a pesar de su juventud, contiene un disco rotante muy bien construido. Sus características y su velocidad de rotación no son muy diferentes de los de la actual Vía Láctea. Esto resulta sorprendente, pues la nuestra es una galaxia muy evolucionada, que ya ha tenido tiempo suficiente para formar un disco bien ordenado", explica a este diario Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional (IGN).

"Nos hemos dado cuenta de que las galaxias de disco rotantes no son tan raras como pensábamos y debe haber muchas más", apunta por su parte Marcel Neeleman, científico del Instituto de Astronomía Max Planck de Alemania y líder de la investigación, en un comunicado.


COLISIONES ENTRE GALAXIAS
Tal y como explica Bachiller, "se piensa que, en la evolución temprana del universo, las colisiones entre galaxias menores debieron de jugar un papel muy importante en la formación de galaxias mayores como la nuestra. Por ello, en los momentos iniciales de su formación, deberían aparecer como varias galaxias menores amalgamadas, sin haber terminado de fusionarse completamente. Al observar un disco tan bien estructurado tan sólo 1.500 millones de años tras el Big Bang, nuestras teorías de colisiones se ven puestas en entredicho", señala Bachiller.

Como posible explicación, apunta a que "quizás los procesos de acreción son mucho más rápidos y eficaces sobre escalas relativamente grandes, lo que permitiría formar galaxias bien estructuradas, como ésta, en períodos de tiempo cósmico relativamente cortos".

"Cada vez hay más indicios de que tras el Big Bang todo sucedió muy rápidamente. Es decir, que los procesos físicos que tuvieron lugar en el universo temprano determinaron, de manera relativamente rápida, las características de estrellas y galaxias tal y como las vemos hoy en el universo local", reflexiona el astrónomo. Parece que el universo hizo casi todo su trabajo deprisa en aquellos instantes primeros y que, desde entonces, la evolución cósmica transcurre sin grandes sobresaltos".

 
¿Qué son las dos enormes burbujas de energía que surgen de los polos de nuestra galaxia?
Su origen podría estar en dos espectaculares ondas de choque generadas en el agujero negro supermasivo del centro de la Vía Láctea



La ilustración muestra las dos gigantescas burbujas que surgen de nuestra galaxia, a ambos lados de su centro


La ilustración muestra las dos gigantescas burbujas que surgen de nuestra galaxia, a ambos lados de su centro - Centro Goddard de Vuelos Espaciales, NASA




José Manuel Nieves
José Manuel Nieves
29/05/202



En septiembre del año pasado, un equipo internacional de astrónomos publicaba en « Nature» el hallazgo de dos gigantescas burbujas de electrones de alta energía emergiendo, por arriba y por debajo, justo del centro de la Vía Láctea. Medían cerca de 700 años luz, emitían en el rango de las ondas de radio y su tamaño seguía aumentando.

No eran las primeras que se descubrían. En 2010, en efecto, ya se había encontrado algo, si cabe, aún más impresionante: otras dos descomunales burbujas, conocidas como «Burbujas de Fermi» en honor del instrumento utilizado, el Telescopio espacial Fermi de Rayos Gamma, hechas de gas, polvo y rayos cósmicos, emergiendo también del centro galáctico como si fueran las alas de una enorme polilla, una a cada lado de Sagitario A*, el agujero negro que reina en el centro de nuestra galaxia.


El origen de las misteriosas burbujas
De punta a punta, la suma de esas dos burbujas se extiende a lo largo de 50.000 años luz (cerca de la mitad del diámetro de la Vía Láctea), y se da la circunstancia de que emiten justo en el otro extremo del espectro electromagnético que las dos descubiertas en 2019, en el rango de los rayos X y Gamma. Ahora, en un artículo recién publicado en « The Astrophysical Journal», Ruiyu Zhang Fulai Guo, Del Observatorio Astronómico de Shangai, en China, han descubierto que todo podría estar relacionado.

¿De dónde vienen todas esas misteriosas estructuras? ¿Y cómo se llegaron a formar? En realidad, se trata de una pregunta para la que aún no hay una respuesta. Ahora bien, los investgadores creen que tanto las burbujas halladas el año pasado como estas, además de otras estructuras de radio y rayos X que rodean la Vía Láctea, tienen un origen común: una serie de explosiones en Sagitario A*, o si se prefiere, una sucesión de «eructos de energía» que comenzaron a producirse hace unos seis millones de años.

Por medio de simulaciones informáticas, Ruiyu y Guo consiguieron demostrar que tanto las «burbujas de Fermi» como las demás estructuras detectadas podrían haberse formado al mismo tiempo debido a una onda de choque masiva que partió del agujero negro. La onda pudo haber comenzado cuando Sagitario A*, cuya masa equivale a la de cuatro millones de soles, emitió repentinamente dos enormes chorros de materia ionizada, lanzándolos en direcciones opuestas casi a la velocidad de la luz. Los astrónomos han observado ya en otras galaxias, aunque no en la nuestra, chorros de energía de esa clase, aunque su origen sigue siendo incierto.


Dos explosivas ondas de choque
Los investigadores creen que si aquellos chorros fueron los suficientemente anchos y energéticos, podrían haber creado ondas de choque gemelas que se propagaron de forma explosiva a través del gas caliente a cada lado del centro galáctico. Allí donde esas ondas de choque comprimieron y calentaron el gas, se formaron las extrañas estructuras de rayos X en forma de reloj de arena. Los bordes de las ondas de choque, expandiéndose por el espacio a lo largo de miles y miles de años luz, formaron después las burbujas de Fermi. Según escriben Ruiyu y Guo en su artículo, todo el proceso habría durado aproximadamente un millón de años.

Según los investigadores, la hipótesis de la onda de choque consigue explicar varias características del centro galáctico, incluídas las temperaturas extremadamente elevadas de las burbujas de Fermi y el hecho de que sus bordes inferiores se superponen y encajan a la perfección con las estructuras de rayos X.

Lo que no se sabe aún es qué fue lo que pudo provocar esas ondas de choque. ¿Quizá una «comida» demasiado abundante? ¿O puede que el resultado de un aumento repentino de nacimientos de estrellas alrededor del centro de la galaxia, lo que había incrementado el número de explosiones de supernovas? Los científicos no están seguros. Lo que sí que saben es que, fuera lo que fuera, aquél evento liberó una cantidad de energía similar a la que el Sol emitirá durante toda su existencia, unos 10.000 millones de años...

 
POSIBLE PRÓXIMO CICLO SOLAR
El Sol sufre su mayor erupción en tres años, pero la NASA dice que no es preocupante
La explosión no puede atravesar la atmósfera de la Tierra ni afectar a los humanos


Foto: Imagen reciente de la NASA en la que se contemplan las erupciones solares. Foto: NASA


Imagen reciente de la NASA en la que se contemplan las erupciones solares. Foto: NASA



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EL CONFIDENCIAL
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PLANETA TIERRA

01/06/2020


El Sol ha producido su mayor erupción solar en tres años en lo que podría ser una señal de que está entrando en su próximo ciclo de vida y en un período de mayor actividad, según señalan científicos de la NASA.

La agencia espacial estadounidense ha registrado la erupción de un grupo de manchas solares, regiones del Sol que tienen una temperatura más baja que sus alrededores y que poseen una intensa actividad magnética, el pasado viernes y ahora está monitorizando si habrá más actividad de la estrella.

La erupción fue descrita por la NASA como una erupción solar de clase M, la segunda clasificación de radiación más fuerte, aunque la agencia ha aclarado que la explosión no puede atravesar la atmósfera de la Tierra ni afectar a los humanos. "Las manchas solares bien podrían ser precursoras de que el ciclo solar del Sol se acelere y se vuelva más activo", explica la NASA en un comunicado citado por 9News.


Indicios de cambio
"A medida que el Sol se mueve a través de su ciclo natural de 11 años, en el que su actividad sube y baja, las manchas solares suben y bajan en número. Esta nueva actividad de manchas solares podría ser una señal de que el Sol está posiblemente acelerando el nuevo ciclo", señala la NASA.

El Ciclo Solar 25 del Sol pudo haber comenzado a finales de 2019, sin embargo los científicos solo pueden determinar en retrospectiva cuándo es el punto más bajo de actividad de una estrella y cuándo comienza el siguiente período. Por esa razón, podrían pasar hasta seis meses antes de que la NASA sepa si la actividad solar del Sol está aumentando a causa de la erupción del grupo de manchas solares.

 
Descubren un nuevo tipo de materia en el Universo
Se trata de una «sopa» ultradensa de quark y se encuentra en el interior de las estrellas de neutrones


La confirmación de la existencia de núcleos de quark en las estrellas de neutrones ha sido un objetivo científico inalcanzable durante los últimos 40 años


La confirmación de la existencia de núcleos de quark en las estrellas de neutrones ha sido un objetivo científico inalcanzable durante los últimos 40 años - Jyrki Hokkanen, CSC - IT Center for Science





José Manuel Nieves
José Manuel NievesS
03/06/2020


Un equipo de investigadores finlandeses ha encontrado sólidas pruebas de la existencia de un tipo de materia que hasta ahora había sido simplemente teórico. Se trata de «materia exótica de quark» y se encuentra en el interior de las mayores estrellas de neutrones que existen. El hallazgo, que se acaba de publicar en « Nature Physics», se produjo al combinar recientes resultados de estudios de física de partículas y nucleares con mediciones de ondas gravitacionales generadas, precisamente, por esta clase de cadáveres estelares.

Toda la materia que nos rodea está formada por átomos, con densos núcleos en sus centros hechos de protones y neutrones. Los núcleos atómicos están rodeados por una nube de electrones de carga negativa, y en la inmensa mayoría de los materiales existe una considerable distancia entre un átomo y el contiguo. Pero eso es solo el estado «normal» de la materia. En condiciones extremas, la gravedad puede llegar a hacer que los átomos se acerquen unos a otros hasta el punto de perder sus electrones. Y aún más allá, incluso a conseguir que los propios núcleos, ahora desnudos, se junten para dar forma a una materia extraordinariamente densa.


Uno de los lugares más extremos del Universo
Lo cierto es que en el Universo existen pocos lugares más extremos que las estrellas de neutrones. Se trata de auténticos «cadáveres estelares» que se forman cuando una estrella que en origen era varias veces mayor que el Sol agota su combustible, el que le permte seguir ardiendo. La energía generada por la fusión nuclear en los núcleos de las estrellas es la única fuerza capaz de oponerse a la presión gravitatoria, que trata de comprimirlas. Y cuando el combustible que mantiene el horno de fusión encendido se termina, nada puede oponerse a la gravedad, que empieza a aplastar a la estrella.

Al final, lo que era una bola ardiente de gas con un radio de millones de kilómetros (el radio de la gigante Betelgeuse, por ejemplo, es de 617 millones de km) queda aplastado y reducido a una densa bola de materia súper comprimida de cerca de una decena de kilómetros. Una cucharadita de café llena de esa materia pesaría más que el monte Everest.


Un núcleo atómico de decenas de kilómetros
Los científicos saben que dentro de las estrellas de neutrones, la materia atómica se colapsa en materia nuclear inmensamente densa, en la que protones y neutrones están tan juntos que la estrella entera, o lo que queda de ella, podría considerarse como un enorme y único núcleo atómico.

Muchos, sin embargo, llevaban décadas preguntándose si en el interior más profundo de las estrellas de neutrones la materia podría colapsar aún más, hasta un hipotético y exótico estado llamado «materia de quark», en la que los propios protones y neutrones se han dividido en sus piezas fundamentales (cada uno está formado por tres quarks) formando una sopa ultradensa en la que ni siquiera las partículas que formaban los núcleos atómicos pueden ya existir. Y ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Helsinki afirma que la respuesta a esa pregunta es un rotundo sí.

«Confirmar la existencia de núcleos de quark dentro de las estrellas de neutrones - asegura Aleksi Vuorinen, uno de los autores del artículo- ha sido uno de los objetivos más importantes de la física de estrellas de neutrones desde que esta posibilidad se planteó por primera vez hace aproximadamente 40 años».


Un enfoque totalmente nuevo
A día de hoy, no existen simulaciones informáticas a gran escala capaces de determinar el destino de la materia nuclear dentro de una estrella de neutrones. Pero aún así, los investigadores finlandeses consiguieron obtener resultados gracias a un enfoque del problema completamente nuevo. De hecho, se dieron cuenta de que al combinar recientes hallazgos sobre partículas teóricas y física nuclear con las mediciones observacionales, era posibe deducir las características y la identidad de la materia que reside en el corazón de las estrellas de neutrones. O por lo menos en las más estables y masivas.

En ellas, en efecto, la materia interna de la estrella se parece mucho más a la materia de quarks que a la materia nuclear ordinaria. Los cálculos indican que en esas estrellas el diámetro del núcleo identificado como materia de quark puede llegar a ser superior a la mitad del diámetro total de toda la estrella de neutrones. Sin embargo, Vuorinen señala que hay todavía muchas incertidumbresasociadas a la estructura exacta de las estrellas de neutrones. Nadie, de hecho, ha podido ver hasta ahora el interior de ninguna.

¿Qué significa entonces la afirmación de que se ha descubierto materia de quark? Según Vuorinen «aún existe una posibilidad, pequeña pero no nula, de que las estrellas de neutrones estén hechas solo de materia nuclear normal. Sin embargo, lo que hemos logrado hacer es cuantificar las condiciones que serían necesarias para que se de este escenario. En resumen, el comportamiento de la materia nuclear densa (pero convencional) tendria que ser verdaderamente peculiar. Por ejemplo, la velocidad del sonido necesitaría casi alcanzar a la de la luz».


El mensaje de las ondas gravitacionales
Uno de los factores clave que contribuyó al nuevo hallazgo fue la aparición de los resultados de dos trabajos recientes de astrofísica observacional: la medición de ondas gravitacionales generadas por la fusión de dos estrellas de neutrones y la detección de estrellas de neutrones muy masivas, con masas cercanas a las dos masas solares.

En otoño de 2017, en efecto, los observatorios LIGO y Virgo detectaron, por primera vez, ondas gravitacionales generadas por dos estrellas de neutrones que se estaban fusionando. Esa observación estableció un límite superior riguroso para una cantidad llamada «deformabilidad de marea», que mide lo sensible que puede ser la estructura de una estrella al campo gravitacional de una compañera a la que orbita. Ese resultado se utilizó después para obtener un límite superior para los radios de esas dos estrellas de neutrones en colisión, que resultaron ser aproximadamente de 13 km.

Del mismo modo, y aunque la primera observación de una estrella de neutrones se remonta a 1967, las mediciones precisas de sus masas no han sido posibles hasta las dos últimas décadas. Y la mayoría de las estrellas de neutrones cuyas masas se conocen con precisión caen dentro de una ventana que oscile entre 1 y 1.7 masas solares. Pero la última década ha siso testigo de tres estrellas de neutrones que alcanzaban, e incluso superaban ligeramente, las dos masas solares.


La ecuación del estado de la materia
En el nuevo análisis, esas observaciones astrofísicas se combinaron con resultados teóricos de vanguardia sobre partículas y física nuclear. Lo cual permitió derivar una predicción precisa de lo que se conoce como «la ecuación de estado de la materia estelar de neutrones», que se refiere a la relación entre su presión y la densidad de energía. Un componente integral en este proceso fue un resultado bien conocido de la relatividad general, que relaciona la ecuación de estado con una relación entre los posibles valores de radios y masas de estrellas de neutrones.

Desde aquella primera detección de 2017, se han observado ya varias fusiones de estrellas de neutrones, y LIGO y Virgo se han convertido rápidamente en una parte esencial de la investigación de estos cadáveres estelares. Y es precisamente esta rápida acumulación de información nueva lo que ha permitido mejorar la precisión de los hallazgos del equipo finlandés, confirmando la existencia de materia de quark dentro de las estrellas de neutrones.

Según los investigadores, las nuevas observaciones previstas para los próximos meses y años conseguirán refinar aún más los resultados y eliminar o reducir en gran medida las incertidumbres actuales.

«Hay buenas razones para creer -concluye Vuorinen- que la edad de oro de la astrofísica de ondas gravitacionales apenas si está en sus comienzos, y que pronto seremos testigos de muchos más saltos como este en nuestra comprensión de la naturaleza».


 
IDEAL PARA ALBERGAR VIDA
Encuentran un sistema gemelo al de la Tierra y el Sol a 3.000 años luz
El planeta KOI-456.04 orbita alrededor de la estrella Kepler-160 en unas condiciones muy similares a las de nuestro mundo


Foto: Hallan un sistema similar al de la Tierra y el Sol. EFE Science Advances Lorenzo Santinelli


Hallan un sistema similar al de la Tierra y el Sol. EFE Science Advances Lorenzo Santinelli


AUTOR
EL CONFIDENCIAL



Científicos alemanes y estadounidenses han hallado indicios de un planeta similar al nuestro que orbita alrededor de una estrella muy parecida al Sol a unos 3.000 años luz de la Tierra. Hasta ahora, los científicos de todo el mundo han logrado detectar más de 4.000 exoplanetas, planetas fuera de nuestro Sistema Solar, y la búsqueda de este tipo de planetas tiene como fin localizar planetas similares a la Tierra, porque esto da lugar a la posibilidad de que la vida pueda existir allí.

En este objetivo, investigadores del Instituto Max Planck, el Observatorio Sonneberg, la Universidad de Göttingen (los tres en Alemania), la Universidad de California y la NASA (ambos en Estados Unidos), han conseguido evidencias de un planeta que guarda muchas similitudes con el nuestro. Ha sido bautizado con el nombre de KOI-456.04 y destaca de entre todos los demás porque orbita alrededor de una estrella que es muy similar a nuestro Sol a una distancia que permitiría que en las temperaturas de su superficie fueran compatibles con la vida.

KOI-456.04 orbita alrededor de la estrella Kepler-160, que emite mucha luz visible, algo que la mayoría de las estrellas de los exoplanetas no hacen. La mayoría de estas estrellas tienden a ser pequeñas y tenues y en su mayoríaemiten radiación infrarroja, algo que es incompatible con la vida en los planetas a los que arroja luz, pues emiten una radiación que "fríe" a los planetas que se acercan demasiado. Además Kepler-160 posee un tamaño muy similar al del Sol, apenas un 10% más grande, y su temperatura superficial sólo es 300 grados más fría; casi nada en términos astrofísicos.

Condiciones favorables
El exoplaneta descubierto orbita a una distancia adecuada para permitir la vida, ya que si estuviera más cerca de su estrella se vería afectado por su gravedad, lo que daría lugar a un elevado vulcanismo que sería fatal para cualquier vida emergente. Así, la distancia calculada lo sitúa lo suficientemente cerca como para recibir luz y calor y algo de actividad volcánica. Los astrofísicos, que han publicado su hallazgo en la revista científica 'Astronomy & Astrophysics', se refieren a esto como la "zona habitable", porque podría significar que las condiciones son las adecuadas para que exista agua líquida, lo que es crucial para el desarrollo de la vida tal y como la conocemos.


"La combinación de este planeta, de menos del doble del tamaño de la Tierra, y su estrella anfitriona de tipo solar lo hace tan especial y familiar"

Por eso, KOI-456.04 es tan interesante. Cumple con los requisitos de distancia a su estrella y, al mismo tiempo, el planeta en sí mismo es rocoso y relativamente similar a la Tierra en términos de formación. Igualmente, la Tierra y KOI-456.04 coinciden en su período orbital: unos 378 días frente a los 366 días que tarda nuestro en dar una vuelta completa alrededor al Sol. Esto indica que KOI-456.04 recibe una cantidad de luz equivalente, exactamente un 93% similar. No obstante, también hay diferencias. Este recién descubierto exoplaneta posee menos del doble del tamaño de la Tierra. Para los investigadores este parece ser un punto clave, porque casi todos los exoplanetas de menos del doble del tamaño de la Tierra que tienden a tener el potencial de temperaturas superficiales similares a las de la Tierra suelen orbitar enanas rojas, en lugar de estrellas como Kepler-160.
"KOI-456.91 es relativamente grande comparado con muchos otros planetas que se consideran potencialmente habitables", explica René Heller, autor principal del estudio en declaraciones recogidas por Express. "Pero es la combinación de este planeta de menos del doble del tamaño de la Tierra y su estrella anfitriona de tipo solar lo que lo hace tan especial y familiar".

 
HECHO CON 425 MILLONES DE FOTOGRAFÍAS
10 años de la evolución del Sol en este impresionante vídeo de la NASA
Observar el Sol nos alerta de posibles tormentas u otros eventos solares que puedan afectar a nuestro planeta


Foto: Una captura del vídeo de la NASA: Foto: Youtube


Una captura del vídeo de la NASA: Foto: Youtube


AUTOR
EL CONFIDENCIAL
26/06/2020



La NASA ha revelado, bajo el título 'Una década del Sol', un video con 425 millones de fotografías de alta resolución del Sol captadas durante 10 años por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA (SDO).
Para la realización del vídeo, que está montado como si de un "time lapse" se tratara, los astrónomos han usado 425 millones de imágenes de alta definición del Sol, tomadas cada 0,75 segundos entre el 2 de junio de 2010 y el 1 de junio de 2020. Cada segundo del vídeo representa un día en la vida del Sol, y la década entera pasa en unos 61 minutos.







"El video muestra el aumento y la caída de la actividad que ocurre como parte del ciclo solar de 11 años", escribe la NASA, además de registrar "eventos notables, como planetas en tránsito y erupciones". A pesar de que el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA mantuvo "sus ojos" abiertos durante toda la década, hay momentos oscuros en el video, algo que la agencia espacial justifica por eclipses o un problema de energía ocurrido en el 2016.


El ciclo del Sol, para todos
El impresionante video, que está disponible en una resolución de hasta 4k, muestra una gran actividad en la superficie de la estrella desde el principio, aumentando hasta que hay bucles magnéticos de plasma que cubren un gran porcentaje de su superficie. Luego, tan rápido como aparecen, los puntos calientes de actividad parecen desvanecerse, dejando a la estrella mucho más "tranquila". Este es el ciclo regular del Sol, que pasa de un período de alta actividad llamado máximo solar a un período de baja actividad llamado mínimo solar (en el que está ahora). La intensidad del máximo y la calma del mínimo pueden variar, pero los ciclos en sí son muy evidentes.

Estos cambios son difíciles de detectar desde la Tierra a simple vista(aunque los máximos solares dan como resultado auroras más visibles en latitudes más bajas alrededor del mundo), pero el satélite SDO de la NASA los ve claramente ya que monitoriza nuestra estrella en luz ultravioleta extrema. Estas longitudes de onda ultra energéticas cortan el resplandor del sol y revelan los abundantes cambios magnéticos en la atmósfera más exterior del Sol, o corona.

Observar el Sol y hacer un seguimiento de su actividad puede ser vital para predecir tormentas solares y otros eventos espaciales que pueden afectar la Tierra. Cuando el Sol arroja plasma al espacio, las partículas cargadas que alcanzan la Tierra pueden dañar los satélites de comunicaciones e incluso poner en peligro las misiones espaciales.

 
El secreto astronómico de España: por qué es un lugar perfecto para fotografiar el espacio
Un nuevo 'ranking' de mejores fotografías de la Vía Láctea a nivel global vuelve a demostrar que nuestro país tiene algunos de los mejores puntos del planeta para ver las estrellas



Foto: Monasterio encantado (Ávila). (Foto: Ramón Morcillo)


Monasterio encantado (Ávila). (Foto: Ramón Morcillo)



AUTOR
GUILLERMO CID
Contacta al autor
07/07/2020



Seguro que has visto decenas de esas imágenes en revistas, libros, páginas web o televisión. El cielo nocturno, limpio como una patena, aparece en todo su esplendor solo iluminado por la tibia luz de las estrellas que dan color a la oscura superficie. Bajo este manto, se ve, casi siempre sin un rastro humano, la pura naturaleza. Son imágenes que recuerdan a paraísos o lugares ni siquiera descubiertos por el ser humano, pero nada más lejos de la realidad,muchas de esas fotos están hechas en España. Es posible que no lo sepas, pero nuestro país es todo una potencia en la astrofotografía y eso que, según explican expertos y fotógrafos, apenas valoramos ese potencial.

El último listado en demostrar la pujanza de nuestro entorno en este terreno lo ha realizado el blog especializado en fotografía 'Capture the Atlas' que hizo una selección de las 25 mejores fotografías de la Vía Láctea realizadas en el último año (y que posteriormente apareció en numerosos medios internacionales). Tres de todas ellas estaban realizadas desde nuestro país. Además, cada una muestra un punto geográfico diferente, la primera de ellas está hecha en Tenerife, otra en Ávila y la última en los Picos de Europa. Tres capturas diferentes pero que dan una idea de las vistas que ofrece nuestro paisaje, pero, ¿por qué nuestro país es un lugar predilecto para estas imágenes? Pues las razones son variadas, según apuntan los propios autores.

"Sin duda, España cuenta con algunos de los mejores lugares del mundo para fotografiar el espacio como son la isla de Tenerife y la isla de La Palma. La poca contaminación lumínica y la altitud hacen mucho, en ambas islas hay diferentes observatorios astronómicos y es un lugar de peregrinaje para astrofotógrafos de todo el mundo. Pero en la Península, aunque sí hay mucha más contaminación lumínica, podemos seguir encontrando sitios muy interesantes y la verdad es que tenemos uno de los mejores lugares dentro de Europa para realizar astrofotografía", explica, en conversación con Teknautas Dan Zafra, fotógrafo y editor del blog Capture the Atlas.

Nuestro país es toda una potencia en la astrofotografía y eso que, según explican expertos y fotógrafos, apenas valoramos ese potencial


Desde su punto de vista las razones son claras: la altitud (que te ayuda a evitar las capas más sucias de la atmósfera), la latitud (que al no ser demasiado extrema permite que la temporada de Vía Láctea, época cuando el Centro Galáctico es visible, tanto en la Península como en las islas es bastante amplia y exista la posibilidad de ver numerosos objetos astronómicos) y el clima (que ayuda a evitar cielos encapotados y permite ver con claridad el oscuro cielo nocturno). Para terminar queda un aspecto clave que visto desde otros puntos de vista puede ser desolador pero que es fundamental para captar el espacio: la despoblación de la España vaciada, que ayuda a la descontaminación lumínica.




Vía Láctea desde Fuerteventura. (Foto: Dan Zafra)


Vía Láctea desde Fuerteventura. (Foto: Dan Zafra)



Según Zafra, la despoblación de estos lugares hace que sea fácil huir de la contaminación lumínica en grandes extensiones de regiones como las Castillas, y eso es básico para poder ver las estrellas. Sin oscuridad todo lo demás importa poco. "La despoblación de la España vaciada ha hecho que muchas zonas de nuestro país se queden prácticamente desiertas y se vuelva a poder gozar de grandes cielos nocturnos con poca contaminación lumínica", explica Zafra.

Con él también coinciden los fotógrafos Julio Castro, Ramón Morcillo y Pablo Ruiz García, autores de las imágenes destacadas por 'Capture The Atlas'. Todos destacan que España está entre los mejores lugares de Europa para hacer astrofotografía y que para captar cuerpos como la Vía Láctea es un lugar excepcional. "En lo que se refiere a la Vía Láctea, que es lo que yo practico habitualmente, es un lugar excepcional, pero hay una gran parte de cielo nocturno para disfrutar plagado de cuerpos celestes en rincones a veces muy conocidos de una belleza sin igual y otros muchos aún por descubrir", detalla Ramón Morcillo.

Estas declaraciones, es verdad, chocan con los estudios que hablan de quenuestro país está entre los que más contaminación lumínica sufren del continente, pero la diferencia, de nuevo, es la concentración de esa contaminación. "A excepción de la iluminación artificial de las grandes ciudades, contamos con muchísimas zonas y fantásticos lugares para hacer fotografía nocturna y de estrellas", prosigue Morcillo.



Vía Láctea desde los Picos de Europa. (Foto: Pablo Ruiz García)


Vía Láctea desde los Picos de Europa. (Foto: Pablo Ruiz García)




La cara B de la España vaciada
Todo esto que comentan los fotógrafos y expertos choca con la realidad de la despoblación que normalmente se ve como la muerte de la Siberia española, pero también puede ser una opción para su futuro. Es cierto que, como confiesa Julio Castro, las Islas Canarias y en especial La Palma, con el observatorio del Roque de los muchachos como uno de los más importantes del mundo, son los campeones en este sentido en nuestro país porque tienen unas condiciones casi inigualables, pero dentro de la Península estas zonas despobladas pueden encontrar aquí un nuevo atractivo por explotar.



Vía Láctea sobre el Parque Nacional del Teide. (Foto: Mehmet Ergün)


Vía Láctea sobre el Parque Nacional del Teide. (Foto: Mehmet Ergün)



¿Dónde están esos otros lugares para fotografiar el espacio? Pues los fotógrafos apuntan varios en toda la geografía nacional. "España cuenta con grandes cielos nocturnos en áreas como la serranía de Cuenca y Teruel, los Pirineos, los Picos de Europa y la costa gallega, el desierto de Tabernas y el cabo de Gata en Almería, y algunas zonas de Extremadura", enumera Zafra. Para Castro los mejores espacios están en la zona de los Pirineos, los Picos de Europa aunque apunta que hay "otros muchos lugares con poca densidad de población evitando la tan molesta contaminación lumínica".

Aquí hay otra de las claves por las que muchos fotógrafos adoran captar imágenes desde nuestro país, y es que para tener una gran imagen nocturna no basta con tener un buen cielo, sino que hay que encontrar una composición adecuada y en estas regiones no solo es fácil dar con lugares naturales con bonitos paisajes sino que es facilísimo dar con castillos u otras construcciones antiguas casi abandonadas que den un punto distinto a las imágenes. "Podemos encontrar desde un castillo de época derruido pero con un atractivo especial, la montaña más bonita nevada y uno de los picos más atractivos rodeados de bosque, hasta un precioso arrecife y un faro centenario en las magníficas costas que rodean nuestra Península", explica Morcillo.



Doble Arco (Picos de Europa). (Foto: Pablo Ruiz García)


Doble Arco (Picos de Europa). (Foto: Pablo Ruiz García)



Si sumamos los detalles dados por Zafra sobre las claves por las que España es un lugar genial para la fotografía nocturna, vemos el potencial de algunos lugares de nuestra geografía para esta práctica. Pero, ¿cuidamos y apostamos realmente por esto? Según Pablo Ruiz García, no realmente, o al menos no se hace a nivel nacional y las iniciativas son pocas y a nivel poco más que local. "Tenemos numerosos lugares con poca contaminación lumínica, pero sin duda la contaminación lumínica por sistemas de iluminación inadecuados y poco eficientes cada vez es mayor haciéndonos cada vez más complicado la observación del cosmos", explica.

Otros fotógrafos sí destacan que cada vez se ven más iniciativas por impulsar estas prácticas y también proteger el paisaje y el cielo, como la de algunos pueblos que se han preparado para conseguir certificaciones que muestren la calidad de sus cielos, pero todos apuntan que las medidas son insuficientes y que se podría hacer bastante más. Una nueva industria turística sostenible puede venir tras la promoción de este potencial paisajístico.




Laguna Grande de Gredos (Ávila). (Foto: Julio Castro)


Laguna Grande de Gredos (Ávila). (Foto: Julio Castro)




Una industria turística por explotar
Julio Castro es uno de los que habla de políticas que se podrían llevar a cabo y en las que poco a poco más pueblos se están poniendo las pilas. "Sinceramente creo que en España no se aprovecha todavía demasiado este gran recurso que tenemos exceptuando ciertas zonas como la ya mencionada Isla de la Palma que tiene una regulación municipal para limitar la contaminación lumínica. Actualmente hay algunas zonas de España que están luchando o que ya tienen certificaciones de destinos Starlight que se concede a aquellos lugares con un cielo especialmente bueno para ver las estrellas".


Castro pone como ejemplo el Ayuntamiento de A Veiga en la provincia de Ourense. "Han conseguido el certificado Starlight y con ello ha atraído una buena cantidad de turismo organizando jornadas de observación y fotografía astronómica y con un proyecto de construcción de un observatorio astronómico". Esta certificación, creada por el Instituto de Astrofísica de Canarias, busca fomentar el astroturismo y proteger los cielos de España y otros países y ya cuenta con bastantes lugares en la lista pero el impulso podría ser bastante mayor.



Torcal de Antequera (Málaga). (Foto: Ramón Morcillo)


Torcal de Antequera (Málaga). (Foto: Ramón Morcillo)




Según explican los fotógrafos, en otros países este tipo de proyectos están mucho más avanzados declarando sus zonas reservas integrales de cielo profundo con el fin de preservar estos lugares de cielo especialmente oscuro con lo cual muchísimos aficionados se ven atraídos por estos pocos lugares donde la mano del hombre todavía conserva el cielo tal cual se veía en el pasado. Según Ruiz García destacan en este punto naciones como Bolivia y Chile, con su famoso salar de Uyuni y el desierto de Atacama. "Aquí ya se comienza a ofertar el turismo de astrofotografía. Yo mismamente voy como fotógrafo a diferentes viajes. Cada vez tiene más tirón y la afición a la fotografía está creciendo, por eso se podría hacer más", añade.

Zafra sigue en esa línea y comenta que cada vez existan más hoteles y casas rurales dedicadas a la observación y fotografía del cielo nocturno pero espera, como el resto, que se potencie mucho más con medidas claras para atender el problema de la contaminación lumínica y proteger cielos y paisajes. "Sin duda esto es un enorme reclamo turístico que bien aprovechado puede hacer que estas zonas saquen un buen rendimiento económico y más con los tiempos que estamos viviendo, donde la gente cada vez más buscará lugares más alejados de los núcleos de población", termina Morcillo.

 
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