Abandonar el planeta: viajar a otros mundos.

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Pensemos que tenemos la preparación física y que contamos con las habilidades necesarias para hacer un viaje espacial a otro mundo, con la idea de fundar una nueva colonia y conquistar otro planeta. ¿Os animáis a emprender una aventura de tal calibre? Eso implicaría, probablemente, que no regresaríamos nunca a la Tierra. Sería un largo viaje (seguramente en una suerte de hibernación) y una estancia dura asegurada, luchando por la supervivencia y estableciendo las bases de una nueva civilización extraplanetaria.

Yo me imagino la sensación de inmensidad y grandeza que se debe sentir al poner pie en otro planeta y es algo que me parece, simplemente, fascinante. La idea de pisar un suelo tan lejano (sea en este sistema solar o en otro) me parece épica.

Cierra los ojos y piensa que estás en una base a miles de millones de kilómetros de casa, o incluso a años luz, en un ambiente inhóspito, afrontando situaciones extremas, y sintiendo a la vez lo pequeños y grandes que somos. ¿Te parece épico o una pesadilla?

Si pudiera, sería algo que haría sin dudar.
Es el último paso de la carrera por la conquista que siempre ha movido a las personas. El último peldaño hacia la grandeza de abrir nuevos horizontes.
 
Desciendo de "indianos" por parte de padre y madre. Yo ya soy 5ª-6ª generación, pero las historias familiares siempre se han contado en casa como si fuera un cuento . Supongo que cada generación añadía sus propios "adornos" y por supuesto, se han callado la parte mala, que es un tabú (explotación de indígenas/ trata de esclavos etc- De hecho, este tema es un cisma familiar ).
A lo que voy: mi parte favorita de esas historias es imaginar a mis tatatatarabuelos en un barco, que entonces era como una nave espacial (pero llena de ratas y donde se pasaba hambre y calamidades en medio del mar durante meses) yendo a "hacer las américas", dejando todo atrás y sin saber si iban a volver nunca a ver a su familia y entorno, para ir a un lugar del que no sabian nada con una única herramienta, sus manos, y una sola motivación, el hambre. Cuando se iban eran casi niños y sus propios padres les mandaron como si fueran salvadores para sacarles a todos de la miseria. Los que volvieron, lo hicieron como " héroes" locales, construyendo escuelas, hospitales e iglesias en sus pueblos de origen amén de sus propios palacetes para demostrar poderío, ¿pero cuantos no regresaron jamás? En Asturias está el Museo del Indiano que es precioso de ver. Te puedes imaginar un poco esas aventuras (creo que "aventuras" es el nombre que mejor le va) que son parte del pasado de nuestro pais (sobre todo en Galicia, Asturias y Cantabria)
 
Me gustaría hacer ese viaje y visitar otro planeta, pero no quedarme a colonizar ni establecer una nueva base, eso no. Yo madrugo lo que queráis para ir al espacio, pero a las ocho como muy tarde, en casa.

Porque eso significaría decirle adiós para siempre a demasiadas cosas, a demasiada gente. Al teatro, al cine, a las bibliotecas, a los paseos por la playa, a la dorada al horno, a las cañas por sorpresa, a las rebajas, a planificar vacaciones. Sería no volver a ver nunca más a la gente que quiero, los lugares que amo, mi museo favorito, la ciudad en la que me enamoré.

Sospecho que otros mundos están sobrevalorados, y además me queda muchísimo planeta Tierra por visitar, tanto, que necesitaría tener mil vidas y aún no lo habría visto todo.

A veces, los días más negros, me dan ganas de subirme a un cohete y no volver, es verdad, pero luego me acuerdo de que mi dolor, mi carencia, mi angustia de estar viva, mi ansiedad... van conmigo, allá donde yo vaya. Y que allá donde estén dos seres humanos juntos, siempre habrá conflicto, traición, mentira, tanto como amor, amistad, lealtad y ayuda.

No creo que eso cambiase en otro planeta.
 
Desciendo de "indianos" por parte de padre y madre. Yo ya soy 5ª-6ª generación, pero las historias familiares siempre se han contado en casa como si fuera un cuento . Supongo que cada generación añadía sus propios "adornos" y por supuesto, se han callado la parte mala, que es un tabú (explotación de indígenas/ trata de esclavos etc- De hecho, este tema es un cisma familiar ).
A lo que voy: mi parte favorita de esas historias es imaginar a mis tatatatarabuelos en un barco, que entonces era como una nave espacial (pero llena de ratas y donde se pasaba hambre y calamidades en medio del mar durante meses) yendo a "hacer las américas", dejando todo atrás y sin saber si iban a volver nunca a ver a su familia y entorno, para ir a un lugar del que no sabian nada con una única herramienta, sus manos, y una sola motivación, el hambre. Cuando se iban eran casi niños y sus propios padres les mandaron como si fueran salvadores para sacarles a todos de la miseria. Los que volvieron, lo hicieron como " héroes" locales, construyendo escuelas, hospitales e iglesias en sus pueblos de origen amén de sus propios palacetes para demostrar poderío, ¿pero cuantos no regresaron jamás? En Asturias está el Museo del Indiano que es precioso de ver. Te puedes imaginar un poco esas aventuras (creo que "aventuras" es el nombre que mejor le va) que son parte del pasado de nuestro pais (sobre todo en Galicia, Asturias y Cantabria)
Me llego al corazon tu historia,
Te recomiendo la lectura de este libro

 
Pensemos que tenemos la preparación física y que contamos con las habilidades necesarias para hacer un viaje espacial a otro mundo, con la idea de fundar una nueva colonia y conquistar otro planeta. ¿Os animáis a emprender una aventura de tal calibre? Eso implicaría, probablemente, que no regresaríamos nunca a la Tierra. Sería un largo viaje (seguramente en una suerte de hibernación) y una estancia dura asegurada, luchando por la supervivencia y estableciendo las bases de una nueva civilización extraplanetaria.

Yo me imagino la sensación de inmensidad y grandeza que se debe sentir al poner pie en otro planeta y es algo que me parece, simplemente, fascinante. La idea de pisar un suelo tan lejano (sea en este sistema solar o en otro) me parece épica.

Cierra los ojos y piensa que estás en una base a miles de millones de kilómetros de casa, o incluso a años luz, en un ambiente inhóspito, afrontando situaciones extremas, y sintiendo a la vez lo pequeños y grandes que somos. ¿Te parece épico o una pesadilla?

Si pudiera, sería algo que haría sin dudar.
Es el último paso de la carrera por la conquista que siempre ha movido a las personas. El último peldaño hacia la grandeza de abrir nuevos horizontes.
Cierra los ojos y piensa que estás en una base a miles de millones de kilómetros de casa,
Esto es lo que hago y no solo cuando estoy lejos de mi casa
En cada sitio que estoy sobre todo cuando contemplo el campo el litoral del mar estoy a cientos de años de las personas que vivieron alli que estuvieron sentadas en ese mismo lugar hace cientos de años antes que yo y me pregunto que sentirian como seria sus vidas, se sentirian sn paz como lo estoy yo viendo la puesta de sol?

Tengo por costumbre comprar libros de la ciudad donde voy
En Vitoria compre la novela la Calle de la juderia de Toti Martínez de Lezea
Cuando regrese a Vitoria despues de leer esa novela, las calles para mi tenian otra vida otra historia, el mismo lugar con muchas historias
 
Sí, pero no. O sí, pero con bastantes reservas.

Por un lado la idea me atrae, pero me plantea ciertas dudas. No viajaríamos solas, ni estaríamos solas donde habitásemos. El ser humano acaba creando conflicto e injusticias allá donde va, así que tendríamos un planeta Tierra 2.0. Imposiciones, corrupción y falta de libertades. Mismos problemas en lugares distintos.
Añadir el tema de la nostalgia, que no es moco de pavo. Aunque llevamos miles de años viviendo en ciudades, llevamos muchísimos más ligados a la naturaleza, a espacios abiertos y naturales. Si casi nos desquiciamos durante el confinamiento dentro de nuestras casas, ¿soportaríamos vivir para siempre en áreas reducidas y claustrofóbicas de por vida, lejos del campo o del bosque? Yo, por ejemplo, cada vez que voy al pueblo me supone un balón de oxígeno. Ahora voy menos y soy casi un alma en pena. Igual me dicen que se puede "terraformar" un planeta y hacer que en él crezca la vida por todas partes. Pero, ¿cuánto se tardaría en crear una atmósfera y un entorno natural? Dudo que nosotras lo viéramos.

Sobre estas cuestiones os recomiendo la trilogía "Marte", de Kim Stanley Robinson. Creo que refleja muy bien la temática sobre la complejidad de transformar un planeta y crear una sociedad nueva, o aparentemente nueva:
 
Última edición:
Cierra los ojos y piensa que estás en una base a miles de millones de kilómetros de casa,
Esto es lo que hago y no solo cuando estoy lejos de mi casa
En cada sitio que estoy sobre todo cuando contemplo el campo el litoral del mar estoy a cientos de años de las personas que vivieron alli que estuvieron sentadas en ese mismo lugar hace cientos de años antes que yo y me pregunto que sentirian como seria sus vidas, se sentirian sn paz como lo estoy yo viendo la puesta de sol?

Tengo por costumbre comprar libros de la ciudad donde voy
En Vitoria compre la novela la Calle de la juderia de Toti Martínez de Lezea
Cuando regrese a Vitoria despues de leer esa novela, las calles para mi tenian otra vida otra historia, el mismo lugar con muchas historias
Hago exactamente lo mismo: me encanta pasear y perderme por sitios, ya sean nuevos o mi propio barrio. Me imagino historias pasadas, para las que suelo documentarme con libros y/o guias y tb otras que vendrán. ¿Como será esto dentro de cien millones de años??? ¿Se preguntará alguien lo mismo que me estoy preguntando yo ahora?
 
Me gustaría hacer ese viaje y visitar otro planeta, pero no quedarme a colonizar ni establecer una nueva base, eso no. Yo madrugo lo que queráis para ir al espacio, pero a las ocho como muy tarde, en casa.

Porque eso significaría decirle adiós para siempre a demasiadas cosas, a demasiada gente. Al teatro, al cine, a las bibliotecas, a los paseos por la playa, a la dorada al horno, a las cañas por sorpresa, a las rebajas, a planificar vacaciones. Sería no volver a ver nunca más a la gente que quiero, los lugares que amo, mi museo favorito, la ciudad en la que me enamoré.

Sospecho que otros mundos están sobrevalorados, y además me queda muchísimo planeta Tierra por visitar, tanto, que necesitaría tener mil vidas y aún no lo habría visto todo.

A veces, los días más negros, me dan ganas de subirme a un cohete y no volver, es verdad, pero luego me acuerdo de que mi dolor, mi carencia, mi angustia de estar viva, mi ansiedad... van conmigo, allá donde yo vaya. Y que allá donde estén dos seres humanos juntos, siempre habrá conflicto, traición, mentira, tanto como amor, amistad, lealtad y ayuda.

No creo que eso cambiase en otro planeta.
Magnífico comentario. Fantástico. Genial
 

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