Rara vez he visto un ser tan ordinario como la reinilla. Tiene el mercado y los bares de alcantarilla en el ADN.doña Maruja en movimiento es aun peor, como si estuviera en el mercado haciendo la compra. Hablando en serio, por què invade el espacio interpersonal? en sus gestos siempre hay algo que incomoda, lo mismo que nos molesta respecto de otra madre en el colegio, una vecina en el edificio o cualquiera en una oficina. Su funciòn representativa empeora el efecto. Y con él en actitud tan pasivo y a veces boba, la imagen -digo imagen, que es lo que aquì podemos ver- deja mucho que desear